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Beomgyu despertó con los fuertes brazos de su mejor amigo rodeando su cintura.
Su cuerpo se sentía caliente, pues aunque estuviera helando afuera en ese momento apresado al cuerpo de Taehyun y con las sábanas encima ya estaba sudando un poco. Intentó moverse un poco, pero sus brazos eran duros como roca, así que empezó a retorcerse buscando poder salir.
Taehyun emitió un sonido parecido a un gruñido.
—¿Beomgyu? ¿Por qué te estás retorciendo como gusanito?
—Me estás agarrando muy fuerte, imbecil.—En ese momento Taehyun se dio cuenta de que era verdad. Estaban haciendo cucharita, él era la cuchara más grande y Beomgyu la más pequeña, a pesar de que tenían la misma altura.
Bueno, es que el físico de Taehyun era considerablemente más grande, pero estaba asfixiando a su amigo.
Taehyun río.
—Eres como un peluchito, me gusta abrazarte.—Dijo atrayéndolo incluso más, hasta pegar su espalda a su pecho.—Mmm, que cómodo.
—Ahg, no te me estés pegando.—Beomgyu lo pateo desde atrás intentando liberarse.—¡Taehyun!—El seguía riendo.
—Ya, ya.
Por fin lo soltó y Beomgyu pudo levantarse.
La noche anterior Taehyun le había prestado algo de ropa, la cual le quedaba un poco suelta pero eran casi la misma talla. Beomgyu se había quedó en ropa interior y una camiseta negra. No le importaba estar así con Taehyun, hasta desnudos se habían visto un par de veces.
—Tengo hambre, ¿tienes algo en tu cocina para preparar que tenga algo de sabor?—Preguntó Beomgyu.
Taehyun siempre tenía comida saludable en su alacena, pero no era del agrado de Beomgyu.
—La avena tiene sabor.—Respondió Taehyun desde la cama estirando sus brazos.
—Hablo en serio.
—Yo también, hablamos de esto, debes comer carbohidratos saludables.—Beomgyu rodó los ojos.
En primer año de universidad cuando conoció a Taehyun y supo que estaba estudiando la carrera de nutrición, le pidió el gran favor de que le ayudara a bajar de peso. Por supuesto su amigo se asustó, era un estudiante de primer año de nutrición, no un nutricionista recibido. Sin embargo, siempre le había apasionado el estilo de vida saludable y ya estaba cursando la tecnicatura en preparación física, la cual solo duraba un año.
Beomgyu le fue sincero, no quería tener que sentarse y recibir dietas de un extraño, tampoco estaba buscando un cambio tan drástico, solo quería comenzar a alimentarse mejor.
Lo primero que hizo Taehyun fue establecer para su amigo un régimen de 3 comidas y 2 snacks saludables al día, controlaba los litros de agua al día y -lo que más le dolía a Beomgyu- le había prohibido estrictamente la comida chatarra y los dulces.
También lo llevaba consigo a trotar todas las mañanas, cosa que Beomgyu al principio odiaba, pero luego le había terminado gustando. Taehyun logró que empezará a frecuentar el gimnasio y se había vuelto su entrenador personal.
No fue fácil, pero Beomgyu había cambiado su estilo de vida. Aún amaba el helado y las hamburguesas de McDonalds, pero no eran algo que comiera todos los días de la semana.
Por fin estaba bien con su cuerpo, o al menos la mayoría del tiempo se sentía satisfecho con el. No era una delgado como Miyeon, pero sabía que simplemente él no estaba destinado a serlo. Tampoco tenía el abdomen de tabla de chocolate de Taehyun, pero estaba bien con su pancita que todavía se inflaba un poco cuando comía mucho.
Simplemente era él.
Y casi todo se lo debía a su amigo.
—Ya no soy tu paciente, me diste de alta.—Le saco la lengua Beomgyu.
—Ni siquiera tengo mi título aún.
— Con más razón no debería hacerte caso—Taehyun lo miró molesto.—Estoy bromeando, Taehyunnie y sabes que te amo, pero es sábado y necesito desayunar algo como huevos fritos con bacon o voy a morir.
—Tengo bacon de pavo bajo en grasa.—Beomgyu hizo una mueca.
—Supongo que tendrá que servir.
~
El bacon de pavo no estaba mal.
Tuvieron una mañana de sábado tranquila, pero que no duro mucho puesto que Taehyun tenía un turno en la clínica de nutrición donde trabajaba de asistente y Beomgyu tenía una cita con su miseria.
Aún no asimilaba del todo que Soobin hubiese roto con él, cuando llegó a su dormitorio casi sintió el impulso loco de tirar todas y cada una de las cosas que Soobin le había regalado y también las que había dejado allí, pero se contuvo,
Las pertenencias de Soobin las apartó en una caja, seguramente él vendría a buscarlas, y los regalos que tenía de él los puso en una bolsa para tirarlos.
Tal vez la laptop no.
Si, Soobin le había regalado una laptop de último modelo por su cumpleaños. El tipo estaba forrado y no tenía problemas de gastarlo en regalos caros para su novio.
Bueno, ex novio.
Cuando termino de ordenar y de paso hacer una limpieza express -en realidad no estaba nada sucio, su departamento era un solo ambiente con un baño- se dio una ducha y volvió a acostarse en su cama.
Sip, sería un sábado provechoso.
~
Huening Kai no era alguien que a Taehyun le cayera especialmente bien.
No era que el rubio no fuera agradable, pero el hermano de su ex, las cosas eran cuando menos incómodas. Además Huening Kai tenía una forma tan alegre de ser que en realidad lo ponía un poco nervioso, pero Beomgyu congeniaba muy bien con él. Se habían conocido en la fiesta de cumpleaños de Taehyun cuando aún salía con la hermana de Kai y prácticamente habían sido almas gemelas.
Taehyun pensó que Beomgyu aún no le habría contado de su ruptura, y tal vez podría necesitar algo de la energía del flamante rubio.
Así que hizo una llamada durante su hora de almuerzo.
Huening contestó para el tercer timbre.
—¿Hola?
—Huening Kai, es Taehyun.
—Se quien es, pensé que estaba leyendo mal el identificador de llamadas.—Río el rubio.—¿En que puedo ayudarte?
—Es sobre Beomgyu, ¿has hablado con el últimamente?
—¿Beomi?, si, el jueves almorzamos juntos, ¿le pasó algo?—El sabía que ellos mantenían contacto, pero estaba en lo cierto y Huening Kai aún no se había enterado.
—Soobin terminó con él.
—¿¡Que?!—Grito sorprendido del otro lado.—Oh, ese imbecil, voy a cortar su inservible pene con una motosierra.
Taehyun miró incrédulo su celular.
No podía creer que el tipo que comía algodón de azúcar con cervezas estuviera pronunciando esas palabras.
—Si, eh, estoy trabajando, pensé que podías ir a ver cómo estaba.
—Gracias por avisarme, Taehyun, estoy saliendo para su casa.
Y con eso el rubio le cortó.
Huening Kai si era que alguien excéntrico.
~
No fue ni 20 minutos después que Huening Kai estaba tocando frenéticamente la puerta de su castañita (como llamaba cariñosamente a Beomgyu), este no estaba durmiendo, pero tenía los ojos cerrados y estaba muy relajado, tanto que quiso patear el culo de quien estuviera tocando como si le fuera la vida en ello.
—¿Quién...—Dijo de mala gana, pero al abrir la puerta vió al lindo rubio que consideraba uno de sus mejores amigos.
—¡Bebé!—Huening Kai se lanzó a sus brazos de inmediato.—Hyuka está aquí, cuéntame todo.
Beomgyu río un poco, era obvio Taehyun le hubiese contado sobre su ruptura.
Hizo pasar a Kai, él ya conocía perfectamente su casa por lo que se acomodó en la cama de Beomgyu sin más, dejando que este se recostara encima de su estómago mientras le contaba lo que había pasado el día anterior. En realidad aún no se había desahogado del todo, Taehyun era el mejor amigo del mundo, pero a veces era un poco difícil hablar de estas cosas con él. Él probablemente lo sabía, por eso había pensado que necesitaría del rubio.
—Fue extraño.—Comenzó a hablar con las manos de Kai acariciando su cabello.—Él dijo que me quería pero que no estaba funcionando. Dijo que quería más de lo que estaba dispuesto a darle, le pregunté a qué se refería con eso y me pregunto si me casaría con él.—Su amigo dejó escapar un chillido.—No como en "casémonos ahora", más bien me pregunto si veía un futuro con él. No respondí. Después me pregunto si lo amaba, dije que si, pero no estaba seguro realmente.—Beomgyu suspiró.—De cierta forma estoy molesto, no llevábamos ni 7 meses y él me estaba presionando, pero no puedo culparlo del todo por terminar conmigo, Soobin realmente es del tipo que busca una familia, quiere tener hijos y nietos y una casa gigante. Tu me conoces, Kai, ni siquiera puedo comprometerme a salir un fin de semana sin querer cancelar y quedarme a dormir, ¿como iba a comprometer mi vida entera por él en ese momento?
Él seguía acariciando su pelo, mientras la voz de su amigo se volvía débil.
—Si quieren cosas diferentes, es mejor que hayan terminado ahora, bebé.
—Lo sé, pero...—Susurrando admitió.—Lo extraño.—Huening Kai lo atrajo a su pecho y las lágrimas que se había negado a dejar caer antes se hicieron presentes.
—Tranquilo, ya pasará, estoy aquí.—Le decía mientras lo sostenía.
—Además no se que rayos haré con la estupida boda de Miyeon.—Se quejo limpiándose las lágrimas.—Creo que me duele el triple que me haya dejado antes de poder presumirlo a mi familia.
Huening Kai río.
—Puedes conseguir a cualquiera para ser tu cita, los tipos babean por donde pasas.
—No es tan simple.—Gimió Beomgyu.—Soobin era perfecto, jamás encontraré a alguien tan perfecto como él disponible para la próxima semana que esté dispuesto a hacer un viaje aburrisidimo de 4 días para la boda más insulsa del mundo.
Huening Kai se quedó pensando mientras Beomgyu seguía quejándose de lo horrible que sería esa boda; era como si Cruella fuera a casarse con Jafar y fueran a tener mini-villanos malcriados que disfrutarían estirándole el pelo y llorando sin razón.
—¡Lo tengo!—Beomgyu se sobresaltó.
—¿Qué tienes?
—Al tipo perfecto para ti.
—No juegues así conmigo, estoy sensible.—Dijo abultando sus labios.
—No estoy jugando.—Sonrió el rubio.—Es guapísimo, más que Soobin, su familia tiene dinero, casi tanto como la de Soobin, es encantador, educado y alegre...—Hizo una pequeña pausa que intrigó a su amigo.—Y lo mejor, Beomi, estudia medicina, está en último año.
Beomgyu abrió la boca en una perfecta 'O'.
Su padre era doctor.
En este momento ya estaba retirado, pero siempre había esperado que él o tal vez su hermanastra estudiaran la carrera de medicina. Su madrastra también lo había sugerido múltiples veces diciendo que era una carrera de valientes, ningún de ellos se había decidido por esa carrera, ¿pero y si él llevaba a casa un futuro doctor exitoso?
Hasta el palo de escoba sin corazón de Miyeon tendría que cerrar la boca.
—¿Quién?, ¿quién?, ¿quién?—Insistía Beomgyu.
—Calma, calma.—Dijo Kai.—Tu déjamelo a mi.
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