❤Parte Unica♥
Un día de verano, aquella noche, con solo 20 años, me dí cuenta de algo: " Tu vida es una aventura, no te preocupes si aún no te has dado cuenta, ella vendrá a tí", lo supe con solo ver aquellos ojos marrones junto con esa sonrisa de tus labios rosados y algo resecos, sin mencionar su cabello ondulado que exigía sentir su rostro al igual que entrar a su ojo y boca, una divertida imagen para nuestro encuentro...fue la imagen más hermoso que jamás había visto.
Eras perfectamente imperfecta.
☘❣☘❣☘
— ¿Irás a trabajar? — preguntó mi más fiable amigo de la infancia mientras comía sus últimas papas fritas.
— Si, no habrá mucho personal así que me ofrecí para trabajar ese día. — Tomé su vaso ya vacío pero con unos pequeños pedazos de hielo derretido.
— Eres aburrido desde que buscas un trabajo que vaya a tu "talla de empresario". Sabes que tienes 20, ¿Verdad?
— Quiero tener una vida estable, es un pedo mío...aparte no me falta nada para terminar mis estudios.
Sacó un gran suspiro. — Tú y tu idea de ser uno más del montón.
— Lo dice el que tiene una banda pero que se niegan a presentarse ante el público. — Habiendo acabado sus papas, retiré el plato.
— Como tú lo dijiste, es pedo mío.
Sonreí y me alejé para ir a dejar los trastes en el lavabo que estaba detrás de aquella puerta de madera de ese pequeño local.
— Puedes irte, Oscar llegará en un momento. — Dijo mi jefe.
Asentí y me fuí a cambiar.
Saliendo con mi mochila en mano, me fuí a sentar junto con Darrell.
— ¿Ya terminaste?
— Al parecer si...—iba a seguir hablando cuando sentí que me había golpeado la nuca. — ¿Qué mierda te sucede?
— Pendejo, mi descuento.
Golpeo su hombro. — Pues trabaja.
Soltó una gran carcajada. — Hasta crees.
Se abrió la puerta y el sonido de una gran risa se escuchó por todo el lugar, Darrell y yo volteamos de manera "sigilosa".
— Eres sorprendente. — Una chica de cabello largo y chino, tez clara y delgada, era la que llamó la atención de todos.
— No realmente. — contestó casi audible una que tenía una gran sudadera puesta con el gorro puesto evitando apreciar su rostro.
— La alta está buena. — Susurró Darrell.
Atrás de ellas dos, iba una chica de cabello ondulado con un cuerpo digno de admirar.
— Tienes razón. — contesté.
La verdad es que no me interesaba aunque, debía aceptar lo obvio.
— La invitaré a salir. — Se levantó decidido.
— Tu puedes campeón. — golpeo su espalda y volteó a ver cómo fracasará.
Lo demás fue algo "rápido", durante unos minutos caminaba decido pero estando a solo una mesa de llegar, se regresaba. Así estuvo hasta que mejor lo llevé a donde estaban.
— Hola chicas, él es Darrell y quiere conocerlas.
Solo se limitó a sonreír y estrechar su mano a cada una de ellas.
— ¿Gustan sentarse? — habló la de cabello ondulado.
Ambos asentimos, ellas se recorrieron y nos sentamos a lado de una de ellas dos.
Hablamos durante un momento hasta que la que portaba una gran sudadera se acercó.
— Nos vemos. — tiró la envoltura de un dulce pero sin fijar su mirada a donde estábamos.
— No se te olvide las tareas. — Habló la chica con rizos.
— No prometo nada. — contestó entre risas siguiendo su camino.
La miré salir del lugar, por alguna razón, su voz se me hizo algo realmente lindo y la poca vista que pude obtener de ella fueron sus labios rosados y gruesos pero solo en su labio inferior.
—¿Sucede algo Jae? — La voz de aquella chica hizo que me volviera a concentrar y poner mis pies en la realidad.
Asentí. — ¿De qué estábamos hablando?
☘❣☘❣☘
Los días fueron pasando, conocíamos más a aquellas chicas a tal punto de tener salidas de vez en cuando.
— ¿Tocas en una banda? Es sorprendente.
Darrell seguía siendo el mismo de siempre.
— ¿Siempre es así?
Asentí. — Pero es un gran chico, lo prometo. — bebí un poco más de aquella bebida con solo un 10% de alcohol...bueno 20%.
— ¿Sabes tocar algún instrumento? — Me preguntó Samantha.
Alcé los hombros. — Solo dos. El violín y la guitarra.
Me sonrió. — Sorprendente. — tomé un poco más sin apartar mi vista de ella, justo como lo hacía conmigo. — Jae, me preguntaba si...
Las luces se apagaron y empezaron los murmullos.
—¿Qué sucede?
— ¡ERES LA MEJOR VI'! — Gritó Elizabeth.
En eso, solo se prendió un reflector a la chica que estaba en el escenario, la luz era de un tono morado por la que no se podía notar bien su imagen.
Hubo un gran silencio y a unos segundos, se empezó a escuchar el sonido de una guitarra para después, escuchar la voz de un chico que al igual que ella, un reflector lo señalaba.
— Vaya, son buenos. — Se acercó a mí Darrell.
Podía sentir los sentimientos que ella expresaba por aquellas cuerdas, sus movimientos ya sea de sus dedos o de su cuerpo . Sin darme cuenta, no dejaba de verla.
— Creo que mejor...
La interrumpí. — ¿Quién es ella?
Miró al escenario. — Es Victoria. — Tomó mi mano. — Creo que es mejor irnos.
Asentí sin apartar mi vista. — Tal vez.
Fuí arrastrado por toda esa gente que disfrutaba el show, algo dentro de mí quería quedarse, seguir viéndola, seguir sintiendo los sentimientos y la actitud que transmitía a todos los que estábamos en ese lugar.
—¿Estás bien? — Preguntó ella nuevamente.
Desperté de mis pensamientos.
— Si.
Sonrió y colocó sus manos en mi pecho. — Menos mal. — Se acercó a mí y me besó.
Yo aún escuchando la música de fondo, traté de concentrarme en aquel acto.
No podía.
— Perdón, soy nuevo en esto. — mentí.
Soltó ella pequeñas risas. — No lo creo, enserio eres lindo, apuesto que no eres solo virgen de labios.
Touche.
Al final de todo, no pasó otra cosa ya que no lograba concentrarme totalmente a ella, ¿Qué chico en su gran juicio desperdiciaría una gran oportunidad como aquella con una chica que parece modelo de revista?
Solo yo. Ya ni Darrell.
La acompañe hasta donde la irían a recoger y al momento en que se había ido, regresé rápido a aquel lugar.
— ¿Y los que estaban tocando? — Les pregunté a Elizabeth y a Darrell.
— Ya se fueron hace unos minutos, ¿Por qué?
— Por nada. — toqué el hombro del ojiverde. — Sigan disfrutando su cita.
Los dejé solos.
Verifique alrededor del local con la esperanza de verla o al menos poder reconocerla. No fué así.
Caminé hasta la parada de autobuses más cercano y me senté en aquella banca algo vieja pero aún resistente.
Contemplaba el cielo cuando escuchó tarareos, volteo y me encuentro con la sudadera enorme; cargaba consigo su funda de su instrumento. Sonreí.
— Tell me am I going crazy?— Reconocí la canción y decidí llamar su atención.—Tell me have lost my mind? — me miró de reojo. —Am i just afraid of lovin?
Nos quedamos callados.
—... Kiss in the moonlight, movies on late night gettin', ok...— Ahora cantabamos los dos.—... The kind I dream about all day, the kind that keeps me up all night...gimme that can't sleep love.
Bajó la mirada y escuché como reía a lo bajo. Se acercó a mí.
— Jamás pensé que alguien reconociera esa canción.
— Tu voz es realmente linda.
Dió un pequeño salto. — ¿Q-qué? — empezó a reír— Gracias aunque, me gusta tu voz. — Volteó a mirarme.
Y ahí es donde empezó todo: sus mejillas ligeramente rojas hicieron contagiarme del mismo acto, sus ojos marrones que brillaban más que la luna en ese momento, su cabello ondulado que solo unos mechones querían picar sus ojos y entrar a su boca pero, solo lograban quedarse en aquellos labios rosados y resecos. No era ni demasiado delgada ni rellenita, era perfecta.
— Soy Victoria. — extendió su mano.
—Y-yo Jae. — estreché nuestras manos.
Empezamos a platicar hasta que su autobús llegó.
— Adiós. — agitó su mano en forma de despedida y subió.
No me quería quedar sentado, ¿Y si es la última vez que la vería? Quería seguir conociendo la, saber todo de ella...
Me levanté y corrí detrás del camión. Una esquina después, logré subirme, le pagué al chofer y me acerqué a donde estaba ella con una notoria expresión de " ¿Qué rayos haces?"
— Se que te debes andar preguntando la razón de mi presencia en este autobús que me aleja demasiado a mi hogar.
Asintió.
Sonreí y saqué mi celular. — Solo...quería seguir hablando contigo.
Y volvió a sonreír. Sacó su celular y me dictó su número.
Tomé el asiento libre que tenía a lado y seguimos platicando sin importarme las complicaciones que tendría para llegar a mi hogar.
☘❣☘❣☘
— ¿Sientes mariposas?
— Eso cre... — Rugió mi estómago.
— Listo, tenías hambre. — Sonrió orgulloso Darrell.
Suspiré.— Habló enserio, desde que empezamos a salir ella y yo...creo que desde que la conocí...no dejo de pensar en ella.
Asintió de manera repetida. — ¿Qué más?
— Cada que hablamos por mensaje me emociono al saber que tengo un mensaje de ella y me pongo algo nervioso. No puedo dormir ya que siempre viene su imagen a mi mente.
Volvió a hacer la misma acción. Ajá, ¿Y Samantha? Ya se habían besado.
— Ese es el pedo, ella creé que tenemos una relación.
— ¿Y por qué no se lo dejas en claro?
Me quedé callado.
— Bro, el amor te hizo muy pendejo...Si estás enamorado.
— Entonces, ¿Qué debería hacer?
Miró la pantalla de su celular y empezó a envolver sus papás fritas en una servilleta.
— Deja en claro las cosas con Samantha, si crees que es buen momento para decir tus sentimientos hazlo y si sale mal, — Recargó su mano en mi hombro. — aquí estoy we.
Sonreí. — gracias we.
Tomó sus cosas. — Me voy.
— ¿Vas a ir a practicar tan temprano o tienes otra cita con ella?
Se quedó callado. — Sobre eso...— Rió nervioso.— Conseguí un trabajo.
Me recargue en la silla. — Vaya, bien por tí, ¿Por qué cambiaste de opinión?
—Ahi está la otra cosa... Conocí a alguien más. — Ví como formaba una tonta sonrisa. — Aparte, Elizabeth tenía novio.
Llevé una mano a mi pecho. — Que bueno que lo descubriste a tiempo.
Asintió. — Nos vemos Jae, suerte.
— La necesito.
☘❣☘❣☘
Ahí estaba yo, muriéndome de nervios al darme cuenta que dormía recargada en mi hombro mientras que la película que veíamos seguía reproduciéndose.
¿Salir durante 4 meses es suficiente?, ¿Sentirá lo mismo? ¿Seré rechazado o Friendzoneado? ¿Por qué se ve tan jodidamente linda cuando duerme?
Y se movió haciendo que diera un pequeño salto. Parecía una adolescente llena de hormonas.
— Perdón, estos días han sido pesados. — talló sus ojos.
— No te preocupes, los estudios son pesados.
Sonrió. — Si claro, estudios.
— ¿No estás estudiando?
Asintió. — Solo que me gusta aventurar en mis días libres, este lugar aún es nuevo para mí.
—Oh, se me olvidaba que eras extranjera.
Abrazo sus piernas y me miró. — Tienes rasgos asiáticos, ¿Eres de allá?
Asentí. — Mis padres son asiáticos pero, nos mudamos y tuve que aprender el idioma.
— ¿Cuántos año tenías?
— 10 años, creo.
— ¿No has ido a otros lugares?
Negué. — Me acostumbré a este lugar.
— Cuando sucede eso, es mejor salir a conocer. Sabes,— fijó su mirada al televisor— ser alumna de intercambio tiene sus grandes ventajas, las vistas son realmente hermosas, sus vidas son completamente diferentes.
Mis latidos aceleraron cuando la ví sonriendo mostrando un brillo en sus ojos.
— Deberías intentarlo, te prometo que no te vas arrepentir y te arrepentirás si no lo haces.
Reí. — Tengo una vida aquí, no sería buena idea salir por ahí, sería tonto de mi parte.
Se quedó callada, sin ningúna expresión, siguió mirando el televisor y durante toda la película, nadie dijo nada.
La había cagado.
Cuando aparecieron los créditos, se levantó con rapidez y tomó sus cosas.
— Me tengo que ir.
Salté encima del sillón para alcanzarla. — Espera, perdón, estuve muy nervioso, estoy muy nervioso.
Se colocó sus zapatos.
—...
—...Victoria, estoy enamorado de tí.
Detuvo sus movimientos. — ...Mañana me iré. — Me miró. — Enfrenta tus miedos y preocupaciones, te puede llevar a cosas mejores. — Sonrió levemente y salió de mi casa.
Si, terminé siendo rechazado.
☘❣☘❣☘
— Bueno, vendrán mejores, no te preocupes.
Movía mi papa por todo el plato. — Eso creo.
— ¿Y si sales nuevamente con Samantha?
— No quiere verme, el día que aclaré las cosas no salió muy bien que digamos.
— Bien, creo que es momento de salir conocer a chicas o, una reta de juegos este fin de semana.
—...Me interesa la segunda opción. — Solté un suspiro. — ¿Cómo te ha ido con aquella chica?
— Bien, estamos en una relación.
Me quedé callado. — Pero, la llevas conociendo casi 2 meses.
— Oye, no es bueno ser igual que las demás personas, si ambos sentimos algo y creemos que es buen momento para tener una relación, es nuestra decisión...aparte, era lo que necesitaba para arreglar mi vida tan mediocre común y corriente. — tomó su vaso con un poco de soda. — Es bueno arriesgarse, te puede llevar a cosas mejores. Es como una aventura.
Me quedé estático y la imagen de Victoria llegó a mi cabeza.
—...Me tengo que ir. — Me levanté de la mesa y dejé mi parte en la mesa.
— ¿A dónde vas? — Frunció su ceño mientras me seguía con la mirada.
— A dejar de ser una persona común y corriente. — Salí de allí con una gran sonrisa.
☘❣☘❣☘
Paseaba por aquella ciudad viendo aquellas flores únicas y hermosas. Todo en ese lugar era realmente hermoso. Era totalmente nuevo.
Caminé ( o más bien, trote ) a la escuela en donde debería estar ella. Era mediodía así que no faltaba mucho para que saliera.Tomé una de esas peculiares flores y la esperé.
Empezaron a salir alumnos, yo seguía enfrente esperando verla. En eso, la veo con su peculiar forma de vestir mientras usaba unos audífonos y se concentraba en mirar los escalones. Me acerqué más a ella y le retiré un auricular.
— Que bueno volver a verte.
Se sobresaltó. — ¿Jae?, ¡Jae! — sonrió y se disponía a abrazarme. — Espera...¿Por qué estás aquí?
— Estoy enfrentando mis miedos y preocupaciones. — tomé su mano. — Eres lo que necesitaba para salir de ahí y salir a disfrutar que podré enfrente aquello que me aferraba a tener. Estaba equivocado, es bueno aventurarse. Tu eres lo mejor que iba a encontrar.
Sonrió. — Si que eres sorprendente. Sabes, no era necesario que vinieras hasta aquí...
Tomé sus mejillas y la besé. Hablaba demasiado.
— Vaya...eso...
— ¿Estuvo mal? Fue demasiado pronto, ¿Verdad? Debí haberlo hecho todo a su lapso de tiempo.
Escuché su risa. — Tu solo haz lo que crees correcto. — acarició mis mejillas. — estoy enamorada de tí, Jae. — toque su cintura. — Es más, tengamos sexo hoy.
— ¿Q-QUÉ? DIABLOS SEÑORITA.
Volvió a reír. — Solo jugaba. — Ahora ella tomó la iniciativa en volver a juntar nuestros labios.
Desde ese día, empezé a disfrutar mi vida, y desde ahí hasta el día de hoy, sigo viviendo más aventuras...
" Estando con ella, siempre aparece una aventura, otra cosa que conocer del otro, otra razón para amarla. "
con ahora, la madre de mis hijos.
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¡Que pinshi cursi! (Lo sé) pero, me gustó, creo que hasta me encantó :3.
Espero que les haya gustado esta corta historia.
Para escribir esta historia, fuí invitada ( de la invitada :v) por Space_Pegasus16 para una idea de LittleWolf83 sobre varias historias de romance y amistad.
Espero que les guste.
Bye <3.
Extra:
— ¿ yo tendré una historia igual que la de ustedes? — me preguntó mi pequeña de solo 6 años.
— Tu historia será mejor que la nuestra, Avril.
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