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Jin sentía golpes en la puerta y corría en su dirección. No quería que molestaran a su omega, quien yacía profundamente dormido en la cama, arrebosado en la sudadera del alfa.

Abría la puerta y Jimin le devolvía la mirada.

--¡Jin! ¿Cómo va todo? --preguntaba el omega con picardía, moviendo las cejas.

El alfa se ruborizaba hasta las orejas y miraba a un lado para no enfrentarse al amigo de su novio. --Todo está excelente. --respondía cortante.

--¿Taehyung está bien? --insistía el omega, queriendo saber más, no solo para molestar al tímido alfa, quería saber el estado de su amigo.

--S-sí, yo... yo lo alimenté bien, le dí un baño y ahora duerme. Cambié sus sábanas y el cobertor y preparé más comida para después. --le contaba al omega pelirrosa, quién lo observaba curioso. --A-Ahora, si te refieres al ámbito sexual, hasta ahora lo hicimos tres veces, porque solo teníamos tres preservativos, pero Taehyung acabó muchas veces y está muy agotado, porque lo anudé y creo que-

--¡Está bien, está bien! No quería saber tanto --se apresuraba el omega abriendo los ojos como platos y ruborizándose, sorprendido porque el alfa contaba sus intimidades. --Ya después Taehyung me contará los detalles. --susurraba el omega, más para el mismo que otra cosa, en tanto que rebuscaba dentro de su mochila. Le entregaba una bolsa ecológica al alfa. --toma, ahí hay supresores, condones y también analgésicos.  hay además una pomada... Por... Pues, por si las dudas... ¿qué le pasó a tu brazo? --preguntaba horrorizado al ver la horrible marca en este.

--Me lo mordí para no marcar a Taehyung... extraño llamarlo Navi, pero ya no luce como Navi, aunque sigue igual de hermoso --respondía de manera vaga.

--Entiendo... --decia el pequeño omega asintiendo --bueno, yo ya me voy. Si necesitan algo, solo avísenme y vendré, ¿sí? ... Y gracias por cuidarlo. Eres un buen alfa. --decía sincero el pelirrosa y el pecho de Jin se inflaba.

--Soy un buen alfa --repetía, orgulloso de sí mismo.

--Sí, adiós Kim. --se despedía Park, corriendo hacia el auto blanco que estaba estacionado esperándolo.

Jin cerraba la puerta y miraba dentro de la bolsa justo cuando su teléfono vibraba dentro de su bolsillo.

--¿Diga? --preguntaba sabiendo quién era.

--¿Jinnie? ¡Jin! ¿Dónde mierda estás? Son casi las 12:30 de la noche. Papá está muy preocupado y no contestas el teléfono. --expresaba la voz con molestia.

--Hermano, yo... no llegaré a casa por unos días. --replicaba el rubio, rascándose la nuca. Caminaba hasta el sofá y tomaba asiento.

--¿A qué te refieres? No digas tonterías, debes venir ya. --exigía la voz de su hermano.

--No puedo. Mi omega está en celo y me necesita. --contaba el rubio, como si esa explicación fuera suficiente.

Silencio. Casi un minuto de silencio se estableció mientras el otro alfa trataba de asimilar bien las palabras del alfa rubio.

--¿Qué? --fue lo único que logró decir el hermano de Jin con voz débil.

--Mi omega está en celo, es su primer día, no lo puedo abandonar. --repetía Seokjin, tratando de darse a entender.

--¿Desde cuándo tienes novio Jin? No digas sandeces. --para la voz sonaba absurdo. Jin con suerte tenía un solo amigo.

--No estoy mintiendo, tengo novio hace ya ocho meses. Mira, no puedo volver ahora, debo cuidar a mi novio, ¿entiendes? --explicaba por tercera vez, ya casi perdiendo la paciencia.

--Perdona por estar sorprendido. Pero absolutamente lo estoy. Pensé que eras virgen. --confesaba la voz.

--Bueno, lo era... hasta hace unas horas atrás, pero eso no es lo importante. Por favor, solo dile a papá que estoy con mi novio y que volveré en unos días, ¿sí? --pedía Seokjin a su hermano, rogando a qué su papá comprendiera la situación.

--¿Necesitas algo, ropa, tal vez? --preguntaba el hermano de Jin a través de la línea.

--No necesito nada, mucho menos ropa, hoy he estado desnudo como nunca en toda mi vida. Ahora iré a ver a mi omega, debe estar por despertar. Te llamaré mañana, ¿está bien? --respondía el rubio, confiando un poco más en su hermano.

--Está bien... --la voz hacía un pequeño silencio antes de continuar. --Jinnie, ya eres todo un hombre.

Seokjin se alejó del teléfono mirándolo extrañado, ¿es que acaso no lo era antes? Qué absurdo, hasta su propio novio también era un hombre. No comprendía las palabras de su hermano, así que solo respondió con un "ok" y colgó.

Volvía a revisar la bolsa tomando la caja de condones en su mano. Eran dos cajas de doce cada uno. Eso significaba que tenía veinticuatro oportunidades más con su omega. Sonrió, no lo pudo evitar. Quería utilizarlos todos.

Llegó hasta la puerta de la habitación en donde estaba su novio. Se le veía tan bonito, hecho una bolita, mientras en su inconsciencia, olisqueaba la sudadera del alfa y se removía inquieto, casi a punto de despertar.

Jin rompía las cajas de preservativos. Abría el cajón de la mesita de luz y los tiraba sueltos dentro de este, dejando uno encima. Así era mucho más práctico para sacar uno en un apuro. Al cerrar el cajón notó que su omega ya lo miraba con deseo, estirando su mano.

Se quitaba el pantalón con facilidad y luego su camiseta, quedando inmediatamente desnudo y expuesto ante los ojos lujuriosos del omega, quien descaradamente examinaba al alfa, gateando a su encuentro.

Taehyung se acercaba a su novio sigiloso, como un animal salvaje y sin preguntar tomaba el miembro del alfa, que ya estaba semierecto, para lamerlo.

--N-No, Taehyung... Detente --pero el omega ni caso le hacía, continuaba lamiendo hasta que decidía que era buena idea meterlo en su boca. En su poca consciencia sabía como hacer una felación. Recordaba los consejos de Jimin de que por sobre todas las cosas evitara usar los dientes, así que relajó su mandíbula, ahuecó sus mejillas y trató de meter el pene de su novio lo más profundo que podía, pero era difícil, a duras penas cabía en su boca, pero no se rendiría. Hizo un par de arcadas y sus ojos lloraban, pero se sentía bien.

El alfa suspiró. ¿Cómo podía ser posible que el sexo se sintiera tan bien? ¿A qué le tuvo miedo y asco todo este tiempo? ¿O tal vez jamás le habría apetecido si hubiera sido con otro omega? Miró a Taehyung y entendió que se trataba de él, de su novio, de ese hermoso chico que lo estaba volviendo loco, con su piel canela y que sabía a caramelo. Volvía a suspirar de gusto mordiendo su labio mientras el omega lo miraba con fingida inocencia, sacándose el miembro del alfa de la boca con un sonido obsceno.

--¿Te gusta, alfa? --le preguntaba con voz sensual y ronca.

--Mucho. --se limitaba a responder el rubio. --Ven aquí, bonito. --llamaba el alfa a su novio y lo guiaba hasta la cama. --Se trata de ti ahora, no de mí. --le daba un tierno beso en la frente al omega. Taehyung hacía una mueca de dolor y llevaba una mano a su vientre --¿Te duele? --preguntaba preocupado a su chico.

--Duele, alfa, ayúdame... --rogaba el omega, retorciéndose a su lado.

Jin llevaba una de sus manos hacia los muslos interiores de Taehyung y palpaba su humedad. Sonreía.

Será una larga noche.

--¿Quieres hacerlo? --preguntaba el alfa, extendiendo su mano para tomar un condón, sabiendo la respuesta de antemano. El omega asentía frenético. Jin volvía a sonreír con ternura. --Bien, ven aquí, bonito. Te ayudaré. --se ponía el preservativo con un poco más de destreza que antes y guiaba a su novio para sentarlo horcajadas sobre su regazo.

Seokjin sentía que su corazón no podía más de amor. Amaba a Taehyung, lo amaba con desesperación y con paciencia ¿cómo era eso posible? Su precioso chico, su amado omega azabache, ahí estaba frente a él, con las mejillas sonrojadas, sus rizos revueltos, su piel brillante de sudor, sus labios rojos y sus ojos expresivos. Por la Luna que ese omega lo volvía loco. Acariciaba su espalda con suavidad y besaba su sien, mientras el chico se acomodaba una vez más para recibir a su alfa, quien ingresaba con facilidad dentro de él. Jin liberó un suspiro de gusto al sentir el cálido interior del amor de su vida. --Te amo tanto, omega. --decía casi en un murmullo y el azabache se detenía a mirarlo curioso, pero complacido, para dar inicio a una nueva ronda de pasión desatada, pero que para ambos era solo una expresión más del amor que ambos sentían el uno por el otro.

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