Mako Mankanshoku
-¿quieres comer?-
(two-shot)
Parte 1
¡¡¡MIDORIYA-KUN!!!
Por un momento, las lágrimas que recorrían sus ojos parecían nublar su vista, pero aún así podía escuchar pasos hacia su persona, aquella voz que lo llamo como si se rompiera en una cantidad de dolor que se Sernia por sobre toda la academia U.A, cuando subió su mirada, pudo sentir como su cuerpo era empujado con fuerza hacia atrás con un extraño sentimiento de recuerdo.
La multitud se vio un poco confundida por la confianza proveniente de aquella adolecente, los profesores y compañeros del recién de regreso pecoso terco como mula se verían curiosos, ¿era acaso alguna persona más que el héroe en su tiempo más oscuro había salvado?
A diferencia del pequeño kota o la chica zorro de gran tamaño, izuku parecía algo más atento a la chica que salto de la multitud. Sus Ojo lloraban a mares mientras abrazaba con fuerza al pecoso, el Impacto volviendo a hacerlo caer, sus lágrimas se pegaban a sus ojos como si no se quisieran soltar de su cara.
-m.... Mankanshoku-san...? -los ojos húmedos y desgastados del peliverde, sucio de pies a cabeza, veían con cierto asombro a la fémina de baja estatura, apenas llegando a los 1.50.
-¡PENSE QUE TE HABÍAS MUERTO! ¡eres malo! ERES MUY MALO -la cara de la chica estaba llena de una profunda tristeza pero también de enojo, lágrimas y barro pegado al abrazar al héroe oscuro.
-lo se... Lo siento por abandonarte... -el héroe lleno de barro bajo la cabeza mientras cerraba los ojos por la culpa.
Entre la multitud confusa de la situación, una señora con un niño tomado de la mano junto a un hombre algo chaparro y gordo miraban más de cerca, parecía que eran familiares de la chica, quien se veían nervioso por destacar entre la multitud.
-... Mankans- -pudo hablar, cuando resivio una cachetada, sus ojos quedaron abiertos por la impresión, escuchando el pequeño jadeo de la misma sorpresa de más de uno.
Su cabeza fue de derecha a izquierda por cada cachetada que le propinaba la colegiala sentada en el.
-¡¡no vuelvas a irte!! ¡¡estaba tan sorprendida y Asustada cuando vi como todos te querían echar de la ua!! No tuve la fuerza para llegar más rápido entre toda esta multitud -rápidamente paro su ataque y tomo de las mejillas al pecoso mientras lo miraba como un perrito regañado- no vuelvas a apartarme así ¿puedes?
-yo... -los ojos marrones de la chica, llenos de un brillo esperanzado no pudieron hacerle decir que no- no te preocupes, no me meteré en peligro así... Otra vez.
-PERFECTO! -sus lágrimas pegadas a sus ojos se retrajeron hasta volver a su origen, y aquella actitud dolida desapareció- ¡que te parece si nos ponemos al día! ¡Debes tener hambre!
Poco a poco el ambiente que había traido la intensa discucion entre los civiles y el discurso de otra castaña de cachetes redondos empezaba a disparse por la alegría y tranquilidad que mostraba la joven de pelo castaño claro con forma de coco.
Las familias de los estudiantes y los mismos se acercaban para ir llevando al recién regresado a un lugar más tranquilo, Iida se acerco para tomar del hombro al pecoso cuando la jovencita castaña claro lo ayudo a levantarse.
-vamos midoriya-kun -el peli azul no le preguntaría por ahora de la chica en cuestión, no tenía la intensión de molestarlo.
-¿¡he?! ¡Los acompaño! -la joven mako sonrió sin dudarlo, miro al ciudadano de pelo rubio qué trato mal al pecoso al llegar intentar ofrecer su sombrilla, se la quito de un manotazo y le saco la lengua, seguidamente de sonreír mientras ella hacía lo que él otro quería hacer.
La castaña de mejillas redondas, quien se sentaba en el techo del edificio, miraría con cierta confusión el apego de aquella chica pero estaba muy exhausta para formular alguna emoción al respecto, se estiró mientras sentía sus párpados cerrarse, tenía sueño.
El pecoso mientras caminaba de regreso a los dormitorios, acompañado de Iida, su madre quien se disculpaba con el y la joven que salvo en sus tiempos oscuros, no pudo evitar sentirse en un hogar nuevamente.
Después de un baño profunda.
El sillón acojia su trasero como un suave abrazo, fue rápido y sin embargo, extrañaba una sensación tan cómoda como esta, el suelo duro y frío de las callejones y edificios era necesario para que no se sintiera cómodo pero... Ahora no necesitaba eso.
-¿como esta uraraka-san? -pregunto mirando al resto de sus compañeros en la misma sala.
-se quedo dormida... -explico ashido mientras recordaba cuando la dejaron en su cama descansando- termino exhausta después de que la situación se calmara.
-ya veo... -el pecoso levantó la mirada con una pequeña expresión de arrepentiemiento- gracias a todos, y perdón por causar tantos problemas.
-hay algo que quería preguntarte... ¿Podríamos hablar de la chica que apareció? -pregunto mina mientras se secaba el rostro, igual que los chicos, ella y las demás se habían dado una ducha por andar bajo la lluvia.
-¿he? Pensé que querrían hablar de one for all -ladeo levemente su cabeza con confusión, es verdad que ella se veía muy cercana a él, pero...
-bueno, de eso también quería hablar pero me interesa más esto por ahora, ya sabes... Parecía mucho más cercana que la chica zorro -la de piel rosa termino de decir mientras se sentaba en uno de los sillones secandoce el cabello.
-yo... Bueno... -el pecoso miro al suelo tratando de resumir que había pasado, sin notar un leve sonrojo creciente obviamente involuntario, fue hace... Conciderablemente un tiempo.
-deberíamos dejar que midoriya-kun descanse, después de todo fue la razón por la que lo trajimos -el bicolor de fuego y hielo llego al lugar secandoce el pelo después de su baño propio, haciendo una pose involuntariamente atractiva.
-haces eso de forma común? -pregunto por el fondo mineta mientras trataba de imitarlo.
El pecoso levantó la mano en señal de que evitará preocuparse- esta bien, de todos modos no puedo dormir... Tengo que hacer algo después y si no lo hago... No me sentiré cómodo del todo.
Así, el pecoso decidió contar un poco de lo que ocurrió que ocurrió hace tiempo.
-AHHHG!!!!!
El grito de un criminal se escucho entre algunos escombros que fueron destrozados en su espalda, el golpe fue tan devastador que cayó rendido al suelo sin ninguna señal de poder moverse. En el aire, formas de látigos afilados se movían de forma agresiva, una figura intimidante se acercaba mientras sus pisada metálicas chapoteaban en los charcos de agua, llenando el silencio qué la lluvia apenas dejaba.
El mismo, solo se acerco a revisar el cuello del sujeto en cuestión, notando sus signos vitales para asegurarse de que fueran estables tras haberle aventado el escombro.
-esta echo -sus látigos se envolvieron alrededor del sujeto, usando flotar para empezar a tomar vuelo a una comisaría cercana. No costo nada de tiempo llegar a una, y arrojar al sujeto a las puertas con algo de agresividad.
Se paro sobre la cima de un edificio inclinado y destrozado, mientras entre cerraba los ojos al ver como los policías se lo llevavan, al ya haberlo asegurado, se fue rápidamente entre la suciedad de la noche.
-noveno... -la voz de una mujer se acerco a su cabeza, aquel espíritu de la séptima portadora tomaba su hombro, su mirada apasible- no era necesa-
-no tenía información sobre all for one, sus registros relataban como escapó de casa para vivir del asesinato a sueldo -interrumpió rotundamente mientras apresurada su ritmo en busca de otro sujeto al cual detener- no tengo tiempo que perder con el.
Aunque rápido, los portadores notaron como la máxima velocidad del chico se veía afectada, estaba llendo más lento que de costumbre, sus pasos eran medianamente torpes y por sobre todos.... Parecía estar sufriendo por comida.
Antes de poder siquiera descansar, logró escuchar a alguien más, una voz alterada a la par de que escuchaba el metal de un cuchillo golpeando con paredes, aparentemente ataques fallidos.
Sin pensarlo dos veces, salto directamente donde lo había escuchado, mirando como una joven castaña con un abrigo estaba ciendo arrinconada por una chica con varias navajas.
-¡Te he dicho muchas veces ya! Dame tus cosas, quería ser agradable porque éramos amigas de instituto, pero ya me harte -la chica seguía acorralando a la chica quien se negaba a dejar varias bolsas qué tenia.
-¡no! Necesito esto para mi hermanito, no ha podido ir a la escuela y necesito estas cosas -apretaba con fuerza todo lo que tenia, cerrando los ojos con fuerza en completa negación.
-tsk tu-
Antes de si quiera poder hablar, tuvo que esquivar una patada qué hiba a su cabeza, lo había alcanzado a notar de reojo, sus pies sin embargo se tropezaron hasta hacerla caer mientras miraba con miedo, su mejilla con un raspón por el roze.
La figura que había llegado parecía levantarse, ante su ataque fallido, parecía un poco sorprendido.
-(yo... No logré darle antes de que reaccionara... Estoy... Lento) -miro a la amenaza mientras sacudía un poco su cabeza.
-¿¡e-el nomu!? -sus dientes temblaron mientras se trataba de lavantar- Oh ¡mierda! Al diablo ¡yo no pienso tratar de enfrentarlo!
Esta vez, no pudo escapar, varios látigos la amarraron y con un rápido movimiento la azotó contra la pared, el golpe fue rápido, quedando inconciente al instante. Sorprendida, la joven de cabellos marrones miro con desconcierto a quien estaba a su lado.
Una figura demaciado sucia ahora tenía los ojos puestos en ella, la chica se vio pasmada ante la imponencia que sentía de aquel ser...
Dark deku estaba mirando con detenimiento el estado de la joven a su frente, aparentemente no tenía ningún rasguño, agradecía que fuera así, lamentablemente y para su desgracia, no siempre llegó tan rápido para evitar que la gente saliera lastimada, en el peor de los casos...
No hiba a pensar en eso ahora, aquella mirada, aquel temblor en sus ojos, estaba ya muy acostumbrado a ser visto de esa manera, pero ya se estaba acostumbrando, más sin embargo esto no fue lo mismo.
-¡ESO FUE INCREÍBLE! aunque talvez te pasaste, ¡pero fue increíble! -la chica, para la diferencia de otras reacciones, se vio alegre y agradecida por ser salvada- gracias por la ayuda, ¿como te llamas?
Pará sorpresa del héroe impregnado en black wisp, su acompañante estaba ciendo mucho más agradable de lo que no había sentido en mucho tiempo, sentía que incluso su sistema no lo podía terminar de tragar, su aura alegre a pesar de lo oscuro y sucio de su alrededor era inexplicable.
Sentía que se mareaba, la sensación pacífica qué transmitía quería meterse en su ser, pero no podía ser así.
-hey ¿estas bien? Tambaleas -cuando sus ojos volvieron a enfocarse en ella, la cara de la joven ya estaba al frente de él, por instinto se apartó.
-yo... Si, estoy bien, porfavor busca un refugio cercano con tu familia y retirarte de aquí -con sus consejos dados, y mirando que no hubiera amenaza cercana, dio por finalizado este curioso encuentro.
-hey... enserio estas-
-si... -also la voz con un poco más de fuerza, no quería ser grosero pero debía irse, quería salir disparado fuera de la zona pero.... Su cuerpo estaba negandoce a activar flotar y aumentar su energía.
Le costaba mucho, apretando los dientes para empezar a emanar sus habilidades.
-Wow... te vez horrible -con su sinceridad un poco dura se acerco sin rastro aparente de intimidación, alzando su mano para tratar de tomar su hombro, pero antes de hacerlo, escucho un gruñido, no uno que haría el de una boca.
Si no el de un estómago, aunque el enmascarado quería dar un paso más naturalmente sus manos fueron a su estómago, maldiciendo por esto.
-ohhh ¿tienes hambre? ¡Hey! Mi familia está haciendo la cena, si me dejarias-
La propuesta de la chica no logro ser terminada de formular, porque el sucio caminante de las tenieblas finalmente había logrado tomar impulso y salir disparado de ahí, el viento fue suficiente para tirarla para atrás y caer patas arriba.
Cuando la chica se sento, solo podía ver el verde oscuro de aquellos látigos alejarse a gran velocidad de ahí.
-entonces, nos dices que la salvaste -jirou se aventuro a hablar con curiocidad del asunto, sentada entre el resto del público quien le daba su atension al peliverde.
-si, parece que se encontró con una vieja amiga de secundaria, pero parece que algo cambió y la trato de robarle por la fuerza -explico mientras sero, que estaba parado atrás del sofá donde el estaba sentado le daba un té que decidieron darle.
-¿como fue que se reencontrarnos? -preguntó el mismo dueño de don de cinta con una incógnita grupal.
-seguía ciendo un heroe bajo las sombras tratando de no ser encontrado por endeavor o all might -el chico de pecas tomo un sorbo de la bebida caliente, degustando el sabor un tanto dulce- pero de vez en cuando, mientras patrullaba sin encontrar un acto vandalico, ella aparecía, al principio no dejaba que me hablara, trate de que siguiera lo que le ordene, pero no quiso hacerme caso.
-pero porque no la llevaste con un centro de refugio, incluso si no era u.a se que hay más -pregunto mina cruzando los brazos curiosa de porque el peliverde, a sabiendas de lo oscuro que era, seguramente hubiera decidido hido a llevarla sin preguntar.
El pecoso suspiro mientras se rascaba un poco el cabello- había algo en ella que no me dejaba pensar con claridad, como si su precensia fuera una extraña luz, era siempre sonriente, animada y despreocupada -reposo su cabeza sobre su brazo- supongo que nunca terminé de entenderlo y no supe como reaccionar.
Midoriya se rascaba los ojos por debajo de su máscara, tratando de que no le entrará mugre a los mismos, su estómago empezó a rugir otra vez, lo último que había recordando haber ingerido fue una barra energética que guardo para el camino, pero no era suficiente.
No encontró nada sobre all for one, no hubo alguno que cooperara, sus opciones eran limitadas y su energía estaba en decadencia, al menos no se había tenido que forzar a activarlo tanto como esa vez con-
-¡¡héroeeee!! -para sorpresa del pecoso, abrió los ojos en grande cuando vio a la chica de hace un tiempo saltando hacia el con los brazos extendidos.
Rápidamente, trato de saltar y escapar de ese callejón donde se encontraba, pero nuevamente, sus habilidades no se activaron fácilmente, al no poder moverse, la chica choco contra el provocando que el peliverde cayera al suelo y la otra pasara derecho estrellandoce con un bote de basura, tirando todo el contenido por el suelo y dejándola con las piernas arriba.
-auch -se levantó tomandoce de la cabeza, pero rápidamente miro atrás al pecoso, quien aun se esforzaba en activar one for all- hey, ¿porque no me atrapaste?
-lo siento, pero creí haberte dicho que no te me acercaras -la voz ronca y seca del héroe solitario resono con cansancio, la chica de ojos redondos lo miraba con un las mejillas infladas por el golpe- no se como me encontraste, pero porfavor, vete a un lugar seguro.
-¡no! ¡Vine porque quería acompañarte! -la chica se levantó mientras se acercaba a izuku- ¡y eso-
Antes de poder terminar, el pecoso había se había lanzado con fuerza al aire, empezando a recorrer el cielo nocturno para alejarse de ella, pero su cuerpo se sintió más pesado de lo común y abrió los ojos. Miró abajo de él para notar como era agarrado de la pierna por la misma chica de la que trataba de irse.
-hey hey hey hey, esto ya es demaciado, ¡suéltame! -el pecoso como si sintiera un deja vu trato de empujar a la chica de su pie haciendo forzejeo.
-NO -la chica undio su cara sobre su pierna mientras se aferraba más fuerte para que el latigo negro no la sacara.
-(es más obstinada de lo que creí...) -miro abajo de el, olvido que si ella lo soltaba, hiba a morir por la caída- (esto debió sentirlo all might.... Wow...) -inspecciono una zona segura para poder decender, podía sentir como su flotar estaba fallando un poco, tomo la cabeza de la chica con su mano y la miro- esta bien, dejame bajar y.... Hablaremos.
La chica solo asintió en su lugar aferrandoce con fuerza, si no fuera por lo desgastado que estaba mentalmente, podría estar revolcandoce por tener a una chica aferrada a su pierna. Su estómago gruño por un momento, maldijo en voz baja por sentir como le apretaba el estómago.
Al decender, dejo a la chica en el suelo de una azotea en un edificio caido, su flotar volvió a fallar y termino aterrizando de trasero al suelo, suspiro con un pequeño gruñido. La chica por otro lado suspiro y miro su alrededor con curiocidad.
-vaaaalla, cruzamos varias cuadras en un instante, eres realmente rápido -la chica sonrió mientras observava desde el límite del edificio hacia abajo- hey, ¿necesitas una mano? -pregunto viendo al pecoso en el suelo, el se negó y se empezó a levantar con un poco de lentitud, su cuerpo se balanceaba a cada dirección de manera continua y lenta.
-deberías poder bajar por las escaleras, ve con cuidado, debería haber un refugio a 2 cuadras de aquí -el pecoso se hiba alejando mientras agitaba su cabeza para despertar sus intintos de una vez.
-¿¡he!? Pero pensé que!
-¡no escucharé! Debes irte de aquí, no debes preocuparte por mi, yo estaré -soltó un quejido mientras sentía como le dolían la tripa, procando un sonoro rugido de su interior- bien... ¿He?
Pará su sorpresa, pudo notar algo al lado de el, un pequeño bento enrollado en una sabana azul estaba siendo sostenido por su acompañante, ella lo veía con una sonrisa.
-¡no estas ciendo honesto! Tienes hambre, ¿verdad? -la chica dio una sonrisa más grande mientras cerraba los ojos con un pequeño rojo en sus mejillas.
Los ojos de izuku no podían dejar ver la cajita a su disposición, se sentía cada vez más débil y mareado, su mente estába en un conflicto con sus necesidades humanas.
-....yo....
No tuvo tiempo de tomar una decisión, sus ojos perdieron una mirada concreta, perdiendoce en un trance qué solo tenía un nombre.
Cansancio.
-¿he? -la chica se quedó inmóvil cuando repentinamente, el cuerpo del pecoso cayó sobre el suelo, su cuerpo había chocado con el concreto con un golpe seco, su máscara se salió de su lugar al mismo tiempo.
La chica veia con asombro y temor como el pecoso quedo tendido en el suelo, pero se calmo un poco al ver como su pecho subía y bajaba en señal de respiración. Ahora con su máscara afuera de el, podía apreciar con más lujo de detalle a quien estaba viendo.
Mientras apreciaba sus facciones, se dio cuenta que su Salvador, no era más que un chico de su edad, se sorprendió de sobremedida.
Ahora estaba mirando a todos lados sin saber que hacer exactamente, no podía dejarlo aquí y ya, además no podían quedarse mucho tiempo. La chica lo volvió a mirar y dio un suspiro.
-cielos, es pero no pese mucho -miro el bento en sus manos, llevándolo por el medio de su escote donde milagrosamente entro.
-espera, ¿nos estas diciendo que caíste rendido hace mucho tiempo antes? -los ojos de Iida se abrieron con asombro, nuevamente en el presente, la clase escuchaba una versión más resumida de lo último dicho.
-en un inicio, me presipite y termine acabado más rápido de lo que hubiera querido, además... Algo en ella era tan pacifico -recostó su espalda recordando la tranquilidad que trasmitia. En una época de caos y un estado lugubre, poder sentir un aura tan plena, tranquila e inocente, simplemente no tenía sentido- mis músculos se relajaron y no pude más.
Los demás pudieron intuir algo así desde que la vieron hace no mucho, el aura tan tensa y profunda que se originaba en la ubicación apenas pareció haber afectado a la femina, incluso ellos sintieron como sus músculos se sentían más relajados cuando ella se puso feliz.
Al abrir los ojos, no podía distinguir donde estaba, sus esmeraldas oculares rodearon la ubicación lo mejor que podían, mientras la sensación borrosa se hiba.
La luz y el calor del lugar era notable, así como la madera del lugar, su cuerpo reposaba en un futon en el suelo, podía sentir su cuerpo lleno de algunos vendajes.
-¡oh! ¡Estas despierto! Que milagro -repentinamente, pudo ver la cara de una persona, sus lentes resplandecientes sin dejar ver sus ojos, una sonrisa y una expresión sorprendida en su rostro.
Instintivamente, izuku abrió los ojos hasta el máximo, tirando rápidamente su puño a la barbilla del desconocido, el golpe tiro hasta el techo del lugar al señor con sobrepeso con una expresión de dolor, volviendo a ver al suelo con un rebote. El peliverde se levantó de un solo empujón de su cuerpo para equilibrarse en pie, más sin embargo se tropezó para atrás por el futon.
Se sostuvo de un mueble cercano para no caer por completo, y su cuerpo se empezó a impregnar de una masa oscura, no sentía su traje en su cuerpo, no podía encontrarlo a su alrededor, mirando con detenimiento; parecía ser una casa de madera en un estado decente, la luz en un foco colgante, un techo igual de madera con láminas.
-a-auch... Eso si lo sentí -con un brazo tembloroso el señor trato de ponerse de pie mirando a izuku con una mirada enojada y algo ofendida- niño tu forma de decir "gracias" es la peor que he semtido en mi vida.
Ante los gritos, la presencia de alguien más entró por una de las puertas que parecía conducir a otra parte de la casita, el peinado redondeado y marrón de la chica que recordó haber salvado entrando repentinamente.
-oh, estas despierto! -la chica vestía ahora mismo con un conjunto de traje de marino, se acerco al recién llegado quien seguía confundido- hey, al final no me dejiste tu nombre, ¡yo soy mako! ¡Mako mankanshoku!
Parpadeo un par de veces mirando con una completa incomprencion a la jovencita, había estado en un mundo al límite del infierno durante mucho tiempo y sabiendo que ese mundo estaba a sus alrededores. Simplemente no entraba por la cabeza de midoriya la actitud tan despreocupada, sus látigos que se desprendian amenazantemente se desvanecieron, mientras su cara y su cuerpo lentamente perdía el black wisp.
-yo...
-oh, lo siento por mi papá -se acerco rápidamente al lado del señor mayor, ayudándolo a pararse- ¡el es barazo mankanshoku! Te mostraría el letrero pero tuvimos que meterlo adentro jejeje -la chica se rasco un poco la cabeza mientras seguía explicando- es médico clandestino, el fue quien te curo algunas heridas que tenias en el cuerpo.
-para verte en tan mal estado, esperaba que estuvieras mucho peor, tienes cicatrices horribles en los brazos pero ahí yo no me meto -el señor barazo comento con una sonrisa despreocupada, igual que todo en el, incluso andaba en pantuflas.
-... Esto... Yo... -la situación aun carcomia su mente, toda la precensia de estos dos era incomprensible, pero sería grosero simplemente no responder- me llamo.... Izuku, izuku midoriya.
-ohhh ese nombre se me hace conocido -el señor se vio pensativo, mientras trataba de usar sus neuronas para conectar donde había escuchado un nombre así, de la misma manera la más joven se puso pensar, pero tratar de concentrarse parecía hacerla caer dormida.
Nuevamente, parpadeo, por la condición de la casa, podía llegar a intuir qué venían de una parte suburbana de la ciudad, talvez en los barrios más bajos, por lo que talvez no lo reconocerían del festival deportivo o si quiera alguna noticia de esa índole.
-disculpen... -alzó un brazo tratando de llamar la atension, pero fue ignorado tras un grito del más grande.
-¡MATARO! ¿¡RECUERDAS EL VIDEO DEL ASESINO DE HEROES!? -el grito se escucho por toda la casa, estremeciendo al héroe por lo repentino del acto, pero también porque sentía que no era buena idea gritar.
No podía conocer con exactitud la ubicación, pero suponía que estaba en básicamente un nido de ratas, es verdad que posiblemente estos dejaron de usar sus hogares para ir a vivir en los recintos y hogares de gente que se vio obligada en abandonarlos por su seguridad.
Pero aun entraba la posibilidad de que alguien peligroso viniera, gritar podría hacer la diferencia, pero parecía que estas personas no conocian ese echo. Pasos se escucharon del otro lado, donde bajaron dos personas más.
-¡¿ha?! ¡Claro que lo recuerdo! ¿Pero que pasa con eso? -un niño de menor edad apareció desde otro lado, acompañado de la que parecía ser la madre.
-¿recuerdas quienes eran los que aparecían en rescatados por endeavor? Ya sabes, las noticias -menciono.
-umm no
El señor se vio decepcionado por la respuesta- que se la hará, en fin! Tienes suerte chico, tu cuerpo no está muy herido más haya de algunos raspones y heridas no tan grandes, pero estas deshidratado y tu estómago casi se daña por no ingerir nada durante mucho tiempo.
-¿he? Ah.... Si, entiendo -no quería ser grosero con el adulto, ya había sido muy descortés al abrir los ojos- yo.... Disculpe por el golpe de antes y muchas gracias por su ayuda.
-ah, no te preocupes, golpea a mi esposo todo lo que quieras -menciono la señora más mayor mientras se encaminaba a otra parte de la casa- puede llegar a ser demaciado tonto o degenerado habeces, me llamo sukuyo mankanshoku, por si acaso -la señora se adentro a lo que parecía una cocina.
El pecoso no sabría como reaccionar ante eso, pero no le daría más vueltas al asunto, podía agradecer su ayuda o intensión, pero ya era hora de que se fuera- esta... Bien, yo... Gracias y todo pero debo retirarme.
-¡¿he?! ¿¡Ahora!? -la joven mako abrió los ojos y su boca se abrió con sorpresa- espera espera, ¡aun no puedes irte! Aun falta la hora de la cena!
quejido- porfavor, ¿pueden no gritar? -su voz se profundizó más, en señal de amenaza, cayendo la misma en oídos sordos.
Más fue sorprendido cuando una mesa en el medio de la habitación fue puesta, toda la familia se sento alrededor con una mirada alegre, la señora mankanshoku había puesto una gran paila llena de comida. Inevitablemente, su cuerpo reaccionó ante el olor y la necesidad, su estómago rugio con fuerza mientras veía la pila.
-GENIAL, CROQUETAS DE NO-SE-QUE! -los hermanos y el padre festejaron con alegría su manjar de dioses.
-BIEN, A COMER! -con la palabras dichas por la madre de la familia, los demás integrantes de la familia empezaron a arrasar con lo que había en el gran tazón a sus propios platos, la rudeza y el salvajismo desconcertarton al héroe deku, quien veía con detenimiento la comida mientras su abdomen quemaba.
-hey niño, si quieres recuperar las fuerzas que perdiste deberías venir aqui a comer antes de que el perro se lo lleve! -el mayor hablo, mientras masticaba sin ningún tipo de respeto lo que había en la mesa.
Izuku levantó una ceja al escuchar un canino, cuando se dio cuenta, en la mesa había un perro llevandoce comida a la boca con la misma bestialidad del resto.
Mako lo miro con una sonrisa brillante, sus mejillas estaban llenas, mientras le asentía afirmando las palabras de su padre como una realidad de la que él no podía escapar.
Sin más remedio, izuku tuvo que comer, aunque quisiera negarlo, no sentía fuerza suficiente en sus músculos para estar al máximo, camino hasta la mesa tambaleandoce un poco en cada paso, hasta caer al frente de la mesa con una expresión seria.
Tomo un plato y con los palillos se llevo algunas de las croquetas del plato más grande, mirandolas con detenimiento, esto era un monton de carnes qué no podía descifrar, estaba llena de lo que parecía ser salchicha, pedazos se langosta, pescado, cerdo, res, mariscos etc...
-gracias por la comida -el chico dio un mordisco, saboreo un poco y trago.
No era algo que podía identificar con claridad que sabor le daría pero, sin pensarlo dos veces llevo más a su boca, comió más y más mientras aumentaba su cantidad llevada a su boca.
-delicioso he? Vamos come! -rápidamente, la chica mando varias croquetas a su boca, sorprendiendolo en el acto- ¿debes irte a salvar a más chicas bonitas como yo no? ¡Entonces come bien! -rápidamente, metió más croquetas al pecoso, quien se esforzaba para no atorarse.
Con suerte, pudo comer ese día, más de lo que el mismo pensaba.
Siguió comiendo más, su cuerpo se sentía lleno y rejuvenecido, vio un basó de agua y no dudo en tomar de el para dar por finalizado su cena. Había pasado mucho desde que tuvo la oportunidad de comer en una mesa al lado de una persona, y ahora estaba aquí.
Estaba rodeado de desconocidos qué le salvaron porque el salvo a la chica más joven aquí, de mejillas regordetas, un lado muy sereno y activo, no podía identificar el porque esta familia era tan amable o porque era tan... Pacífica.
Pero esa sensación llenaba su ser como algún tipo de droga para dormir, cuando su cuerpo se sintió lleno, sentía que podía acostarse en ese mismo suelo y dejar digerirlo. Pero aunque eso fuera una opción tan tentativa, no podía simplemente hacer eso.
-gracias por la comida, familia mankanshoku -el chico bajo la cabeza en señal de agradecimiento, levantandoce del suelo con una mirada más determinada- ahora necesito que porfavor me den mi traje para poder irme.
-owwww yo quería que te quedaras a dormir -mako bajo su mirada haciendo una cara larga, para izuku no tenía sentido lo.... Adorable que era, su intensión parecía tan pura que no podía odiarla o ser grosero con ella por más que quiera.
Eso solo lo hacía recordar el momento en que abandono a su ídolo por protegerlo... Se sentía mal por haber rechazado su comida de esa manera, pero estaba aquí, comiendo por la amabilidad de una familia que no parecía enterada del infierno qué es por fuera.
-pareces un hueso duro de roer, así que como quieras -el hombre mayor se subió de hombros mientras daba por echo que el peliverde no volvería a aparecer.
-bueno, igual no había mucho espacio en la habitación así que me da igual -mataro por otro lado se sentía igual de desinteresado que su padre, pero en su caso, miraba a otro lado con una sonrisa sospechosa, la misma que ambas féminas de la familia podían reconocer.
La madre suspiro con un poco de pesar, el joven que tenía en frente no parecía tener más edad que la de su hija, pero estaba decidido a hacer quien sabe que- esta bien midoriya-kun, si no quieres quedarte, tu traje esta en esa dirección, esta colgado entre la ropa, lo lave porque se veía muy sucio, ya debería estar seco.
El pecoso se sorprendió levemente por la concideracion de la mujer, no le hubiera importado seguir usando su traje hasta que solo fueron pedazos de tela, pero ella se tomó el tiempo de lavarlo.
-muchas... Gracias -aunque era un detalle con el que se sentía en deuda, no podía quedarse aquí a perderse en nervios.
Sin más, fue a por su traje de héroe, listo para volver a la línea que estába siguiendo, antes de irse, le daría una concideracion a esta amable gente de ir a la academia U.A a ponerse a salvo, sabía que si su ubicación era la que creía, estaría algo lejos pero podría llevarlos hasta estar cerca.
Por otro lado, la chica de pelo de coco miraba con detenimiento al joven peliverde, ella seguía comiendo mientras admiraba la determinación que emanaba, aunque midoriya aún no lo supiera, ella sería su amiga, por salvarla estaría a su lado hasta el fin del mundo.
Ese pensamiento le hizo sonreír mientras comía más y más, ¡los Mankanshoku son leales hasta la muerte!
A y claro, debía revolverle cualquier cosa que su hermano menor le haya robado de su mochila cuando se la quitaron para lavarla también, tenía que darle una lección a mataro sobre robar, en la situación actual no parecía tan horrible, pero robarle a una persona que tratan de cuidar es un descaro.
-fin de la parte 1.
Autor: quería subir todo lo que tenia pensando, pero me doy cuenta que me gustaría hacer capítulos qué no superen una cantidad de tiempo tan descarado, por lo que a este le daré una segunda parte con lo que falte.
Después iremos con otra chica.
Bạn đang đọc truyện trên: Truyen247.Pro