Capítulo 13
-Mmm, si en este momento apareciera Bangchan y Somi a pedirte una cita y sólo puedes decirle que si a uno, ¿Con cuál de los dos saldrias? ¿Y por qué?
Las dos coreanas se encontraban saliendo de la institución jugando ese tonto juego de suposiciones hipotéticas en el que debían escoger una opción.
Lo que hace el aburrimiento.
-No sabes como te odio en este momento. -decía Jihyo pasando las manos por su rostro enfrentando una decisión crucial para ella aunque fuera hipotética.- Ehm, creo que escogería a Somi porque…no hay un porque, solo es linda, y, además, creo que Bangchan tiene una pequeña obsesión con el pollo.
-¿Ahora discriminas a las personas por sus gustos alimenticios?
-Claro que no, yo no cuestionó cada vez que miras a una persona en especial de baja estatura con hambre.
-¿Estas queriendo decir que los enanos me calientan?
-No idiota, me refiero a Nayeon.
-¿Y porque crees que quiero acostarme con ella? Ayer pensabas que te estaba cambiando ¿Y ahora esto?
-Es que lo pensé mejor. -Se dispuso a explicar- Porque primero la acosabas desde lejos, luego pasaste a enviarle notas calientes y tercero te has acercado y de la nada te vuelves algo cariñosa con ella, además, dejar a una adolescente de 17 años como tu con presas fáciles es algo peligroso-contaba con sus dedos.- Oye, si te la quieres llevar a la cama por lo menos dime porque me siento algo excluida de tu vida.
Jeongyeon sólo miraba a su amiga con sus brazos cruzados y una expresión de confusión y desagrado.
Es que, ¿Cómo ella podría tener esas intenciones con lo que parecía el conejito más adorable del mundo?
-Solo quiero informarte que acabas de decir la idiotez más grande que alguna vez dijiste, ella es mi amiga y lo que tenemos es cuestión de algo que sólo se consigue con pocas personas, ¿Nunca conociste a alguien que sientes que conoces hace años? Tal vez la conozcas hace muy poco pero…¿Entiendes a lo que quiero llegar no? -interrumpió su explicación al notar la poca atención que Jihyo le estaba dando.
-Aja -rodó los ojos.
-Y por cierto, si te refieres a lo que pasó con Sorn ya supéralo, fue sólo una vez y ni siquiera llegamos tan lejos. – Respondió Jeongyeon recibiendo como respuesta una ceja elevada.
-Como sea, pero si vas a la casa de una chica a hacer un trabajo escolar aun no entiendo como terminas escapando por una ventana si no era para tanto, admite que tenías la cabeza entre sus piernas cuando sus padres llegaron.
Cruzó sus brazos mirando hacia otro lugar-Ejem, creo que es tu turno. – la alta comenzó a ponerse nerviosa evitando lo dicho por su amiga que no paraba de reír.
De cualquier forma el que calla, otorga así que Jihyo sabía muy bien la respuesta.
-Entonces…-dijo volviendo al juego. Tomó su mentón pensando. – Preferirías que Jackson te acompañe a tu casa o acompañar a Nayeon a la suya.
-Como si Jackson algún día fuera a notar mi presencia -rió dando por hecho que aquello nunca sucedería – Me gusta si pero…Creo que si estuviera con el me pondría nerviosa y comenzaría a hablar como Chewbaccca.- Jihyo se hecho a reír.- Así que la respuesta es obvia, acompañaría a Nayeon a su casa, además es divertido hablar con ella, y por supuesto que no lo haría por las cosas que puede llegar a pensar tu mente retorcida.
-Entonces me parece genial tu respuesta porque justamente estoy viendo como ella y sus amigas acaban de salir.- señaló detrás de la alta quien dio media vuelta comprobando lo que efectivamente era cierto.- Acompáñala.
-Claro, iré con ella y le preguntaré si quiere que la acompañe. -respondió con cansancio por la actitud de su amiga aunque en el fondo si quería acompañarla- Adiós perra.
-Adiós Chewbacca.
Jeongyeon negó riendo y camino hasta el círculo de amigas que estaban riendo.
La castaña estaba dandole la espalda así que gran susto se llevó cuando sintió que alguien pasaba el brazo por sus hombros.
También tuvo un mini infarto al notar que era Jeongyeon, estaba teniendo demasiado contacto, más de lo que su corazón podía soportar y al parecer sus amigas se habían dado cuenta por las sonrisas y caras entre ellas.
-Hola chicas. -saludo simpáticamente- ¿Y Sana? ¿Hoy faltó ella? -pregunto al notar que eran 4.
-No, ella aún está adentro, dijo que iría a ayudar a Talia – respondió Mina.- Por cierto, hoy pasó casi todo el día con Talia, por lo menos lucía más animada.
Momo bajó la mirada comenzando a divagar en su mente. Tenía sus manos dentro de su chaqueta para que nadie notará que apretaba su puños y que podía ser una bomba de tiempo a punto de explotar.
Comenzaba a sentir que se ausentaba un día y su Sana ya la había cambiado.
-Y hablando de Sana, allí viene. -Señalo Nayeon.
De inmediato Momo despejó su mente y levantó la mirada para ver a la risueña caminar hacia ellas.
Ver a la chica le generaba una mezcla de sensaciones, desde las mejores hasta las peores y su estado le resultaba incompresible.
Ella ya sabía que Sana le gustaba pero los últimos días, habían vivido situaciones que sacudían su corazón a mas no poder y ahora no lograba enfocarse por completo sin que la otra apareciera en su cabeza y le hiciera recordar cada una de sus palabras y acciones, cosas que le hizo sentir…
-Llegue yo. -anunció Sana.- Momoring, ya estoy preparada para acompañarte a tu casa. -dictaminó.
-¡¿Eh?! -sus ojos se abrieron de par en par- Nunca acordamos esto, ¡Claro que no!
-Claro que si, ahora vamos. -sentenció y tomó la mano de la mayor. -Adiós, nos vemos mañana.
Todas se miraron entre sí confundidas mientras las otras dos chicas se alejaban caminando.
Jeongyeon río.- Que coincidencia, justamente yo venía a preguntarte si podía acompañarte hasta tu casa.
Nayeon tragó nerviosa mientras una sonrisa se desplegaba por su rostro.
-Claro. – respondió.
-Chaeyoung, ¿Quieres que te acompañe a tu casa mientras volamos como mariposas por un prado verde?. -pregunto Mina a su amiga con un tono muy exagerado en forma de burla hacia las otras dos.
-Claro que si Unnie, vayamos hasta el arcoiris rodeado de corazones y montemos unicornios. – La menor siguió el juego de su amiga colocando una mano en su frente y uniendo su mano libre con la de la contraria.
Ambas se fueron de allí saltando como dos locas mientras Nayeon y Jeongyeon se veían extrañadas, más que nada la alta ya que la otra fingía no entender las burlas.
-Okey -pronunció con un tono lento. -¿Vamos?
La más bajita asintió con felicidad y ambas tomaron su rumbo.
Y por el lado de la de las otras dos chicas que caminaban:
Momo más que caminar estaba siendo arrastrada sólo que aún no era consciente de lo que estaba pasando.
Aquella vibra autoritaria de la menor la había hecho temblar.
-Que sexy…-susurró provocando una mirada curiosa en la contraria.
-¿Eh?
-¡Sueltame! -dijo regresando a la realidad.
Se separó bruscamente de la menor pero no hizo otro movimiento. Ambas se miraban en silencio analizándose la una a la otra.
La menor cerró sus ojos y dejó salir un largo suspiro.
-Necesito que hablemos.
-Podrías haberlo dicho antes y de otra forma, no tenías que arrastrarme así.
-Bien, lo siento, aún así te conozco y sé que tu respuesta hubiera sido un No- ¿Su respuesta era muy predecible o Sana la conocía? Tal vez ambas- ¿Ahora podemos hablar?
-No hay nada de que hablar, mucho menos contigo.
-Hay mucho que tenemos que hablar, ¿Quieres vivir en esta situación de por vida o terminar con esto ahora?
La mayor cambiaba la dirección de su vista constantemente sopesando lo que le había dicho su menor.
Suspiró con evidente derrota dejando su posición agresiva.
-Esta bien…
Sin importar el lugar ni el momento ambas se sentaron en la acera recostando sus espaldas en la pared de una pequeña tienda.
-¿Qué sientes por mi? -pregunto la menor mirando un punto fijo.
-Bueno, ehm…creo que no es necesario decir lo obvio.
Sana la miró para hablar con la mayor seriedad con la que alguna vez había hablado.
-Momoring mírame – la autoridad en la voz de Sana obligó a la contraria a mirarla.- Si vamos a hablar quiero que hablemos en serio, ¿Puedes dejar por un momento tu maldito orgullo? – La mayor bajó la mirada un segundo consumida por los nervios.- Por favor, yo prometo ser sincera si tu también lo eres, nosotras…ya dejamos el capítulo donde pretendíamos odiarnos y acabamos de comenzar uno nuevo, si queremos dejar todo en claro…tal vez para tu desgracia debamos ser nosotras mismas.
Momo hizo una mueca con un torbellino de sensaciones en su interior y una lucha entre su corazón y su orgullo.
Apretó sus labios un segundo reflexionando en cuestión de milisegundos que debía hacer convirtiéndose en una bomba de tiempo que estaba a punto de estallar.
Tic tac tic tac tic tac…
-¡Bien!, ¡Si!, ¡Me gustas! ¡¿Eso querías oír?! ¡¿Estás satisfecha?! -explotó tomando su cabeza intentando resguardarse luego de que hubiera herido ella misma su orgullo.
-Bastante, es un inicio.- acompañó lo dicho con un gesto de cabeza mientras volvía a mirar al frente.- Ahora…¿Puedes decirme por que desde que me conociste me tratas mal?
-Porque…¿Por qué soy yo la que debe responder todo? -cuestionó cambiando rotundamente su tono de voz.
-Responde -otra vez la Sana autoritaria contestó.
-Aish. -rodó los ojos.- Porque…desde el primer momento me has gustado y yo…no quería sentirme como idiota.
-¿Sentirte como idiota?
-Yo…No quería sentir esas mariposas si lo quieres como una película de Disney, no quería estar pendiente de ti pero no importa que, tu te empeñabas en ser cercana a mi y, me agradó, aún así no quería darte la razón de que habías logrado convencerme así que continúe, y luego tu comenzaste a tratarme de la misma manera a como te trato yo y…ehm…-Sana escuchaba atentamente conteniendo una sonrisa. Los nervios de la mayor la derretian de ternura.- Sabía que difícilmente tu te llevabas mal con las personas y, cuando me di cuenta que yo era la única que ocupaba ese puesto…creo que a pesar de todo si quería que de alguna forma continúes pendiente de mi, quería ser especial.
-¿En serio? Realmente pudiste haber corrido el riesgo que te detestara, aunque algunas cosas que me has dicho si hirieron mis sentimientos.
-¿Tu corazón está roto como el condón que usaron tus padres?
-¡¿Seguirás con eso?! ¡¿Puedes tomar esto con seriedad?!
-Lo siento, lo siento, es la costumbre. -se justificó tranquilizando a la menor.- Bien, ahora tu, ¿Cómo puedo estar segura que realmente sientes algo por mi y no soy sólo alguien con quién quieres acostarte?
-¿Soportarte todo este tiempo no es prueba suficiente de que lo que busco contigo no es algo de una sola noche?
-Es un buen punto pero no me asegura nada.
-Momoring, no tengo idea de donde sacaste esas ideas erradas de mi, yo no soy fácil y mucho menos pienso en acostarme con la primera persona que se me cruza por la cara, se como es mi personalidad y entiendo si algunos aspectos te dieron esa imagen equivocada, tal vez puedo ser algo enamoradiza y mis comentarios no ayudan mucho pero…lo que me pasa contigo es diferente, no se iguala a nada que haya sentido antes, entiende que hace 2 años entraste en mi mente y no has salido ni un solo día de ella.
-¿Y entonces que pasó el otro día?...en la biblioteca. -finalizó bajando el tono avergonzada.
-No…no puedo responder eso, ni siquiera yo sé que pasó, perdí el control de la situación y…juro que sólo tu me haces perder la noción del tiempo, haces que olvidé donde estoy, haces que este fuera de mi misma así sea que estemos discutiendo o simplemente te este observando.
Luego de aquella declaración un silencio lleno de nervios y de latidos acelerados las cubrió por algunos segundos hasta que Sana continuó.
-¿Puedo saber porque te ausentarse ayer? Las demás ya estaban creando teorías sobre que tu salías con alguien, no se porque creyeron eso, pero al parecer yo lo sabía entonces esa era la razón de que ayer estuviera desanimada y…
-Espera, ¿Ayer estabas mal? -inevitablemente se había preocupado.
Que nunca lo demostrará no significa que no se preocupara, o que la cuidaba ya que la menor era algo torpe, siempre estuvo pendiente pero de manera muy disimulada.
-Si, bueno, generalmente si te ausentas estoy algo desanimada pero no suele notarse, tal vez sea porque estoy muy acostumbrada a discutir y pareciera que falta mi dosis de rabia del día, pero esta vez fue diferente- hizo un diminuta pausa antes de reanudar su explicación- Me preocupaba la razón por la cual te ausentaste. – suspiró – Pensé que si estaba relacionado con lo de la biblioteca…no se, pasaron tantas cosas por mi mente y una me hacía sentir peor que la anterior, además debía hablar contigo y tuve que contener todo cuando vi que nunca llegaste.
Dignidad a la basura en 1, dignidad a la basura en 2, dignidad a la basura en 3…
-Si, es demasiado idiota pero si, no vine por ti. -dignidad totalmente perdida para el razonamiento de la mayor- Sé que debía dar la cara pero estaba asustada, yo…tenía miedo de enfrentarte, tenía miedo de ti, incluso llegue a tener miedo de mi misma, de como podía reaccionar, de volverme débil, de perder mi dignidad, cosa que perdí completamente cuando deje que me arrastraras…en fin, fue un día muy extraño porque nunca deje que las emociones me superarán y ahí llegaste tu con “tinimis qii hiblir”
-Pero ahora estas aquí, no creo que sea tan malo esto…
Momo negó- Y…por Si quieres saber porque las demás creían que estaba saliendo con alguien. -Llevo su mano hasta su cuello y con su pulgar difumino el maquillaje que traía para que nadie notará la marca. – Por esto, Mina lo notó antes que yo…
La menor comenzó a reír pero contuvo su risa al recibir repetidos golpes, poco suaves, en su brazo.
-Cállate porque esto ya es demasiado difícil para mi. – La contraria asintió.- Si ese día no regresé a matarte fue porque estaba lo suficientemente avergonzada como para no hacerlo…
-Esta bien, lo siento, tienes razón si estás molesta. -fue una disculpa no tan sincera ya que Minatozaki creía que se le veía lindo.
Claro, porque lo había hecho ella, de lo contrario no.
La mayor pasó las manos por su cara con desesperación.
Tener millones de sentimientos recorriendo cada fibra de su cuerpo la estresaba, eso sumando todas las dudas que rebotaban en su mente.
-¿Cómo puedes sentir algo por mi? No tiene sentido si te he tratado como basura.
-Yo tampoco te he tratado de la mejor manera, creo que estamos a mano.
-Pero…
-Mejor vayamos al grano. – la menor cerró el tema anterior siendo innecesario dar una explicación a eso, le gustaba y punto. -Tenemos que pensar de ahora en adelante, ¿De acuerdo?
-Supongo, ¿Cuál es tu plan?
-Sinceramente, deseo poder pedirte que seas mi novia. – un color rosa nació en las mejillas de la mayor. -Pero no puedo, aún no, lo más adecuado es que antes de dar ese paso comencemos por donde nunca comenzamos, ser amigas, ¿Y sabes lo que significa eso?
-¿Nada de peleas?. -respondió algo insegura.
-Nada de peleas, comentarios hirientes, críticas y no estar siempre a la defensiva.- completo.- Yo estoy dispuesta a todo esto para empezar desde cero, ¿Tú?
Hirai asintió. -Pero será raro.
-Supongo que si, pero nunca lograremos tener algo estable si ni siquiera podemos entablar una amistad, debemos volver en el tiempo y rehacer nuestra historia.
-Si pero, ¿Mañana que haremos? Si dejamos esto aquí, no creo que podamos empezar muy bien que digamos.
Minatozaki lo pensó un segundo- Tienes razón, mañana sería el doble de complicado.- Llevó una mano a su barbilla analizando el panorama.- Entonces…¿Yo duermo en tu casa o tu duermes en la mía?
-¡¿Qué?! Definitivamente enloqueciste, ninguna amistad empieza con un “Hola, no se quien seas pero puedes pasar el día conmigo y dormir en mi casa”
La contraria elevó una ceja.- Pero tenemos que ganar tiempo, Momo yo quiero conocerte, quiero descubrir lo que hay detrás de esta fachada que siempre me has mostrado, quiero conocer a Hirai Momo, me interesa saber sobre ti, no me basta con lo que sé, con lo que he oído, con lo que he visto, hay mucho más y espero me permitas saberlo.
La mayor cerró sus ojos y bajó su cabeza liberando un largo suspiro de derrota.
-En mi casa…
-Me parece perfecto. – La actitud sería y autoritaria de antes dejo el cuerpo de Sana. Se puso de pie de un salto y le extendió la mano a la chica que aún seguía procesándolo todo en el piso.- ¿Amigas?
La sonrisa deslumbrante de niña pequeña atravesó el corazón de Momo.
Por consecuencia una pequeña sonrisa también se formó en el rostro de esta aceptando la mano.
El tacto de sus manos y el hecho de que ya no podía ocultar sus sentimientos detrás de insultos generó una nueva sensación en ella.
Sentía que por primera vez se esforzaba en no estropear lo que acaba de iniciar con Sana, y eso la llevaba a pensar que la chica realmente le importaba.
Parecía una epifanía detrás de la otra, una idea llevaba a la otra y parecía que todo aquello lo tenía muy escondido dentro de si misma.
Surgía la dualidad de la sensación de libertad, y la del nerviosismo sabiendo que aún le temía a su lado más orgulloso.
Ese lado que se negaba a demostrar alguna reacción en ella en estos casos.
Por el momento no quería y sabía que no debía dejar que la libertad se apoderara de ella porque comenzaban a ser amigas y sus acciones de tonta enamorada apresurarían las cosas llevando todo al desastre.
Que podía decir, su menor tenía razón en todo lo que había dicho.
Ahora sólo tenía que esperar a ver que les deparaba la vida…
Bạn đang đọc truyện trên: Truyen247.Pro