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Hola, víborita.

Te seguiré diciendo así porque tú me dices cara de rata, es justo.

Me gustó hablar contigo en la cafetería, no entendí muy bien sobre los Alcanos y Alquenos, ¿puedes explicarme otra vez, por favor?

Me alegro que tu madre permitiera que vaya, por lo que has dicho es un poco estricta así que prometo comportarme.

Mi hermana pasará por mí a la hora de la salida, he visto que te vas solo ¿Te gustaría que te llevará? Así mi hermana sabrá dónde estaré mañana y podrán conocerse.

Todo por el proyecto, claramente.

Ya no digas que solo Shinazugawa es tu amigo porque yo ya me considero uno. Eres alguien agradable, me gusta escucharte hablar de lo que te gusta.

_Giyū Tomioka.

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Con bastante esfuerzo Obanai contuvo la sonrisa que se le formaba en su rostro, aunque tuviera un cubrebocas era bastante fácil de leer cuando sonreía.

Miró de reojo a Tomioka, él estaba sentado en el pupitre del fondo y Obanai en primera fila, no porque le gustará llamar la atención de los profesores sino que ellos lo obligaban a sentarse al frente por problemas en su visión.

Volvió a mirar la nota que tenia en sus manos enfocándose en el último párrafo y alegrandose de que alguien quiera seguir escuchando sus delirios químicos.

Había suprimido la sonrisa de sus labios pero sus mejillas y nariz estaban pintadas de un rojizo intenso que delataba su buen humor y vergüenza.

De pronto ya no le importo que Giyū le dijera víbora, incluso disfruto que lo cambiara a 'víborita'.

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