Pasó una semana, una maldita semana, donde sólo voy a la escuela con una capucha negra, para ocultar mi rostro.

Cada noche la paso llorando, llorando en los rincones de mi habitación. Pero todo fue mi culpa, por confiar en ese maldito chico.

Que apesar de los rumores como "es muy infiel e inestable en una relación", yo me vendé los ojos y quedé ciego; no veía la realidad.

Después de estar bajo miradas atentas y risas —le hace gracia tu sufrimiento a las personas— me dí cuenta de lo acompañado que me sentía, cuando en realidad estaba tan solo.

—Yeonjun, deja de comer y hablar solo. Pareces loco, hermanito —rodó levemente los ojos.

—¿Estaba hablando en voz alta? —dije sorprendido.

—Sí. Y solo vine para avisarte que en unos momentos vendrá el tío Sang, también vendrá Beomgyu.

—Que bien —murmuré, sin una pizca de ánimo. Volví a enterrar la cuchara en el helado.

—¿Qué te pasa? Beomgyu es tu primo favorito.

—Simplemente no estoy de humor —me alcé de hombros, restándole importancia—. Ahora vete, para poder hacer la lloración en paz.

Toc toc~

—¡Pase!

La puerta de mi habitación no tardó en abrirse, dejando ver a un Beomgyu cargando algunas bolsas de frituras.

Me lanzó una, para que la atrapara.

—Me enteré de lo que pasó con Heeseung.

—No vuelvas a mencionar ese nombre en mi casa.

—Bien, bien. Quise venir y hablar contigo, tal vez te pueda subir el ánimo.

—Creo que nada puede hacerme sentir mejor en estos momentos, pero gracias.

—Estaba pensando en una manera de devolverle el favor a ese cretino —una sonrisa cómplice se formó en su rostro—, y recordé una página que he utilizado para olvidar a mis ex's y darles celos.

—Primero, no me pienso prostituir, y segundo, no voy a ir a un lugar de strippers —advertí, alzando un poco mis cejas.

—No es eso —rió—. Se llama Novios a Domicilio, es una página donde puedes elegir cómo quieres a tu novio y te lo envían directo a tu puerta.

—No seas ridículo —negué.

—La verdad es que son muy guapos —mencionó, alzándose de hombros—. Lo digo yo y 4.6 millones de personas más.

Me atragante con mi propia saliva.

—Esa es la cantidad de reseñas positivas que tiene la página.