Chào các bạn! Vì nhiều lý do từ nay Truyen2U chính thức đổi tên là Truyen247.Pro. Mong các bạn tiếp tục ủng hộ truy cập tên miền mới này nhé! Mãi yêu... ♥

Parte única



A Jeongyeon le encanta ir a terrazas a contemplar los paisajes tan bonitos e únicos que residen ahí, cada día sacaba una nueva foto de nubes para mandársela a su querida amiga Mina, ya que a ella también le agradaban mucho las nubes, y sus fotos, con la cantidad de las que Jeongyeon le mando, podría hacer un álbum de mas de 100 fotos diferentes del cielo.

Ahora mismo eran las 4:55 p.m de un Viernes en otoño y Jeongyeon estaba recogiendo antes que los demás alumnos como de costumbre para salir disparada hacia la terraza una vez acabara la clase.

-Hey Jeong, ¿Te vienes a tomar un café con nosotras?-

Como siempre, cada viernes salía con su grupo de amigas a tomar algo y pasear, pero el día de hoy, a Jeongyeon no le apetecía salir, solo quería estar en su querida terraza, también mencionada su zona de confort.

-Hoy no iré Jihyo, no me apetece quedar.-

[RING]

-Bueno chicos y chicas, esto ha sido todo por hoy, recuerden que la semana que viene tenéis las parciales así que mas vale estudiar, pueden retirarse.-

-Si profe, ¡Adiós!-

Una vez sonó el timbre y la profesora dio permiso para que se fueran, Jeongyeon se puso la mochila en su hombro para ya irse, pero no antes sin dirigirse a Jihyo.

-Además, hoy se ve que "el atardecer brilla y la noche será estrellada", estoy emocionada por mandarle las fotos de este momento a Mina, ¡Seguro le encantará!!, ahora si me disculpas debo ir antes de perdérmelo.- Acto seguido, Jeongyeon se retiró de la clase.

-..Jihyo, esto ya me esta preocupando.-

-No sé Nayeon, déjala un tiempo, ya veremos que hacer... después de todo solo querrá dejarlo pasar.-

[...]

Son las 5:10 pm y Jeongyeon está sentada en la terraza contemplando las nubes, no puede creer lo hermosas que son en la tarde de hoy, saca su móvil para sacar una foto pero, cuando abre se da cuenta que tiene el móvil muerto, así que no le queda otra opción que retratar ese bonito cielo en su mente para siempre, la coreana mientras miraba al cielo encuentra una nube grande que capta su atención, es naranja por el sol del atardecer y blanca con sus tonos, parece tener la textura mas suave y fluffy que hayas podido ver jamás, notaba todas las nubes moverse, pero esa se quedaba en su sitio, no se movia ni un milímetro, estaba muy cautivada por esa nube, tanto que ni se entero de que alguien estaba a su lado, contemplando igual.

-Que bonito, ¿No crees?-
Jeongyeon da un brinco del susto y cuando gira la cabeza para ver quién es, sus nervios se calman.

-Mina, dios mío no me asustes así.- Reprochó con una mano en el pecho.

-Dale dramática, que no es para tanto.-

-Shh calla.- Responde mientras se ríen.

Mina se sienta a su lado a contemplar las nubes con ella, pasan por un silencio que no era incómodo, más bien era confortante y común entre ellas, su silencio hablaba más que las palabras en si.

-Bueno, ¿y que haces tu por aquí? No me avisaste de que venías.-

-De hecho si te avisé, varias veces, pero se ve que no te llegaron las llamadas, tu móvil no le llega la cobertura o algo.-

-No, no, recién se me murió, lo siento.-

-¿Quieres que te deje mi cargador?.- Dice rebuscando en su bolso.

-Me vendría muy bien ahora mismo, lo conecto al portátil y que de ahí cargue.- Jeongyeon se agradeció que hubieran comprado el mismo móvil, desde que a Mina se le estropeó el otro y que Jeongyeon le tuvo que dar el suyo a su hermana mayor Seungyeon por que a la misma le robaron el móvil y necesitaba uno para su trabajo, decidieron comprar uno a juego juntas, un móvil rojo para Mina y uno plateado para Jeongyeon, con la mejor calidad de mega píxeles en la cámara, hasta con capacidad de ver la luna a su mayor esplendor y el mejor espacio en su disco duro, para siempre poder sacar fotos al cielo sin preocupación de que se llene su disco duro, la cantidad de dinero que se gastaron en esos aparatos fue la mejor dispensa de dinero que pudo haber hecho en opinión de Jeongyeon, añadiendo que compraron fundas a juego de Lego, algo que les agrada mucho a las dos, protectores de pantalla de muy buena calidad y unas correas para la funda, nunca se arrepentirá de haber gastado tanto dinero en eso.

-Perfecto, aquí tienes.- Le pasa el cargador.

-Muchas gracias Mina.- Jeongyeon saca el portátil y lo abre, luego conecta el usb para cargar el móvil y deja todo a un lado. -Vale, ya esta.-

-¿Bueno.. Y que me cuentas? ¿Como te fue en las clases?.- La japonesa se gira un poco hacia dirección de Jeongyeon esperando comenzar una charla productiva.

-Bien, super, genial, con la de pila de deberes, exámenes que tenemos y ademas que debería estar estudiando pero estoy aquí en una terraza apreciando las vistas, fantástico.- Responde la mayor con voz sarcástica.

-Vaya, te comprendo, que te metan tremenda paliza con una ola de deberes y todo, no debe ser agradable, está bien que quieras tomarte un relajo antes de ponerte las pilas.-

-Ya ves, me gusta que me comprendas, de verdad, alguna persona cualquiera estaría modo "Just smile and laugh through the pain", ¿Sabes?-Dice Jeongyeon seguido de un rugido de su barriga, lleva todo el día sin haber comido nada de nada, se sentía extrañamente cansada hasta para comer así que llevaba desde ayer sin dar el esfuerzo de comer, ¿pero ahora? Se moría de hambre.

-Uy... ¿Has comido algo? Tengo un bollo conmigo, te lo puedo dar.- Dice Mina abriendo su bolsa.

-Ya tengo conmigo pero gracias, si quieres comemos juntas o puedo compartirla contigo si quieres.- Le dice cogiendo el bocata de su mochila.

-Tranquila, yo no tengo hambre.-

-Perfecto, más para mi.- Le dice mientras se ríe, Mina solo le sonríe.

Se quedan calladas mientras la coreana come de su bocata, Jeongyeon se pone a observar el cielo mas detenidamente y nota como la nube de antes sigue ahí, en el mismo sitio, pero se volvió mas oscura, y sus extremos tenían un desvanecido que se difuminaba con el cielo de manera que quedaba como foto sacada de pinterest, ya no estaba tan anaranjada, su color blanquito se volvió un poco griz azuleño, Jeongyeon de verdad necesitaría que su móvil cargue en momentos como estos, quiere retratar cada parte de ese cielo y sus nubes si su cámara se lo permite, pero igual tiene a Mina a su lado también observando desde ahí, también puede apreciar las vistas.

Pero Mina está apreciando otras vistas.

Adora ver como a la rubia le brillan los ojos por unas nubes, mientras come, Jeongyeon es una persona que cuida mucho de sus amigas y las trata como si fueran la cosa mas preciada del mundo, y también le gusta verse segura y confidente, pero ahora mismo se veía chiquita y como un bebé, para Mina, Jeongyeon siempre ha sido muy adorable, y le encantaba este lado de ella, pero entre ellas dos, sabía que Jeongyeon lo único que quiso siempre fue proteger a Mina y hacerla sentir como la mujer mas querida del mundo, Jeongyeon siempre supo lo vulnerable y sensible que era Mina, pero Jeongyeon siempre la hizo sentir fuerte, confidente, protegida y sobre todo amada, ahora mismo ni siquiera le interesa el cielo,  ya tiene tiempo para ver muchas más obras del cielo, ahora simplemente quiere apreciar este momento con la persona que, increíblemente, le gusta.

La rubia nota que alguien le esta clavando la mirada y se gira hacia Mina, la misma al momento giró su cabeza y empezó a mirar el cielo como si nada, Jeongyeon juraba que alguien la miraba.

"Por poco" pensó la Japonesa.

Jeongyeon la seguía observando y Mina dirige su mirada hacia ella, sus miradas se cruzan, pero no duran mas de tres segundos porque Mina interrumpe con una pregunta.

-Bueno, ¿Ya acabaste de comer? Toma un poco de agua también.-

Jeongyeon desconcertada por la recién pregunta, la responde.

-Si, si- digo no, osea no, es que- las nubes...- Jeongyeon aseñala al cielo para mostrarle a Mina lo bonito que se ve, la castaña da una risita de lo tierna que se ve.

-Si Jeongie, es muy bonito, me gusta mucho.-

-Ami también, y la verdad aprecio que estés aquí, no me esperaba que vinieses por tu cuenta.-

-La verdad yo tampoco tenía planeado venir, simplemente fue mi intuición que me trajo hasta aquí, creo, igualmente ha sido pura casualidad que estuvieras tu también, una agradable casualidad.- Recalca la Japonesa

-Bueno, ¿Te apetece jugar a algo? Digo para entretenerse un poco.-

-Me parece perfecto, ¿Te apetece un verdad o reto? Es entretenido, ademas de que hace mucho que no lo jugamos.-

-Jej, Tienes razón, entonces juguemos, empiezo yo preguntando.- Una vez lo dice, la rubia gira todo su cuerpo para mirar hacia Mina, la castaña repite su acto.

-Bueno Myoui, ¿Verdad o Reto?-

El juego comienza

-Hmm, vamos a empezar con...verdad.-

-A si que verdad...¿Hay algo que le estés ocultando a tus padres?-

Mina duda un poco antes de responder.

-Si, bastantes cosas.- Dice

-Hmm interesante, ¡Venga me toca a mi, pregúntame!-

Mina se pone a dudar.

-Ah, ¿No me vas a preguntar que cosas oculto a mis padres? ¿No...estas curiosa?- Dice sorprendida.

-Chorradas, si les ocultas algo será por alguna razón, no tengo necesidad de saberlo a menos de que tu quieras contármelo.- Le dice acompañado de una sonrisa que derrite el corazón de la Japonesa en un instante, haciendo que olvide lo que haya sido mencionado hace como 30 segundos.

-Bueno, entonces te pregunto yo, ¿Verdad o Reto?-

-Vamos a animar el ambiente, yo digo que reto.-

-Vale ¿ves a ese chico de ahí? Acércate y pídele que te de un reto.-

-Pero... ¿Eso no es un reto del reto? Eso es doble reto ¡No se vale!- Dice frunciendo el ceño hacia la castaña.

-Vale, vale, entonces ves a esa chica, y pregúntale en inglés "Donde está el lavabo, me estoy cagando encima".-

-Iugh que asco, pero eso es mas simple.-

La rubia se levanta y se dirige a una chica de pelo azul, que esta mirando a la nada desde la barandilla de la terraza.

-Excuse me, do you know where the bathroom is? i'm pooping myself.-

La chica de pelo azul se gira y la mira confusa sin entender una simple palabra que dice, Jeongyeon al ver su cara se queda embobada por tal belleza, ahora mismo se arrepentía de haber aceptado el reto.

-¿Perdona? No te entendí.-

-U-uh I'm sorry, i only talk english, me *dice aseñalándose* o-only english.-

La chica entiende que "no sabe" en teoría hablar su idioma, pero la misma chica no entendía inglés.

-Uhh... "mi no englich".- Dice aseñalandose y luego haciendo como que "no" con los brazos.-

-O-Oh okay, nevermind, bye!!- Dice haciendo gestos con las manos para que la entienda, y acto seguido se va ruborizada.

Al regresar ve a Mina medio tumbada en el suelo partiéndose de la risa con los brazos apretando en su estómago.

-JAJAJA, ayyy... eso ha sido épico.- Dice limpiándose falsas lágrimas.

-Eso ha sido incómodo, y aún peor fue que la tipa era muy atractiva... aghh que vergüenza.- Dice llevándose una mano a su mejilla para notar la calor que esta transmitiendo ahora mismo.

Lo último que dijo la coreana provocó un repentino punchazon para nada agradable en el estómago de la japonesa, pero dejó pasar sus celos, por hoy.

-Bueno... me toca, yo elijo verdad.-

-Oh... me esperaba reto, bueno vamos con lo típico ¿Serías... capaz de tirarte a una piscina a 20 metros de altura por 1.000.000 de eu..ros(? .- Dijo teniendo en cuenta que era una pregunta absurda.

-¡Que pregunta mas aburrida Jeong!¿Ya te cansaste de jugar?-  Pregunto un poco apagada.

-No, ¡No!... Es que no se me ocurre nada.

-Ah vale... entonces reto, pero no me lo pongas difícil.-

-Oh genial, genial, te reto a... que vayas al balcón de la terraza que esta a la otra punta de este lado y grites algo absurdo.- Dijo conteniéndose la risa.

-¡Ah! Bueno no es para tanto creo, pero me haces caminar mucho Jeong.- Dijo la Japonesa haciendo puchero.

Y acto seguido mientras la coreana se estaba ya riendo, la castaña se fue a hacer su reto.

Jeongyeon se paso un rato observando como iba hacia allá, luego supo que iba a tardar entre ir y volver, se puso a observar el ya medio olvidado cielo.

Noto que ya oscureció un poco el cielo, pero una cosa que captó su atención era, La nube, la misma nube que no se había movido de ahí, seguía en el mismo sitio, pero estaba más disuelta podemos decir, sus bordes ya se difuminaban con el cielo, seguía siendo blanquita la nube, pero no tanto como antes, se notaba grisácea, estaba desvaneciéndose, pero quedaba un rato para que desapareciera del todo.

Jeongyeon notó que su móvil no había cargado, «Se le habrá estropeado el cargador» Pensó, y ya que no tenía batería dio por hecho que no podría sacarle una foto a esa hermosa nube, la rubia desconectó el móvil y dejó el cargador a un lado.

-¡ME GUSTA EL OLOR A SOBACO!- Jeongyeon escuchó a a alguien decir eso y al verlo, no era nada mas ni nadie menos que su querida Mina, la que estaba alzando los brazos mientras gritaba, una vez acabó corrió hacia Jeongyeon y le dio un golpe en el hombro.

-¡Auch!¿Que hice mal?.- Dice bromeando.

-Nose porque acabo haciendo tus retos si siempre acabaré en humillación.- Dijo seria

-Aish no te enojes, la gente ni siquiera se giró a ver quien dijo eso ¿Dejamos de jugar?.-

-Si, mejor, ya de paso hablemos.- Dijo poniéndose cómoda en el suelo junto la rubia.

Eran las 18:40 pm ahora mismo y Jeongyeon y Mina llevaban mucho rato hablando y jugando a cosas como el "veo veo" o el "quien soy", se la estaban pasando muy bien charlando y todo, tanto que se habían olvidado en contemplar las nubes, la principal razón por la que estaban ahí, aunque no era prioridad ver el cielo, era algo que les interesaba mucho como se mencionó anteriormente, pero se ve que la compañía de una a la otra era mas entretenido que el cielo.

-Bueno, y cuéntame, ¿Por qué no viniste hoy a clases? No has venido hace mucho y extraño no verte en tu uniforme ni en la clase, Mina.- Dijo demostrando una chispa de preocupación.

-No sé, simplemente estoy empezando a pensar que los estudios no están hechos para mí, me parece que no vale la pena volver a la escuela.- Dijo rascándose la nuca.

-¿Eres tonta? ¡Si eres muy intelectual Mina! Los estudios están hechos para todo el mundo, una persona no aparece de la nada y aprende a calcular un promedio así porque si.- Dice Jeongyeon molesta.

-Eso lo sé, pero me refiero a que me he cansado de estudiar, yo sé que tengo un futuro bueno y que soy inteligente, pero no siento las ganas de aprender, no me agrada la escuela, así que básicamente la he dejado.- Dijo oliendo un poco lo que iba a decir Jeongyeon.

-¡PERO QUE TONTERIAS ESTÁS DICIENDO MINA! No puedes dejar la escuela porque te de la gana, necesitas un futuro bueno, nadie va a estar ahí manteniéndote siempre... bueno olvida eso, seguramente yo te ayudaría, pero igualmente, tienes mucho potencial y por mucho que canse la escuela no puedes abandonarla, también nos estarías abandonando a nosotras, ¡a mí!- Respondió enrabiada.

-¿Podemos hablar de eso otro día? Hoy solo quiero pasar el tiempo contigo Jeong, no quiero que te enfades conmigo, te juro que te lo explicaré en un futuro.- Dijo poniendo su mano encima de la rubia. -Hagamos algo divertido, ¿vale? Ni siquiera hemos podido apreciar el cielo, hoy tiene un evento especial, ¿Recuerdas?-

-Vale Mina, pero sabes que solo me preocupo por ti, yo solo quiero que seas feliz y tengas una vida completa, y tienes razón, hoy el atardecer brillaba, ¡Y ha sido hermoso! Ahora viene la noche estrellada, donde se dice que se verán los planetas mas cercanos y muchas estrellas y constelaciones, traje el telescopio que me diste para verlo, podemos compartirlo.- Mencionó Jeongyeon.

-Será maravilloso Jeongie, pero todavía no anocheció del todo, se sigue viendo el sol, pero esta muy anaranjado, hasta podría decir que estamos en la golden hour ahora mismo.-

-Ya sé, ahora las nubes se ven muy bonitas al igual.-

Las dos chicas de un momento a otro se pusieron a ver el cielo otra vez, habían menos nubes y el cielo cada vez se despejaba más, pero, la nube de antes seguía ahí, intacta, el sol volvía a darle ese efecto anaranjado pero esta vez se veía casi dorada la nube, era cierto que estaba azulada grisácea antes, pero de alguna manera volvió a estar blanca como la nieve, como si hubiera resucitado esa nube, pero se veía más desaparecida, opacada y a Jeongyeon la dejó pensando, como era que no se movía, como era que no había desaparecido todavía, todas las nubes de antes no estaban, ¿pero esa? Seguía allá brillando, a Jeongyeon le empezó a gustar eso, a este punto ya no quería que desapareciera la nube, le cogió cierto cariño.

-¿Jeongyeon, me escuchaste?- Preguntó Mina tocando su hombro.

Jeongyeon saliendo de su trance la miró confusa.

-¿Eh, dijiste algo?- Dijo viendo como Mina daba un suspiro, creo que lo ha repetido demasiadas veces.

-He dichooo que si quieres ir a la feria de la ciudad, para cuando volvamos ya estará de noche y podremos ver las estrellas y todo.- Dijo riendo a lo confusa que se veía Jeongyeon, no se podía enojar con ella, era muy adorable.

-Aah..AHH, sisi, me parece genial, vamos vamos.- Dijo levantándose de un brinco y recogiendo sus cosas, guardándolas en la mochila.

...

Eran las 18:50 pm y llegaron a la feria, viendo que habían muchos niños corriendo y con un algodón de azúcar en la mano, escuchando a la gente gritar desde sus atracciones, otros hablando pacíficamente mientras paseaban y parejas besándose en los bancos, podían sentir la vibra de feria corriendo por sus venas, estaban sorprendidas con todas las atracciones renovadas, comparado al año pasado, era flipante el cambio que dio todo.

-Bueno, ¿Donde nos montamos primero? Podemos ir a la Noria, al tiro de pistola, a la atracción que gira, el bus de-

Mina interrumpió a Jeongyeon con una risa

-Jeong tenemos tiempo para todo, no te apresures, ¿empecemos con la casa de terror? Eso es lo que nos gusta.- Dijo Mina señalando con su dedo detrás de la rubia, donde se encontraba la casa de terror.

-¡Si! Vamos, creo que la renovaron.- Dijo Jeongyeon mientras ya se dirigían a la caja de tickets. -Te compro un ticket, yo invito.-

-Nonono, cómprate el tuyo, yo me cogeré el mío.- Dijo Mina dejando que Jeongyeon fuera a comprar su ticket.

-Ah vaale.- La rubia se dirigió a la caja -Hola, ¿Me puedes dar un ticket para la casa de terror?.-

Mientras Jeongyeon estaba comprando el ticket, Mina la miraba apenada, sabía que nunca iban a tener una experiencia igual en su vida.

"Lo siento mucho Jeongyeon" susurró.

-¡Ya tengo la entrada! Ves a coger la tuya.-

-Okay, voy.- Dijo la Castaña dirigiéndose a la caja.

Mientras miraba a Mina pedir su ticket, vio que el chico de la caja no decía nada, estaba usando su móvil, "¿La está ignorando? sinvergüenza" Dijo bajo su voz, iba a ir a enfrentarlo en cuanto su ticket voló de su mano y tuvo que perseguirlo, suerte que no se fue muy lejos, pero tardo lo suficiente como para que Mina volviera.

-Ya estoy, entremos.- Dijo cogiendo de la mano a Jeongyeon.

Estuvieron en la puerta y había una caja donde debías dejar tu ticket, Jeongyeon entró primera, dejando su ticket y luego las dos siguieron su camino, dejando ver en la entrada a "Jason" con una sierra, había más gente desconocida ahí esperando a que empezara el viaje por la casa encantada, Mina ya al ver a Jason se agarró fuerte del brazo de Jeongyeon, algo que hizo a la mencionada reírse -No hemos ni empezado y ya te asustas, miedica.- Dijo recibiendo un golpe por parte de la Japonesa -¡Auch! Eso ha dolido.- Todos los que estaban ahí miraron confusos a Jeongyeon y ella sólo pidió perdón.

-Mira lo que has hecho, ni hemos empezado y ya me humillaste.- Dijo molesta.

-Lo siento~ pero te lo mereces por reírte de mí.- Susurro la castaña.

-Hola a todos...¿Estáis listos para dejaros el alma y recorrer la casa mas terrorífica de todo Cheongdam?- Dijo "Jason" con una voz increíblemente grave

Todo el mundo gritó Si, pero algunos "don comedias" gritaron No.

-Muy bien, las normas son básicas, no os separéis del grupo, no toquéis a los otros fantasmas ni los golpeéis, lo que vosotros hagáis os lo harán de vuelta, no asustéis a vuestros compañeros ni toquéis los objetos que hay por la casa, si lo hacéis... ¡os cortarán la mano! Disfrutad de la casa.- Después de esa terrorífica charla, Jason abrió la puerta y empezaron a adentrarse en la casa, antes de que Jeongyeon pudiera entrar, Jason le dio un sustito que a Jeongyeon ya le quitó la piel y el alma, Mina iba detrás suyo
riéndose.

Una vez entraron, todo estaba lleno de telarañas falsas y habían luces rojas de fondo y añadir que había música terrorífica para el ambiente, a Mina no le estaba agradando para nada el sitio y lo mejor que podía hacer era agarrar la mano de Jeongyeon y ponerse detrás suyo al mas mínimo susto.

Pasaban por pasillos que cambiaban de olor, desde lavanda a vainilla a olores podridos y hasta se podría decir que a rosas, pero en todas las partes daban sustos de muerte, primero empezando por la momia con la cara desgarrada hasta a un hombre lobo con las garras más largas que las de wolverine, este sitio era inesperadamente miedoso, terrorífico y todo lo que describa algo que da miedo, la coreana lo estaba disfrutando a pesar de los sustos pero la japonesa se estaba meando encima, y no de la risa, se quería ir de ahí lo más rápido posible, pero por otro lado aprovechaba poder abrazar a Jeongyeon o sentir su calor en cada susto que pasaban, algo bueno debía haber ahí.

Cuando acabó la casa de terror Mina salió corriendo de ahí llevando a Jeongyeon por la mano.

-JAJAJA, eres muy asustadiza Mina, te asustaste hasta cuando una telaraña falsa te tocó accidentalmente, este experiencia si que fue "monstruosa" para ti.- Dijo partiéndose de la risa.

-¡NO TE RÍAS! La he pasado fatal, pero hay que reconocer que ha sido divertido.- Dijo Mina ya mas tranquila.

-Si, ¿Quieres ir al tiro de pistola? Para despejarte un poco.-

-Me parece bien, creo que lo necesito.-

Mina y Jeongyeon fueron hacia la casita de pistolas y vieron que estaba muy lleno, pero había algo que captó la vista de Mina.

-Ah, que pena, hay mucha gente, podemos ir a otro lugar pues.-

-MIRA ESE PELUCHE, ES UN PINGÜINO SUPER TIERNOO, LO QUIERO JEONGYEON AAH.- Dijo Mina emocionada.

-Mina, hay demasiada gente, y no parece que se vayan a ir en poco tiempo.-

-Pero quiero ese peluche... bueno, no pasa nada, ¿Qué hora és? La casa de terror no ha consumido mucho tiempo creo.-

Jeongyeon se sentía mal porque notó la emoción que tenía Mina por ese peluche, pero perderán mucho tiempo esperando a su turno.

-Ah... Son las 19:50, nos queda tiempo, cierran a las 21:30.- Dijo Jeongyeon mirando el peluche de pingüino del tiro de pistola.

-Bueno, si que hay tiempo, sentémonos un rato y luego vamos a la Jamaica.-

Las dos se dirigieron a un banco y se sentaron un rato, el sol seguía ahí pero ya estaba bajando, se empezó a poner oscuro, desde ahí Jeongyeon miró al cielo y vio la nube, también se podía ver desde la feria y fue algo que hizo a Jeongyeon suspirar del shock, y seguía igual, pero ya se notaba azuleña y grisácea en el cielo, más difuminada que antes, pero no se movió, era reconocible a este punto, la coreana no podía ni sentirse sorprendida, esto era otro nivel, esto era más extraordinario que el evento principal del cielo.

-Me gusta ver lo concentrada que estás cuando te fijas en el cielo, se nota que te agradan las nubes.- Dijo Mina sonriendo mirando al cielo.

-Si, tu también pones la misma cara que yo al ver el cielo, a las dos nos gusta mucho, a veces pienso que en realidad pertenecemos a el mundo de las nubes y no a la vida terrestre.- Dice Jeongyeon provocando que la castaña se ría.

-Te compadezco Jeongie, algún día estarás en el mundo.- Dijo la japonesa.

-Tu también estarás conmigo, en el mundo de las nubes.- Dijo cogiendo de la mano a Mina, la mencionada solamente sonrió y luego puso cara de estreñimiento.

-Uff, me estoy meando, ¿Me acompañas al lavabo? O quieres esperar aquí.- Soltó Mina sacudiéndolo sus piernas y levantándose.

-Tranquila tu ves, yo te espero aquí, de mientras daré un paseo.- Dijo Jeongyeon levantándose igual.

Mina se fue y Jeongyeon tuvo la maravillosa idea de ir a conseguirle a Mina ese querido peluche de pingüino, algo cliché debía pasar en ese día.

Así que se dirigió hasta la casita de tiro de pistola donde vio a su amiga en la caja, cuando la reconoció quiso adelantarse y pasar por la masa de gente para llamarla.

-¡¿Momo?! ¿Pero que haces aquí?- Dijo Jeongyeon emocionada.

-Oh por dios, ¿Jeong? Que emoción verte por aquí, se ve que como era muy buena en el tiro de pistola y el dueño se llevaba bien con mis padres, decidió dejarme al mando ya que se fue de viaje, así que yo mando.- Dijo haciendo una pose de superman.

-Que guay Momo, entonces, ¿Me dejarías colarme y poder jugar ahora? Tengo prisas y no puedo esperar a toda esta cola.- Pidió Jeongyeon señalando toda la gente que había por delante.

-Creo que si podría hacer eso, si quiero que me despidan y pierda clientes, lo siento Jeongie, deberás esperar.- Dijo Momo.

-Ah venga porfa Momo, te dije que no tengo tiempo para esperar.- Suplicó Jeongyeon.

-¿Por que? ¿Necesitas algo en concreto?- Pregunto Momo curiosa.

-Necesito ganarme el peluche del pingüino de allá antes de que mi amiga vuelva del baño, lo quiere con toda su alma y quiero hacerle un regalo.- Dijo Jeongyeon oliendo lo que iba a decir Momo ahora.

-UUUH, así que Jeongyeon quiere ponerla.- Dijo Momo provocándola.

-¡No es eso! Venga Momo ten compasión.-

-Vale, vale... pero tendrás que disparar solo a una bola, no quiero hacer a la gente esperar, hazlo gratis, me la debes.- Dijo Momo sacando una pistola y cargándola a una bala.

-GRACIAS MOMO, te la debo, pero una bola la tiro sin mirar.- Jeongyeon cogió la pistola y disparó sin mirar a donde apuntaba -¿Ves?-

-Jeong... No le has dado.- Dijo Momo conteniendo la risa.

-Que dices, e-es la falta de práctica ya sabes, dame otra bala, esta si la hago.- Dice cogiendo la bala recibida y cargando la pistola.

Jeongyeon apuntó a la bola y en menos de un segundo ya había caído la bola.

-¡Eso es lo que quería ver! Ten tu peluche y deja a los clientes tirar.- Dijo Momo dándole el pingüino, seguidamente Jeongyeon salió corriendo-¡Gracias Momo!- -¡Nos vemos Jeong!-

-¿Donde te habías metido? Ya me pensaba que mi cita me había abandonado, en medio de una feria.- Dijo Mina mientras se le acercaba una Jeongyeon jadeando.

-Ah... Espera que me he cansado.- Dijo Jeongyeon reposándose en sus rodillas.

-¡!...¿¡¡ES ESE EL PELUCHE DE PINGÜINO QUE TE PEDÍ?!!?- Dijo Mina emocionada.

-¿Qué?¡AH! No... nono.- Exclamó la rubia escondiendo el pingüino, pero Mina no se lo tragaba -Muy cliché de tu parte esconder el peluche delante de mis narices, es el peluche, ¿Cierto?.- Dijo la Japonesa cruzándose de brazos

-Nono... no, ah... Bueno si, pero era una sorpresa.- Soltó Jeongyeon derrotada -Pero vamos a hacerlo bien, Mina te traje una sorpresa.. cierra los ojos.- Dijo Jeongyeon viendo como Mina rodaba los ojos y se los tapaba.

Jeongyeon sacó el peluche y lo puso en la cara de Mina. -Ya puedes abrirlos.- Cuando Mina abrió los ojos vio al tan esperado peluche, algo que la llenó de alegría. -¡ES ESO ES ESO! ¡GRACIAS JEONGIE!- Mina cogió muy emocionada el peluche de las manos de Jeongyeon y saltó encima suyo a abrazarla, fue tan fuerte el salto que casi se caen al suelo, este sin duda fue el abrazo más cálido que han podido tener, contando que el sol ya se había marchado y ya era de noche, el frío ya empezó a divagar por la piel de las chicas y toda la gente presente bajo esta noche pero ese abrazo se sentía como cinco mantas encima tuyo en un día de puro invierno.

Cuando las chicas se separaron sintieron el frío de la noche en su cuerpo, aunque las dos estaban inexplicablemente felices ahora mismo.

-Bueno...¿Donde quieres ir ahora? Quedan varias atracciones a las que ir.-

-Hmm quería ir a la Jamaica, pero no quiero marearme ahora mismo, realmente ya no me apetece montarme a nada, estoy satisfecha.- Dijo Mina alzando el peluche de pingüino entre sus manos.

-¿Y si vamos a cenar a algún sitio? Luego vamos a la terraza a ver el evento de las estrellas y los posibles "planetas"- 

-Mejor cogemos la comida y nos la comemos en la terraza ¿Te parece?- Dijo Mina mientras comenzaron a caminar.

-Me gusta como piensas, ¿Donde quieres coger la comida? Podemos ir al restaurante de mi madre y le pido que nos haga algo-

-Ah yo no comeré nada, pero te acompaño a que cojas algo, ya de paso avisas a tu madre de que estas conmigo y nos quedamos hasta tarde.- Dijo entrelazando su brazo con la rubia.

-¡Genial! Pero te dejaré de mi comida, debes comer Mina...- Dijo Jeongyeon mirándola esperanzada.

-Tranquila si estoy bien, no te preocupes y vamos.-

Eran las 20:40 y Jeongyeon finalmente había llegado al restaurante de su madre junto su querida Mina, las dos estaban en la puerta medio discutiendo.

-Venga Mina, hace mucho que no ves a mi madre, entra a saludarla.- Insistió Jeongyeon por décima vez.

-No, no, salúdala de mi parte, yo me esperaré aquí, no quiero ser una molestia, no tardes Jeong.-

-Ah... no tienes remedio Myoui, vale, esperate aquí, no tardaré.- Dijo entrando al restaurante.

Jeongyeon entró al restaurante y empezó a saludar a los compañeros de su madre, ya era de costumbre que ella fuera al trabajo de su madre, hasta a su propia hija adoraba la comida que hacían allá, entró a la cocina y vio a su madre usando su móvil, sentada en un taburete.

-¡Mama, hola!- Dijo Jeongyeon corriendo a abrazar a su madre, quien se levantó y la abrazó fuertemente.

-¡Jeong! Cariño ¿que has hecho que no me respondiste a mis llamadas ni mensajes? Me tuviste preocupada.- Dijo su madre acariciando la cabeza de su hija.

-Lo siento, se me ha muerto el móvil, venía a ver si podías hacerme algo rápido para cenar fuera, vengo con Mina pero no quiso entrar al restaurante.- Dijo Jeongyeon, notó que el abrazo de su madre se tensó así que se separó de ella. -¿Estás bien?-

-Si, si, lo siento, ¿pero como que con Mina, está aquí contigo?- Cuestionó la madre confusa y un poco aterrorizada, Jeongyeon se lo tomó a la ligera aunque le molestaba que su madre actuara así, ¡Es Mina! Su mejor amiga desde la primaria, no entiende porqué su madre actúa así.

-Mama no me cuestiones que tengo prisa, ¿me puedes hacer un plato de ramen rápido? O algo que ya este cocinado, no quiero hacerla esperar.-

-Pero Jeong hija, Mina n...-

-Mamaa, se me acaba el tiempo por favor dame la comida, nos vamos a perder el evento de las estrellas a este paso.- Dijo Jeong viendo su reloj, ya eran las 21:00 justas.

-Ah, de acuerdo hija, te doy la ternera con arroz y teriyaki, te lo tenía guardado para esta noche, solo deja que lo caliente un poco.- Dijo su madre apenada dejando la comida a un minuto al microondas.

-Gracias Mama, me quedaré hasta un poco tarde con Mina, alomejor antes de las doce de la noche estaré en casa antes que nada.- Dijo Jeongyeon mirando a cada segundo cuanto quedaba para que la comida se calentara.

-Vale Hija, por cierto, ¿te tomaste tu pastilla? Hoy es tu última dosis así que no te olvides de ella, cuando acabes tu comida cométela.- Dijo su madre cuidadosamente.

-Todavía no, me la tomaré en la terraza, le diré a Mina que me lo recuerde, ella siempre me recuerda que me la tome así que descuida.- Respondió, el microondas sonó y su madre sacó el plato de la comida y lo metió en un tupper con una cajita con salsa de teriyaki.

-Aquí tienes, buen provecho y no tardes en volver cielo, nos vemos.- Dijo dándole una bolsa con el tupper dentro, dándole un besito en la frente acompañado.

-Si mama, adiós te quiero mucho.- Dijo saliendo de la cocina y seguidamente del restaurante.

-Ah, qué rápida Jeong, vamos a la terraza.- Dijo Mina cogiendo la Mano de Jeongyeon y entrelazando dedos.

-Vamos vamos, no me lo quiero perder.-

Estuvieron todo el camino con los dedos entrelazándose y con unas caricias de cuánto en cuanto, al llegar a la terraza se sentaron al banco que quedaba mirando al cielo y Jeongyeon sacó su comida, empezó a comer mientras veía el cielo con la silenciosa compañía de Mina, en cuanto vio detenidamente el cielo, cada vez se concentraba más en el, y finalmente lo vio, otra vez, la misma nube, allá detenida, pero cambiada, esta vez si se veía diferente, era más pequeña y azulada, podías ver un poco entre la nube porque se estaba opacando con el cielo, podías ver unas cuantas estrellas entre la nube, a Jeongyeon le fascinaba que siguiera ahí, a este paso ya no se esperaba seguir viendo la nube en la fría noche de Cheongdam, pero si estaba, bien bonita y notoria, parecía como que veía diferentes versiones de esa nube.

Jeongyeon se metió tanto en sus pensamientos que olvidó la presencia de la Japonesa, volvió al mundo cuando escuchó una risa tímida a su lado.

-¿De que te ríes?- Dijo Jeongyeon frunciendo su ceño.

-Ah esque, ¿También comes aire? Porque ahí comida no hay.- Dijo Mina bajando la mirada al tupper de Jeongyeon para luego reírse mas fuerte.

Jeongyeon bajo la mirada a su tupper y vio que no había comida, se metió tanto en su mente que se olvidó que ya se había acabado la comida, avergonzada cogió el tupper y la bolsa y lanzó todo a la basura.

-En fin, olvida eso, ¿Saco mi telescopio? Si a plena vista hay estrellas tan bonitas imagínate en este artefacto.- Dijo la coreana sacando su telescopio sin siquiera esperar una respuesta.

Mina miraba a la rubia detenidamente mientras ella posicionaba el telescopio en el trípode y elevaba la mira, cuando todo estaba colocado Jeongyeon se aseguró de enfocar bien la lente.

-¡Madre mía, Esto es hermoso! Mira Mina.- Jeongyeon acercó a la Japonesa al telescopio y la misma acercó su ojo a la mira, contemplando detalladamente la Luna que se encontraba presente.

-Esto...¡Es hermoso Jeongyeon! Mira esos detalles, el cambio de sombras en la luna, hasta puedo ver montañitas.- Dijo emocionada mirando otra vez por el telescopio.

-¿A que si? No me esperaba verlo tan bien, vamos a ver las estrellas.- Acto seguido Jeongyeon movió el telescopio a la vista de un grupo de estrellas relucientes y bonitas.
-Mira.-

-¡Dios! Que bonito es todo, mira como titilan esas estrellas Jeong, brillan mucho.-

-De hecho, ¿Sabías que las estrellas no titilan?- Mina al escuchar eso miró a Jeongyeon confusa. -Claro que titilan, ¡Lo puedes ver por ti misma!- Dijo señalando al telescopio.

-Jaja, claro que titilan, o es lo que vemos, pero las estrellas en si no lo hacen, es un efecto óptico de la atmósfera, la luz que salen de las estrellas pasa por varias capas de la atmósfera con diferentes densidades, lo que provoca el efecto de que las estrellas titilen.- Dijo la rubia.

-¡Waoo! Sabía que no hice mal regalándote este telescopio, la astronomía es lo tuyo, ¡Cuéntame más!- Dijo Mina atentamente.

-Bueno.. ¿Sabías que vemos las estrellas en pasado? Por causa a la velocidad en la que viaja la luz, todo lo que vemos ahora mismo del espacio desde la tierra es tal como lucía en el pasado, te doy un ejemplo, si observamos esa estrella de allá mismo, la imagen que estamos viendo ahora mismo de esa estrella tardó en llegar a la tierra por años, por lo tanto, estamos observando esta estrella de hace años atrás.-

-¿Estás bromeando? !Eso es imposible de asimilar! ¿Como me vas a decir que esa estrella de allá mismo no es la misma estrella en esta actualidad en el espacio? Es que no puedo imaginarlo.- Dijo Mina mirando detenidamente las estrellas, examinándolas.

-Aunque no te lo creas es verdad, a mí también me costó creerlo, y me sigue costando.- Dijo la rubia mirando las estrellas al igual.

-Guau Jeongyeon, esta vez me sorprendiste de verdad, ¿Sabes más cosas? Me interesa mucho este tema.-

-Claro que si, pero mejor otro día ya que es mucha cosa y nos demoraremos, solo te diré
que Júpiter podría tener los demás planetas del sistema solar ocupando solo el 70% de su volumen, una manera de hacerte la idea de su gran tamaño.- Dijo Jeongyeon viendo la cara de sorpresa de Mina

-Madre mía, Júpiter...¡Es muy grande!¡Es enorme! Nunca me lo imaginé de esa manera, pero la que realmente me sorprendió fueron la de ver las estrellas en pasado, sabes mucho.-

-Todo lo que tuviera que ver con el cielo me ha interesado, ya deberías saberlo, en fin, ¿Seguimos viendo el cielo? Ya son las 21:20 y cada vez se ve mejor.- Dijo Jeongyeon enfocando con el telescopio una vez más.

-¡Mina Mina! Las constelaciones se ven muy bien ahora mismo, ahí esta la Ursa mayor, la menor, la Lynx, ¡Todo! A este paso podremos llegar a ver la V Hydrae.- Mina solo observaba a Jeongyeon emocionarse por las constelaciones y el cielo en general, se veía muy feliz, y eso a Mina la llenaba por dentro, parecía una niña que acaba de entrar al zoo por primera vez.

-¡Vamos Mina no te quedes ahí! Quiero que veas también.- Dijo Jeongyeon acercándola por la muñeca.

...

-JAJAJA, ¡No puede ser verdad!, ¿El profesor Park borracho en clase? Tengo que verlo para creerlo.- Dijo Mina secándose las lágrimas de la risa.

-De verdad, tengo un vídeo pero mi móvil no cargó, cuando llegue a casa te lo mandaré.- Respondió la Coreana.

Ya eran las 22:03, Jeongyeon y Mina habían contemplado mucho las estrellas y ya se habían cansado podemos decir, ahora estaban en la barandilla de la terraza que era considerado un mirador de Cheongdam,con unas vistas muy bonitas, llevaban hablando de cualquier cosa que se les ocurría desde que Jeongyeon guardó el telescopio.

-Ah.. realmente me lo estoy pasando muy bien contigo Mina, este ha sido el mejor día que he tenido en la semana, un viernes, viendo el cielo, yendo a la feria, con Mina, quien lo diría, ¡Es el día perfecto! Tendríamos que hacer esto más a menudo, todo esto me ha hecho olvidar que llevabas tiempo desaparecida, todavía quiero que me lo expliques por cierto.- Dijo Jeongyeon poniéndose seria de nuevo.

-Jeong.. te lo dije antes que hoy no quiero hablar de ello, te lo contaré otro día, ahora solo aprovechemos el tiempo que tenemos juntas.- Dijo con un suspiro acompañado.

-Si... lo siento Mina, me tuviste preocupada, tus padres tampoco se comunicaron con nosotros, tampoco quiero darte presión a explicármelo.- Dijo posando su mano sobre la de Mina, de repente saca la mano rápidamente.
-¡Estas helada! Ten mi chaqueta, si tenías frío podías decírmelo.- Dijo la rubia quitándose la chaqueta y poniéndosela encima de Mina.

-Nonono, ya tengo una sudadera, tu también debes abrigarte Jeong, no quiero que te resfríes.- Dijo Mina poniéndose la sudadera que llevaba en su bolsa.

-Vale, vale, pero si tienes más frío aún te puedo dar la mía.- Aclaró poniéndose otra vez la chaqueta.

Mina y Jeongyeon volvieron a caer en silencio, algo que hizo que Jeongyeon se volviera a fijar en el cielo, donde encontró esa nube, que no desaparecía aún, esa nube se presentaba con un gris claro que hacía que se viera en el oscuro cielo, Jeongyeon se había acostumbrado tanto a mirar a esa dirección que pudo distinguir la nube al segundo, ya que la misma nube no se había movido de allá en ningún momento, pero esta vez se veía más disuelta, ya no tenía forma en sí, ya casi desparecía.

-¿Que tal el psicólogo Jeongyeon?- Preguntó Mina, se notaba muy seria.

-Bien, bien, dijo que mi condición ha mejorado.- Dijo Jeongyeon quitándole importancia.

-Me alegro por ti Jeongyeon, después de estos meses ya por fin vas a volver a la vida normal.- Dijo Mina sonriendo al paisaje.

-Todavía no sé si estoy lista.-

-¿De que hablas?-

-No soy capaz de tomarme mi última pastilla, todavía no lo hice.- Dijo buscando la medicina.

-Claro que no lo hiciste, sigo aquí Jeongyeon.-

Jeongyeon encontró la pastilla y abrió su palma contemplándola, luego sacudió su cabeza y la volvió a guardar, seguida se apoyó a la barandilla, derrotada.

-Mina, no puedo.- Dijo con voz temblorosa.

-Jeongie, has de tomártela, debes curarte de los síntomas, no puedo estar contigo para siempre.- La japonesa comenzó a acariciar el brazo de Jeongyeon.

-No, yo se que pasa cuando me la tomo, cuando me la tomo tu desapareces por alguna razón, no quiero que desaparezcas.-

La rubia agarró su mano y entrelazó sus dedos, Mina levantó su cabeza y la contraria también, se quedaron mirándose la una a la otra, ninguna de las dos se atrevía a romper ese contacto visual, se daban pequeños apretones entre los dedos, pero en sus corazones los apretones cada vez se intensificaban más, de un momento a otro la rubia se acercó mas a la castaña y no dijeron nada, tenían los cuerpos muy cercanos y Mina cogió la cara de Jeongyeon, la mencionada puso sus manos en la cintura de la japonesa, acercándola más, quedando con sus cuerpos a centímetros.

-Mina.., Si que puedes estar conmigo para siempre.- Dijo Jeongyeon susurrando.

-Pero quiero que te cures Jeongyeon, debes dejarme ir.- Dijo Mina acercando sus rostros.

-No tengo que superar ni dejar ir nada si estás aquí conmigo.- Afirmó mirándola a los ojos.

-Si que tienes, y lo sabrás cuando te tomes la pastilla, no puedo seguir aquí.- Comenzó a acariciar las mejillas de la coreana.

-¿Y que pasa si no quiero que la hora llegue? ¿Que pasa si quiero que te quedes conmigo? No quiero dejarte ir, esa pastilla hará que te pier-

De un momento a otro, Mina interrumpió la frase de Jeongyeon con un beso, un beso que llevaba esperando desde sus principios, Jeongyeon tensó su agarre, pero cada que los segundos pasaba, se suavizó más y correspondió el beso, olvidando lo que previamente estaban conversando, entraron en una burbuja en la que solo ellas dos permanecían, ese cálido beso hacía que explotara algo dentro de ellas, se estaban robando el aliento una a la otra, cuando parecía que el beso se intensificaba más, poco a poco se separaron, quedando nuevamente a centímetros entre ellas y sus bocas que recién se conocen, Mina apoyo su mentón en el hombro de Jeongyeon y la coreana podía oler ese olor exótico a gardenia jasminoide que se traía la japonesa, un olor hipnotizante si le preguntas, se quedaron así un rato hasta que finalmente se soltaron, mirándose la una a la otra.

-No debo estar aquí, yo realmente no estoy aquí Jeongie, soy parte de tu imaginación, de tu enfermedad, y debes curarte de ella por el bien de todos y de ti.-

-¿Por que te sientes tan real entonces, Mina? Es muy difícil, no quiero dejarte ir, para mi esta enfermedad es un milagro, puedo seguir estando contigo.-

-Soy como un sueño lúcido hecho vida, pero todos los sueños acaban, ¿No has pensado en lo mal que se deben sentir todos? Ellos piensan que no me has superado y que mientes con mi compañía ¿Por que? Porque solo me ves tu Jeong, los demás no pueden. esta es la enfermedad, yo soy tu enfermedad. no puedes vivir con ello.-

Esos comentarios hicieron a Jeongyeon derramar lágrimas, la rubia miró al suelo y empezó a lavarse los ojos con su manga de la camiseta.

-No pretendía dañarte con esos comentarios Jeongie, pero voy enserio con lo que digo, mira es qu-

-Nunca tuviste los santos ovarios de contarme lo que pasaba contigo, siempre faltaste a clases y nos ignoraste por chat hasta el punto donde yo misma fui a ver lo que pasaba, picaba la puerta y aparecía tu padre diciendo que todo estaba bien contigo, que estabas enferma y no me dejaba entrar como siempre hacía, siempre me iba intranquila a casa pensando que algo malo te estaba pasando y que yo no podía ayudar, hasta quise llamar a la policía para que te revisaran pero nunca lo hice porque confiaba en que si algo tan tan malo pasaba, me lo ibas a contar, en los fines de semana esperaba en tu jodida puerta a ver si salías y así podíamos hablar, el único día que te vi salir de casa fue cuando estabas en una camilla mientras te llevaban hasta la parte trasera de la camioneta de ambulancia, te llevaban al hospital, yo estuve tan desesperada que le robé un coche a un taxista para llegar al hospital, estuve toda la noche con tus padres en la sala llorando sin parar, no quería verle la cara a nadie más que a ti, cuando preguntaba sobre ti a tus padres no me querían responder, y en el momento donde llegó la doctora con papeles afirmando qué falleciste se me cayó el mundo encima, sentí que me metían en una trituradora y luego me descuartizaban viva, como si un camión hubiera atropellado mi corazón nueve veces, pero lo que más me dolió fue la razón por la que moriste, cuando fui al tanatorio y vi tu cuerpo tan fino y delgado, con esos labios azulados y la piel pálida no pude soportar más, pero ver todos esos cortes por tu cuerpo, y esa cicatriz, esa pinche cicatriz en tu cuello, sentí que era yo quién tenía esas heridas, pero lo peor de todo fue la razón por la que hiciste eso, ¿Por que nunca me dijiste que abusaron de ti? No confiaste en nadie, ni en tus propios padres, sabías que si pedías ayuda la ibas a recibir pero nunca lo hiciste, sufriste mucho, pero me dejaste sola, sabías como nos preocupábamos por ti, siempre te hemos protegido, y pedir ayuda para que lo hagamos una vez más habría sido lo mejor, tenías muchos medios de comunicación, ¡Tenías a tus padres por dios! Nadie te podía amenazar, yo estaba en tu ventana, y podías pedirme ayuda, nunca lo hiciste, "¿Como quieres que viva sin ti?" Me dije a mi misma, tuve una depresión severa, hasta el punto donde yo era la que se quedaba en casa, llorando por tu pérdida, sintiéndome culpable de que hicieras eso, nunca llegué a despedirme bien de ti, y me odiaba por todo lo ocurrido, hasta llegó ese punto donde yo me quise ir contigo, pero apareciste allá de la nada y creí que eras real, me hiciste y haces feliz, aunque sea parte de mi enfermedad, me ayudaste mucho, para mi eres la real, aunque solo te pueda ver yo, sentir yo, o escuchar yo, sigues siendo Mina, cuando le conté a mi psicóloga de ti y te presenté a ella, me llevaron al psiquiatra, me dieron pastillas pero ya no estaba triste porque estabas ahí, puede que seas solo parte de mi Esquizofrenia Mina, pero no estoy lista a dejarte ir, mucho menos en estos instantes.- Jeongyeon se secó las lágrimas de sus ojos y notó que Mina la abrazaba suavemente por los hombros, ella solo respondió dándole un beso en la frente.

-Jeongyeon, todo sana con el tiempo, y esto no es saludable, si tienes la oportunidad de curarte de los síntomas, hazlo por favor, debes dejarme morir en paz, no puedo seguir aferrada a tu mente como si estuviera viva.-

-Mina, no soy capaz, te necesito.-

-Tomate la dosis, por favor, vuelve a la realidad, te voy a cuidar desde arriba, siempre lo has sido todo para mi, siento todo lo que hice mal, el daño causado, yo nunca quise irme, nunca quise dejarte, en ese momento tuve crisis y lo dejé todo, tu no lo hagas, quiero que sigas siendo fuerte, combate el mundo por mi, pero debes dejarme ir.-

Jeongyeon se lo pensó dos veces pero finalmente buscó en su chaqueta y sacó la medicina de ahí, contemplándola detenidamente.

-Entonces ¿Está es nuestra despedida? No volveré a verte nunca más.- Dijo la coreana con un nudo en la garganta.

-No es el final, tu sigues aquí, nuestra historia no acabará hasta que tu vengas a mí, con suerte y no sea pronto, te voy a extrañar, pero quiero lo mejor para ti, por favor se feliz y haz a la gente feliz, las tienes a todas, no sufras por mí, quiero verte alegre y pasando tu mejor vida, yo seguiré ahí, te quiero mucho Jeongyeon.- Mina plantó un tierno beso en la boca de la rubia.

-Te voy a extrañar, pero creo que gracias a mi enfermedad he podido hacer contigo lo que nunca pude con la anterior Mina, muchas gracias por todo Mina, nunca te olvidaré, eres la mejor amiga y prácticamente novia que una persona ha podido tener en su vida, eres lo mejor que me ha pasado y me mantendré firme por ti.- Jeongyeon abrazo muy fuerte a Mina.

Cuando la soltó abrió su palma y vio la pastilla.

-¿Cuando me la tome vas a desaparecer al instante como siempre verdad?- Dijo Jeongyeon, sintiendo como su estómago se comprime.

-Supongo que si, por favor cuídate mucho, te extrañaré mucho Jeongyeon.- Mina puso sus brazos en los hombros de Jeongyeon, plantando un beso en su nariz.

-Yo también, Mina.-

Jeongyeon se tomó la pastilla, no quería pestañear por miedo a que Mina despareciera, así que mantuvo los ojos abiertos, haciendo que salgan lágrimas de sus ojos.

-Adiós Mina, te amo.-

La miró intentando no pestañear, puso sus manos en la cintura de la japonesa y Mina se lanzó a besarla, tuvieron un beso profundo de una relación que acabó de nacer para morir, este era su último beso y ellas eran conscientes, cada vez intensificaban más el beso y se apegaban una a la otra como si no quisieran dejarse ir, Jeongyeon de lo metida que estaba en el beso no se enteró que cerró sus ojos, cuando Mina se alejó del beso, acarició tu cara.

-Hasta otra vida Jeongyeon, te amo.- Susurró.

Jeongyeon al abrir los ojos no la vio más, ya no estaba, no podía estar feliz por haberse curado de sus síntomas pero podía asegurar que puede que Mina le haya dejado un hoyo enorme en el corazón, pero no le duele tanto como antes, siente que hizo su trabajo y pudo despedirse bien de su ahora difunta novia.

Jeongyeon arrebatada se sentó en el banco y vio el peluche de pingüino a su lado, de seguro iba a cuidarlo como un bebé, como si fuera Mina, cuando lo olió pudo descifrar ese olor tan exótico que desprendía Mina, desde luego iba a conservar ese peluche muy bien.

Cuando miró al cielo, vio que la nube ya no estaba, que desapareció, se desvaneció, miraba a todas partes y no vio ni rastro de la nube, se sorprendió porque ya se esperaba ver la nube para contemplarla un poco, pero se fue, cogió su móvil y vio que por fin funcionaba, cuando vio la hora se sorprendió de que ya fueran las 23:16, ya se hacía tarde pero la verdad no le apetecía volver, obviamente tuvo que volver.

Cuando llegó a su casa solo dijo que tenía sueño y subió a su habitación, puso el pingüino en su cama, se cambió y se tumbó en la cama, realmente cansada ya decidió irse a dormir, cogió el peluche de pingüino y le dio un beso.

-Buenas noches, Mina.-

Acto seguido abrazó el pingüino y cerró sus ojos, acabando su día, el mejor día de su vida.

Fin.

Bạn đang đọc truyện trên: Truyen247.Pro