Me siento terriblemente nervioso, tanto que no puedo mirar a Taehyung, muchos menos hablarle. Quiero agradecerle y las palabras sencillamente no salen, se amontonan en mi garganta y nada más.

—Jisung, ¿puedes conducir de vuelta a casa?

Giro en dirección a Taehyung. Sus ojos están fijos en el camino y sus manos se cruzan sobre su regazo.

—¿Llevará al joven a su casa?

—¿No es obvio? —responde con cierta burla.

El hombre sonríe y mis manos se enganchan, encontrando valor para hablar.

—Tengo que llegar temprano a casa. ¿Podría dejarme por aquí? —comunico amablemente.

—Déjame llevarte a mi casa e invitarte a almorzar. O si quieres podemos ir a un restaurante, conozco varios.

Me siento incómodo, más porque él sigue siendo un extraño empecinado en ser mi mejor amigo, como si estrechar esa relación fuera así de sencillo.

—Por favor, déjeme aquí —le indico al conductor.

Comienzo a sentirme mareado, el auto se detiene y suspiro antes de salir, solo murmurando un "gracias", que estoy seguro apenas y fue audible.

—¿Jungkook?

Me detengo y me giro. La mirada de Taehyung se estrecha y noto la cercanía entre nuestros cuerpos. Él ha parado en seco, lo que da lugar a que nos rocemos, así que doy un paso atrás, mientras él permanece estático.

—Te agradezco, de cierta manera. Pero te dije que no llamaras la atención e hiciste todo eso, tú... —tomo aire y se me tensa la mandíbula—. ¡Eres un desconocido! No puedes forzarme a ser tu amigo.

Siento mi garganta doler y mi pecho hincharse de desesperación. Taehyung me mira fijamente, pero no dice nada, así que me doy la vuelta, dispuesto a volver a casa y olvidar este desastre.

En la tarde, nuevamente mi celular suena. Varios mensajes han llegado.

TAEHYUNG:

Lamento mucho lo sucedido. No dije nada porque realmente me sorprendiste y me dejaste sin palabras, y no te detuve porque no quería empeorar las cosas.

¿Me perdonas?

En serio lo siento mucho.

No puedo evitar sonreír, en vez de leerlo como una persona enojada, lo leo como si un niño estuviera escribiéndome.

Antes de contestarle, me dirijo al otro chat. Es un número desconocido y debe ser el mismo de la otra vez por su peculiar forma de iniciar un mensaje.

Solo un idiota evitaría mis mensajes. ¿Lo eres?

En serio, aléjate de él.

A veces siento que esta persona puede estar equivocándose de número, porque actualmente no creo interesarle alguien como para recibir este tipo de mensajes.

Sin embargo, una vez más elimino el texto y vuelvo al chat de Taehyung, releyéndolo esta vez y con la disposición de contestar.

JUNGKOOK:

Está bien, te perdono. Deja de comportarte como un niño

Su mensaje llega rápidamente.

TAEHYUNG:

Creí que no me contestarías, ya había pedido una caja de pañuelos. ¡Gracias, gracias!

¿Podemos ir a tomar algo mañana? No iré a tu escuela, ¿puedo esperarte en tu casa? (Afuera para que no te enojes).

¿De verdad tiene 20 años?

JUNGKOOK:

Está bien, pero no hagas mucho alboroto

TAEHYUNG:

No lo haré, te lo prometo ♡