En un viaje por carretera

Hacia las cavernas del corazón

Me encontré con un aguacero

De puro agua y sentimientos

De pura pena y dolor

Según me acercaba

Con cautela como un gato curioso

Me daba cuenta de que ya no era aguacero sino huracán

Y no cualquiera, sino el tuyo

El que tenía tus ojos azules y tu voz

Y fue abriéndose paso dentro de mí

Devastando todo cuanto encontraba

Salvaje y libre como la Madre lo había hecho

Descontrolado como me gustabas

Pero como todo huracán, en algún momento acaba

Te fuiste y según partías me dejabas tus lloviznas

Tristes lágrimas de consuelo

Tristes tontos, triste anhelo

De pensar que regresarías

Te fuiste y solo me dejaste una paz que no buscaba

Un silencio que no soportaba

Una tranquilidad que ya no resistía

Y el olor a la tierra mojada

Ese aroma que tanto me define

Que adoro tanto como te adoraba a ti

Y quizás sea porque me recuerda a ti

La razón por la que ahora solo eso respiro

Cierro los ojos y viene a mí

La tierra mojada viene a mí

Las rosas muertas vienen a mí

Y, sin duda alguna, tú vienes a mí

Soy como ese suelo, esa tierra que se moja

Que pisas y se deforma

Que graba tus huellas

Soy como esa tierra que parece que ha llorado

Y quizás lo ha hecho

Y quizás ha formado charcos

Para que puedas mirarte en ellos

Desde que no estás, cuando llueve fuera

Mi corazón, que es raro, suele alegrarse

Porque te recuerda profundamente

Porque sin verte, al respirar te siente

Y puede seguir latiendo como si estuvieras

Desde que no estás, cuando llueve fuera

Y la tierra, que a veces está triste, se humedece en tu recuerdo

Mi corazón raro suele alegrarse

Porque tu perfume vuelve a casa

Y vuelves tú a mi pecho

Desde que no estás, cuando llueve dentro

Y tu aroma me envenena la sangre y la mente

Siento que vuelvo a amarte, que te amo fuerte

Y vuelvo a esperarte en mi eterno silencio