Chào các bạn! Vì nhiều lý do từ nay Truyen2U chính thức đổi tên là Truyen247.Pro. Mong các bạn tiếp tục ủng hộ truy cập tên miền mới này nhé! Mãi yêu... ♥

58


Siento que he estado en una montaña rusa los últimos siete meses. Al terminar la escuela estaba excitado por esa "libertad", y ahora que estoy en la universidad me siento nostálgico y triste todo el tiempo. Empecé hace dos meses y me decidí por trabajo social. Me parece que es una carrera especial y me gusta. Lo único que lamento es no tener más tiempo que antes para ver a Taehyung. Solamente los fines de semana puedo hacerlo, y hoy debo aprovecharlo.

Le he comprado un bonsái para que lo tenga en su habitación, o en su jardín. Quiero que tenga algo de mí para que me recuerde. No es el primer regalo que le hago, sin embargo, el peluche que le di la navidad pasada ya está un poco quemado —lo lleva a todas partes, no lo suelta—; lo que pasa es que es muy gracioso porque lleva una camisa puesta en donde la parte delantera lleva una foto mía, y en la trasera una de él. Se rio mucho cuando se lo di y dijo que era el mejor regalo que había recibido. Espero que sí. Además, tenía que compensar las dos semanas en que no pudimos hablar, ni siquiera vernos. Tenía que hacer que volviera a confiar en mí. Luego fue una comida por su cumpleaños y un brazalete, que ha estado usando desde entonces.

—Me parece que llegamos —me avisa el taxista, atontado por la vista.

Le pago, desciendo del auto y le agradezco. Se queda un momento ahí, mirando la estatua. Yo espero que se vaya y, cuando lo hace, entro a la casa. Hace mucho frío. Sin embargo, es agradable para el calor que está haciendo.

Taehyung está en la sala, sentado en el sofá. Lleva un traje que le queda perfectamente alineado al cuerpo y el cabello más corto. Espero no tenga que irse. Está distraído con una revista y me acerco lentamente.

—¿Qué haces?

Pega un respingón y suspira.

—Me diste un buen susto.

Sonrío y me inclino para darle un beso, no obstante, me detiene y se pone de pie.

—¿Pasa algo? —le pregunto, confundido.

Taehyung se muestra un poco inquieto y mira alrededor, como si buscara alguna salida. O alguna excusa.

—Dame un momento. Voy a... Voy a cambiarme de ropa.

Me evita por completo, pasando por un lado sin siquiera rozarme y me encojo. No he hecho nada malo, ¿o sí? Hablamos ayer y todo parecía normal.

—Taehwan, ¿crees que esto...? —Me giro hacía una segunda voz, proveniente del fondo. Se le pone la cara pálida—. Jungkook.

¿Acaso me dio un golpe de calor y estoy viendo doble? El Taehyung con traje se para a un lado del Taehyung con pantalones sueltos y camiseta, también con el cabello un poco más largo. Son ambos idénticos y me miran con expectativa. Quieren que diga algo, que me mueva, pero no puedo.

El Taehyung con traje se anima a acercarse de nuevo.

—Soy Taehwan —se presenta, con una sonrisa nerviosa—. En realidad, ya nos habíamos visto antes.

—Taehwan —advierte Taehyung con voz dura.

Frunzo el ceño y me acuerdo de tomar aire.

—¿Qué? —Hago una pausa, reflexivo—. ¿Dónde?

—En la fiesta del año pasado, afuera.

Hago memoria y, cuando las imágenes son más claras, se me paraliza el corazón un microsegundo.

Debe ser una jodida broma.

—¿Eres un robot?

Por primera vez se ríe, ya sin nervios.

—Para nada. Soy su hermano gemelo —dice, apuntándolo con el dedo—. Soy mayor por nueve minutos de diferencia.

—¿Taehyung? —chillo para que diga algo, que me explique. En cambio, está muy quieto y callado—. Taehyung.

Respira hondo y la palidez del rostro se le pierde de a poco, aunque no se ve muy bien. Camina hacia nosotros y se deja caer en un sillón, pensativo.

—Lo siento —dice—. Debí de habértelo dicho. Es solo que... —Se queda en silencio.

—... No somos muy unidos —continúa Taehwan, tomando asiento en el sofá. Yo me siento en otro sillón. Miro a Taehyung y luego a Taehwan, hago eso muy seguido—. Yo vengo de vez en cuando, así que no consideramos muy importante mencionar que tenemos un gemelo. Además, con los robots es suficiente.

La vergüenza me golpea como un rayo y, a la misma vez, me siento enfurecido. Besé a Taehwan y no a Taehyung. Lo besé por primera vez y me gustó demasiado, me hizo sentir muchas cosas. Y saber que las cosas especiales que sentí no fueron compartidas con Taehyung, me endurece el rostro. Ahora entiendo por qué se mostró tan confundido cuando le mencioné el beso la primera vez.

—En serio lo siento, Jung —se disculpa de nuevo Taehyung y se me encoge el corazón.

No tengo palabras. Estoy en blanco. ¿Qué se puede decir en una situación así? Estoy tan sorprendido. Intento buscar en sus rostros alguna característica que me pueda ayudar a diferenciarlos, pero no logro hallar ninguna, son como una gota de agua.

¿Por qué quería el padre de Taehyung hacer robots parecidos a él si ya tiene otro hijo idéntico?

Recuerdo que aún tengo el bonsái en mis manos y lo dejo sobre la mesa del centro.

—Saldré un momento —aviso, levantándome.

Ambos me miran fijamente y me siento mareado. Travieso la sala y salgo de la casa. El aire caliente me golpea el rostro y camino hacia la fuente. La sombra de los pilares me protegen del sol y lo aprovecho para pensar.

Lo conozco hace más de un año y recién me entero de que tiene un hermano gemelo. Me rio con nerviosismo, masajeándome el cuello. Dudo que quisiera decírmelo. Esto fue un accidente. Si no hubiera venido, probablemente nunca me hubiese enterado.

—Quería decírtelo, pero siempre se me dificultaba hacerlo. No sé por qué —dice Taehyung, deteniéndose a mi lado—. A veces incluso olvido que tengo un hermano parecido a mí.

—Que sea parecido a ti no es en realidad un problema. O bueno, si en este caso —espeto y volteo a mirarlo—. Cuando te dije que te había besado antes en la fiesta... Pudiste decirme que tenías un hermano gemelo y que, en lugar de haberte besado a ti, había besado a tu doble. Creo que habría sido gracioso.

—¿Y no es gracioso ahora? —Pongo mi mejor gesto de enfado y Taehyung se contrae—. Bueno, tienes razón. Debí de decírtelo de inmediato.

Nos sumergimos en un silencio incómodo y agrego:

—Era mi primer beso, pero no haré un drama por lo que ya pasó. Solo digo que habría sido especial si hubieras sido tú. —El gesto que tiene me recuerda al de un niño solitario y abandonado, tal y como era yo antes. Lo abrazo desde atrás y recargo el mentón sobre su hombro, sonriendo—. Es un chiste. Todos tus besos han sido especiales y entiendo que no tienes la culpa de lo que pasó. Es decir, tu hermano tampoco dijo nada. Diría que disfrutaba hacerse pasar por ti.

—¿No estás enojado? —pregunta en un susurro, temiendo por mi respuesta.

—Diría que sigo en shock —confieso—. Venía para acá a darte una sorpresa y resulté ser yo el sorprendido. Creo que pasará algunos días hasta que pueda hacerme la idea de que tienes un hermano gemelo y no exactamente un robot.

—Jungkook... —El impulso de decirme algo más se le queda a medio trayecto y espero que continúe.

—¿Sí? ­—digo después de algunos segundos.

Inspira profundo y se da media vuelta, quedando entre mis brazos.

—Nada... Solamente quería agradecerte. No solo por tomártelo así de bien, sino por el bonsái. Me gustó mucho.

Me pregunto si hay una razón de más por la que oculta a su hermano. Como sea, no quiero preguntárselo hoy. Deseo sus labios y me animo a acortar el espacio entre nosotros. Saben a fresa e intuyo que se ha vuelto a hacer un batido. Se ha vuelto adicto a ese sabor y yo a él.

—Fue un placer volver a verte, Jungkook —agrega Taehwan a nuestras espaldas. Mira a Taehyung y avisa que vendrá mañana otra vez mientras entra a su auto: un deportivo plateado tan sofisticado como él.

Entonces, caigo en la cuenta de que Taehyung tiene el brazo alrededor de mi cintura, apretándome contra él casi con posesión. Aunque parezcan llevarse bien, me parece que hay algo más en el fondo de esa relación.

Bạn đang đọc truyện trên: Truyen247.Pro