35. Mejor
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--Minnie, es mejor que conduzca Jeon, las feromonas de Jin están muy desbordadas. --decía Taehyung a través de la ventana abierta del vehículo.
--Pero quería conducir tu auto nuevo. --decía Jimin, acercándose a la ventana, pero apenas lo hacía se tapaba la nariz. --Tienes razón, apesta a feromonas de alfa... Y a sexo. ¿ya lo hicieron aquí? Eso fue rápido. --agregaba divertido.
--No tuvimos opción... y no lo lamento. --confesaba el omega, cruzándose de brazos.
--Lo que mi omega me pida... --repetía el alfa, ya sentando en el asiento trasero.
--Jungkook, lo siento, te prometo que todo está limpio, lo juro. --se excusaba Taehyung muerto de vergüenza. El alfa azabache soltaba una risita.
--No te disculpes, lo hemos hecho un montón de veces en el auto con Jimin... eso sí, no lo hagan mientras conduzco, por favor. --pedía Jeon, mientras se subía al asiento del piloto, estaba más entusiasmado de manejar un auto nuevo.
--Lo que mi omega me pida... --repetía una vez más el alfa.
--Y tu omega pide que mantengas tu polla dentro de tus pantalones... --exigía tajante. Se bajaba del copiloto y se sentaba en el asiento trasero con su novio. --por ahora... --agregaba y Jin sonreía, aún con sus ojos turquesa.
Llegaron a casa, agradeciendo obviamente a Jeon y a Park y entraron a tropezones al lugar, quitándose la ropa desesperados.
--Hey, alfa, con cuidado, que llevo a tu cachorro en mi vientre --regañaba el azabache ante la torpeza y brusquedad del rubio, quien le quitaba la camisa al omega, lanzando botones por la sala.
--Lo que me pidas, bonito. Navi, Navi... --susurraba el alfa embelesado. Taehyung reía al escuchar al alfa, quien parecía estar bajo el efecto de estupefacientes o algo así. Hace siglos no lo llamaba como el hada.
--Entonces, con cuidado, guapo. --el alfa sonreía ante el elogio de su novio. --Eres el alfa más guapo, el más sexy y además me preñaste. --decía juguetón el omega, la situación lo divertía mucho --Soy tuyo. Ya ven aquí, quiero que me comas...
El alfa hacía caso a todo lo que el azabache le pedía, tomando sus palabras. Lo llevaba con cuidado hasta el nido, ya ambos completamente desnudos y lo depositaba ahí con sumo cuidado, repartiendo besos por su vientre, susurrando palabras dulce a su cachorro.
--¿Me la vas a chupar o que? No t- oh, mierda. ¡Seokjin! --el aludido quería devorarse a su novio, succionaba, chupaba y lamía con alevosía. --sí, así... oh, carajo... mmm~ Jin... Jinnie... esto es increíble...
Taehyung masacraba su propio labio inferior, tratando de no gemir como omega en película pornográfica, pero le estaba resultando difícil. Jin parecía querer beber de él y el azabache lubricaba como si estuviera en celo. El médico le había dicho que las hormonas lo iban a alborotar, pero no creyó que a tal nivel.
El alfa penetraba con sus dedos, mientras chupaba y succionaba el falo de Taehyung y este último ya no aguantaba más. Estaba tomando del pelo al alfa, pero ahora le golpeaba en el hombro repetidamente, indicándole que estaba por correrse.
--Jin, Mmm~ mierda, en serio... en serio... te estoy advirtiendo... --rogaba, pero el alfa no hacía caso. --Me corro, aaah, joder, ¡Jin! --y el alfa recibía gustoso, tragando la esencia del azabache.
El alfa abría el cajón y tomaba un condón, no quería acabar dentro de su novio, porque después podría dolerle el vientre, así que se enfundaba con maestría y sin esperar al omega, se deslizaba en él, liberando un gemido ronco... --Wooo... te sientes tan bien, omega. Te voy a follar la noche entera... --murmuraba, antes de comenzar a embestirlo. Taehyung aún no se recuperaba de su orgasmo y ya estaba empalmado de nuevo.
--Ah, ah... Jinnie... no aguantaré... toda la noche... --el omega ya estaba cansado, pero el alfa estaba recién comenzando. Sería difícil cumplir con el alfa en su estado, pero trataría de hacerlo. Mientras no pusiera en riesgo al cachorro... Además lo estaba disfrutando, mucho.
--Ponte en cuatro --demandaba el rubio, casi fuera de sí --quiero ver como tu culo se traga mi polla.
--¡Seokjin! --lo regañaba el omega, pero obedecía, girándose. De alguna manera este Jin lo excitaba, lo calentaba que hablara de manera vulgar, porque siempre era tan correcto.
--¿Acaso no te gusta mi polla, omega? --decía el alfa con voz sensual. El rubio embestía de manera brutal, como un maldito, presionando con fuerza las caderas del azabache, quien ya sospechaba que ahí quedarían moretones. --Amo como te devoras mi polla, amo cuando te mojas por mi, mira lo mojado que estás... Mi omega, eres mío, mío... --el alfa tomaba al omega del cuello, acercándolo para hablarle al oído y morder sus hombros. --Dí que eres mío, dilo, omega.
--S-soy... --el omega no alcanzaba ni a responder cuando el alfa le palmeaba una nalga de manera sonora --¡oh, mierda!, sí, soy tuyo alfa... --lograba decir a duras penas.
--Lo eres, eres mi omega. Y yo siempre seré tuyo. Soy. Solo. Tuyo. --el alfa hacía énfasis en cada embestida.
Taehyung ya se sentía mareado, tanto por las feromonas, como por la brutalidad del alfa, pero extrañamente no sentía dolor, al contrario, estaba por correrse otra vez y tenía la garganta seca de tanto gritar y gemir.
--A-amor... Amor... Detente, voy a mojar el nido... --se venía un orgasmo de aquellos y no quería hacer un desastre.
--Lo limpiaremos después, quiero... que lo disfrutes... --respondía sin cuidado el rubio, sin parar el ritmo de sus estoques, rozando más y más el punto de mayor placer del omega. Los hombros de Taehyung parecían un mapa por los chupetones y mordidas que el alfa iba dejando.
--A-alfa... en serio... Joder. Nooo... Jinnie, por favor... --rogaba, pero el alfa sonreía. --¡Aaah! Seokjin... --y el omega se corría casi como una fuente, mojando y manchando las prendas en la cama. --Mierda, que rico... Alfa... Alfa... --el omega le pegaba en el muslo al rubio para que se detuviera, pero él no parecía escuchar, ya a este punto el azabache estaba sobreestimulado. --Jinnie... No... Oh, carajo... --y temblaba y se sacudía en un nuevo orgasmo, esta vez seco, poniendo los ojos en blanco.
El alfa de repente salía del omega, se quitaba el condón rápidamente y se masturbaba sobre la espalda del azabache y a los segundos se corría, liberando su esencia sobre él.
--Tú... juro que me vengaré... --expresaba el omega, agitado, agotado. Apenas y podía respirar.
El alfa reía y luego se acercaba a su novio y besaba su mejilla --Te amo. Eres el mejor. El más bonito. No hay momento en el cual no me enamores, Taehyung. --soltaba el alfa con los ojos intermitentes entre el marrón y el turquesa.
Taehyung sonreía enamorado --Yo también te amo, bobo. --suspiraba. --Ahora límpiame, hemos dejado un desastre. Y dame algunos minutos para descansar. Seguiremos en el sofá, quiero mi nido en buen estado. --exigía mandón, pero absolutamente feliz.
Jin ingresaba al dormitorio con una bandeja llena de cosas recién preparadas por él para su novio. Habían tenido varias rondas de sexo salvaje y dulce y mientras depositaba el desayuno en la mesita de luz, veía la desnudez de su omega y las marcas que él había dejado en su piel canela.
Hermoso... Nunca deja de ser tan hermoso.
Acariciaba su redondo y pomposo trasero para despertarlo, aún tenía la marca del golpe que le había dado, ¿En qué estaba pensando? Porque, para su desgracia, recordaba todo. Se sonrojaba por su comportamiento y por las palabras que había usado, pero cuando su lobo tomaba el mando, era otra persona. Negaba con la cabeza.
--Despierta, Voo... Es hora de comer, bonito. Cachorro debe tener hambre. --decía con dulzura. El omega se removía, haciéndose bolita en el nido que había sido restaurado durante la madrugada.
Taehyung abría un solo ojo y sentía el aroma de la fruta, las tostadas y la taza de leche tibia que el alfa había preparado. --Casi te pateo el culo y te rebano la polla, con una tijera... oxidada, pero después de oler eso, te perdono. --decía con la voz ronca, indicando la bandeja del desayuno. El alfa sonreía feliz.
--Si quieres puedes golpearme, lo merezco, puedes cortarme el pene si quieres... --respondía en tono divertido.
--¿Estás loco? Después de esos orgasmos, por la Luna, Seokjin, debí pasar más de tus celos contigo. ¿Siempre has sido así? --decía, tomando una tostada para luego darle una mordida.
--Ni yo sabía que iba a actuar así, lo siento, fui muy bruto, te hablé muy feo... hasta... hasta te palmeé el trasero --el alfa se ruborizaba hasta las orejas, recordando lo que hizo.
--Y lo amé. --afirmaba el omega, dándole un beso en la mejilla al alfa y cerrándole un ojo. --Podrías ser más atrevido, aunque no me quejo, amo también cuando eres tierno y dulce. Te amo a ti y a tu lobo libidinoso.
--Me haces inmensamente feliz. No pensé que algún día iba a despertar al lado del omega más bonito y sensual del planeta. Es un privilegio prepararte el desayuno, Taehyung. --decía el alfa con dulzura, acariciando el vientre del omega.
--Un privilegio es hacerte el amor, Jinnie. Eres tan guapo. Ven, siéntate a mi lado. Debemos planear un par de cosas. Mañana estás de cumpleaños y el auto fue un buen regalo, pero además podríamos...
Y así fueron pasando los días en la casa Kim, una casa en donde el aroma a palomitas, caramelo y tierra mojada inundaban cada rincón.
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