Capítulo 13
https://youtu.be/zpOULjyy-n8
I can't fight this feeling any longer
And yet I'm still afraid to let it flow
What started out as friendship, has grown stronger
I only wish I had the strength to let it show
I tell myself that I can't hold out forever
I said there is no reason for my fear
Cause I feel so secure when we're together
You give my life direction
You make everything so clear
And even as I wander
I'm keeping you in sight
You're a candle in the window
On a cold, dark winter's night
And I'm getting closer than I ever thought I might
And I can't fight this feeling anymore
I've forgotten what I started fighting for
It's time to bring this ship into the shore
And throw away the oars, forever
Cause I can't fight this feeling anymore
I've forgotten what I started fighting for
And if I have to crawl upon the floor
Come crashing through your door
Baby, I can't fight this feeling anymore
My life has been such a whirlwind since I saw you
I've been running round in circles in my mind
And it always seems that I'm following you, girl
Cause you take me to the places that alone I'd never find
And even as I wander I'm keeping you in sight
You're a candle in the window on a cold, dark winter's night
And I'm getting closer than I ever thought I might
And I can't fight this feeling anymore
I've forgotten what I started fighting for
It's time to bring this ship into the shore
And throw away the oars, forever
Cause I can't fight this feeling anymore
I've forgotten what I started fighting for
And if I have to crawl upon the floor
Come crashing through your door
Baby, I can't fight this feeling anymore
''Can't this feeling''
-Punto de vista de Gwendal-
Habían pasado meses desde que Dean mató a Azazel y estaba disfrutando del año que le quedaba. Me encontraba en el Impala en un corriente pueblo de los que habitábamos siempre, en esa ocasión era uno de los deseos de Dean.
Antes de estar a las afueras del motel llegamos a un bar, Dean con una sonrisa pícara en sus labios se acercó a dos gemelas, fue fácil con unas cervezas en el cuerpo y Dean se llevó a las dos chicas para el motel más cercano.
Sam estaba con una linterna y un libro entre las piernas, en cambio yo me encontraba en la parte trasera del Impala tendida sobre los asientos de cuero, con uno de mis brazos tapando mis ojos y mi otra mano apoyándose detrás de mi cabeza.
El móvil de Sam sonó y al mirar la pantalla del aparato electrónico contestó, era Bobby. Al colgar cerró el pesado libro y se giró sobre el asiento - tenemos un caso - me dijo mientras me levantaba y mis ojos seguían mirando la ventana, las sombras de Dean y de aquellas dos mujeres se quedaron en mis retinas.
Gwendal: pues ve tú a avisar al Casanova - me miró mientras cruzaba mis brazos en señal defensiva, sino fuese porque había jurado no matar a ningún inocente aquellas chicas hubiesen estado muertas en dos segundos.
Sam: reprime esos pensamientos Gwen - resoplé ofuscada - sabemos cómo es Dean, no aceptará sus sentimientos al igual que tú los tuyos - mis posaderas se encontraban planas de estar esperando tanto tiempo.
Gwendal: esta vez te toca a ti, la última vez fui yo y casi le provocó un moratón a la zorra de turno - sus hoyuelos salieron a flote en cuento me sonrió.
Sam: ¿nos la jugamos a piedra, papel o tijera? - alcé mis manos, el juego acabó cuando mis tijeras cortaban el papel de Sam.
Gwendal: no soy como Dean que él saca siempre piedra así que ahora te toca a ti - golpeaba su hombro mientras salía del coche.
Me coloqué mejor en el asiento y Sam salió deprisa hasta que llegó al coche por lo que me extrañó - ¿Qué pasó?.
Sam: mejor no preguntes - el ruido en la puerta del motel nos alertó, con una sonrisa de felicidad se colocaba el cuello de su chaqueta de cuero y me maldije interiormente hasta que entró en el coche - Dean nunca me acostumbraré a esa faceta tuya - me encontraba callada hasta que Dean volvió a hablar.
Gwendal: la verdad es que es una faceta que a nadie le gustaría ver.
Dean: ¿celosa? - me miró desde el retrovisor y la contestación fue enseñar mi dedo corazón, soltó una carcajada al aire y llegamos a nuestro lugar del viaje, no sabíamos si era una plaga bíblica o que pero conseguimos pistas en cuanto vimos una familia muerta en su sofá.
Sam: vaya parece que han muerto por ...
Gwendal: pereza - todos se me quedaron mirando y entonces lo supe hasta que salí de la casa - !Joder¡ - Bobby llegó hasta mi y me cogió de los hombros - ¿Qué pasa Gwendal?.
Gwendal: los siete pecados capitales, vivos y en carne y hueso, mirar no son puros vicios son reales pueden meterse en el cuerpo de la gente y hacer cosas que nadie querría.
Dean: hey para eso te tenemos a ti, para que nos expliques.
Gwendal: no soy vuestro "Libro de las sombras" - los hermanos se quedaron mirando entre sí.
Sam: ¿eso no es de embrujadas?.
Dean: vaya es raro hasta para mi pero ¿te has visto embrujadas?.
Bobby: da igual si se ha visto embrujadas o Buffy cazavampiros tenemos algo gordo entre manos y necesitamos ayuda - con la llegada de unos cazadores amigos de Bobby nos preparamos en una casa a las afuera de la ciudad, sal en las ventanas y en los cartuchos, hierro y hasta trampas del demonio.
Sam me miraba desde el sofá estaba nerviosa ante esta situación, no hablábamos de unos simples demonios eran los 7 pecados capitales. Tamara se encontraba en la puerta junto con Bobby, su marido Isaac había muerto a manos de la gula y consiguió que los demonios entrasen. Pegué mi espalda con la de Sam - esto será divertido, Sam separémonos - Sam me asintió con la cabeza y nos separamos por la casa. Dean se encontraba también entre los pasillos y le miré como luchaba contra lujuria.
Gwendal: ¿Te ayudo? - Dean cogió del brazo de aquella tipa y la tiró a la pared más cercana - ayuda a Sam, por lo que recorrí los pasillos la soberbia me perseguía y al entrar me fijé en el techo una trampa del diablo se encontraba pintada por lo que lo esquivé.
Sam: ¿Y Dean?.
Gwendal: está con su propio pecado original - la puerta se abrió y me preparé apuntando a la puerta con mi pistola.
La soberbia rompió la trampa que se encontraba pintada - vaya a quién tenemos aquí, a la zorra traidora y a Sam Winchester, así es te conozco, todos te conocemos, el niño rey pero ahora que te veo creo que exageraban un poco.
La envidia se acercó y la pegué en el estómago y se dobló tocando la zona herida y la hice caer con otro puñetazo en la barbilla - Gwendal - tiraron a Sam al suelo pero la envidia me cogió entre sus brazos.
La soberbia cogió a Sam del cuello y empezó a asfixiarle - Sam - entró una chica rubia ojos marrones, cogió la daga que tenía en su pierna y la giró cortando el cuello de uno de los demonios. La envidia me soltó y le pegó en la mejilla a la chica desconocida y la cogió de las solapas de la chaqueta alzándola al vuelo - eh tú, maldito demonio - giró su cara y le clavé mis sais en la espalda.
Ruby: te debo una Gwendal - gruñí ante su comentario.
Sam: Gwendal - el aire en los pulmones de Sam estaba a punto de desaparecer, por lo que Ruby se dirigió hacia el demonio de la soberbia dejando a Sam aún lado, le pegué un puñetazo en el nacimiento de la barbilla y Sam le hizo doblarse del dolor por el golpe en su estómago, Ruby le clavó aquella daga en la sien, y el cuerpo de aquel humano cayó al suelo.
Sam: ¿Quién es ella, Gwendal?.
Ruby: las respuestas te las debería de dar yo, ¿no?, pero soy la chica que te ha salvado la vida.
Sam: yo también te he salvado.
Ruby: hasta la vista Sam - se fue por la puerta y Sam me miró interrogante.
Gwendal: sólo puedo decirte que tengas cuidado con tu espalda, no todos los demonios son tan buenos como yo - salimos de aquella habitación para poder ir a quemar los cuerpos. Dean echaba la gasolina mientras Sam tiraba la sal, al acabar me levanté para encenderme un cigarro, cogiendo una cerilla de mi bolsillo la tiré a la tumba para quemar los cuerpos.
Bobby se acercó - está todo limpio chicos, pero no podemos decir mucho de estos pobres.
Sam: Bobby el cuchillo, ¿Qué clase de hoja mata aún demonio?.
Dean: Gwendal ¿tú sabes algo?
Gwendal: sólo os digo que ese cuchillo tiene un origen muy antiguo , y no me gustaría estar cerca de él - exhalé con cuidado el humo del tabaco.
Dean: ¿Porqué?.
Gwendal: porque moriría Dean por eso mismo.
Dean: de verdad no lo entiendo cuéntanos Sam, como era aquella chica, aunque lo más alarmante que hasta una chica sepa pelear mejor - Sam con las manos en sus bolsillos sonrió.
Sam: dos demonios Dean y uno se lo cargó Gwendal, pero algo que me llega a la mente, como dijo Gwendal estos eran los 7 pecados capitales, ¿pero que más podría haber salido de allí?.
Bobby se alejó de nosotros y entramos al Impala, la pregunta de Sam rondaba en mi cabeza - ¿de qué conoces a Ruby? - me preguntó Dean.
Gwendal: éramos mejores amigas hasta que me traicionó, Azazel estuvo castigándome durante meses hasta que pensó que me volvía a necesitar en el campo de batalla, como te dije Sam no te fíes.
En nuestro trayecto Sam descubrió que Ruby era un demonio, también Sam al igual que Dean encontraron la buena y la mala suerte y hasta supimos de una ladrona de objetos mágicos, Bela Talbot.
En cuanto sus ojos se posaron sobre Dean mis tripas se retorcieron, no me daba buena espina un ladrón siempre será un ladrón - !maldita hija de perra¡ - exclamó Dean en cuanto no notaba los décimos de lotería que había ganado.
Gwendal: te lo dije no debes de fiarte de una ladrona - Dean se frotó los ojos y miramos el pequeño edificio cristiano, un caso con múltiples suicidios sería fácil para nosotros.
Sam salió de la iglesia junto con Dean vestían como de costumbre sus trajes de FBI - ¿Qué os ha dicho? - estaba apoyada en el Impala respirando aire puro y bueno porque tampoco podía entrar en las iglesias, desventaja de ser un ser del inframundo.
Dean: es raro hace dos meses que abrimos el infierno y es casualidad que este pueblo cambie - asentí con la cabeza intentando mirarle a los ojos, su comportamiento era frio conmigo desde el suceso con Azazel, no reía conmigo ni intentaba entablar conversación alguna.
Dejando atrás la iglesia dejamos nuestras cosas en nuestras habitaciones, aquella vez me tocaba de compartir habitación con Dean, ya que camas triples no había en aquel motel - ¿de verdad?, ¿de verdad que tengo que dormir con uno de vosotros?.
Dean: a mi tampoco me hace mucha gracia - soltó rápidamente el macuto en la cama y me le quedé mirando hasta que Sam volvía con café, exquisito líquido de los dioses.
Sam: tengo una pista, tenemos que cambiarnos vamos esta tarde de caza - bebí mi café en tragos cortos.
Dean: bien necesito un poco de marcha - entró al baño, a la media hora iba vestido, vaqueros oscuros botas de campo y una camisa de manga corta que enseñaba su cuerpo trabajado, me golpeé mentalmente por aquellos pensamientos, Sam hizo lo mismo y por último me tocó a mi, siempre iba cómoda y aquella vez no sería diferente vaquero pitillo camisa de tirantes finos y mi chaqueta negra de cuero, no estaba acostumbrada a los vestidos y los trajes con falda.
Cogiendo el Impala llegamos a una zona concurrida llena de bares y chicas con faldas y camisas que enseñaba sus buenos tributos, me quedé mirando a una su pecho abultado y luego el mío - no te sientas culpable Gwendal, ella seguro que tiene una lista de tíos a su lado pero tu eres nuestra chica - al decírmelo miré a Dean, no sabía del porqué de su frivolidad hacia mi.
Gwendal: gracias Sam - colocó su brazo en mi hombros y entramos en el bar, se encontraba lleno por lo que los tres empezamos a tantear el terreno.
Dean se fue hacia la camarera mientras le seguíamos, nos puso tres cerveza. Me fijé como un hombre entraba con paso ligero en el bar, se metía entre el bullicio y alzando su pistola empezó a disparar dirigió su arma hacia mi pero Dean me tiró al suelo antes de que saliese herida - ¿estás bien Gwen? - le sonreí y asentí con la cabeza, en cambio Sam le hizo un placaje que le tiró al suelo.
Llegamos a nuestra habitación y me tumbé en la cama - estoy muerta y no sabemos nada, sólo que un cura bebe en un bar y he visto cosas que le explotarían el cerebro.
Sam: ¿Cuántos años tienes, Gwen? - apoyé mi espalda en el cabecero mientras Sam se sentaba en la otra cama, Dean se tumbó dónde yo dormiría - nací en el siglo V, soy de Escocia del clan escocés Bedoña, hija mayor del clan y bueno hubiese sido futura jefa del clan, tenía dos hermanos, una madre y un padre - los dos hermanos me escuchaban deleitando sus oídos con mis palabras.
Dean: ¿escocesa, de verdad? madre mía si eres más vieja que yo - se quejó por el golpe que le había dado en el hombro.
Sam: ¿y cómo sucedió? me refiero ¿Qué pasó aquella noche? - miré a los dos hermanos mientras mordía mi labio inferior - Azazel era un invitado y amigo de mi padre, cenamos como otra noche cualquiera - paré un momento y crucé mis piernas para seguir hablando - aquella noche Meg me sacó de la cama y al llegar al salón mis hermanos se encontraban muertos, Azazel mató a mi madre y yo asesiné a mi padre - el silencio llenó la habitación hasta que Dean decidió que era la hora de dormir.
Poniéndome el pijama en el cuarto de baño entré a la habitación, estaba a oscuras y se escuchaban los bufidos de Dean, me fijé como su respiración era tranquila estaba bocabajo con una mano debajo de la almohada y me tumbé a su lado. Con un último suspiro por mi parte y mirando hacia el techo mis ojos cayeron por el cansancio.
Al día siguiente, acepté seguir a Dean hasta la camarera con una sonrisa en los labios nos hizo de ir hasta una pequeña iglesia y descubrimos que era el demonio que buscábamos - vaya vaya vaya a quién tenemos aquí a la zorra traicionera - Dean se sentó cerca de la ventana y yo a su lado.
Dean: si es nuestra perrita faldera, nos sirve para matar demonios como tú- iba a contestar pero mis palabras no salieron de mi boca, me dolían y demasiado - vaya parece que estáis muy bien juntos - me levanté con impulso y la tiré hacia la pared no podía moverse con mis poderes demoníacos.
Dean: ¿pero que haces? - se levantó y me empezó a gritar.
Gwendal: no me grites Dean, deja de insultarme, no se porque eres tan frío conmigo.
Dean: ¿porqué debería de ser amable contigo cuando eres un demonio que miente? - de mis ojos empezaron a salir lágrimas, Dean seguía sin confiar en mí.
Chica: oh que bonito - un dolor en mi cabeza me hizo caer al suelo al igual que la chica, Dean me cogió del brazo.
El cura con sonrisa traviesa tenía alzada su mano y acercándose hacía la camarera la levantó y posteriormente la besó - ¿de verdad? - Sam apreció detrás de nosotros y disparó a los dos demonios con el Colt, justo en la frente.
Sam: ¿estáis bien? - asentí con la cabeza mientras miraba a Dean por el rabillo del ojo y salí corriendo hacia el Impala.
Dean: Gwendal espera - me cogió del brazo y me tiró hacia él.
Gwendal: déjame Dean, sólo soy un monstruo para ti - me cogió de las mejillas y juntó su frente con la mía.
Dean: lo siento, lo siento pero me duele, duele ver que una de las personas que aprecio me traicionó - sus labios estaban a escasos centímetros de los míos.
Gwendal: Dean fui obligada a ser esto, a mi me encantaría haber muerto aquella noche - cogiendo sus manos las alejé de mis mejillas y me acerqué al coche.
Dean: yo no hubiese querido que murieses - dijo en un simple murmullo y sólo para él mismo por lo que abrí la puerta trasera del coche y me senté, al entrar los dos hermanos, las notas de la canción "Can't this feeling" de REO Speedwagon llenaron el Impala.
Me tumbé en los asientos y lloré mientras Dean conducía, odiaba aquellos sentimientos por Dean y me quedé dormida con el ronroneo del motor del Impala y con la canción.
-Fin del capítulo-
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