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—Y bien, ¿Qué es esto?— La voz del profesor atacó los oídos de Obanai.

Iguro estaba sentado frente al escritorio de su profesor, mirando la mesa de madera incapaz de hacer contacto visual con el adulto debido a la vergüenza que le invadía el cuerpo. Nunca se espero ser atrapado tan pronto.

El salón estaba solo, todos habían ido a disfrutar su receso, en este momento tendría que soportar el interrogatorio de Michikatsu por quien sabe qué tanto tiempo.

—E-eh, es una... Nota.— Responde tartamudeante, arrugando los ojos y sintiendo el sonrojo extenderse por sus orejas y cuello.

—Yo sé que es una nota, Iguro.— Deja el papel en la mesa y después se soba la cara con una de sus manos.— ¿Me vas a decir por qué estás escribiendo estas cosas en medio de una clase?

Obanai se muerde el labio bajo su mascarilla, intenta responder algo pero simplemente no llega a nada y alza los hombros.

—Bien, entiendo.— Sin ganas no insiste en aquel punto.— ¿Me dirás quien en tu novia?

La palabra le sienta mal en el estómago, teme ala idea de corregir al mayor, pero después piensa ¿Giyū y él son novios?

—N-No es novia...— Aun así corrige y mira sutil al mayor, quien de inmediato arruga la entre ceja.

—Novio, entonces. ¿Quién es tu novio?

—Yo no tengo novio.— Suelta sin querer, cruzando sus brazos encogiendose aún más en su sitio.

Michikatsu lo mira sin decir nada, después observa el papel y lee lo escrito otra vez.

Ahí dice explícitamente que el chico lo quiere volver a besar y que le gusta, ¿Eso quiere decir que son novios, no?

Tal vez no.

Estos jóvenes de ahora, piensa con desapruebo.

—Jamás imaginé que fueras de los que besan sin compromiso, Iguro.— Dice sin pensar demasiado, mirando como el cuerpo de su alumno se tensa.— Como sea, no me importa si es o no tu novio, ¿Con quién te estabas escribiendo?

Necesitaba saberlo, así los tendría a ambos lo mejor vigilados posible para evitar que se vayan a ver detrás de la escuela, por obvias razones no es algo que deba permitir aunque no le importe demasiado.

Obanai seguía quieto sin decir una palabra útil fuera de sus propios balbuceos, después el profesor suspiro e hizo un recuento del círculo social del menor. Solo había una persona indicada.

—¿Shinazugawa?— Suelta al aire adivinando sin éxito.— Me resulta difícil pensar que sea él por su caligrafía. Jamás entiendo sus trabajos...

—Que asco, no.— Obanai contesta con una mueca de asco, solo había un chico que le gustaba, del resto piensa que todas las personas son molestas, Sanemi aún siendo su amigo entraba en aquel saco.

El mayor observa, piensa que el gesto que hizo fue sincero y después vuelve al mismo lugar de partida. No había otra persona con la que había visto a Iguro antes.

—Iguro, no quiero retenerte aquí todo el rato. Yo también quiero disfrutar un poco del receso, por favor.— Toma el papel de la mesa y se lo extiende a Obanai.— Solo dime quién es y con gusto te dejo ir, de lo contrario tendré que avisarle de este inconveniente a los demás profesores para que ellos se encar-

—No.— Interrumpe.— No le diga a nadie esto.— Toma el papel entre sus manos y lo esconde en su suéter, mirando con vergüenza al mayor.

—Entonces dime su nombre.— Da la solución sencilla.

Obanai mira enfadado al mayor, arruga las cejas con molestia e intenta buscar el valor para confesarle.

—E-Es To-

La puerta de la aula se abre interrumpiendo al menor, tanto Iguro como Michikatsu miraron a un costado observando interrogantes.

Obanai pensó que era otro profesor pero simplemente eran Sanemi junto a Giyū. Iguro se puso aún más nervioso.

—¿Ustedes qué hacen aquí?— Para el hombre era extraño ver a Shinazugawa y Tomioka juntos, jamás los había visto intercambiar palabras.

En realidad, la verdadera sorpresa fue ver a Giyū estando cerca de alguien.

—¿Ya termino con Iguro?— Pregunta Sanemi viendo que Giyū fue incapaz de decir alguna palabra.— Lo... Necesitamos para que nos ayude en un proyecto.

—En un segundo, Iguro no quiere decirme quién es su... Amiguito.— Dice arrugando un poco sus cejas.

—Ah, eso es fácil.— Dice Shinazugawa metiendo las manos en sus bolsillos en una pose relajada.— Tomioka es quien le envía esas boberías, ¿No es así?— Mira al azabache a su lado con una expresión aburrida.

Giyū parpadea, ve la expresión de Obanai y después a su profesor.

—Sí, soy yo...— Sabe que el profesor había leído lo que había enviado y por eso se encuentra cohibido. Al menos es simplemente ese profesor, Shinazugawa no parece tener idea de qué es lo que se escribieron.

Michikatsu abre sus ojos, después observa a Obanai y por la mueca de vergüenza que es imposible de quitar cree la afirmación, sorprendiendose.

De entre todos los alumnos el menos probable era Tomioka, ¿Desde cuándo ese chico tranquilo y retraído estaba metido en esas cosas? Suspira, ve a Iguro y frunce el ceño.

—Iguro, espero que no estés hostigando o llevando en malos pasos a Tomioka.— Advierte.

—¿Qué? ¡Yo no hostigo a nadie!

—Claro, lo que digas.— Dice sarcásticamente, después le hace un ademán para que se vaya.

Obanai hace una mueca mientras se levanta del asiento, toma su mochila y observa ofendido a su profesor para después bajar la defensas y volver a concentrarse en la situación actual.

Ahora Michikatsu lo sabe, espera con todo su corazón que no ande regando el chisme por los pasillos. Ve a Sanemi con molestia pues nadie le había dicho que dijera algo. Es un metiche.

Por último miró a Giyū, aflojando la mirada y acercándose con timidez a él, decidiendo ignorar las últimas palabras de Michikatsu.

Aún así, siente que ese hombre no se quedará callado.

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Mi excusa por no actualizar antes es... Me daba flojera.

Pero aquí está, al menos dos capítulos y dentro de poco público los siguientes.

Gracias por esperarme, los quiero <3