San Sebastián se ve tan bonita cuando duerme

La luna que arrulla con cantares de sutileza

Y yo que tengo miedo de despertarla

Con lo ruidoso de mi sentir

Y es que no se calla tu tormenta

Que va recreándose tan tranquila por mis pensamientos

Extendiendo sus nubes hasta chocar con las paredes

Sin dejarme apenas un hueco para respirar

¡Qué bonito desastre, niña triste,

Me estás dejando en los mares de lo desconocido!

Donde Corazón y Alma se hacían el amor

Sin que nadie los viera

Donde los veleros de otros se han perdido

Y donde los tiburones no muerden tan fuerte

No sabes lo bonita que se ve la ciudad

Cuando tu dolor me nubla la vista

Cuando me asfixia el no tenerte

Y el que no te enteres nunca

De que al matarte me muero yo

Pero el sufrir por ti, sin causa ni remedio,

Es tan bonito

Que no quiero dejar de hacerlo nunca, nunca

Porque me gusta amarte sin que te enteres

Me gusta que te me vuelvas rebelde

Que te enfurezcas y me rompas en mil pedazos

Y es que parece que yo fui hecho

Para que tú me destroces una y otra vez

Tu sonrisa duele

Tu distancia duele

Amarte duele

El animal ya se ha cansado de buscar cariño

Y con un poquito de dolor le es suficiente

Por eso, déjame amarte

Hasta que se me desgarre el alma

Cuando me descubra despidiéndome de ti

Mientras tus dedos se enredan en las manos de otro