Taehyung estaba terminando de posar para la cámara cuando Seokjin anunció un pequeño descanso de cinco minutos. Soltó un suspiro y fue por su celular mientras el fotográfo hacía un chequeo de las fotos hasta el momento y Seokjin iba por algo a la máquina expendedora. El castaño decidició mandarle un mensaje a su novio, con esperanza de que pudieran mensajear un poco antes de volver a la sesión, pero la falta de su respuesta le provocó una pequeña mueca que fue borrada cuando se escuchó la puerta del estudio y una voz masculina haciendo eco por el lugar.

—¡Ya llegué cariño!—Un hombre se acercó hasta el fotográfo, envolviendo sus brazos a su alrededor antes de depositar un piquito sobre sus labios.

Taehyung miró la escena con algo de sorpresa, sin esperar ver algo como aquello en su hora de sesión. Sintió una pequeña punzada en su pecho al verlos, ajenos a la realidad mientras iniciaban una conversación muy alegre entre los dos. Se sintió por un momento el mal tercio de la situación hasta que, al sentir su mirada puesta en ellos, el fotográfo se giró para verlo y el castaño apartó la mirada con un sonrojo en su rostor al ser descubierto observándolos sin disimularlo.

—Bebé, te presento a Kim Taehyung, es el modelo con el que estoy trabajando el día de hoy.—El hombre sonrió al presentarlo.—Señor Kim, él es mi esposo, Lucas.

—Un placer conocerlo, señor Kim.—Su esposo habló con una sonrisa, haciéndole una pequeña reverencia.—Perdón por interrumpir en el estudio sin saludar, sé que para ustedes puede ser una ofensa, pero tenía muchas ganas de ver a mi esposo y poder traerle su almuerzo, aprovechando este pequeño descanso.

—El placer es mió, y no se preocupen por ello, por mí no hay problema.—Les sonrió apenado.—De hecho, yo debería de pedirles disculpas, yo era quien les estaba mirando. Debí de haberlos incomodado, espero me pueda disculpar.

—Está bien, estamos acostumbrados que nos miren cuando estamos de esta manera, algunas veces es de sorpresa, otras veces es de odio... uno nunca sabe.—Lucas respondió, manteniendo un brazo envolviendo los hombros del fotográfo.

—Realmente no quería incomodarlos, solo me pareció algo singular de ver.—Les mostró otra sonrisa apenada, bajando la mirada.

—En Corea no es común esto, ¿No es así?

—Oh, para nada.—Negó el castaño, mirando su celular y percatándose que Jungkook no había aparecido.

—Ahora que te observo bien... ¿Eres aquel modelo e influencer, no? Aquel que tiene esa relación con el boxeador... Cariño, ¿Cómo dijiste que se llamaba?—Lucas pareció pensarlo, haciendo que Taehyung se tensara en su asiento.

—No, cariño. No hablemos de eso, solo estamos trabajando.—El fotográfo dió pequeñas palmadas sobre el abdomen del contrario.—Lo siento, señor Kim. Suelo investigar con quienes trabajo para poder analizar su técnica de pose y si tienen algunas referencias, pero toda la información actual que viene sobre usted es sobre esos rumores con el boxeador, no planeaba incomodarlo.

—Oh, lo siento demasiado. Henry es muy profesional con su trabajo y me contó sobre la oportunidad que tuvo de poder estar trabajando con usted ahora que venía a una sesión en Los Ángeles. Por favor, acepte mis disculpas y no se enoje con Henry, el error fue mío al decirlo, debí de mantenerme callado.

—¡No! Está bien, de todas formas esos artículos están por toda la red, ¿No es así? Solo queda acostumbrarme como todos me miran, como si de esa manera les dijera si es cierto o no.—Se encogió de hombros, jugando con la pulsera que traía consigo en su muñeca.—En esta clase de situaciones es cuando me siento sofocado,la atención está en mí todo el tiempo, más de lo acostumbrado, y temo cometer algún error.

—¿Un error como el hecho de amar a alguien?—El mayor de los tres habló, haciendo que tanto Lucas como Taehyung se giraran a verlo.—No debería de ser un foco de atención saber que estás amando a alguien, si ese fuera el caso. El amor se puede expresar de muchas maneras, pero todos lo quieren ver sí o sí de una manera amorosa; independientemente de todo, uno no debería de sentirse cohibido si ama a alguien, no se debería de ocultar por el miedo a la aceptación de los demás.

—Ustedes... ¿Cómo afrontaron la situación?—Se atrevió a cuestionar, haciendo un mohín en su labios.

La pareja se miró por un momento, decidiendo que Henry contestara.—Nada fue fácil, nunca ha sido fácil a decir verdad, pero cuando te dejan de importar la opinión de los demás es cuando puedes llegar a ser feliz realmente. No digo que es un proceso fácil pero, en mi caso, me aferré a la idea que mi felicidad estaba junto a Lucas, y a su lado, también tenemos a una pequeña de cinco años que es muy feliz a nuestro lado. Cuando tienes esta clase de episodios felices es cuando te das cuenta que todo valió la pena, cuando dejas de esconderte y simplemente te enfocas en las cosas buenas que la vida te ofrece. No tuvimos aceptación de nuestras familias, pero creamos la nuestra donde todos son aceptados sin importar nada; eso es lo que realmente nos da la alegría de vivir, y es por ello que estamos aquí.

Taehyung procesó sus palabras con un gesto atento, con una mano que reposaba sobre su mandíbula y su mirada no perdía de vista ningún gesto, cada palabra era recibida en su sistema y un pequeño aleteo se instaló en su pecho. Las últimas semanas había visto tantos comentarios divididos sobre los rumores de su relación, a tal punto que lo habían hartado y había decidido ignorarlos a todos. Se había repetido un centenar de veces que nada de ello importaba, que solo era importante como se sentían ellos y lo bien que se hacían el uno al otro, pero al escuchar las palabras de Henry y poniéndose en su lugar, no pudo evitar como una pequeña sonrisa boba se instaló en su rostro cuando se imaginó tomando el rol de Lucas y Jungkook como Henry. Pudo observarse a la lejanía en un lugar donde pudieran caminar tomados de la mano, un lugar donde no tendrían que mentir de ser simplemente conocidos y poder actuar como la pareja que son, y si fuera posible, también imaginarse agrandando su pequeña familia de dos.

Maldición, él soñaba un millón de veces en tener hijos, quería tener una gran familia con la persona que más ama y desde hace un tiempo no podía dejar de pensar que esa persona era Jeon Jungkook. Pero, si ni siquiera podía atreverse a revelar su relación, ¿Cómo podría pensar en tener una familia? Sentía que sus mejores años para vivir esa etapa estaban pasando, aunque sintiera a la vez ese pensamiento anticuado, tampoco quería llegar a los cuarenta y apenas pensar en conformar una familia.

—Ow, veo que si tiene alguien en quién pensar.—Lucas lo sacó de sus pensamientos, haciéndolo sobresaltar en su lugar.

Taehyung por su parte se sonrojó, tratando de aclararse la garganta.

—Es tu felicidad, ¿No es así?—Cuando asintió a su pregunta, Henry sonrió.—¿Se te hace difícil no tener a esa persona a tu lado?

—Realmente lo extraño, inclusive quería ver si podía hablar con él, pero probablemente sea algo tarde por allá.—Contestó sin medir sus palabras, enfocando su atención en su celular en espera de un mensaje.

La pareja se miró con cierta mirada de cómplices y soltaron una casta carcajada, haciéndolo salir de su vista en el celular. Antes de que pudiera decir algo, Seokjin entró con un par de bocadillos en sus manos y apuntó a su reloj.

—Perdón, chicos. Hay muchas personas en la máquina y apenas salí de ahí, pero ya es momento de regresar a la sesión.

Lucas se despidió de Henry con un beso en sus labios, saliendo del estudio con la mirada de sorpresa de Seokjin sobre él. Henry y Taehyung rieron de su reacción y volvieron a su trabajo, el castaño preparado para continuar con la sesión.

—Probemos algo. Ahorita sonrió demasiado al pensar en él, ¿Qué le parece si lo usa como su musa y así pueda capturar una de esas sonrisas?

Taehyung se quedó helado en su lugar, abriendo los ojos.—¿Cómo es que...?

—Se le escapó ese detalle cuando le pregunté sobre si se le hacía difícil estar alejado de esa persona, usted fue quién aclaró mis sospechas.—Le ofreció un guiño.—No tiene de qué preocuparse, si piensa que podría juzgarlo, entonces déjeme decirle que está equivocado, soy la última persona que podría hacerlo y usted sabe la razón.

—Oh, entonces es mi culpa.—Soltó una pequeña carcajada antes de decir.—Por favor, deja de ser tan formal conmigo. Soy menos que tú, en todo caso debería de ser al revés, así que no me hagas sentir tan mayor cuando no es así.

—Entendido, Taehyung.—Ambos compartieron una sonrisa y con mayor entusiasmo volvieron a la sesión, capturando su esencia en cada una de las fotografías.

Kim Taehyung había nacido para ser fotografiado, era la musa perfecta para cada obra de arte y él lo sabía. La naturalidad con la que posaba no era sencilla de obtener, cada pose era única y cada sonrisa lo hacía más especial, y a Henry no tuvo duda que Kim había sido su mejor trabajo en tantos años trabajando en ello.

(...)

Jungkook tiró el último golpe al saco cuando vió por el rabillo del ojo como Namjoon se acercaba con su nuevo entrenador. Estando cada vez más cerca de la pelea final, su objetivo era cerrar con buena brecha su carrera ganándola, por lo que Namjoon se había esforzado en buscar un entrenador lo suficientemente bueno para que pudiera ayudarlo en sus entrenamientos.

Se giró al mismo tiempo que ellos se detuvieron a un costado suyo, haciendo una reverencia al hombre mayor.

—Jeon, hoy inicias con Thomas, tu nuevo entrenador. Ya había realizado las presentaciones cuando firmamos el contrato, pero una vez más les digo que espero puedan llevarse bien.—Namjoon mencionó con una sonrisa.

—Buen día, hyungs.—Saludó el menor, mostrando una sonrisa en su rostro.

—Será un placer trabajar con alguien como tú, Jeon. Estoy impresionado por tu historial, no creo que pueda aportarte mucho.—Soltó una leve carcajada para romper el momento tenso al ser nuevos en tratarse, queriendo hacerlo llevadero.—Pero mi propósito es hacerte ganar esa pelea.

—El placer es mío, tuve la oportunidad de verlo un par de veces antes de que se retirara. Inclusive asistí a su última pelea, así que es un honor para mí poder estar trabajando a su lado para mi propia pelea, se siente irreal.—Comentó, provocando una mirada enternecida de los mayores.

—Me alegra poder saber de ello, así como me llevé aquel cinturón te haré que te lleves el tuyo, tenlo por hecho.

Con una mirada decisiva, estrecharon sus manos para afirmar aquella promesa. La pelea final no estaba demasiado lejos en comparación al inicio de esa travesía, sus próximas peleas se sentían casi nulas, por lo que estarían trabajando arduamente a partir de ese momento para la última pelea. Y fue en ese momento que Jungkook entró a su propia realidad, percatándose que la libertad estaba más cerca de lo esperado y no podía esperar para poder vivirla como tanto había soñado.

Boxear había sido su mayor pasión, lo que más había anhelado en sus años de juventud. Pero ahora, teniendo treinta y cinco años recién cumplidos, sus aspiraciones habían cambiado con el pasar de los años. Y si le preguntaba que era lo que aspiraba en esos momentos, solo podía ver su casa soñada en compañía de Taehyung, un lugar donde solo ellos pudieran reposar por el resto de sus vidas y, si no era mucho pedir, también un par de niños corriendo por el lugar mientras les hacían la vida más feliz de lo que ya eran.

Así que, con un nuevo propósito en su vida, anhelaba ganar esa pelea para cerrar ese capítulo de su vida con éxito. Mientras su versión joven estaría rebosando de felicidad si ese momento llegara, su versión adulta se sentiría pleno en poder ponerle fin a una de las facetas más importantes y decisivas de su vida.