23
La habitación donde NamJoon dormía era muy bonita ante los ojos de JiMin. La magia rescindió de los pequeños detalles delicados que NamJoon y su compañero de cuarto, casi siempre ausente, eligieron. JiMin se imaginó que podría copiar la decoración para un sitio suyo, como su futuro consultorio. Podía aspirar a eso.
El motivo por el que JiMin terminó en el dormitorio de NamJoon fue porque los tres amigos se habían reunido para tener una noche de estudios. Había sido un acuerdo que hicieron para que ninguno se excediera en la temporada de exámenes, especialmente TaeHyung.
Los tres estaban en pijamas, en silencio, trabajando en algunos murmullos para pequeños comentarios, El ambiente se sintió como una biblioteca en lugar de una habitación universitaria. Hasta que NamJoon habló en voz alta.
—YoonGi pregunta si puede unirse a nosotros.
Ante la pregunta, TaeHyung y JiMin respondieron, siendo completamente contradictorios.
—No.
—Sí, por favor.
—Yo también digo que no. —NamJoon levantó su mano. Convirtió una simple pregunta a una votación que se unió el beta con su mano en el aire—. Somos dos a uno. Nosotros ganamos.
—¿Eh? ¿Por qué no quieren a YoonGi alfa aquí?
—Porque si viene tendré que compartirte —El omega le dijo, tirando de una de las mejillas de JiMin cariñosamente. El alfa simplemente se dejó hacer, sin estar muy feliz.
JiMin quería ser compartido con YoonGi, pero no tuvo los votos suficientes para eso, así que sólo suspiró en derrota. Tristemente miró a NamJoon responderle a su héroe. YoonGi no envió el mensaje directamente a él, entonces no era del todo un asunto suyo.
Conociendo lo mucho que YoonGi respetaba su carrera, no quiso interrumpir su tiempo de estudio.
—Dice que sí es una noche de omegas... No, espera, JiMin no debiste escuchar eso.
La mención de su nombre volvió la discusión un asunto que ya incluía a JiMin. Él se arrastró para ver la tableta electrónica del omega, su cabeza obstruyó toda la visión de NamJoon y estuvo tan absorto en leer los mensajes que ni si quiera lo notó.
—Pregúntale por qué no.
—JiMin, no te distraigas —El beta reclamó. Contrariamente a sus palabras, detuvo su propio estudio para intentar mirar el nuevo mensaje que recibió NamJoon.
—Porque dice que es un tema delicado para ti y podría herirte por accidente.
—Dile que está bien —El único alfa de los tres tuvo que insistir, sentándose sobre sus tobillos. Mirar a NamJoon con ojos de cachorrito fue el último de sus recursos, aunque el más efectivo—. Dile que gracias por cuidarme incluso cuando no está conmigo.
El omega aceptó su petición de mala gana.
—¿Por qué terminé siendo su mensajero?
Todos volvieron a trabajar en el momento en que escucharon una grabación de voz que envío a YoonGi, saludando cariñosamente a JiMin, explicándole que realmente no quiso interrumpir su tiempo con sus amigos. Fue un lindo audio, JiMin le pidió a NamJoon que se lo reenviara.
De vuelta a los apuntes que tomó en clase, JiMin intentó retomar su ritmo de trabajo anterior. Sin embargo, la pequeña broma de YoonGi siguió deslizándose en su cabeza.
—¿No estamos haciendo una noche de omegas? —les preguntó finalmente a sus amigos. NamJoon detuvo su estudio. Él también tenía una materia sobre anatomía y para eso se estaba robando todos los apuntes de TaeHyung.
—Sin distracciones. —Volvió a pedir el beta, esta vez a sus dos amigos.
—YoonGi estaba bromeando, eso no es una noche de omegas... Es una noche jerárquica. Hay un alfa, un omega y un beta.
Era algo curioso, pocas amistades debían tener un representante de cada casta. Era curioso, pero no lo que JiMin quería saber.
—No, sólo me preguntaba... Lo he visto mucho en las películas. Las noches de omegas.
NamJoon por fin entendió hacía dónde estaba yendo su pregunta y se relajó.
—La última vez que hice una pijamada así fue en la escuela secundaria. No era el omega que soy ahora. —Señaló su cuerpo, específicamente sus músculos—. Así que todavía intenté ser delicado, algo femenino y dulce.
—¿E hiciste cosas sobre eso?
—Sí, como rizarnos el cabello, karaoke o cotillear sobre los alfas con que salíamos.
—Oh —murmuró JiMin, mirando sus apuntes sin mirarlos realmente—. Suena divertido.
Algo que habría sido muy divertido en su escuela secundaria, si se hubiera presentado como un omega o si hubiera tenido un par de amigos que en serio lo quisieran. Incluso la parte de compartir íntimas experiencias amorosas le pareció algo que debió haber vivido.
NamJoon pareció un poco nervioso después de eso. La añoranza de JiMin debió estar escrita en toda su cara.
—Los alfas también hacen eso, créeme. Eso no es una cosa sólo de omegas. Algunas veces, SeokJin y YoonGi se reunieron para ver los partidos de hockey y usaron mascarillas.
Sonó tan lindo que JiMin se rio. Quería ver a YoonGi usando algo así.
Excepto su sonrisa titubeó al recordar la última cosa que NamJoon mencionó sobre las pijamadas de omegas.
—¿Y hablaron de omegas?
NamJoon lo pensó por un momento. Un tenso momento.
—No lo recuerdo. Los alfas de hockey siempre hablan de eso en los vestidores, pero esas noches... SeokJin sólo hablaba sobre la persona con la que salía en ese entonces, su pareja de años. YoonGi... —NamJoon hizo una pausa y la respiración de JiMin también. La pausa dramática lo mantuvo al borde de su asiento—. Él sólo lo aconsejó. Suele dar muchos consejos románticos cuando nuca ha salido con nadie.
¿YoonGi salió con nadie? JiMin necesitó parpadear varias veces, pasmado por la nueva información. Su héroe parecía como si tuviera mucha experiencia de campo. No había nada en él que le impidiera entrar al campo.
—Pero él es el partido perfecto —opinó, tratando de no sonrojarse por ser sincero con sus amigos. El omega y beta no respondieron directamente, lo miraron con una ceja alza—. Es que alfa YoonGi es inteligente, es muy noble, talentoso, guapo y...
JiMin tosió un poco al notar que sus amigos ya habían alzado las dos cejas. Entonces su intento de no sonrojarse falló, toda su cara se llenó de rojo, parte de su cuello también se salpicó.
—Ahora estamos haciendo una noche de omegas —TaeHyung se burló. Sin ser del todo grosero, estaba sonriendo—. Hablando sobre alfas.
—No, todavía no es una noche de omegas porque no estamos haciendo algo para vernos más bonitos... —JiMin dijo, sin mirar a nadie a los ojos, aparentemente demasiado ocupado en revisar los textos que tomó en clases.
Con su comentario la habitación volvió al silencio de biblioteca. TaeHyung lo rompió.
—Tengo parches para las ojeras.
—Tengo dos tonos diferentes de esmalte.
NamJoon agregó también y JiMin se unió a la inercia.
—¿Puedo pedir algo de comida picante?
Sólo un momento más tarde, las posiciones de los tres habían cambiado. Todos se sentaron en el suelo, con parches para disminuir las ojeras e intentaron pintarse los dedos entre sí. Había música por un playlist que JiMin eligió, había alitas picantes.
Con todo ese ambiente, los estudios habían sido oficialmente olvidados.
—Tae, sé que esto no es algo con lo que se pueda fantasear —NamJoon preguntó al mismo tiempo que pasó la brocha del esmalte en el pulgar del alfa. JiMin fue el primero en pedir un turno porque se moría por ver sus uñas en rosa pastel—. Pero si se te permitiera elegir, ¿te casarías con un omega, beta o un alfa?
Ellos realmente estaban cotilleando sobre cuestiones románticas, JiMin sonrió feliz. Porque el color rosa se veía fabuloso en sus manos, porque estaba teniendo una increíble noche junto con sus amigos. Por todo en conjunto y cada pequeño detalle en individual.
—Puedes fantasear. Sé que mi abuelo te dijo eso.
TaeHyung que estaba comiendo una de las alitas BBQ del bote, tuvo detenerse para responder. JiMin podría jurar que vio un par de mejillas rosas.
Podría jurarlo, porque el beta no parecía el beta. Sí, TaeHyung tenía una pijama de seda carísima, pero estaba sonrojado, tenía salsa en las comisuras de sus labios y los dedos. Se veía como una versión más humana de la que siempre presumió a toda la universidad.
—Un alfa.
Ante esa información, el alfa y el omega se emocionaron. Ambos compartían el sentimiento de disfrutar cada vez que TaeHyung les revelaba un nuevo aspecto de su vida.
—¿Un alfa como JiMin? —NamJoon preguntó. Excepto que eso puso al único alfa de la habitación frunciendo el ceño.
—¿Cómo debería tomar eso?
—No —TaeHyung dijo rápidamente, haciendo que JiMin jadeara ofendido. Como consuelo, tomó una alita picante con la mano libre de pintura de uñas en proceso de secado. Arreglaría su corazón roto con comida—. Yo saldría con un alfa como... YoonGi.
De repente JiMin tragó de un sólo golpe la comida que había estado masticando. Eso hizo que perdiera el aire algunos segundos. Segundos valiosos que pudo ocupar para preguntarle al beta sobre qué se refería exactamente.
—¿Qué? ¡¿Saldrías con Alfa YoonGi?! —le cuestionó, todavía tosiendo. Como si fuera una locura y a diferencia de su reacción escandalizada, lo único que obtuvo fue la risa de TaeHyung.
—No. Un alfa como de su estilo. No que YoonGi. No te lo quitaría, JiMin.
JiMin tuvo a dos pares de ojos sobre él, esperando por su respuesta. Por lo que el calor viajó a su cara. Bueno, la parte de cotillear ya no le gustaba tanto.
—¿Por qué? No es mío.
—No estaría tan seguro. YoonGi siempre está diciendo que eres suyo, hace dos días le pregunté que si podía almorzar contigo en su lugar. —JiMin no sabía que decir al respecto, por eso se mantuvo callado. Ardiendo en silencio—. Ya te imaginaras cuál fue su respuesta.
Lo que NamJoon quería dar a entender, no era del todo verdad.
—Es más un lazo de jefe de la manada y su aprendiz —explicó, justo de la manera que YoonGi mencionó que se sentía sobre él alguna vez. Sólo eso. La cosa espesa que había estado creciendo dentro de su relación amistosa, no era más que su imaginación.
Eso se dijo.
—No te creo —TaeHyung lo acusó—. Creo que están enamorados
—Oh, dios mío, cállate —JiMin chilló, tratando de poner las manos en los labios de TaeHyung. No quería escuchar los pensamientos que había silenciado, enviados al fondo de su mente, por la seguridad de su amistad con YoonGi, de verdad no quería—. ¡No, no, no!
—¡JiMin, tu pintura de uñas se arruinará!
Si bien NamJoon intentó detenerlos, no hubo ninguna fuerza humana que pudiera salvar a TaeHyung después de su nuevo comentario.
—¡Hacen una linda pareja!
—¡Por favor, muere!
En el caos de la habitación JiMin fue feliz, un tipo de felicidad que nunca había tenido. Quizás disfrutó tanto de esa noche porque fue como si estuviera viviendo su adolescencia de nuevo, en el rango correcto.
Después de que terminaran sus clases, JiMin recibió una inesperada visita. Ya se había metido dentro de sus cobijas para dormir, solamente estaba haciendo el boceto de un mapa mental con sus habilidades de dibujo. En ese momento YoonGi apareció.
—Hola, alfa.
Alfa YoonGi le sonrió en grande.
—Registrar mi voz en el acceso de su cuarto fue una gran idea.
—No es nada —JiMin le respondió sentándose más derecho cuando el aroma de YoonGi comenzó a tocarlo. Ahora ya no quería irse a dormir temprano, a menos que el alfa de hockey entrara en la cama con él—. Pasas más tiempo aquí que JungKook.
YoonGi sonrió astutamente ante su comentario, inclinándose para darle un abrazo.
—JungKook pasa mucho tiempo en la habitación de SeokJin, eso es lo que escuché.
—Ooh, entonces ahora estamos cotilleando sobre cosas románticas. —YoonGi no debió entender su broma del todo, pero todavía se rio de una manera profunda. Su pecho se sacudió, apretándose contra el de JiMin.
—Si tú quieres saber un rumor, intentaré conseguírtelo. Pero ahora no traigo ninguna información jugosa, quería pedirte un favor.
Debía ser un favor más que importante, ya que YoonGi evitó mirarlo. Simplemente le pasó una mano por el cabello, le rascó el cuero cabelludo igual que se le rasca a un perro detrás de las orejas. JiMin no se quejó, se inclinó hacia el toque.
—Lo que sea —respondió rápidamente porque no era demasiado habitual ver a YoonGi tan tímido. JiMin comenzó a sospechar que se trataba sobre su tratamiento de cambio de jerarquía—. Lo que necesites, alfa.
—¿Cualquier cosa por tu alfa?
En ese momento la respuesta que JiMin les dio a sus amigos, sobre que YoonGi no era suyo, se sintió como una mentira. El alfa de hockey se sintió de su propiedad, su protector que nadie más podía tener. Quería que su alfa lo sentara en su regazo, quería que su alfa le lamiera el cuello, quería que su alfa lo abrazara, quería tantas cosas.
—Cualquier cosa por mi alfa.
Claramente su respuesta complació a YoonGi. Sus fosas nasales se dilataron, comenzó a oler profundamente y la mano que tocó a JiMin fue mucho más posesiva. No le hizo daño, solamente tomó su mentón de una manera segura.
—Entonces te lo contaré. Tú lo sabes, sabes que mi tratamiento es una suma de hormonas y cosas que no entiendo porque no soy médico —YoonGi hizo una mueca a lo que JiMin respondió riendo—. Modificaciones genéticas. Algunas cosas científicas de alfa tienen que entrar a mi cuerpo de alguna manera... A veces son píldoras, ungüentos o parches. Pero es la primera vez que es una inyección. Me la dieron hoy y yo...
—¿Te inyectaste solo? —JiMin le preguntó, rápidamente preocupado. Algunas personas sin conocimiento pensaron que no era nada complicado con las jeringas automáticas, pero todavía lo fue.
Bajo una situación de riesgo aprobaba totalmente inyectarse así mismo. En la cotidianeidad, no. Era mejor ir con un especialista.
—Pensé en hacerlo por mi cuenta. Pero mi doctor dijo que funcionaría mejor con una jeringa de aguja, de las viejas.
Seguro que el médico le recomendó porque así el líquido se incrustaría relativamente un poco más lento, comparado con las nuevas agujas en el mercado. Entonces lo que YoonGi debía introducir a su cuerpo no debía ser ligero, sería mejor si se tomara con calma. JiMin dedujo todo eso por su conocimiento.
—Entiendo. ¿Quieres que te ayude con eso, alfa?
—Te lo ruego.
—Déjame ver los materiales. —YoonGi sacó de los bolsos de su chaqueta un pequeño frasco de un vidrio obscuro que no permitió ver el interior y una jeringa nueva en su bolsa—. Tienes suerte, alfa. Desde el primer semestre aprendí como inyectar con el método tradicional.
—Sabía que hacerme amigo de un fisioterapeuta me llenaría de beneficios.
Escuchó decir a YoonGi mientras él buscaba sus guantes de látex y un poco de alcohol. Se rio de la broma, ajustando los guantes negros sobre sus dedos.
—Levanta tu camisa. —Ya que el estudiante de fisioterapia no dijo de qué lado, YoonGi se levantó ambas. En uno de sus hombros había un piquete que no parecía muy viejo, así que JiMin eligió el contrario—. Desinfectaré tu piel y puedes mirar que estoy abriendo la jeringa.
YoonGi se rio, encantadoramente
—Me gusta que sigas el protocolo y también tu voz médica, me gusta.
JiMin se habría sonrojado si hubiera tenido el tiempo de sentirse halagado. No lo tuvo, se dedicó a cargar la jeringa con el contenido del frasco. El líquido era dorado, como oro fundido que se movió lentamente gracias a su espesor.
Su teoría del oro explicaría perfectamente el costo del tratamiento.
—Vas a sentir un ligero piquete. —YoonGi giró la cabeza para mirar y JiMin intentó devolverla a su lugar, dándole un golpecito en la barbilla con la mano libre—. No mires.
—Pero quiero ver tu expresión.
—Hyung, no mires. Lo hará más doloroso.
—El rosa se ve bien en ti—El alfa mayor agregó, todavía sin girar el rostro. ¿El rosa? ¿El rosa de las mejillas en JiMin o el de sus uñas? Siguiendo la dirección de la mirada de YoonGi, fue la segunda—. Sí es lindo, como supuse.
—Gracias...
Su tímido gracias fue suficiente para que YoonGi lo obedeciera por fin, miró al otro extremo de la habitación y JiMin perforó la piel de la manera más amable pero certera posible. Lo hizo tan rápido que después de un pestañeo ya estaba presionando un pedazo de algodón para que la sangre de su héroe no se derramara.
—Tienes unas manos increíbles —YoonGi lo elogió, finalmente mirando en la dirección del estudiante de fisioterapia. El cumplido fue bien recibido porque ese era un tratamiento distinto al masaje, JiMin debía ser bueno en todas las áreas—. ¿Qué hay de mí? ¿Me porté bien? ¿Qué me gano por ser un buen paciente?
—Escoger el diseño de tu bandita. —Fue la respuesta de JiMin, tendiéndole una caja que había conseguido de su mochila. YoonGi sonrió encantado por ese detalle. Él terminó eligiendo una que era azul, un tipo que se parecía mucho a su uniforme de hockey.
Entonces JiMin colocó la tirita circular sin que hiciera mucha presión. No duraría mucho tiempo, pero serviría por un rato. Sólo que, cuando terminó con su trabajo, notó como los colmillos de YoonGi se habían extendido.
—Ah, alfa, tus colmillos...
El jugador de hockey abrió los ojos, lleno de pánico.
—Es una reacción secundaria —YoonGi le respondió, tratando de ocultarlos de alguna forma. Cerrar la boca no funcionó, poner una mano sobre ellos tampoco porque le mostró a JiMin sus grandes garras—. No puedo hacer que se vayan rápido, lo siento. Joder, no te asustes.
JiMin agitó la cabeza, rondó cerca de YoonGi.
—¿Qué te hizo sentir?
—Fuerte. Es como si... Por un momento hubiera un lobo inquieto dentro de mí, arañando por salir, fortaleciéndose. Como nuestros ancestros debieron sentir. —JiMin abrió la boca sorprendido por eso. No tuvo tiempo de agregar nada más porque la sonrisa de YoonGi se esfumó para darle paso a una expresión pellizcada—. A veces me siento triste porque necesito de esa mierda para sentirlo, pero es sólo a veces. Hoy la sensación fue genial.
Sonaba como un asunto complejo. JiMin lo entendió, no lo dijo.
—Suena un poco...
—Genial —dijeron los dos al mismo tiempo. Se miraron a los ojos y dejaron escapar una sonrisita. Su nivel de conexión se estaba volviendo más profundo cada día, más fuerte. Sólo ellos podían crear un espacio así de cómplice e íntimo.
Y no había nada más en el mundo que hiciera tan feliz a JiMin.
—Es genial... —murmuró felizmente YoonGi, tomando su mano con el objetivo de que se sentara en la cama junto a él—. Y hablando de cosas geniales, ¿alguien ya te dijo que en un par de días será el aniversario de presentación de JungKook?
La relación fue tan mala que JiMin se agitó en su lugar con una risita.
—Son dos temas totalmente distintos.
—No sabía cómo sacar el tema —YoonGi admitió e hizo una mueca de derrota. Después continúo hablando como si la pequeña intervención de JiMin no hubiera alterado su rumbo—. JungKook dijo que hará una reunión.
—Ya escuché sobre eso. Le dije a JungKook que lo pensaría.
Respuesta incorrecta. YoonGi lo miró sorprendido para después hacer una mueca de derrota. Eso incluyó un gran puchero, olió como un estudiante que acababa de escuchar su calificación reprobatoria.
Su cuerpo se dejó caer hasta el de JiMin.
Tan lindo.
—Noo, mierda. Yo quería invitarte primero, no es justo.
—Bueno, puedo fingir que JungKook no llegó primero.
—Pero...
—Voy a fingir —decidió JiMin, dando a entender que no había espacio para discutir. Después del incidente de TaeHyung había descubierto que tenía esa herramienta, debería ocuparla más seguido—. ¿Habrá una fiesta, alfa?
Su actuación era un verdadero asco, sólo que YoonGi finalmente se animó. Recuperó un poco de su confianza habitual. Sólo un poco porque no se apartó de JiMin, tardó un poco en devolverle la mirada.
—JungKook dijo que no es una fiesta porque sólo seremos nosotros siete y algunos omegas del equipo de NamJoon.
—¿Siete? —JiMin se preguntó y sus cálculos sólo dieron a seis. NamJoon, SeokJin, TaeHyung, JungKook, YoonGi y él. Después se dio cuenta por que faltaba uno, no estaba contando a HoSeok. Cuando claramente HoSeok estaría ahí—. Oh, está bien.
Estaba bien. Se dijo que estaba bien, únicamente tendría que evitar la interacción. No sería demasiado difícil porque todos sus amigos estarían en el mismo lugar.
—Eh, entonces... ¿Vendrías conmigo? No es la fiesta universitaria a la que prometí llevarte, esto es sólo una reunión entre amigos. Si se pone demasiado aburrido podemos escaparnos por ahí.
Aunque sonaba tentador, muy tentador, JiMin agitó la cabeza.
—JungKook se sentiría triste porque no invitó a muchas personas.
—Nos quedaremos —YoonGi corrigió rápidamente. Su cabeza cayó contra el hombro de JiMin, miró al estudiante de fisioterapia desde ese lugar. Su nariz estaba increíblemente cerca del mentón del alfa menor—. ¿Vendrás?
—Sólo porque me lo estás pidiendo tú, alfa.
Bạn đang đọc truyện trên: Truyen247.Pro