Las siguientes peleas fueron victorias aseguradas para Jeon, pero lo que lo había inquietado en esos días no se trataba de sus contrincantes, ni de sus peleas en general, sino de lo que la prensa estaba haciendo con la imagen de Taehyung. Sus motivos para ir a las peleas no habían sido para apoyarlo, sino para darse una autopromoción y volver al ojo del espectáculo, según la prensa había relatado.

Su nombre en cada artículo era mencionado con el propósito de no relacionarnos de una manera amorosa, sino que el castaño había aprovechado la relevancia que Jeon estaba teniendo por su retiro que había sido una estrategia presentarse en sus peleas para también dar de qué hablar. Considerando que su nulo contrato con tal empresa le había provocado un pequeño descenso en su carrera como modelo, toda su publicidad se había visto manchada. Las personas especulaban que estaba necesitando de atención nuevamente, algo que no era cierto de ninguna parte.

Taehyung se había molestado con ello y Seokjin estaba haciendo su mejor trabajo para poder borrar todo ese tipo de nota engañosa, pero la información viajaba tan rápido que todos apostaban que se trataba más para su beneficio propio que para dar alusión a su apoyo hacía el boxeador. Y ese era uno de los motivos del porqué ahora estaban frente a frente, hablando de la situación en el camerino antes de que subiera al ring. Su siguiente pelea sería con el boxeador Kim MinJae así que se estaban deteniendo a la expectativa de lo que podría ocurrir en ese encuentro. 

—Es ridículo todo lo que están haciedo.—Expresó el castaño con el ceño fruncido, cruzado de brazos.

—Tae, ¿No consideras que es bueno? Para ti, de cierto modo.—Trató de hablar, sorprendiendo al contrario.

—¿A qué te refieres?

—Bueno, de ese modo tendrán una distracción y no cederán a los rumores. Lo que nos preocupaba era que la prensa sospechara de nuestra relación, pero si ellos están viendo todo esto por esa parte, ya no tendríamos que preocuparnos tanto por la cuestión de ello, luego podrán olvidarse de ello. Sé que no es la mejor nota, pero si la atención recae en ti entonces volveremos a lo de antes, solo es esperar para que puedan borrar todo y cambien de parecer sobre tu apoyo hacía mí.

Taehyung lo miró con incredulidad, ¿Estaba escuchando bien?—¿Qué es lo que estás diciendo, Jungkook?

Soltó un suspiro, terminando de acomodar sus guantes. Habían sido días llenos de tensión para su relación, sintiéndose más expuestos que nunca cuando las notas abarcaban varias páginas de todas las peleas del boxeador y cómo el modelo estaba interfiriendo en ellas. Sentía que esos días los dos estaban demasiado sensibles, pero también necesitaban abordar el tema o de lo contrario lo dejarían al aire.

—No quiero sacar provecho a esto, quiero que tú y tu imagen estén bien, solo pido eso.—Resumió, levantando la mirad para verlo.—Cariño, hemos tenido días llenos de estrés, si sigues peleando contra marea con la prensa solo seguirán atacando. Deja que divulgan esas noticias, de todas formas nos consta a nosotros lo que realmente sucede y solo debería de importar aquello. La anulación del contrato no será más de interés cuando sea tiempo de revelar uno de los que acabas de firmar, por lo que volverán su atención a tu carrera como modelo y todo esto, los rumores de la relación y los motivos del porqué vienes a verme desaparecerán.

Taehyung se levantó de su asiento, quedando de pie justo frente suyo.—¿Por qué estoy sientiendo que cuando yo trato de dar un paso, me estás haciendo retroceder?

—¿A qué te refieres?—Ahora fue turno suyo de fruncir el ceño, confundido.

—Cuando tu haces algo por nosotros yo no digo nada, respeto que lo quieras hacer de esa manera, pero si estamos hablando de mí y que desde el momento que te dije que lo hacía sin importar nada lo decía en serio, pero tú eres el único que quiere que arregle las cosas para disipar todo. Yo también tengo derecho a esto, nunca tuve un solo problema con lo que hiciste pero parece que tú si conmigo.

—No pensé que fuera de esa manera.—Confesó, sintiéndose confundido. ¿Estaba actuando de esa manera? Él solo procuraba el bienestar de su novio, sabía lo importante que era para él todo ello, sobre todo al momento de las críticas, solo quería ahcer más llevadero todo ello.

Antes de que alguno de los dos dijera algo más, la puerta fue tocada y la voz de Namjoon se apreció desde el otro lado.—¡Es hora de salir, ya dará inico el evento!

Se miraron por un largo minuto, antes de que Taehyung fuera el primero en apartar la mirada y girara hacía la salida, con Jungkook detrás suyo. Su mano quedó sobre la perilla de la puerta cuando el azabache lo detuvo, acorralándolo contra la puerta y su cuerpo, evitando que saliera.

Sintió su respiración en la nuca, erizándole la piel de la zona mientras la piel del guante rozaba sobre la altura de su estómago, mientras la otra mano enguantada reposaba contra la puerta para amortiguar su peso.

—Por favor, hablemos de esto en el departamento, ¿Si?

Con un suspiro, asintió.—Suerte en la pelea.

Se alejó de su cuerpo, dejándolo salir del camerino mientras Namjoon esperaba recargado en la pared y miraba la escena con una ceja arqueada. No pudo cuestionar nada, puesto que el azabache se limitó a caminar hacía el ring sin murmurar una sola palabra en el transcurso.

Taehyung había tomado asiento a lado de Jimin, que lo miraba con intriga por la expresión en su rostro. En las últimas peleas se veía afligido por todo lo que decían de él, pero tan pronto como miraba a Jeon sobre el ring todo rastro se eliminaba y un brillo en sus ojos se reflejaba, pero ahora, mientras veía a su novio subir al ring y hacer las respectivas presentaciones, se veía tan ajeno a la realidad como el boxeador, sin irradiar emoción alguna por su próximo encuentro.

Sabían todos los presentes que las cosas no irían bien en esa pelea, y lo confirmaron cuando en el primer encuentro Jungkook fue arrinconado y si poder defenderse a tiempo, recibiendo un par de golpes que lo marearon por un momento hasta que lo alejaron de él. Su vista estaba desenfocada, su cabeza dolía y su labio ya había comenzado a sangrar solo en los primeros minutos, se sentía ridículo porque ni siquiera su contrincante era alguien difícil de tratar, pero cuando intentó memorizar sus golpes estratégicos, olvidó todos ellos.

Se sentía en blanco, por un momento olvidó inclusive sus propios golpes cuando el segundo encuentro inició, solo alcanzando a dar un gancho izquierdo antes de ser empujado a las cuerdas, recibiendo golpe tras golpe.

Taehyung estaba en la orilla del asiento viendo la pelea con agonía, sintiéndose cada vez peor conforme cada golpe era dado. Sabía que Jungkook no se encontraba concentrado y se culpaba por ello, ¿Por qué habían tocado el tema siendo que él tenía una pelea en pocos minutos en ese momento? No había sido ni el lugar ni el momento adecuado, y lo confirmó cuando el chico le propinó un golpe al rostro, haciéndolo caer de manera inconsciente a la plataforma.

—No, no, no.—Repitió con desesperación, levantándose de su asiento.

—Taehyung, no.—Fue detenido del brazo antes de que pudiera considerar ir hasta allá para ver como se encontraba.

El triunfo del otro peleador había sido insignificante, puesto que todos los espectadores estaban a la espera que Jungkook se levantara, pero cuando los paramédicos llegaron al ver su estado de inconsciencia, todos entraron en pánico.

—Tengo que ir con él, tengo que saber que está bien.—Su voz se quebró en la desesperación, sintiendo sus ojos llorosos por un momento.

—Pero no vas a saltar allá directamente, debemos de ir desde atrás para que no puedan verte. Aprovechemos que todos están viendo hacía allá, podremos ir así de manera discreta.—Jimin le tendió su chaqueta y subió la cremallera hasta el tope, colocó nuevamente el cubrebocas y salieron de ahí entre el asombro del público cuando Jeon seguía sin dar indicios de volver a la consciencia.

Y mientras Taehyung y Jimin estaban sumergidos en llegar a la parte trasera del escenario, donde los camerinos aguardaban, no se percataron del detalle de ser perseguidos por alguien ajeno al equipo.

(...)

Cuando Jungkook despertó reconoció de primera estar en una camilla, tratándose de los vestidores detrás del escenario mientras trataba de incorporarse.

—¡No! No lo hagas.—Taehyung se precipitó a su lado, colocando sus manos sobre sus hombros para volver a acostarlo sobre la camilla.—Tienes que estar tranquilo.

Se adaptó a la iluminación del lugar, hasta que su mirada cayó en Taehyung, el cual lucía un tanto pálido y sus ojos mostraba signos de haber llorado, apretándole el corazón con amargura.

—¿Cómo te sientes?

—Cansado, me duele todo el cuerpo.—Soltó un jadeo cuando movió su brazo, sintiendo una punzada de dolor a su costado.

—Realmente el chico te supo dar en los lugares que aún sanan de peleas pasadas.—Emitió una mueca, sintiéndose distanciado. Se encontraba sentado en una de las sillas a un par de pasos lejos de la camilla, sin saber si era bueno acercarse.

—Perdí, ¿No es así?

—Sí, y debo de pedirte disculpas por ello.

Jungkook frunció el ceño, mirándolo con atención.—¿Por qué pedirías disculpas?

—De cierta manera te distraje, debí de haber dicho todo ello después de la pelea, cuando pudiéramos hablarlo con mayor calma y no cuando estabas a punto de subir al ring.—Terminó con voz baja, haciendo asustar al contrario.

Se inclinó lo suficiente para tender su mano, haciendo que Taehyung la tomara y lo jaló contra si, haciendo que tomara haciendo a un costado suyo en la camilla.—Nada de eso, jamás podría culparte de algo como ello. Yo tomo la responsabilidad por querer hablar de ello, si tan solo te hubiera dicho todo aquello que pensaba en otro momento no estaríamos aquí, así que no te culpes por ello.

Taehyung no aguantó y se pegó a su hombro, abrazándolo mientras lloraba sobre su cuerpo, necesitando consuelo. Todo el estrés y el cansancio acumulado estaba haciendo efecto, necesitando desahogarse o de lo contrario seguiría de un pésimo estado. Jungkook no tardó en envolverlo con sus brazos y lo apretó contra su cuerpo, acariciando su espalda mientras trataba de apartar sus propias lágrimas, necesitando un descanso de todo.

El problema que no estaban solos, una persona más allá de su vista estaba con una expresión de conmoción cuando el boxeador había apartado al modelo de su hombro para depositar un beso sobre sus labios, susurrándole un par de palabras antes de acomodarlos los dos sobre la camilla, estando abrazados mientras reposaban en el lugar.

Tendría la primicia del momento.