Capítulo 3: Ocultos
LEANDRO
El día que conocí a Elai estaba lloviendo, eran las siete de la mañana y él estaba molesto con su padre por obligarlo a tener un chofer. Discutieron frente a mí y su padre lo obligó a subir al auto, recuerdo pensar que el niñito caprichoso me haría difícil el trabajo.
Elai tenía diecisiete años, un futuro prometedor en los negocios, una muy peculiar belleza física y una cuenta en el banco tan elevada que los simples mortales solo seríamos capaces de soñar, eso sin contar lo que iba a heredar el día que su padre muera, siendo su único hijo era el indiscutible heredero del imperio Andrade.
Creo que fue por eso que me sorprendió descubrir lo disconforme que estaba con su vida.
La primera impresión pasó rápido, muy pronto noté que, a pesar de estar en desacuerdo con mi presencia en su auto, me trataba con cortesía. Siempre era muy amable, aunque distante, incluso tuvo la intención de pagar la universidad de mi hermana.
Allí cambió mi mirada sobre él, ante mis ojos pasó de ser un niño caprichoso a ser un niño triste, que lo único que quería era estar a solas con su cámara y olvidarse de ese mundo en el que no quería vivir.
Lo vi cientos de veces bajarse del auto con una máscara de carisma y arrogancia, y luego lo vi volver a subir con esa tristeza en sus ojos que no podía disimular.
No podría decir a ciencia cierta en qué momento me enamoré de él, la verdad es que yo también estaba descubriéndome a mí mismo y en ese entonces pasaba por una etapa de "los hombres solo me atraen físicamente, pero no me enamoraría de uno", sabía que me sentía atraído, pero no entendía del todo el sentimiento.
Hasta ese entonces mi única referencia del amor era Lau, y me había dolido demasiado desde siempre. Entender que a los dos nos gustaba el mismo chico, y que además se estaba volviendo difícil soltarnos entre nosotros hizo que por un momento todo fuera caos.
Pero Elai y su falta de estructuras siempre fueron la solución, y aquí estamos, hoy precisamente cumplimos once meses de relación.
-¿Qué haces aquí? -pregunta igual de sorprendido que emocionado.
Tengo mucho tiempo para explicaciones, pero ahora solo quiero abrazarlo, nunca antes había tenido lejos a alguien que me importe, no pensé que sería así de difícil.
Él jamás ha sido el mayor fan de las demostraciones de cariño, por lo general se deja consentir, pero siempre termina haciendo que el momento tierno pase con algún chiste o algo similar, así que en cuanto me abraza así, sin rodeos, fuerte y por varios segundos, noto que él de verdad está extrañándonos.
No importan las bromas que le haga a Lau, ni lo que diga de la boca para afuera, al parecer el ser más desapegado del mundo sí ha generado apego con nosotros.
Quisiera besarlo, de verdad que sí, pero es una realidad que él ahora es una persona reconocida, y que cualquier rumor que lo involucre conmigo le traería a Lau problemas con su familia, ya que para todos ellos Elai es su novio.
Estar ocultando todo no es la situación más feliz, pero diré que ya estoy acostumbrado.
Luego de saludar a Aimée y arreglar los asuntos necesarios en la recepción ambos subimos a su habitación.
-Al igual que le pedí a la recepcionista, agradecería mucho la discreción -le dice Elai al chico que nos trajo las maletas, mientras le da la propina que supongo excede mucho lo habitual.
Es un muchachito joven, más que nosotros, y parece amable.
-No se preocupe señor, puede estar tranquilo -le sonríe-, pero ¿cree que sería mucha molestia pedirle que me consiga un saludo de Aimée para mi novia? No crea que es un favor por otro, de todos modos no diré nada, es solo que ella es muy fan y la próxima semana es su cumpleaños.
-Claro, pero ¿no prefieres traerla y que la conozca en persona? A Aimée le encanta conocer a sus fans.
-Del hotel nos advirtieron que no los incomodemos pidiendo cosas, la orden es tratarlos como a huéspedes normales con una cuota extra de interés por su buena estancia, de hecho estoy rompiendo las reglas con este pedido... es que realmente vale la pena por ella.
Es muy tierno lo que dice, incluso parece haber llegado al frío corazón de Elai, que no tarda en buscar una alternativa.
Saca su celular del bolsillo, lo desbloquea y se lo da.
-Déjame tu número, te llamaré cuando Aimée tenga un rato libre y puede conocerla fuera de aquí.
-¿De verdad? -pregunta más que ilusionado.
-Claro.
-¡Muchas gracias! -exclama mientras anota su número rápidamente-. Ya quiero ver su cara, no va a poder creerlo... Y no se preocupe que nadie lo sabrá, por cierto, hacen una pareja muy bonita.
-Gracias -le sonríe Elai mientras recibe su teléfono de regreso y se despide del efusivo chico en la entrada.
-¿Qué se siente tener un amor clandestino? -pregunto poniéndome de pie para acercarme a él.
-Lo siento... -se disculpa sinceramente-. Yo no me avergüenzo de ti, ni de mí, sabes que si por mí fuera...
-Lo sé... -lo interrumpo, porque lo último que quiero es llenar de drama la situación.
Sobre todo porque fue una broma, no un reclamo.
-Que no me extrañabas, dijiste, ¿no? -pregunto en cuanto se acerca considerablemente a mí.
-Jamás dije eso -niega simulando inocencia.
-Sí, recuerdo que fue esta mañana...
Se deja caer sobre la cama, arrastrándome con él y con sus ojos verdes directos a los míos.
-De verdad los estoy extrañando mucho, y tú sabes que tiene que ser muchísimo para que lo esté diciendo...
Deslizo mi mano por su mejilla y acerco mi rostro al suyo, con los ojos cerrados juntando nuestras frentes.
-Lo sé -murmuro-, ¿qué crees que me trajo aquí?
-¿Qué?
-Una mirada triste y cansada que vi esta mañana, de un chico fuerte que siempre se hace cargo de todo, pero que a veces necesita quién lo cuide también.
Mi idea era que viniéramos los dos, pero Lau no quería dejar a Santi solo y en realidad tenía razón, convencerlo de venir también era misión imposible, últimamente sacarlo de la casa es todo un desafío.
Además había una conversación pendiente, e insistí en que teníamos que estar los tres presentes, pero ella prefirió que sea yo el que hable con él y como siempre terminé aceptando.
Supongo que nos organizaremos para que venga el próximo fin de semana e iremos alternándonos, porque ahora que piensan quedarse dos meses más no podemos seguir sin vernos.
-¿Me vas a besar, o me harás desearte por mucho rato más? -interrumpe mis pensamientos y roza su nariz con la mía.
Llevo mi mano de su mejilla a su cuello y tomándolo con decisión lo atraigo hacia mí en un breve movimiento, extrañaba demasiado esto, la química que hay entre nosotros solo puede ser superada por la que hay entre los tres, un roce y se me eriza la piel, un beso y ya me tiene por completo.
El beso tierno solo dura unos segundos porque el deseo nos supera en un instante y las respiraciones se vuelven inconstantes. De verdad extrañaba esto, al parecer él mucho más que yo porque nos hace caer recostados en la cama y toma el control rápidamente.
Siempre tenemos una lucha por quién domina, a veces lo dejo ganar, otras él me deja ganar a mí, y otras, que son las mejores, la lucha se sostiene tanto que terminamos demasiado rápido.
Es lo bueno de ser dos hombres, que siempre puedes decidir cuánto dura y de todos modos será perfecto, sea un minuto o treinta, ambos tenemos el control de cuándo terminar.
Invierto la posición para ponerme sobre él y desabotonar su camisa, en cuanto lo logro dejo besos cortos por todo su torso, él hace un débil intento de ganar la posición otra vez, pero lo impido manteniendo firme mi peso sobre su cuerpo.
Hoy no lo dejaré ganar, al menos no aún.
Su intento pierde fuerza en cuanto paso la lengua por el borde de su ropa interior dirigiéndome hacia abajo, todos los músculos de su abdomen se tensionan marcándose a la perfección, una perfecta tentación para morderlos mientras desabotono su pantalón y lo hago bajar.
-No aguantaré mucho... -avisa conteniendo la respiración en cuanto meto mi mano dentro de sus boxers.
Lo supuse, nos extrañamos mucho.
No lo torturo más, libero su erección de la ropa interior y, luego de asegurarme de pasar la lengua por cada zona, hago que mi boca descienda lentamente por todo su largo. Su gemido bajo llega al instante, la liberación instantánea de su tensión para dejarse disfrutar deja muy claro que apenas ha tenido tiempo para estar consigo mismo, y me alegra estar aquí para hacer que se olvide de todo.
Hago una pausa para meter dos dedos en mi boca y lubricarlos lo suficiente, y mientras vuelvo a meter su polla en mi boca los posiciono suavemente en su trasero haciendo una presión leve que me deja meterlos lentamente.
Sus ojos se cierran al instante, deja salir un gemido aún más grave que el anterior inclinando la cabeza hacia atrás e intentando controlar lo más posible la llegada del orgasmo.
Sé bien cómo tocarlo para que se venga rápido, pero al menos quiero darle la chance de que él decida cuándo así que simplemente hago todo de forma lenta.
Solo me deja poco más de un minuto, enseguida me aparta de él para tomar el control y esta vez se lo permito, que deje salir todas las ganas, él suele ser un poco más bruto y eso nos gusta a los dos.
Aún estoy vestido, pero él soluciona eso rápidamente deshaciéndose de todo a los tirones antes de arrojarme sobre la cama. Abre mis piernas, lubrica todas las zonas necesarias y antes de que lo note dos de sus dedos están dentro de mí, haciéndome cerrar los ojos y tensionar los músculos.
Intento concentrarme en otra cosa para no correrme solo por un par de dedos, pero no está funcionando, así que en pocos segundos aparto su mano y lo atraigo hacia mí.
Se mete en mí de un solo movimiento, dolió un poco, faltó un poco de trabajo previo pero la ansiedad pudo más, así que solo contengo la respiración y le doy un asentimiento como señal de que se mueva, rápido, fuerte y profundo, se siente muy intenso, como el comienzo de un orgasmo continuo que puede estallar en cualquier instante para los dos.
Cada vez se mueve más rápido, cada empujón va más profundo, lo siento llenarme y mi cuerpo va perdiendo la fuerza. No me estoy tocando y me voy a correr igual, él se acerca un poco para besarme, muerde mi labio inferior mientras dejo salir un último gemido que viene con toda la descarga de placer entre nuestros cuerpos.
Los dos llegamos a la vez, él dentro y yo entre el abdomen de ambos, todo se siente intenso, el temblor de los cuerpos, las respiraciones, los latidos del corazón.
-Mierda que te extrañaba -murmura dejando un beso corto sobre mis labios antes de salirse de mí.
-Creo que me quedaré un par de días más...
Luego de que recuperamos energías nos vamos a bañar juntos, la realidad es que solo puedo quedarme un par de días porque tengo que regresar al trabajo, así que no importa lo que él tenga por hacer, estaré allí como garrapata.
_______
Al otro día salimos temprano en la mañana por el desayuno, Aimée nos alcanza minutos después y los acompaño al local de una marca que quiere patrocinarla. Fue divertido verlo haciendo negocios en directo, es muy bueno, logró sacar bastante más que lo que le ofrecían en primera instancia. Luego de eso vamos a una librería, Aimée dice que se tomará un tiempo para elegir unos cuantos así que decidimos ir por un helado mientras, para que no se sienta presionada y lo haga tranquila.
Además, queremos un rato a solas, para qué mentir.
Aunque un rato a solas en el parque obviamente no es lo mismo, hay que mantener las distancias sí o sí.
-¿Qué pasa con esa chica que le gusta a Lau? ¿Es verdad o solo era broma? -pregunta mientras intenta evitar que el helado gotee hasta su mano.
-Es verdad -respondo mirando un poco embobado como pasa la lengua por sus dedos pegajosos.
-¿Y cómo es?
-Es... diría que... Se parece... Se parece mucho a ella.
-Idiota, deja de mirarme así -se burla el pelirrojo trayéndome de regreso a la realidad- ¿Se parece a Lau? Entonces es hermosa.
-Es bonita, pero me refiero a que se parece por su actitud, no por sus rasgos. Es bajita, de cabello oscuro y ojos cafés, aunque su piel es un poco más oscura, como bronceadita. Parece que nunca se peina pero lleva bien el estilo, y no sé qué más decir...
-¿A ti te gusta?
-No, estoy bastante cerrado a fijarme en otras personas, y mucho más a fijarme en otras chicas...
-¿Y eso por qué?
-Porque a ella le hace daño, y yo no lo necesito.
-Teniendo a Lau nadie necesita a otra chica -coincide sin prestar demasiada atención a nada más que a su helado.
-Tuvimos una conversación sobre ciertas libertades anoche, sé que a veces por las llamadas no parece, pero ha madurado mucho en muchos aspectos, hablar con ella es fácil para mí ahora.
-¿Sobre qué hablaron? -se interesa sutilmente.
-De que tú estás aquí, solo, y nosotros estamos allá juntos.
-Estoy bien, no los voy a engañar, no es como si estuviera desesperado -se ríe negando con la cabeza.
-Ella dijo que si tú querías acostarte con algún otro chico mientras estabas lejos, lo entendía.
-¿Otro chico? -se vuelve a reír- ¿Y si fuera una chica?
También me río, Laura no aceptaría jamás a otra mujer en esta historia, por muy abierta que pueda llegar a ser.
-Pides demasiado...
-Creo que ya lo he dicho unas cien veces, y no sé si es que tengo fama de mentiroso o de...
-Mujeriego -completo por él y asiente para continuar:
-Mujeriego, sí, pero creo haber dicho que NO QUIERO ESTAR CON OTRAS PERSONAS -insiste levantando un poco la voz-, no es que no lo hago porque Lau no quiere y estoy aquí sufriendo mientras rechazo ofertas tentadoras, estoy aquí trabajando mucho y solo tengo tiempo para eso, pasé toda mi adolescencia buscando chicas con las que acostarme, una tras otra sin ningún sentido, creo que ya he superado esa etapa.
-¿Estás diciendo que el fuckboy murió?
-Pasé de fuckboy a empresario, creo que fue una buena evolución, ¿o no?
-Siempre eres el mismo, a mí no me importa qué título te vaya mejor, lo que amo de ti no tiene nada que ver con eso.
El teléfono de los dos suena al mismo tiempo, es difícil sacarlo del bolsillo con el helado en una mano, pero finalmente lo consigo.
Es un mensaje de Lau en el grupo que tenemos los tres juntos.
Sirenita - en línea
Vean esto: abrir enlace
Es un link que va a Twitter, no lo tengo instalado por falta de memoria en mi teléfono así que me lleva a la versión web que tarda mucho más en cargar, por lo que Elai lo ve primero.
-Mierda... -murmura.
Segundos después el enlace se abre en mi teléfono, son varias fotos en las que aparezco con Elai saliendo del hotel esta mañana. No sería nada comprometedor si no fuera por el texto con el que viene acompañado:
Según alguien que trabaja en el hotel pasaron la noche juntos en la misma habitación, no sé ustedes pero estoy decepcionada de que #Aimelai no sea real...
Bien, estaba enterado de que gran parte del fandom de Aimée la shippeaba con Elai, otra parte con Aidan Ulloa, pero nunca prestamos atención a eso porque sabemos que a la gente le encanta imaginarse parejas de gente que muchas veces ni siquiera se habla, pero esto es... problemático, en muchos sentidos.
Es tonto, Elai ni siquiera es una celebridad por sí mismo, solo lo siguen muchas personas por ser el representante de Aimée y aparecer siempre en sus historias, en sus directos y en sus TikToks, personas que ahora creen que pueden opinar sobre su vida y volver públicas cosas que no deberían.
El post ya fue compartido tres mil veces, y #Aimelai es tendencia número seis. Bajo por los comentarios más recientes de la gente, para ver qué es lo que están opinando y leo algunos:
"Es obvio que Aimelai no es real, Aimée está con Aidan, acéptenlo de una vez, ridículas"
"Yo solo digo que el novio del pelirrojo está bien bueno, ¿alguien tiene su insta?"
"¿Y si Aimelai sí es real y él la engaña? Qué feo que se entere así, borren las fotos"
"Siglo 21 y la gente se sorprende de que alguien sea gay, esta sociedad no avanza"
-¿Crees que fue el chico de las maletas? -pregunto sin emitir opinión.
-No lo sé, y tampoco importa, Lau se va a volver loca.
Lo sé, lo único que me repitió mil veces antes de irme fue que por favor no nos vieran, porque entonces todo se iría a la mierda con su familia.
-Lo arreglaremos -le asegura Elai en cuanto responde su videollamada.
-¿Cómo? -se preocupa ella- Mi papá me llamó mil veces y no he respondido, solo una cosa les pedí, una...
-Solo salimos... -alega Elai, molesto porque nos esté culpando de esto- No hay nada en esa imagen que diga que Lean y yo hicimos algo malo por ti, no quieras culparnos de esto cuando casi hace un año que estamos juntos y aún lo hacemos en secreto solo por cuidar de ti.
-No peleemos entre nosotros -intervengo, siempre lo hago, ellos dos tienen el carácter muy fuerte y si se ponen a discutir jamás tiene fin.
Lo bueno es que a Elai no le gusta pelear si no es por cosas importantes, pero esto sin dudas lo es.
-¡Es que Iván lo sabe, Elai! Si mi padre le pregunta le dirá la verdad, y ya no pagará mis estudios, tendré muchos problemas.
-Si el problema es ese yo los pago... -propone rápidamente.
-No quiero que tú los pagues, no quiero que me mantengas, Elai, sería depender de ti más de lo que ya lo hago.
-Entonces prefieres depender de un tipo que no te acepta como eres antes de depender de mí, que soy tu novio y te amo...
-Es su responsabilidad, él me tuvo, no es lo mismo -insiste ella de forma determinada.
-Pues dile que terminamos, una mentira por otra, ¿cuál es la diferencia?
-¿Y cómo justifico que seguiré viviendo contigo y con el tipo por el que me dejaste? ¡No tiene sentido! Por eso no quería que lo sepa nadie, porque ahora o le digo la verdad y me quedo sin estudiar o me voy de la casa y regreso con mi madre, allí se terminan mis opciones.
-Yo sé que es un problema, lo entiendo, pero ¿cuál es la parte de la culpa que cae sobre nosotros?
-Nadie tiene la culpa, se supone que cuando tenemos un problema tenemos que estar juntos para resolverlo, no pelear entre nosotros -vuelvo a intervenir al no encontrar sentido para la discusión-. Lau, respira un poco y tranquilízate, no ha pasado nada, es una foto en la que salimos del mismo lugar y un rumor, nada más, no es un video porno o un beso en primer plano que no se pueda negar, mentiremos y todo estará bien.
-Lo resolveré yo, como todo siempre -agrega Elai, que al parecer sigue enojado y no se le pasará pronto.
Es raro que se enoje, él y yo jamás hemos peleado, pero he visto que cuando lo hace es difícil sacarlo de ese lugar. Sé que tiene razón, pero también entiendo que Lau no está lista para exponer toda nuestra vida frente a tantas personas, aún trabaja para aceptarse ella misma.
Elai me da el celular, dejando en evidencia que, aunque no será tan infantil como para terminar la llamada, ya no formará parte de la conversación.
-No quiero volver con mi mamá... -murmura ella y sus ojos se llenan de lágrimas-. Todo iba bien, mi relación conmigo misma estaba... Si vuelvo con ella todo volverá a empezar.
-No llores, mi amor, que estoy lejos y no te puedo abrazar -le pido y ella enjuaga sus lágrimas rápidamente-. No volverás con tu mamá, así tengamos que vender tamales para pagar tus clases, seguiremos juntos. Tú sabes que ni Elai ni yo tenemos la culpa de nada, sabes que no hicimos nada malo y que siempre hacemos todo por hacerte feliz, estás siendo injusta...
-Lo sé, lo siento... Dile a Elai que lo siento también, sentí que todo se caería en un instante.
Le lanzo una mirada al pelirrojo a mi lado para ver si quiere regresar a la conversación, pero ni siquiera está poniendo atención, no se le pasará la molestia con una disculpa tan simple, y no voy a meterme allí, que se arreglen ellos.
-Veremos qué hacer y te llamo al rato -me despido cuando Elai se pone de pie para regresar al hotel-. Te amo, todo estará bien.
-También te amo, y gracias... -me da una leve sonrisa y terminamos la llamada.
-Odio esto -se queja Elai mientras caminamos-, odio ocultarte de los demás, odio tener que sentarme frente a la cámara a decir un montón de mentiras, y odio que ella no me deje pagar sus estudios.
-A mí no me importa, estoy bien con eso -intento conciliar, aunque eso no es del todo cierto de todos modos entiendo la situación.
-¿Seguro? Porque a mí me parece que ahora quieres abrazarme y no te puedes acercar, y solo es porque Laura no quiere "ser una mantenida", como si el dinero fuera más importante que estar fingiendo cosas que no somos.
-Tienes razón, pero tus argumentos tienen más fuerza si los das sin el tono molesto. Además ella te dijo que se siente muy dependiente de ti, y eso no es bueno, si le agregas lo económico todo se volvería poco sano... creo que tú entiendes bien eso.
-¡Sí! ¡Lo entiendo! Pero no deja de ser frustrante... Saber que tienes la solución en las manos y de todos modos hay que seguir encubriendo todo... -musita con frustración.
-Cálmate, ¿sí? Y piensa mejor en lo que dices...
Es obvio que además de lo económico, Laura no quiere que todos sepan que está con los dos, aún le preocupa mucho lo que todos van a decir y eso se potencia por el hecho de que Elai esté tan expuesto ahora. Es verdad que nos van a criticar, es verdad que la van a juzgar, y no solo por el poliamor, también la van a poner bajo el ojo juzgador de si "se merece" a Elai o no, será mucha gente opinando, y como sea ella no está lista para eso, no creo que nadie lo esté, la gente en redes sociales puede ser muy cruel.
-Elai, tú eres la persona más increíble que yo conozco, y te amo tanto que a veces hasta yo siento que no te merezco, pero tienes que entender que no todos tenemos tu seguridad en la vida, las cosas a veces no son tan simples...
-¿Se avergüenzan de estar conmigo? Es que no lo entiendo... -murmura bajando bastante el tono de voz, mostrando más confusión que enojo.
-Es lo mismo que le pasa a Santi, el mismo motivo por el que no quiere decir que está con Aimée, ¿crees que no se siente orgulloso de que ella sea su novia? Obvio que lo hace, el problema es que... los tres sabemos... -me detengo porque no encuentro las palabras-. Es difícil explicarlo estando de este lado.
-Lo entiendo... -asume, y muerde su labio inferior-. Les tienen miedo a las fans.
-Las fans fantasean con que estás con Aimée, y ella es la diosa suprema del universo ante sus ojos, cualquiera de nosotros va a ser criticado si nos comparan con ella. Y lo mismo pasa con Santi, todos lo van a comparar contigo, o con Aidan, y tú sabes que hay una gran cantidad de fans que son maduras y respetan lo que sea que los hagan felices, pero también hay una gran parte que no, y ninguno quiere lidiar con eso ahora... aún no.
Él lo entiende, suelta un suspiro abatido por el caos de la situación, pero sé que lo entiende. No es la culpa de nadie, al menos no de ninguno de nosotros, son consecuencias de la exposición y hay que lidiar con eso.
-Perdón... -susurra muy bajito-. Tienes razón, creo que todo esto me está superando un poco.
-Te amo... -digo lo más bajito que puedo.
-También te amo -responde de la misma forma.
De verdad quiero abrazarlo, pero no queda más que dejar eso para la privacidad de la habitación, sentarnos frente a esa cámara y mentir descaradamente.
_________
Hola Pollitos 🐣
Capítulo dedicado a Maria_Isa_0907 por ser la primer fan de Lean ❤️
Buenas noches, o buenos días si leen al despertar♥ Hace muchos días no subo nada, una disculpa, los capítulos se me hacen cada vez más largos :)
Los quiero y gracias por el aguante♥
Besos, mil besitos 💋
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