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13

Se supone que los lunes despierta de mal humor, sobre todo después de haber conocido a la futura novia de JongDae y peor aún, de haberlo visto a él frente a frente después de que lo dejó sin darle una explicación.

Pero esa mañana había algo diferente, porque cuando se miró al espejo junto a su cama estaba sonriendo.

Y Joder. Eso era algo nuevo.

En la vida de KyungSoo sonreír no era algo común y mucho menos desde que su primer y único amor lo había dejado cuando él creía que todo iba bien. Sin embargo, esa sonrisa no le parecía extraña y aunque no tiene una explicación exacta para definir el porqué, sabe que se debe mucho al hecho de haber aceptado renunciar a JongDae y a lo que siente por él.

A pesar de tener muchas emociones de las que ocuparse aún, una parte de su ser se sentía libre de la rabia y la decepción, porque, aunque no ha recibido una disculpa de Chen, él ya lo perdonó. Y eso si era terriblemente extraño porque él no suele perdonar.

Pasado unos minutos, dejó de meditar tanto y lavó su cara para luego salir de la habitación.

Eran las diez treinta de la mañana, según su reloj de mesa. ¡Se le había pegado las sabanas! Pensó.

Sus padres ya no estaban en casa seguramente, así que bajó las escaleras para hacer el desayuno para sus tíos, JongIn y SeHun.

SeHun

Su primo SeHun, él fue el causante de que tuviera que darle un beso de buenas noches a JongIn. Porque de no haber estado de pie en la puerta del baño cuando llegaron, eso no hubiese sido necesario, en lo absoluto.

Terminó de bajar las escaleras y caminó hasta la cocina, sorprendiéndose un poco cuando encontró al moreno en la mesa, con una taza de café.

—Yo...uh. Uhm – tartamudeó llamando la atención de un distraído JongIn.

—Buenos días, hyung – dijo JongIn cuando lo vio en la puerta de la cocina.

Hyung, ya estaba acostumbrándose a escuchar salir esa palabra de la perfecta boca del moreno.

Esperen. ¿Qué? ¿Perfecta? ¡No! Sacudió la cabeza.

¡Calmado, KyungSoo! Tú no eres así.

—¿Todo bien, hyung? – preguntó el moreno con preocupación, el pelinegro parecía tener un conflicto interno.

Lo bueno era que JongIn no parecía molesto o distante con él como anoche.

KyungSoo reaccionó de su reprenda interna y lo miró a la cara.

—Sí... –Asintió lentamente dudando de sí mismo – ¡Buenos días!

El moreno dibujó una sonrisa en sus labios y KyungSoo sintió que algo no anda bien, no, definitivamente algo extraño le está pasando porque él no suele sentirse así. ¡No, señor! Justo ahora está recordando la sensación de esa sonrisa sobre sus labios la noche anterior porque ¡Carajo! ¿Por qué JongIn sonreía mientras le besaba?

Tragó pesado y parpadeó tratando de ubicarse en tiempo y espacio. Necesitaba reaccionar.

—He hecho el desayuno para ambos, esperé a que despertaras para comer juntos –dijo señalando la estufa –tus padres se han ido a trabajar y tus tíos salieron hace unos minutos –comentó mientras dejaba su taza de café en la mesa para servir la comida.

—Oh. No debiste molestarte – comentó –y... ¿dónde está SeHun? –preguntó girando su cabeza en busca de la melena castaña de su primo por el lugar.

—Él también ha salido – informó. ¿Qué? ¿Entonces estaban solos? –Por cierto... —el moreno dudó un poco antes de hablar—Sé que es tu primo y todo... pero, de verdad no me agrada mucho, es raro —hizo una mueca.

—Hmm~ pues, yo creo que sospecha algo sobre lo nuestro—confesó el pelinegro.

JongIn lo miró sorprendido y se quedó pensado por leves segundos.

—Ah... es por eso que me besaste anoche antes de irte a dormir –aseguró y el pelinegro no pudo reprimir su sonrojo.

Ladeó la cara para no ser pillado. Y de repente estaba sonriendo de nuevo.

—¿Sabes a dónde fue? – preguntó girando sobre sí mismo para evitar que JongIn lo mirara sonreír. No podía evitarlo, ese gesto lo dominaba.

—Sí, fue a casa de JongDae, escuché claramente cuando este le llamó por teléfono.

La sonrisa de KyungSoo se borró al escuchar el nombre de su ex y ya no era necesario ocultar su cara. JongIn lo miró sobre el hombro mientras terminaba de poner la mesa.

—Hmmm – hizo un gesto de desagrado.

—Siéntate para que desayunes, hyung –dijo mientras él también tomaba asiento.

KyungSoo por primera vez le echó un vistazo a lo que JongIn había preparado. Había en la mesa un tazón de arroz para cada uno, café y rollos de huevo con jamón.

—Se ve delicioso –comentó – gracias.

El moreno contestó con una sonrisa y ambos comenzaron a comer.

—¿Has dormido bien? – preguntó luego de unos segundos y KyungSoo asintió con la cabeza dándole a entender que sí – Yo... tengo algo que decirte –comentó, algo inseguro según la perspectiva del pelinegro.

KyungSoo terminaba de tragar lo que tenía en la boca para responderle al moreno e instarle a continuar cuando escuchó la puerta principal abrirse de golpe y un gritó seguido de este.

—¡¿Kyungsoo?! —el aludido se ahogó escandalosamente por el susto, JongIn se levantó de su asiento preocupado para evitar que su hyung muriera ahogado.

Por suerte no fue para tanto y KyungSoo pudo recobrar la compostura segundos después de toser un par de veces.

JongIn lo miró inquisitivo.

—¿Quién es?

Al pelinegro le tomó solo una fracción de segundo deducir quien era el personaje.

—El virus Byun BaekHyun – musitó para sí mismo con ojos preocupantemente abiertos, pero JongIn logró escucharlo.

—¿El qué? –preguntó el moreno confundido y asustado.

—¡¿KyungSoo?! –Volvió a gritar el personaje con todo el pulmón, esta vez se escuchaba más cerca y el pelinegro se levantó de su asiento para salir del comedor seguido del moreno, al encuentro de su escandaloso amigo –aquí estás Dodo –dijo el castaño cuando lo vio y se le echó a los brazos.

¡Vaya! Tan solo había pasado un fin de semana y ya su mejor amigo iba a buscarlo porque lo echaba de menos.

Se sentía especial.

—Yo también te extrañé, Baek –dijo por cortesía, no era que no lo extrañara, pero tampoco era como que se había estado muriendo sin su mejor amigo, pues lo quiere y todo, pero ¡Vamos! es Baek, el causante de todos su males –pero, ¿Por qué estás aquí el lunes cuando quedaste en hacerlo el jueves? –preguntó confuso.

El aludido se separó del abrazo para mirarlo a la cara. Tenía el ceño fruncido en un gesto de desconcierto.

—No vine porque qué te extraño –mugió golpeando el ego inflado de su amigo mientras se hacía a un lado permitiéndole al más bajito mirar todas las maletas que había en la entrada a la casa – vengo a quedarme por el resto de la semana – sentenció.

—¿Qué? –Preguntó sorprendido y comenzó a negar con la cabeza –no, no puedes...

—No me puedes echar – lloriqueó el castaño al ver la reacción de su mejor amigo.

—Aquí ya hay mucha gente Baek, mis tíos y SeHun est...

—¡Es que tú no lo sabes! – Chilló como interrumpiendo a su amigo mientras se lanzaba dramáticamente sobre el sofá grande del recibidor y el pelinegro entendió que su amigo estaba llorando – ¡He terminado con ChanYeol!

Tanto KyungSoo como JongIn en la sala se quedaron estáticos con la noticia.

—¿Qué? –preguntaron infartadamente al unísono, ¿Qué el ChanBaek ya no era ChanBaek?

—Espera Baek.... – dijo el pelinegro haciéndose lado en el sofá para estar cerca de su moribundo mejor amigo, quien ahora comenzaba a sollozar con la nariz roja y llena de mocos.

Claramente no era la mejor imagen del castaño en miles de años. Incluso justo en ese momento KyungSoo podría sentirse afortunado por decir que lucía tan siquiera un poco mejor que su amigo. Fantasía que nunca pensó cumplir, ya que normalmente se consideraba así mismo un poco feo en comparación con el castaño, pero dado a que la situación era algo "preocupante" prefirió despejar sus ideas estúpidas y ególatras a un lado y ayudar a su demacrado y mocoso amigo.

»¿Qué es lo que pasó? – y el castaño sollozó más alto limpiando sus lágrimas y burbujeantes mocos con el dorso de la mano.

mwon didi e no – balbuceó.

—¿Qué? –preguntó KyungSoo quien había dejado su complejo de interprete en Seúl y por eso no podía traducir los berridos de Baek.

—Que me dijo que no –repitió el castaño de manera más clara.

—Te dijo que no ¿Sobre qué? No entiendo nada... –hablaba el bajito confundido y Baek lo miró enfadado. KyungSoo creyó entenderlo todo –oh por Dios, ¿lo hiciste BaekHyun? Tú, tú, —dudaba en decirlo, ¿se habría atrevido? –¿le pediste matrimonio a ChanYeol?

El moreno, quien estaba bien atento, abrió los ojos sorprendido ante la situación.

BaekHyun asintió.

-Y hasta compré un estúpido anillo, gasté casi cinco millones wones, ¿sabes lo que me costó reunir?, no fue fácil, tuve que rogarle dos días a mi papá –dijo exagerando sus movimientos corporales sobre el sofá.

JongIn miraba algo asustado los berrinches y quejidos del castaño y estaba decidiéndose entre irse a la habitación para darles privacidad a los amigos o quedarse al pendiente de alguna situación que llegara a parecer suicida o que ponga en peligro la vida de su bajito novio falso. Porque si, estaba preocupado por KyungSoo también.

—¿Y dijo que no? –preguntó KyungSoo echándole limón a la herida.

—¿A ti? –soltó echándole la sal JongIn.

El castaño despegó su espalda del sofá para hablar y poder verlos a ambos.

—Si me dijo que no, a mí, a BaekHyun, al que fue el más popular del colegio, el hijo del empresario Byun, el mismo que ha hecho dieta cuatro años y no come chocolate cuando quiere solo para que el muy desgraciado pueda presumir de que tiene un novio apuesto, a mí, que pude haber salido con Choi Siwon de Super Junior la vez fui a visitar a mi amigo SuHo a su casa y me lo encontré en la esquina de la cuadra, y que sin embargo lo eligió a él, con todo y esas orejotas –sollozó decepcionado.

—Pensé que te gustaban sus orejas –comentó KyungSoo y JongIn asintió con la cabeza porque él se sabía la historia de amor del ChanBaek gracias a la parte del Chan que estudia con él en la universidad.

—Es que son tan lindas que... mwonmaischichi –lloriqueó y dejó de entenderse todo lo que decía.

El moreno miraba sorprendido a KyungSoo y este se limitaba a negar como gesto de reprobación ante la injusticia cometida en contra de su mejor amigo.

Todo era realmente deprimente, preocupante, dramático y hasta terrorífico, porque BaekHyun se veía muy feo cuando lloraba.

—De igual manera Baek, ¿proponerle matrimonio? –la voz de la razón que guarda consigo salió a flote sin su consentimiento y se ganó como respuesta un sonoro chillido de su castaño amigo.

—¡Es que tu no lo entiendes!, yo lo amo, y la fiesta de despedida de soltero iba a tener temática Hindú, ya había conseguido quien me alquilara el elefante que me llevaría a la puerta y todo.

KyungSoo suspiró molesto y frustrado. Primero, porque su amigo era tan extremadamente impulsivo, y segundo porque ¿en serio todo el asunto se debía a la bendita fiesta de despedida de solteros? BaekHyun en serio, pero en serio, tenía problemas en la azotea.

—¿No pudiste tan siquiera comentarme lo que planeabas hacer? –Preguntó indignado levantándose del sofá –estas cosas te pasan por impulsivo – recriminó.

—Tú te fuiste de farra con tu novio y me dejaste solo íngrimo y compungido– se defendió.

—No estamos de farra y nosotros no somos novios reales —aclaró sin que viniera al caso y hasta a él mismo su palabras le sonaron raras —Baek, no es pretexto para que no me hayas comentado—continuó despejando su mente de su relación con JongIn –Siempre estás metiendo tus narices en mis asuntos y cuando se trata de los tuyos me haces a un lado

—No te estaba haciendo a un lado, tu ibas hacer el pastel para la despedida y también el de la boda –se defendió –me déjate solo y no había nadie que detuviera mis locuras – dijo. KyungSoo lo miró con el ceño fruncido.

—Solo fueron tres días...

—Suficientes para dejarme cometer una locura –atacó.

Claro, ahora el culpable de toda la desgracia era él.

El pelinegro se llevó la mano a la sien, debía calmarse y meditar un poco. Miró a JongIn que se mantenía de pie en el mismo lugar desde la llegada dramática del castaño.

—¿Puedes buscar unas toallas de papel en mi habitación?, para que se limpie los mocos – le pidió y luego miró a Baek quien sorbió por la nariz al escuchar la palabra que le hace recordar el color verde – y también los ojos, se te corrió todo el delineador, parches un oso panda.

Baek hizo pucheros porque él nunca, pero nunca había tenido el delineado imperfecto.

Todo era culpa de Park Poste.

—Sí, y que suba mis maletas a tu cuarto –complementó y el pelinegro lo miró a la cara por la atrevida decisión –¿Qué? ¿Dónde se supone que voy a dormir hoy? –preguntó.

KyungSoo suspiró derrotado y miró de nuevo hacia JongIn.

—¿Podrías?– preguntó apenado por el abuso. El moreno miró el equipaje en la puerta.

—¿Cuatro maletas? –preguntó. El castaño asintió.

—¿No es mucho equipaje para cinco días? – preguntó el ingenuo y mal vestido KyungSoo.

—¿Mucho?, ¡ja! ¿y preguntas porque tu novio es alquilado

KyungSoo lo asesinó con la mirada. Debió hacer un mal chiste con respecto a porque ChanYeol no aceptó casarse con él, pero la paz con la que había desperado ese día no le dejaba ser malo ni con Baek. Se sentía diferente a otros días.

Suspiró.

—¿Sería mucha molestia? – le preguntó a JongIn nuevamente.

—Claro, ya lo subo –dijo un poco mal encarado el moreno tomando las maletas.

—Cuidado con la color turquesa, lleva maquillaje – gritó Baek ganándose otra mirada fea del moreno.

—Eres muy molesto – refunfuñó KyungSoo a su amigo.

—¿Por qué? ¿acaso estoy arruinando algo? dime Dodo ¿ya están durmiendo juntos o qué? –preguntó un poco más calmado e ilusionado por su amigo mientras aun miraba al moreno subir las escaleras a tropezones con sus cuatro maletas.

—¿Qué?, claro que no –dijo escandalosamente sonrojado el pelinegro.

—Hmmm, qué mal –dijo desanimado, haciendo una mueca.

—¿Qué?

—Nada, eres muy lento KyungSoo, JongIn es muy puesto, yo estaría aprovechando mucho esta semana si fuera yo quien estuviese en tu posición.

KyungSoo no pudo evitar sentirse un poco incómodo. Si incómodo, porque, JongIn y Baek. Baek y JongIn. ¿Qué? Ya va. No. Nada de eso, era imposible, JongIn tiene novia. Así que es imposible. Como lo de ellos.

—Pues, no, porque yo tengo los pies en la tierra, Baek, y estoy muy claro en que esto es falso, fingido –recalcó –él tiene una novia.

—Ajá, claro –dijo distante, sorbiéndose los mocos de nuevo y enfocando lentamente su mirada hacia el suelo.

KyungSoo lo miró, evaluándolo por segundos sin decir nada, cualquier cosa podría detonar el drama nuevamente. Pero no fue suficiente, ya que un puchero se asomó en su rostros y si, allí venía el llanto de nuevo.

KyungSoo supo entonces que sería así todo el día y también la noche.

***


Después de lidiar el resto de la mañana y tarde con un Baek dramático, trágico y tétricamente despechado, pudo hacer que se durmiera para así dedicarse un poco a descansar.

Así que comenzó a bajar las escaleras para buscar a su novio falso, quien lo había ayudado un poco tratando de animar al castaño, pero debido a que había fallado rotundamente, decidió salir a tomar aire y KyungSoo avergonzado por hacerlo presenciar tanto drama, lo había dejado en paz.

Se sorprendió cuando escuchó unos cuantos murmullos que salían de la pequeña biblioteca que estaba al final de la escalera.

Era la voz de JongIn y se escuchaba realmente molesto. No sabía si hacia bien, pero ya era tarde, estaba inclinado sobre el baranda de las escaleras escuchado lo que hablaba el moreno. ¿Era una llamada de su novia?

—Sí, estoy con él, deja de llamarme, no voy a dejarlo, me gusta.

¿Qué? ¿Quién le gusta? esperen ¿dijo Él? ¿Un hombre?

Hubo un silencio y luego volvió a hablar.

—¿Ah... sí?, pues yo te advierto a ti que si le haces algo, no me quedaré de brazos cruzados.

KyungSoo se asustó un poco, no era correcto estar escuchando esa conversación, JongIn estaba hablando de forma modernamente baja, eso quería decir que no quería ser escuchado, se dispuso a subir las escaleras de vuelta a su habitación silenciosamente.

—Entiende de una vez por todas que me gusta este chico y no voy a dejarlo ir.

Escuchó finalmente y si, había escuchado bien, había dicho chico, a JongIn le gusta un chico entonces ¿ese chico... será es él?

KyungSoo sintió que el corazón se le saldría del pecho.

<*>

Hola. 

Gracias por sus comentarios y votos, hay muchas personas lindas y de verdad agradezco que apoyen la historia, por cierto no falta mucho para el final :( (solo para que sepan).

Nos leemos pronto n_n

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