Aquella tarde se había convertido en el día menos esperado para KyungSoo; él no sabía qué día sucedería, pero estaba seguro de que desde la partida de su exnovio, algún día recibiría aquella noticia.

El chico de ojos grandes y expresivos estrujaba en sus manos el sobre color champaña envuelto en un lazo de tela azul turquesa, era la invitación a la boda del 'amor de su vida'.

JongDae lo había dejado hacían tan solo siete meses, siete meses que habían convertido la vida de KyungSoo en un verdadero cuesta arriba.

Sus ojos, sin su consentimiento, estaban cristalizados, en su pecho sentía un tremendo dolor, pero se juró a sí mismo no derramar una lágrima, porque Kim JongDae no las merecía, no merecía nada de él desde el momento que lo dejó aquella tarde sin dar explicaciones después de tres años de relación, no merecía nada de él ahora que entendía que todo había sido solamente un juego.

¿Cómo podía casarse ahora con una mujer? ¿Quién es era esa Im Yoon Ah? ¿Era JongDae Bisexual o simplemente él había sido su juguete durante tres años?

Se maldijo así mismo por sentir lo que sentía en ese momento; jamás pensó que JongDae saldría con algo parecido, siempre pensó que si lo dejaría sería para irse a los brazos de su mejor amigo, MinSeok, que aunque ninguno de ellos lo aceptara, KyungSoo sabía que MinSeok está secretamente enamorado de su exnovio.

Estrujó la invitación en sus manos una vez más y la dejó caer en la mesa del comedor. No quería llorar y no iba a hacerlo, debía buscar la manera de dejar salir toda aquella frustración, impotencia, rabia y aunque no lo aceptara, dolor.

Tomó el celular en sus manos y marcó el número de su mejor amigo con las manos temblorosas por la ansiedad y sorbiendo por su nariz para que la voz no se quebrara.

—¿Hola? —respondieron la llamada al segundo tono.

—¡Hola!

—¿Todo bien, KyungSoo-Ah?

—Hyung..., ¿puedes venir a mi casa? —cuestionó a modo se suplica.

—¿Hyung...? ¿Todo está bien, Kyunggie? —preguntó el de la otra línea con un deje de preocupación.

—¡Sí! —afirmó con fingida calma —, o no, no lo sé, BaekHyun, solamente quiero que vengas a mi casa, ahora —respondió ya al borde de la histeria el joven de cabello negro.

—En diez minutos estoy allá —afirmó el chico al otro lado de la línea, finalizando la llamada.

KyungSoo tomó asiento en el recibidor para esperar a su mejor amigo. Esa tarde había decidido no ir a trabajar debido a una migraña de esas que solía tener cuando no dormía bien en varios días. Y es que, aunque el pelinegro no lo aceptara, desde que JongDae lo había abandonado, no lograba conciliar muy bien el sueño. Extrañaba aquel cuerpo a un lado de su cama todas las noches, escuchar la respiración pesada o el siempre susurro de las buenas noches antes de dormir que el mayor le daba cada noche.

Las lágrimas picaron en sus grandes y expresivos ojos una vez más, amenazando con salir, pero Do KyungSoo las retuvo en cuanto miró el auto de BaekHyun estacionarse en su patio y luego a este salir del mismo con extrema rapidez.

—¿¡KyungSoo-ah!? —gritó de manera escandalosa su amigo una vez que abrió la puerta de la casa con toda confianza, asomando su cabeza de cabellos castaño claro.  De no haberlo visto llegar de seguro, a KyungSoo le daba un paro cardíaco debido al alboroto.

—¡Aquí estoy! —dijo con voz serena desde una esquina del recibidor. El castaño giró su rostro con preocupación hacia donde estaba el menor.

—¡Nunca me llamas Hyung! —afirmó —, cuando lo haces es porque algo malo está pasando, ¿algo malo está pasando? —inquirió con angustia cuando alcanzó sentarse en el sofá junto a él.

KyungSoo sonrió quedamente, la preocupación de su amigo le demostraba lo mucho que este lo quería, y justo en ese momento necesitaba de alguien que lo quisiese y que también lo escuchara; desafortunadamente no vivía cerca de su familia, y esta tampoco sería de mucha ayuda en ese momento.

—Míralo por ti mismo —dijo soltando el sobre champaña de lazo turquesa en el regazo de este. BaekHyun frunció el ceño y de inmediato lo leyó.

—¡Oh...! Ese hijo de...

—¡Baek! —reprendió KyungSoo antes de que finalizara el insulto.

—¡Yo lo mato! —Amedrentó sin poder contenerse —¿Cómo se lo ocurre invitarte a su boda? ¿Está demente o qué? ChanYeol me llega a invitar a su boda con alguien más en un futuro y te juro que voy, pero a castrarlo por...

—¡Baek! —Volvió a reprender el menor y el castaño se quedó callado. El pelinegro miraba esta vez por la ventana y BaekHyun pudo notar que su mejor amigo no estaba del todo bien, aquella era obviamente una noticia que lo afectaba —En cierto modo tiene lógica que me invitara —El menor retomó la palabra —, sus padres son muy amigos de los míos. Además, ellos jamás supieron de lo nuestro, JongDae nunca les dijo que salía con un chico, y menos que ese chico era yo...

—KyungSoo-ah...—El castaño llamó con nostalgia — ¿Tú, aún...?

—Creo que sí —contestó sabiendo lo que su mejor amigo le estaba preguntando —Maldita sea, sí. Aún lo quiero, y no sé qué voy a hacer Baek, solamente han pasado seis o siete meses, ¿Cómo olvidar una vida de amistad y tres años de noviazgo con alguien en solo seis meses? — inquirió exasperado. Jamás se sintió listo para afrontar una situación como esa.

JongDae había sido su primera relación seria, la primera y la única persona a la que había amado con sinceridad y con quien había compartido los mejores recuerdos desde niños. Había sido siempre su mejor amigo y su único amor.

—Pues... pregúntaselo a JongDae, ese imbécil logró hacerlo al parecer —Soltó BaekHyun y luego se arrepintió de haber hablado —KyungSoo yo... —Intentó arreglarlo cuando miró los grandes ojos de su amigo llenarse de lágrimas, hizo ademán de acercarse al chico, pero este lo detuvo.

—¡No! Yo no estoy llorando, no lo hago, esto tenía que pasar, yo... yo lo esperaba, siempre supe desde que terminamos, que algo así pasaría. Y no voy a llorar Baek, no por JongDae.

Ambos guardaron silencio por cortos minutos. Hasta que el castaño lo rompió.

—¿Irás a la boda? —cuestionó mirando la invitación de color claro entre sus manos.

—Aún no lo sé.

***

KyungSoo se encontraba en su pastelería. Había pensado mucho y había terminado decidiendo que su vida iba a continuar pese a la boda de la única persona de la que estuvo enamorado toda su vida.

Sin embargo, en su cabeza aún rondaba la idea que la boda de JongDae. ¿Sería que de verdad se había enamorado de una mujer?, o tal vez, podría deberse a una simple tapadera para su homosexualidad, ya que eso era algo con lo que su él siempre había luchado, porque sus padres nunca aceptarían su inclinación sexual por las buenas.

Por esa parte, KyungSoo siempre tuvo la suerte de que sus padres aceptaran su sexualidad, e incluso fueran cómplices de la relación secreta entre JongDae y él durante mucho tiempo. Es por eso que estaba cuestionando muy seriamente si el ir a la boda sería prudente. Nada bueno podría salir de ellos juntos en el mismo lugar luego de todo lo que pasaron.

Además, JongDae no solo lo había dejado una tarde después de estar juntos, sino que ni siquiera le dio explicaciones, lo que aumentaba sus ganas de golpearlo en la cara huesuda que tiene.

El odio estaba creciendo en su interior, pero eso era algo que no quería sentir, porque para él, odiar a alguien era casi igual que amarlo, eso significaba que esa persona había calado lo suficiente en su ser como para despertar ese sentimiento.

—¿Debería vengarme? —Se planteó a sí mismo mientras dejaba derramar el chocolate blanco sobre una de las tartas que estaba preparando.

—Espero que eso de vengarse tenga que ver con lo que creo que tiene que ver —dijo una chillona voz sorprendiéndolo y causando que el chocolate cayera sobre la mesa por el sobresalto.

—¿¡Baek!? ¿Qué haces aquí? —preguntó abriendo sus ojos negros como un búho, puesto que verlo allí no era común.

A su mejor amigo no le gustaba ir a su pastelería, alegaba que estaba rodeado de tentación en aquel lugar lleno de chocolates, pasteles y dulces, y que él tenía una figura que cuidar, pues a su novio ChanYeol no le iban los gorditos.

—Vine a visitar al rey del chocolate, ¿no puedo? —preguntó como si lo que dijo KyungSoo le hubiese ofendido.

—¡No!, digo, no es eso, me refiero a que jamás vienes aquí —comentó mientras miraba como el castaño se acercaba y hundía el dedo índice en el recipiente de chocolate blanco que tenía en la mano y luego se lo llevaba a la boca, acto que él mismo copió.

—¡Amo el chocolate blanco! —aseguró BaekHyun extasiado —¿Tú, no? — preguntó sonriendo.

—Sí, bueno, prefiero el chocolate oscuro, pero ya sabes, chocolate es chocolate.

—Ahm..., hablando de chocolate... ya recordé a lo que vine —exclamó BaekHyun— ¿Irás o no a la boda de JongDae? —preguntó y KyungSoo puso los ojos en blanco al escucharlo. Además, ¿qué tenía que ver el chocolate con esa boda?

—Pues...

—La respuesta es sí, ¡sí irás! — afirmó el mayor con un entusiasmo sobreactuado.

—¿Ah, sí? —preguntó ligeramente divertido, aunque por dentro estaba entrando en pánico, parecía que BaekHyun tenía un plan y eso no resultaba ser bueno para él.

—Sí, e irás con tu novio —anunció haciendo con sus dedos pequeños destellos imaginarios — Así el idiota ese se retuerce de celos y dolor cuando te vea feliz con otro y haciendo tu vida sin él —agregó y KyungSoo lo miró incrédulo por varios segundos.

Para empezar, no era feliz, y para terminar, no había ningún otro con quien serlo.

—¿Si recuerdas que no tengo ningún novio, verdad? —KyungSoo blanqueó los ojos con fastidio. A veces le daba la impresión de que su amigo se burlaba de él y su soltería.

—Eso es lo que JongDae no sabe, ¿Cuándo es que es la boda esa? —preguntó haciendo un movimiento despectivo con sus manos.

—En menos de un mes, creo —respondió el pelinegro —¿Qué estás inventado, Byun BaekHyun? No quiero...

—ChanYeol tiene un amigo —Le interrumpió el castaño.

—¡Oh! ¡Por Dios! —exclamó KyungSoo con fastidio, dejando el envase con chocolate a un lado del pastel para caminar hasta una de las despensas de la amplia cocina de su negocio, como un gesto de negación hacia las próximas palabras de Baek.

—¡Escúchame!... estaba pensando... —comenzó a explicar el mayor —, es realmente tétrico que vayas a la boda de tu ex, solo. Tampoco es una opción que no vayas, ya que la idea es enfrentar esto. Además, no queremos que pienses que no asistirás porque aún lo amas...

—Aún lo... —KyungSoo reaccionó por inercia —, bueno, aún siento algo por él —comentó con tono avergonzado.

—Exacto, pero él no tiene por qué saberlo, ¿o sí? —KyungSoo lo miró con los ojos entrecerrados — ayer le propuse a ChanYeol que te acompañará y fingiera ser tu novio, pero recordé que él y JongDae se llegaron a conocer, entonces, obvio descarte esa idea... Además, nadie creería que ChanYeol me dejó por ti —Bromeó y KyungSoo lo miró feo.

—¡Al grano, Byun!— soltó el pelinegro, la mente de su amigo era todo un mundo extraño en el que él siempre figuraba como un títere, no le gustaba para nada cuando este ideaba planes que lo involucraran.

—¡Alquilaremos un novio para ti! —Y KyungSoo murió de la risa. Fin.

—¿Alquilar? —Volvió a reír con fuerza, y es que la sola idea le parecía el plan más desfachatado de su mejor amigo, y este sí que había tenido planes locos anteriormente.

—Yah... ¿Qué es tan gracioso? —BaekHyun lo golpeó en el brazo. No le gustaba que se burlaran de sus grandes e ingeniosos planes maestros.

—¿Acaso te golpeaste y  perdiste el tornillo que te faltaba perder, Baek? —preguntó con burla mientras toqueteaba la frente y el cabello de su amigo para cerciorarse. De seguro podría encontrar algún hematoma. 

—Yah... estoy hablando muy en serio —amenazó —. ChanYeol tiene un amigo, bueno algo así, van juntos a la universidad, es un chico nuevo en la ciudad... él está algo corto de dinero...

—Ajám... —KyungSoo lo estaba escuchando atentamente. No era que estuviera aceptando la idea loca de su amigo, nada de eso, era más bien curiosidad por saber hasta dónde llegaba aquel plan y hasta qué punto terminaría jodido él.

»... él normalmente suele bailar en eventos y concursos como parte de entretenimiento, pero debido a las clases no tiene tiempo, además no es como que gane mucho bailando, no es un gigoló o algo así... creo — KyungSoo frunció los labios pensando. No le gustaba lo que estaba escuchando.

—¡BaekHyun!, no me gusta a dónde va esto, yo no quiero... —Intentó hablar, pero el castaño lo interrumpió.

—Lo estarías ayudando, y él te estaría ayudando a ti —Buscó persuadirlo.

—¿De qué hablas? 

—El chico necesita el dinero, la universidad es costosa y él, pues, vive solo o eso escuché de ChanYeol. Lo cierto es que no tiene a nadie que lo ayude a pagar la universidad y bueno tú y yo necesitamos que JongDae se muera y retuerza de celos, por idiota. Recuerda lo que hablabas hace un rato sobre vengarte —concluyó.

KyungSoo frunció el ceño, aquello era una estupidez, él no quería vengarse de nadie, menos con un plan tan tonto como ese.

—Pues... no sé... yo...

—Sí, sí sabes, le llamaré y haré una cita hoy mismo con él —Sentenció el castaño.

—BaekHyun, no es tan fácil, tu idea es muy apresurada, no es como que llegue a la fiesta de la boda y diga este es mi novio, lo conocí ayer y pues hoy vino conmigo —. Planteó haciendo que BaekHyun reflexionara un poco.

—Tienes razón, KyungSoo —consintió —, pero, si te fijas, aún falta un mes, debemos actuar desde ahora, mientras más rápido, mejor.  Sí... ya sé lo que haremos —aseguró.

—Pero... —Intentó quejarse el menor.

—Pero nada, mañana te presentaré a Kai.

Y fue todo, KyungSoo estaba hundido en los planes desquiciados de Byun BaekHyun.

Hola...

Primer Fic publicado. Espero les guste