Chat Noir con un nudo en el estómago se lanzó a atrapar en el aire a su compañera justo en el momento en que se soltaba involuntariamente del tejado, no iba a quedarse sin hacer el intento de salvar a la chica que quería.

Al aterrizar en el suelo miró a la heroína de traje moteado y esbozó una sonrisa, le aliviaba ser capaz de rescatarla siempre.

Sin embargo, para su clásica mala suerte, Sandboy aprovechó su distracción para volar por encima de ambos héroes y dejar caer algo de su polvo mágico.

Ladybug le agradeció y se liberó de su agarre, miró a su oponente y luego al rubio.

—Vamos Chat, tenemos trabajo...

El aludido miró a la azabache avanzar hacia el akumatizado con una expresión de determinación en su rostro, repentinamente el suelo bajo sus pies comenzó a temblar hasta que se abrió formando un socavón por donde cayó la muchacha y sin poderes no tenía cómo librarse de la caída.

—¡Ladybug! —gritó aterrado el héroe gato, una vez más con el corazón en la garganta se disponía a correr para salvarla, pero sus pies no avanzaban—. ¿Qué?

Confundido bajó la vista dándose cuenta de que sus piernas parecían derretirse, dejándolo inmóvil en su sitio la desesperación e impotencia se apoderaban de él.

Sandboy reía sin parar pues la victoria estaba asegurada, mientras tanto Chat luchaba inútilmente por moverse con una gran incógnita en su mente "¿En serio ya acabó todo?".