El trabajo se había convertido en su refugio durante las últimas dos semanas.

Había aceptado más pedidos de los que solía aceptar con regularidad, lo que lo llevó a pedir la ayuda, si se le podía decir así, a BaekHyun.

Quien para lo que mayormente sirve es para hacerle la vida un caos, también puede servirle de ayuda a veces y para qué negarlo, tiene un don para trabajar con la masa y el fondant.

Debían decorar tres pasteles para ese día, el primero era para una despedida de solteros, del cual había pedido el mismo BaekHyun hacerse cargo, había comentado que se encargaría del pastel para la despedida de la novia y que para la despedida del novio se encargara uno de sus empleados, ya que él planeaba moldear a los bailarines que iba a tener el pastel.

KyungSoo se había limitado a hornear diferentes pasteles, aquello le ayudaba a despejar mucho su mente de que en tan solo un día estaría tomando sus maletas para ir a la boda de la persona que aún quiere.

-También pudiste haberle pedido ayuda a ChanYeol, así podríamos terminar más rápido – dijo BaekHyun mientras dejaba caer sobre la mesa  una dura masa roja de fondant.

-¡No seas tan rudo con eso! – advirtió el pelinegro – ...y no, no es necesario, solo traería más retrasos.

-¿Y por qué si mi Yeollie es muy productivo? – preguntó casi ofendido el de ojos delineados.

-Porque entonces solo estarían metiéndose mano el uno al otro y perturbando la calma de las personas normales en este recinto, y no prestarías atención al pastel – reprendió el bajito.

- Ay... !Eres un amargado KyungSoo-ah!.

Y si, él lo sabía, era un amargado, pero tenía sus razones, muchas razones, una de esas era que la vida se burlaba de él definitivamente. Una prueba eran los tres pasteles que debía entregar ese mismo día, los de la despedida de solteros, un pastel inmenso para una boda y el pastel que aquel rubio había ordenado para pedirle matrimonio a su novio. Sin contar que ya había entregado varios hacia tan solo unas horas, relacionados con el amor y esas cosas.

Se estaba preguntando a sí mismo cuándo sería que mandaría a hacer un pastel con todas sus exigencias para el día de su boda. Claro que nunca. Era consciente de que no podría casarse. Y menos viajar como lo había planeado el chico del paste con tema de ballet. El cual por cierto no había comenzado a decorar.

Su celular comenzó a sonar, sacándolo de su amargo ensimismamiento, intentó ignorarlo como lo había hecho durante días. Y es que no había dejado de recibir llamadas de sus familiares, incluyendo a sus primos para saber si de verdad iría a la boda de JongDae, no sabía cómo era que casi toda la familia sabía sobre ellos, si siempre lo habían escondido muy bien, a los únicos a los que no pudo, ni quiso ocultarlo, fue a sus mismos padres, pues, pese a las peticiones de JongDae de no hacerlo, lo hizo, ganándose el respeto de estos por ser honestos con ellos.

El celular volvió a sonar y él intentó dejarlo de nuevo

-!Atiende esa maldita cosa... por lo que más quieres! – explotó el castaño frente a él en la mesa donde preparaban los pasteles.

KyungSoo  reaccionó y miró la pantalla del celular.

-¡No conozco el número! – anunció.

-¡Dame eso! – BaekHyun se lo quitó, mejor dicho le arrancó de las manos el celular.

-¿Qué haces?...

-¡Espera! – dijo el castaño cortándolo.

Tecleó un par de cosas en el celular del bajito y luego se lo devolvió.

-¡Listo!

-¿Listo qué?

Y el celular volvió a sonar, esta vez en las manos de KyungSoo y este pudo leer el nombre de quien llamaba.

"Mi moreno

-¿Mi... moreno?... Pero...

-Es Kim JongIn, contesta– dijo BaekHyun y KyungSoo viró los ojos – solo atiende.

-¡¿Hola?!

-¡Hola!, por fin me comunico, he llamado unas cinco veces.

-¿Qué quieres?

-Pues... nada solo saber de mi novio–  KyungSoo escuchó una risa tras esa ultima palabra. 

-En serio, JongIn, estoy ocupado – le respondió con intenciones de córtalo.

- No cuelgues, lo sé, lo siento, era broma, es solo que es estoy haciendo mi maleta justo ahora... 

KyungSoo no pudo evitar volver a recordar que justo mañana en la tarde estaría partiendo hacia la provincia en la cual creció para luego en una semana ser testigo del matricidio su ex novio.

-¿Ajám...?

-Me gustaría saber ¿Qué hay de divertido allá?, jamás el ido a Gyeonggi, ¿es frío, caliente? Me gustaría saber qué tipo de ropa dedo empacar.

KyungSoo se golpeó mentalmente.

¿Acaso creía que iban de vacaciones?

-Eso es lo de menos JongIn, pero bueno de clima fresco y no es tan diferente de aquí, hay un parque cerca de casa... – comentó pensando en algo más, y escuchó un pequeño y decepcionado quejido por el otro lado de la línea, seguramente le sonaba aburrido.

-Entonces, solo llevaré ropa casual y...

-Tal vez podamos ir a un centro comercial, o algo – dijo KyungSoo ganándose una mirada de sorpresa por parte de BaekHyun quien se mantenía atento a lo que hablaba el pelinegro.

-¿Seguro?

-¡Seguro!, ahora déjame trabajar – pidió.

-Bien... eh... ¿KyungSoo?

-¿Sí? – respondió el bajito.

Se hizo silenciero por un tiempo incomodo hasta que el moreno respondió.

-No... ¡nada!, te veo mañana.

-¡Te veo mañana!- afirmó el pelinegro cortando la llamada.

-Pero miren al par de tórtolos llamándose para acordar los planes finales de su viaje por una semana – fastidió BaekHyun.

-No jodas, Baek, ¿le has dado mi número? – preguntó enviándole su mirada fea número 23 al castaño.

-Sí, ¡lo he hecho!

-¿Por qué?

-Pues, porque ustedes son novios...

-No, espera allí, lo pronunciaste mal, es novios – dijo mientras hacia comillas en el aire sobre la palabra.

-En fin, es lógico que los que son novios – BeakHyun copió a KyungSoo – tengan el número del otro grabado en el celular ¿no?

-¿Y eso de mi moreno?

-Bueno que quieres que coloque ¿Cuchurrumin o mi Puchi Puchi?

-Pues... no sé

-Ya no seas amargado...

-Me pregunto cómo tienes grabado el número de celular de ChanYeol en tu teléfono – el castaño selló sus labios como acto reflejo, sus mejillas se tornaron coloradas.

-¡Es un secreto!

-Uno sucio, seguramente, pero, tranquilo, algún día lo sabré y será mejor que mantengas ese aparato bajo llave Byun – amenazó el de ojos grandes.

-¡Yah!... y ¿cómo es eso que llevarás a JongIn al centro comercial?, siempre has dicho los odias – dijo cambiando el tema y haciéndole una especie de berrinche. 

-Los odio y todo esta situación también, es tan molesta, al igual que tú – se quejó, prestando atención a su trabajo.

-¿Ah sí?, - inquieró BaekHyun sin apartar la mirada de él - a mí no me parece que la odies tanto, haces plantes con JongIn, como si fueran cercanos.

-Pues, bien, no lo odio a él, pero tampoco me agrada mucho, es solo que no puedo dejar que se aburra toda una semana mientras pretende ser mi novio... además, no planeo pasar todo los días en casa de mi padres, sería una locura con todas sus preguntas y sus cosas – aclaró el pelinegro - Nunca creé decir esto, pero, sería bueno si vienes con nosotros - finalizó.

Baek asintió y luego se quejó.

- Aish... ese idiota ¿por qué no me invitó a su boda?, ah... pero te juro que me colaré- declaró haciendo que el animo de KyungSoo se mejorara un poco.

-¿Como una sasaeng?

-Como una sasaeng, prometo ir y estar allí Dodo, para lo que sea – dijo el castaño y KyungSoo asintió, sabía que así sería.

-!Bien!, basta de platica y a trabajar, que para eso te pago.

-¿Qué? pero, si tú no me pagas...-  se quejó su mejor amigo. KyungSoo se mofó de él.

***

El tiempo se había pasado rápido, muy rápido diría KyungSoo, pese a que había puesto toda su atención en la decoración de aquellos pasteles y con la ayuda de todos sus empleados y la de su mejor amigo aún faltaba por terminar el tercer pastel del día.

Su cliente no tardaría en llegar y KyungSoo estaba que echaba humo por la orejas, no paraba de regañar y gritar.

Había estado así desde que la cliente anterior había tenido una discusión con BaekHyun porque no le gustaron las bailarinas 'garotas' que este había decidido colocar en el pastel para el futuro novio, el cual terminó decorando después de haber dicho que no lo haría, por el simple hecho de haberse entusiasmando con la fiesta de despedida de solteros, lo que le hizo entrar en la idea loca de también pedirle a ChanYeol que se casara con él, solo para hacer una fiesta, claro que KyungSoo no daba crédito a las ideas demenciales de su amigo, pero este, en su fantasía había colocado algo que la mujer no había solicitado o peor aún no permitía que tuviera el pastel de despedida para su futuro esposo, porque, esas mujeres andan medio desnudas.

Y algo que KyungSoo llevaba muy mal era el hecho de que un cliente se le quejara, para eso se esforzaba mucho en siempre hacer lo mejor y solo lo mejor, pero dado al corto tiempo con el que contaba, él mismo no podía encargarse.

Ahora solo falta la figura que iría en el pastel del rubio que tenía en mismo nombre que la novia de JongIn. El que llevaría el tema de ballet.

KyungSoo le había pedido a BaekHyun que se encargara del moldear con chocolate y fondant, la figura para aquel pastel mientras él cortaba y daba forma al bizcocho y la base, no era un pastel muy grande pero si llevaba su tiempo y KyungSoo quería que este en especial quedara perfecto, pues recordaba el entusiasmo de aquel chico cuando le contaba que sería para la persona que quería. De verdad y muy sinceramente esperaba que todo le saliera muy bien.

-Deja de mirarme así- le recriminó el castaño.

KyungSoo tenía la mirada clavada en las manos de su mejor amigo, aún mientras él mismo estaba cortando el bizcocho de chocolate.

-Sólo me cercioro de que sea un bailarín de ballet y no cabaret o de danza brasileña – dijo casi siseando el pelinegro.

-¡Ya!, ¿vale?, no haré algo diferente esta vez – prometió y KyungSoo por amor a sus sanos nervios decidió creerle.

El pastel tendría la figura de un bailarín de ballet con todo y mallas con una pierna y ambas manos extendidas en posición Arabesque. Y a decir verdad la figura que estaba moldeando BaekHyun era muy bonita, él por tener manos delicadas y finas tenía la precisión para darle realismo a los detalles que necesitaba la masa o el chocolate.

Ambos terminaron de hacer su trabajo y unieron sus piezas para finalizar el pedido, no sin antes hundir los dedos en lo que había quedado del chocolate en un envase.

-¡Yah!... déjame comerlo, tú estás aquí todos los días, yo solo vengo de vez en mes – se quejó el castaño cuando KyungSoo intentó tomar con los dedos algo más del chocolate.

-!Está bien!, comételo tu solo, y engorda solo, luego no me pidas ir al gimnasio contigo porque es un completo ¡no! - dijo con la sola intención de molestarlo.

-Pues, no me importa, nadie me separará de este envase plástico hasta que ya no quede nada – advirtió el castaño.

Y KyungSoo se carcajeo, él no era el que tenía un problema con el chocolate y el dulce, era BaekHyun.

Salió de la cocina quintándose su manchado delantal, hacía el recibidor del negocio, ya eran las cinco y veinte minutos y su cliente no había llegado aún.

Seguro se había retrasado transitando en las calles de Seúl a esa hora.

Iba a tomar asiento cuando una rubia cabellera hizo entrada a su negocio haciendo sonar las campanillas de viento que cuelgan de la puerta.

-!Lamento la demora!- se disculpó el chico rubio y apuesto con una linda sonrisa en la cara.

-!No hay problema! – dijo con una sonrisa KyungSoo, era su cliente - ¿mucho tránsito? - inquiero siendo amable.

-La verdad es que no, solo se me hizo tarde... – confesó el rubio.

-¡Oh!, bueno, iré por el pastel dame un segundo – dijo el pelinegro que se giró para ir en busca del mismo.

Salió de la cocina pocos segundos después en compañía de un BaekHyun con la cara embarrada de chocolate y crema pastelera, el rubio frente a ellos reprimió una risilla lo que hizo que BaekHyun se sintiera ligeramente apenado y limpiara su cara con la manga de la camisa sin soltar el pastel.

-¡Oh Dios!... está hermoso, lo amará.

-¿Te gusta?- preguntó KyungSoo al rubio.

-Si, es mejor de lo que imaginé... wow... de verdad que no pensé que sería tan hermoso, tienes un talento increíble – halagó si dejar de mirar el pastel.

-¡Gracias!, pero la verdad es que él me ayudó mucho- dijo señalando al castaño tras de él.

-Entonces, ambos lo tienen– afirmó el rubio con los ojos brillantes.

-Te deseo lo mejor para esta ocasión – dijo el pelinegro muy sinceramente haciendo un saludo cortes.

-¡Oh!... eso, bueno – comenzó a decir el rubio y KyungSoo puso mucha atención- ... es que no pude esperarme, así que le he hecho la pregunta esta mañana.

-¡Uh!... ¿en serio?

-¡Sí! – confirmó el chico

-¿Y... cómo te... fue? – preguntó tímidamente KyungSoo sabiendo que era todo un entrometido pero simplemente no se podía aguantar la curiosidad, aquello no era algo que se viera todos los días.

-Ha dicho que si – la cara del rubio al decirlo fue la cosa más bonita que ambos jóvenes había visto, era muy apuesto sí, pero no tenía nada que ver con eso, lo que denotaba aquella cara era felicidad.

BaekHyun quien se sabía todo el chisme gracias a KyungSoo, aplaudió con entusiasmo en cuanto lo escuchó decir aquello, pues ya había estado fantaseando con hacer lo mismo con ChanYeol.

KyungSoo ensanchó alegremente su sonrisa acorazonada.

-¡Eso es genial!– dijo el pelinegro.

-Así es, pero ahora el pastel será para la celebración, esta misma noche se lo contaremos a nuestros amigos, así que sé que a todos le encantará el pastel, muchas gracias por su gran trabajo – dijo con educación el chico llamado TaeMin.

-Fue un placer – atropelló Baek antes de que KyungSoo pudiera hablar.

-De seguro volveré a este lugar – dijo tomando el pastel en sus manos.

-Eso espero... – dijo aun sonriendo KyungSoo.

Su cliente se había ido feliz con su trabajo y eso siempre era gratificante.

En el fondo estaba realmente feliz de que aquella idea loca que había tenido el atrevido rubio hubiese salido bien, le ofrecía cierta esperanza, incluso estando en situaciones románticas difíciles como en la que estaba en ese momento. Y en la que sin ser cociente, se estaba metiendo.

<*>

 Hola...

Quiero agradecerles también el apoyo, por votar y comentar y ya no fastidio más.

Solo les informo  que se viene el drama, pero trataré de no hacerlo muy tedioso.

Bueno.... Nos leemos.