Mini historia (Dos +18)
Okey, paciencia porque usualmente yo escribo estas cosas para mí misma y leer cuando estoy aburrida.
Este tipo de contenido (+18) es una de las cosas que si yo las entiendo, pues casual, pero no se como lo perciban ustedes, así que le pongo más cuidado por la forma en que esta escrito.
Así que, si provoca todo lo contrario a lo que pretendo, pues, tómenlo como una práctica por mi parte xd.
Ya ni modo, sin miedo al éxito, aquí va la segunda parte con más intimidad.
Acceso restringido para niños ✋
El guapísimo Hoshina x lectora femenina
Contexto: Tus amigas te obligan a celebrar tus 19 años al máximo en un ambiente muy diferente a lo que conocías y terminó siendo la mejor noche de tu vida.
Continuación - parte 2
Música en la multimedia para el que quiera.
[...]
La confianza entre el chico y yo se hacía más evidente a medida que la noche transcurría. No tenía idea de lo que estaba pasando, ni siquiera en qué momento nos volvimos tan cercanos, pero el alcohol ya estaba haciendo efectos en nuestros sentidos. Aunque pareciera irónico todo lo que habíamos hecho hasta ese momento sin conocernos.
El chico con el que me había besado, ahora hablaba muy cerca de mi rostro. Esa cercanía podía llegar a hacerte sentir nerviosismo, pero el alcohol hacía que todo instinto de precaución estuviera ausente. Esa noche, ahí en la zona VIP, solo éramos dos descuidados ebrios de deseo.
Su apariencia y su voz me encantaban, ese sonido cada vez que bebía whisky despertaba instintos en mí que creí que jamás podría sentir. Estaba verdaderamente cautivada por él. Después de más risas entre nosotros, él inclinó levemente su cabeza hacia mi oído, provocando que sintiera una corriente eléctrica por mi cuerpo. "¿Te puedo decir algo?"
"Claro, lo que sea", dije sintiendo que su aliento estaba cerca de mi oído.
"Me encanta tu vestido", admitió, con un tono seductor.
"¡Pff!, y yo lo estaba odiando antes de venir", confesé con ironía, acompañada de unas pequeñas carcajadas.
Pero sentí que mi corazón se sobresaltó cuando se acercó más a mi cuello. "Se te ve jodidamente sexy", confesó con un tono de voz ronco, provocando que me estremeciera. "Tomaste la mejor decisión", dijo alejándose para ver mi expresión, dejando esa sensación de sorpresa en mí.
"Me lo puse para que te gustara", inventé, el alcohol me estaba afectando de más.
"¿Ah, sí? Me siento halagado entonces", soltaba carcajadas cortas que eran dulces para mis oídos. "Pide lo que quieras, te lo pagaré".
Observé un momento lo que comían los demás y con un tono descarado exclamé: "Quiero comer las bolitas de carne que comen ellos", él sonrió por mi manera de hablar.
Le hizo una seña al mesero y lo pidió. Cuando llegó la orden, tomó con delicadeza los palillos y sin ningún permiso comenzó a dármelo en la boca. No me quejé, no me parecía mala idea. Él solo reía por mis expresiones mientras me deleitaba con las albóndigas. Con el mismo palillo tomó una y comió.
"Están deliciosas", admitió y estuve de acuerdo con él.
Noté que se quedó mirando detenidamente mis labios. A mí me quedaron trozos por fuera de la boca y por un momento, él se acercó a mis labios y los lamió sin previo aviso. No me esperaba que hiciera eso, pero me llegaba a gustar verlo tan cerca, haciendo algo tan íntimo conmigo. Sonreímos pícaramente de una manera cómplice y él continuó, dejando algunos chupetes en mis labios.
"¿Puedes hacer eso otra vez? Me gustó demasiado", admití y el chico carcajeó por mi falta de filtro al expresarme.
Cuando dejó de reir, me miró con gracia directo a los ojos y me cuestionó: "¿Cómo te llamas, dulzura?".
"______", sonreí y relajé mi espalda en el sofá. El chico tomó un vaso de whisky y me lo dió, lo acepté sin rechazo alguno, mientras, él servía otro vaso y lo levantó en forma de brindis hacia my dijo: "Bien, _______. Ya lo decidí", mencionó divertido.
"Voy a emborracharme contigo, ¿te gusta la idea?"
"¡Sí! ¡Pasémosla al máximo!", dije con más energía de lo normal.
"Sabes, ________, no deberías ser tan linda o podrías enamorar a cualquier hombre", me advirtió. Eso provocó un leve sonrojo en mis mejillas.
"¿Te parezco linda?", cuestioné mientras lo miraba directo a los ojos. Como si quiesiera leer sus pensamientos y descubrir algún indicio de mentira en él.
"Más de lo que imaginas", aseguró, sin quitarme la mirada. Era una que me decia que estaba siendo sincero.
Comimos más mientras reíamos por comentarios de ambos, no conforme con mi estado, seguí bebiendo junto al chico, y cada vez la vergüenza se perdía y los besos eran más calientes. Porque sí, nos besamos más veces, la quinta vez con esta ya.
Pero este había sido de más duración de lo normal.
Sentía que me estaba quedando sin aire, esta vez el chico era más dominante; había metido su lengua en mi boca, entre jadeos apreté su espalda con mi mano para indicarle que estaba rindiéndome. No quería, pero mi cuerpo me pedía un poco de espacio para retomar la compostura.
Su beso sabía a alcohol, pero dulce como la miel.
Me estaba quedando sin aliento, pero no quería que acabara.
Creo que la tensión que había entre nosotros era mutua, podía sentir que él disfrutaba mis quejidos, mordía mis labios a propósito para hacerme soltar algunos y sonreía victorioso cada vez. Como si estuviera obtuviendo un logro nuevo.
Finalmente terminó para dejar un pequeño espacio entre nosotros. Aproveché para respirar y posé mis manos en sus pectorales; se sentían firmes y atléticos.
Sonreímos como dos locos de deseo. "Me gusta como besas", confesé. "Jamás creí que me podría sentir así, chico lindo", exclamé. Traté de que mi voz se escuchara para él a pesar del sonido de la música.
"Soshiro", dijo tocando con sus dedos mis labios, dibujando patrones hasta mi cuello que me decían que quería más.
"Me entusiasma esto, So... shi... ro...", dije con un tono sutil, probando como sonaba su nombre con mi voz suavemente. A él pareció agradarle; lo sabía por la sonrisa pícara que se formó en su rostro.
Soshiro posó su otra mano en mi rodilla, y lentamente comenzó a subirla hasta mi vestido, su toque era delicado pero sugerente. Podía hacerte desear que siguiera y no se detuviera.
"Puedo hacerte sentir más cosas si quieres", propuso con un tono de picardía que me encantó.
Sonreí por la nueva propuesta. "Quisiera saber... ¿qué tipo de cosas?", pregunté con un tono retador. Estaba dispuesta a ir hasta el final sin importar qué.
Él me observó con detenimiento y se alejó para recostarse en el sofá, aún me miraba divertido. Parecía que estaba decidiéndose a demostrarme esas cosas. "Ven aquí", me ordenó, haciendo palmadas en su regazo para señalarme a donde se refería.
A pesar de mi estado de ebriedad, pude entender a lo que se refería perfectamente. Me levanté divertida de mi asiento y me acomodé en el que me acababan de ofrecer.
No dude mucho en hacerlo, me senté de lado y crucé mis piernas para que no se viera mi entrepierna. Todo esto mientras lo veía a los ojos.
Su regazo se sentía cómodo, podía sentir que sus piernas estaban bien trabajadas, tenía músculos bien formados. Sin embargo, esta vez amaba mi vestido, porque la tela me permitía sentir con claridad su notable excitación. Acomodé mis caderas en su regazo con un poco de timidez mientras lo miraba a los ojos, así es, podía sentir su virilidad y eso comenzó a calentarme.
Él sonrió por mi expresión y pasó su mano por mi cintura lentamente, la otra la colocó en mi cuello y me atrajo hacia él de nuevo para darme otro beso, pero este era diferente, era un beso tan apasionado que dejaba muchas cosas a la imaginación.
Sentí la necesidad de moverme para sentirlo mejor, era un instinto femenino que no podía controlar; eso provocó leves gruñidos en Soshiro, haciendo que yo jadeara como consecuencia, porque eso hacía que él fuera un poco mas agresivo con el ritmo de su beso.
Soshiro se separó un poco por mi falta de aliento, se reía porque yo no soportaba estar tanto tiempo sin respirar. Hice un puchero por su burla y el colocó su mano en mi mejilla, me miró con un leve sonrojo mientras agarraba un mechón de mi cabello para llevarlo hasta su nariz. Parecía que le gustaba la fragancia que usaba.
"Así me tienes, bastante mal diría. Podría volverme loco contigo esta noche", confesó.
"Entonces seamos dos locos por hoy", lo reté. Esta vez, la que empezó el beso fuí yo.
A pesar de mi poca experiencia, él dejó que yo tomara las riendas del ritmo. Recibió sin rechazo mi beso, por el contrario, parecía que le gustaba que yo lo manejara. Podía sentirlo en sus suaves gruñidos de placer. El movimiento de mis caderas lo hacía estremecer, y podía sentirlo en su creciente excitación.
Cuando me separé de él, pude ver signos de placer en su rostro. Miró con timidez hacia otro lado por mi sonrisa victoriosa; sabía que me había dado cuenta de mi efecto en él. Él recuperó la compostura y me miró de la misma forma retadora en que empezó esto. Sugirió más tragos, así que los serví con diversión.
Seguimos bebiendo, esta vez decíamos más comentarios sin ningún tipo de filtro. Me atreví a dejar suaves chupetes en el cuello de Soshiro, y a él parecía encantarle. Sin embargo, nuestro momento se vió interrumpido cuando por accidente regué un poco de alcohol en mi vestido. Me sentí un poco avergonzada porque le cayó un poco a él también.
"Lo lamento tanto, ¿estás bien?", dije preocupada mientras Soshiro se miraba su camisa. Sin embargo solo mantuvo silencio.
En vez de quitarse o disgustarse, miró fijamente hacia la zona donde me cayó el alcohol a mí y sin ningún aviso, bajó a mi visible escote; lamiendo el alcohol en mi pecho.
Lo hacía dejando suaves chupetes que me hacían desear más; agradecí a mi vestido que me dejó esa zona descubierta para poder sentir sus labios y ver sus ojos llenos de deseo por mí. No lo detuve, por el contrario, agarré su cabello para que no dejara de hacerlo.
Disfrutaba más de lo que planeaba experimentar en mi noche de cumpleaños.
Cuando terminó de relamer el alcohol, me miró con una sonrisa que me decía muchas cosas; ambos estábamos rojos por el alcohol y el deseo de nuestro interior.
"__________", me dijo en un susurro, aún sin soltarme. "¿Quieres ir a mi apartamento?", propuso, dejando la decisión en mí.
Jamás fui tan abierta con mis pensamientos, al menos no más que cuando dije mi respuesta.
"Sí, me encantaría"
[...]
----Oye, ¿no crees que _____ ya se ha tardado demasiado?---- preguntó una de las amigas, interrumpiendo el baile de la chica con preocupación.
----Sí, ¿y a dónde fue? ¿No dijo que iba al baño?---- respondió confundida, frunciendo el ceño mientras miraba alrededor de la discoteca.
----Eso pensé, pero fui a buscarla y no está. No la veo desde que hicimos el brindis---- su voz temblaba ligeramente.
----¿Qué? Pero si no la veo hace una hora, pensé que estaba contigo---- hubo un silencio incómodo entre las dos.
----¿De qué hablas? Yo pensé que estaba contigo ---- se encogió de hombros. Un tono de llamada empezó a sonar, llamando la atención de ambas
----Espera---- dijo sacando su teléfono del bolsillo con manos temblorosas. ----me están llamando sus papás----
----Mierda, esto no me gusta nada----
[...]
Me estoy atreviendo a subirles algo escrito por mí más candente eh
-///-
No puedo creer que yo también me emocioné (Me declaro culpable)
¿Les gustó? (O.O)
Bạn đang đọc truyện trên: Truyen247.Pro