Capítulo 16
-Punto de vista de Gwendal-
La poción funcionaba de eso estaba seguro, en cuanto mis pies aparecieron en el motel lo supe, no sentía nada por Dean, era el efecto de la "Poción del Olvido".
Me senté a los pies de la cama y un zumbido llegó a mis oídos miré hacia mi alrededor, el zumbido era más claro y me di cuenta de que era un batir de alas, en la esquina derecha de la habitación ahí estaba un pequeño e indefenso pájaro que había dejado de entrar por lo que saqué mi arma del cinturón y apunté, el primer disparo fue directo pero fallé, el segundo también ya que aquel dichoso pájaro se había apoyado en una lámpara por lo que la bala rozo aquel objeto y lo tiró al suelo.
Gwendal: maldita alimaña como te pille - la puerta se abrió y apunté, los Winchester levantaron las manos.
Dean: pero que cojones haces, ¿quieres matarnos? - bajé el arma y Sam se fijo en el agujero de la pared - ¿Qué está pasando aquí, Gwendal?.
Señalé al pobre pájaro que se posó encima de la cama - quería limpiar la habitación de criaturas dañinas - Sam se dirigió hacia la lámpara destrozada y Dean me quitó el arma.
Dean: ¿para eso te tienes que cargar el inmobiliario de la habitación? - al quitarme el arma le saqué la lengua.
Gwendal: bueno , ¿me vais a contar que ha pasado o qué? - apoyé mis manos en la cama mientras me cruzaba de piernas esperando una respuesta de los hermanos.
Sam: brujas - farfullé entre dientes.
Gwendal: como las odio - me miraron interrogantes.
Sam: ¿estás bien, Gwen?.
Dean: si, te notamos un poco más borde de lo habitual.
Gwendal: ahora queréis hablar, me descojono con vosotros dos, en cuanto la demonio, la puta o la perra del infierno la pasa algo el mundo se va a la mierda, pues lo siento chicos pero esos momentos de chicas como vosotros lo decís dejaron de gustarme, no me pasa nada estoy genial y ahora si dejarais de pensar con el culo ahora mismo hubiésemos terminado con este caso - Dean se fue hacia el baño y se lavó la cara.
Sam: el caso es que mi hermano no piensa que Ruby puede ayudarnos.
Dean: Ruby está jugando contigo.
Gwendal: mirar ya se que Ruby no es de mi agrado pero te digo Sam que tengas cuidado, ya que Dean tiene razón ya que al ser un demonio como yo, podemos ser malas personas y traicionaros.
Los dos hermanos se callaron ante mi confesión pero entonces Dean comenzó a quejarse de un fuerte dolor en su tripa y se sentó, por lo que empezó a toser.
Sam: Dean, ¿Qué te pasa? - me acerqué a Sam y este se levantó.
Gwendal: ¿pero a dónde vas? - Sam recorrió la habitación y el baño - son brujas Gwendal, necesitamos buscar bolsitas de hechizos - asentí con la cabeza y con mi sais rajé el colchón pero nada, Sam de repente corrió hacia una de las mochilas y cogió del Colt.
Sam: voy a por ellas.
Gwendal: deja de hacer el gilipollas Sam - Sam desapareció ante mis ojos, por lo que fui hasta Dean, que me cogió de las manos. Iba a decir algo pero la puerta se abrió dando paso a Ruby.
Ruby: déjame ayudar - me retiré de Dean y Ruby cogió a Dean de la camisa.
Dean: si quieres matarme ponte a la cola puta - Ruby abrió la bota de cuero que llevaba en la mano y metió un líquido negro dentro de Dean.
Ruby: traga y cállate gilipollas - Dean comenzó a tragar mientras miraba sin poder hacer nada, Dean casi estaba muriéndose en mis brazos, pero no sentía nada, ni pena ni dolor, nada de nada.
Dean se limpió los labios - eso sabe asqueroso, sabe como el culo - volvió a mirar a Ruby.
Ruby: era brujería anormal, y ahora si me permites necesito hablar contigo - me señaló a mi y me cogió del brazo para llevarme a las afueras del hotel, cerca del aparcamiento dónde Dean había aparcado el Impala.
Ruby: ¿Qué narices te has tomado Gwen? - mi cuerpo reaccionó a ese mote, ante de Dean, Ruby me lo decía.
Gwendal: no tengo que explicarte nada Ruby, tú y yo dejamos de ser amigas desde hace mucho tiempo - Ruby me empotró contra el coche más cercano y la miré.
Ruby: deja de recriminarme por lo que hice en el pasado Gwendal, me encontraba asustada, no tuve elección.
Gwendal: ¿y crees que yo si?, éramos mejores amigas Ruby, y me vendiste por un puto demonio, ¿Qué te prometió?, ¿poder?, eras mi amigas Ruby y me traicionaste. Y si me he tomado algo, un líquido que me ayudará a ser una perra del infierno como tú - Dean se acercó a nosotras.
Dean: perdón por la reunión familiar pero Sam está en peligro, así que si me podéis ayudar lo aceptaría con gusto - Ruby y yo nos miramos y pusimos nuestros dedos en su frente y desaparecimos del lugar.
Llegamos a la casa de las tres mujeres que tanto Sam como Dean habían investigado por lo que entramos en aquella casa, una de aquellas mujeres yacía en el suelo, muerta, porque le habían retorcido el cuello, la otra chica estaba paralizada del miedo, y por último la chica de pelo corto y negro se acercó a nosotras.
Tani: vaya si es mi querida Ruby - me fijé que Sam estaba en la pared y Dean había sido empujado detrás de un sillón - vaya si es la perra traicionare y ex - mejor amiga de mi querida Ruby - Ruby se acercó poco a poco a aquel demonio, lo tenía bien claro aquella chica había sido invadida por el demonio que miles de años atrás Ruby había escogido antes que a mi.
Tani: sabes Sam, antes creía que nuestro mesías serías tú pero ahora tenemos un nuevo mesías y te está buscando para aniquilarte - con un sonrisa en sus labios dejó que Dean con sus poderes se pegara en otra pared.
Ruby se adelantó a mi - he estado tan sola sin ti, te he buscado en cada rincón y ahora los he traído para ti - se acercaba poco a poco a aquel ser que hacía que mi interior quemase del odio que le tenía - vuelve a aceptarme, son para ti, es un regalo, déjame servirte, a diferencia de otras yo te deseo más que nada.
Tani: eras una de las mejores - Ruby sonrió pero alzó el cuchillo mata demonios pero Tani lo cogió al vuelo provocando una herida en su mano - pero aunque también fuiste una mala puta - tiró el cuchillo al igual que a Ruby, ella cayó sobre la mesa de cristal de té del salón.
Me dirigí hacia Tani por lo que una patada fue directa a una de sus rodillas y al bajar la cabeza la di en ella provocando que cayese al suelo, cogiendo el cuchillo lo alcé pero Tani empezó a recitar unas palabras en latín - yo también tengo algunos trucos - un humo dentro de Ruby y de mí empezó salir.
Tanto Dean como Sam miraban aquella escena, de cómo iba a morir pero algo en mi interior me dio la suficiente fuerza dejando que aquel humo volviese a mi interior y mis ojos volvieron a ser negros y le clavé el cuchillo varias veces en el corazón - dios como lo he disfrutado - los Winchester cayeron al suelo y me levanté de encima de aquel demonio.
Ruby se levantó y le di el cuchillo - gracias -asentí con la cabeza y miré a los hermanos, me miraban detenidamente, no a mi cara sino a mis ojos, era la primera vez que los veían por lo que al pestañear volvieron a ser verdes - me alegro de que estéis bien.
Ruby: marchaos los tres - asentimos y salimos de aquella casa, al entrar en el coche notaba la mirada de los hermanos.
Gwendal: no soy un puto mono de feria - Dean frenó el coche y salió del coche al igual que Sam, por lo que que los seguí - mirar ya sabíais qué era, os dije que soy un demonio porque lo soy y moriré siéndolo, maldita sea, ¿porqué no os entra en la cabeza?, sigo siendo yo, si os traicioné pero estoy harta de esto - Sam se giró y me miró con lástima.
Sam: Gwen yo ...
Gwendal: no puedo creerlo Sam, tu no, de Dean me lo esperaba pero de ti, no quiero vuestra lástima, estoy harta de mis errores del pasado - Dean se volteó y le miré.
Dean: esto es difícil pero tienes que irte de nuestras vidas - el aire en mis pulmones salió por lo que mis lágrimas aquellas que intentaban salir, al final mojaron mis mejillas - sabéis pensaba que éramos familia pero ya veo que no, yo no puedo elegir quién soy, al igual que vosotros no podéis elegir vuestras acciones, ah una cosa ese trato que hiciste Dean, no es de vuelta, acabarás en el mismo infierno suplicando porque tu alma no se rompa, porque el fuego del foso es verdad y te hará olvidar quién eres - me acerqué al maletero del coche y saqué mi mochila junto con mi macuto de ropa.
Gwendal: adiós chicos y tener cuidado porque dentro de nada tendréis que tener cuidado con ciertos perros del infierno - solté una carcajada al aire y desaparecí delante de sus ojos. Aquella poción me había hecho olvidar a Dean pero también mi humanidad, aquella humanidad que había vuelto al tener aquellos sentimientos tan profundos por aquel humano de ojos verdes y su cara llenas de pecas.
-Fin del capítulo-
Hola mis queridas profetas de Chuck, espero que os esté gustando la historia. Muchas gracias por todo.
*Amé la imagen tenía que ponerla.
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