Chào các bạn! Vì nhiều lý do từ nay Truyen2U chính thức đổi tên là Truyen247.Pro. Mong các bạn tiếp tục ủng hộ truy cập tên miền mới này nhé! Mãi yêu... ♥

✏️10

•°•°•°•

Era un poco incómodo para Iguro estar en ese auto, la hermana de Tomioka sonreía y lo miraba de vez en cuando por el retrovisor y Giyū aún con todo el espacio del asiento trasero estaba cerca de él hablando sobre la decoración del cohete.

De alguna forma la atención que recibía de Giyū era muy diferente a la que recibía de las demás personas y eso calentaba y aceleraba el pequeño corazón de Obanai.

Los ojos brillosos que se notaban felices de verlo, las manos que se movían emocionadas a los lados y la sonrisa pequeña y agradable que se formaba en los labios, todo eso era muy agotador.

Iguro no ha dejado de pensar en esa sonrisa, específicamente en sus labios visiblemente suaves y bonitos.

El niño con mascarilla no pudo evitar sonrojarse, para Obanai pensar en qué alguna parte del cuerpo de Giyū era 'suave y bonita' era una tontería. Iguro tenía suerte de que su compañero esté muy emocionado y despistado como para darse cuenta del rojo de su nariz y orejas.

Habían llegado a su destino, Tomioka fue el primero en bajarse manteniendo la puerta abierta para que Iguro se bajara después, con cuidado el más bajo se despidió de la hermana de su amigo, Tsukako en respuesta le sonrió.

Ya abajo del auto Tomioka cerró la puerta y comenzó a seguir a Iguro hasta su casa pasando por el jardín tradicional y ordenado que adornaba la entrada.

Tomioka miraba con curiosidad todo el panorama pues desde la muerte de sus padres su casa no ha tenido más nunca un jardín lleno de flores. Giyū pensó que sería buena idea plantar algunas al volver a casa.

Antes de que pudiera dar algún otro paso Giyū se detuvo al ver como Iguro se giraba y lo encaraba con cejas arqueadas, lo iba a regañar.

—Escucha Tomioka, a mi madre no le gustan las personas que hablan mucho, por favor mantente callado y no hables de más, ¿sí?

Giyū, quien era un experto en ser alguien callado cuando se lo pedían casi siendo un objeto de decoración en todo sitio, asintió con mejillas llenas por la emoción.

—Por supuesto, sere un mudo.

—No tan callado, bruto. Tan solo habla lo necesario al frente de ella.

Obanai ni siquiera se dió cuenta que sujeto la mano del más alto para jalarlo hasta adentro de su casa, tampoco se percato que su ansiedad desapareció cuando Giyū apretó y calentó la extremidad feliz del contacto.

Tomioka era un niño tranquilo, su madre lo puede tolerar.

¿Qué podría salir mal?

•°•°•°•

Bạn đang đọc truyện trên: Truyen247.Pro