El alfa entró en la tienda sorprendiéndose, no esperaba ver al chico de piel canela allí. Nunca solía estar a esta hora aquí

-Yoongi: Buenas tardes Taehyung ¿Qué te hizo venir tan temprano hoy?

-Taehyung: nada importante, sólo salí un poco antes de la universidad porque mis profesores han faltado a su última hora. Así que pensé en venirte a ayudar un poco más temprano de lo normal ¿Tienes mucho que hacer hyung? Puedes estudiar si quieres ahora, si alguien entra y necesita tu ayuda te avisaré

El mayor pareció pensárselo pero acabó accediendo a lo que su amigo le proponía. Se encontraba cansado, unas ojeras colgaban de debajo de sus párpados y eso no le gustaba en absoluto, para más mala suerte a él se le hacían notar aún más debido a su blanquecina piel

Agradecía aquel gesto de parte de Taehyung. Este sitio no era ni más ni menos que "D-boy studio", el estudio de tatuajes y piercings de Yoongi, un alfa totalmente independiente. Sus padres no le apoyaron en la decisión que tomó hace poco menos de dos años, "La carrera de artes no es buena, debes de estudiar algo mejor" les decían, pero Yoongi sabía que quería dedicarse a esto. Así que después de trabajar en algunos sitios y reunir bastante dinero se fue de Daegu, aunque le dolió; lo hizo

Se mudó a Seúl, alquiló este local y lo convirtió en su estudio de tatuajes y piercings los cuales el mismo hacía, amaba este sitio con todo su corazón, se había esforzado muchísimo por conseguirlo. Estos años estaban siendo algo estresantes ya que debía de estudiar en la universidad de artes y además sacar a delante su negocio. Aunque por suerte tenía el apoyo de su amigo Taehyung, siempre habían estado juntos. Incluso en el momento que el mayor le dijo que se iba de su ciudad natal el castaño no dudó en seguirlo, por supuesto lo haría, no quería seguir en Daegu si eso significaba separarse de el bobo de su amigo ¿Quién lo cuidaría mejor que él? ¡Nadie!
Tae se dedicaba a estar tras el mostrador de la tienda, él programaba las citas a los clientes y además vendía los piercings que tenían en las vitrinas. Al ser amigo de Yoongi por tantos años había aprendido mucho sobre el tema

-Yoongi: ¡Joder!

En cuanto el menor se enteró del grito del azabache corrió hacia donde se encontraba Yoongi, vio como se despeinaba su propio cabello y pegaba un cabezazo sobre la mesa de el escritorio de su estudio, el castaño rió acercándose. Pasó sus grandes manos por el cabello negro de su mayor y suspiró

-Taehyung: Dime hyung ¿Qué pasa ahora?

-Yoongi: Me acabo de acodar que mañana tengo que entregar el proyecto final de semestre, que me jodan ya Taehyung

-Taehyung: No creo que al gran alfa Min Yoongi le vaya a gustar demasiado ser jodido por su blanquito trasero

El mayor alzó la mirada con el ceño fruncido soltando un gruñido. Tae estaba acostumbrado a esto, pero al ser un omega le hacía sentirse algo nervioso cuando ese sonido salía de la garganta de Yoongi, por supuesto que cuando el mayor notaba ese nerviosismo en su amigo intentaba de ser lo más dulce que su personalidad le permitiera

-Yoongi: ¿Qué tal te va con el piercing Tae?

Preguntó al acordarse de que ayer mismo perforó el pezón izquierdo de su dulce amigo omega, una sonrisa grande se formó en los labios de este mientras se alzaba la camiseta enseñándole el arete que colgaba de su moreno pezón

-Taehyung: La verdad es que bien, por ahora no me está siendo molesto en absoluto hyungie. Hiciste un gran trabajo

Yoongi arrugó su nariz cerrando sus ojos , se levantó su silla y posó sus manos en la estrecha cintura acaramelada de Taehyung. Hundió su nariz en el cuello de este y notó todo su cuerpo temblar en ese instante

-Yoongi: Tu celo...está por llegar ¿Cierto?Tu olor...ha incrementado bastante desde ayer...

El rostro de Taehyung se tiñó de un color carmín bastante notable, el notar a su hyung pasear su nariz por todo su cuello para olerlo más le ponía nervioso en demasía. Mentiría si dijera que no lo había hecho con Yoongi. El menor si estaba pasándolo demasiado mal con su celo lo suele llamar para tener su ayuda, sin embargo sólo era eso, una ayuda. Ninguno de ellos sentía atracción sentimental, sería como enamorarse de su familiar ¡Iugh!

-Taehyung: ¡Yah Yoongi! Aparta tus garritas de mi cintura. Sí, creo que mi celo está por venir, por eso si ves que en estos días me ausento no te asustes, si la cosa se pone demasiado mal te llamaré, no te preocupes

Tae sonrió apartándose de el cuerpo de el alfa con cuidado, miró el reloj que estaba en su muñeca y su sonrisa se ensanchó al ver que eran las 18:32 p.m, mordió su labio inferior y tomó algo de dinero de la cartera de Yoongi que estaba sobre la el escritorio

-Taehyung: Hyung la cafetería ya ha abierto, iré a por tu café ¿Quieres algo más?

El alfa negó sentándose su cómoda silla para acercarse al escritorio y comenzar a mirar cosas en su pc. El menor con emoción salió de el estudio y nada más que tuvo que andar apenas unos metros para encontrarse en esa cafetería que tanto le gustaba, era simplemente hermosa y además; había alguien demasiado hermoso para los ojos de Taehyung

El menor abrió la puerta adentrándose en el lugar. Este sitio era meramente especial, era un jardín cubierto. Todo alrededor eran flores, plantas y en el medio del amplio lugar se hallaba una fuente la cual emitía un sonido bastante relajante

Ahí estaba ese olor, aquel olor de ese alfa. El lobo de Taehyung movía su cola de lado a lado feliz por saber que hoy se encontraba allí y no era uno de sus días libres. Mirando las bellas flores de su alrededor se acercó al mostrador donde se encontraba un chico de cabello grisáceo el cual estaba con su cabeza agachada contando el dinero que había en la caja registradora,el castaño no recordaba haberlo visto nunca allí

Taehyung arrugó su nariz y saludó haciendo que el chico alzara su mirada. El castaño se impresionó al ver aquellos ojos ¿Son de diferente color? ¿Heterocromía? Un ojo celeste y otro gris

El chico sonrió dulcemente cerrando la caja para atender a el chico que recién había llegado

-Jimin: Bienvenido ¿qué desea?

-Taehyung: Yo...bueno deseo dos cafés, uno de ellos con bastante leche, por favor

Pidió el castaño algo desilusionado, todos los días era atendido por aquel alfa apenas más alto que el de sonrisa adorable. El chico que le atendió asintió dirigiéndose hacia la cocina de la cafetería para preparar los cafés dejando a un Taehyung suspirando decepcionado, o por lo menos hasta que una cabellera azabache se hizo presente en el lugar

Llevaba una regadera con agua en sus manos, las mejillas de Tae comenzaron a calentarse así que se limitó a sonreír

-Jungkook: Bienvenido de nuevo ¿Vienes a por tus dos cafés cierto? Jimin los hará muy bien, él es nuevo aquí pero tiene una buena técnica así que no te preocupes. Lo hará tan buenos como los míos

El azabache rió suavemente mientras regaba las plantas, ambos sabían quien era el contrario ya que el castaño venía todos los días a por el mismo pedido. Se reconocían pero no sabían nada sobre el otro, ni siquiera sus nombres

Jimin salió con los dos cafés en envases para llevar, los dejó sobre el mostrador e hizo las cuentas

-Jimin: Perdóname, son 2.35 por favor

Pidió y Taehyung no demoró en dejar sobre el mostrador el billete que le había tomado a Yoongi de la cartera

-Jungkook: Oh...Jimin ¿Tomaste tus supresores? Huele muy dulce...huele muy rico

El alfa comenzó a olfatear el lugar y Taehyung no sabía como sentirse. Feliz por un lado por saber que su olor le agradaba a ese alfa el cual le llamaba tanto la atención, pero decepcionado porque él creía que era el olor de Jimin, el cual era un omega también

-Jimin: Si...los tomé antes de salir de casa, hoy no se me olvidó

-Jungkook: Sabes que tu olor es más fuerte que el de los demás omegas normalmente, debes de tener cuidado Jimin, de verdad huele muy apetecible...

Susurró aquello último acercándose a la cabellera grisácea para olfatear un poco más, quería más de ese olor

Taehyung al ver aquello tomó los dos cafés y sin aceptar el cambio se fue despidiéndose antes de salir, no quería seguir viendo, no quería en absoluto

-Jimin: ¿A qué huele, Jungkook?

Preguntó curioso Jimin mientras se dejaba olfatear por su compañero, sabía que su olor solía ser más fuerte cuando no se tomaba sus pastillas. Pero si lo hacía, este se reprimía sin problemas y por eso le costaba imaginar que él mismo oliera tanto

-Jungkook: Frutillas del bosque...

-Jimin: Kook, ese no soy yo. Mi olor es malteada de fresa...Creo que quien olía así es el chico de los cafés

-Jungkook: ¿E-en serio?

El azabache se sentía confuso ¿cómo nunca antes se había dado cuenta de aquel olor? Le hacía perder los sentidos, el azabache no quiso imaginar lo maravilloso que sería compartir un celo con ese omega y en seguida se sonrojó apartándose de Jimin para no ser descubierto. Siguió con su trabajo de reglar las plantas mientras pensaba si en verdad el olor podía provenir de el castaño y la cafetería se llenaba por la hora de la merienda

-Jungkook: Así que frutillas del bosque...

Susurró para si mismo sonriendo