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Mientras Jin besaba a Taehyung sentía la piel del omega arder en sus manos. El azabache comenzaba a jadear en la boca del rubio y lentamente deslizaba sus manos entre la ropa de su novio hasta lograr tocar su piel.

Taehyung atrajo a su chico hasta uno de los baños del tercer piso, quitándose la chaqueta, en tanto devoraba con desesperación la boca del alfa.

Seokjin pudo percibir algo extraño en Taehyung, no parecía estar actuando de manera racional, sobretodo en ese mismo momento, cuando el omega tomaba una de las manos del alfa para deslizarla dentro de sus pantalones.

--¡TAEHYUNG! --lograba exclamar Jin con la respiración entrecortada. Al mirar al omega, este estaba completamente ruborizado, pero no parecía avergonzado. De hecho miraba al alfa casi con hambre. Pudo olfatear fácilmente la excitación y humedad del azabache.

Taehyung se giraba en ese momento casi retorciéndose y cruzando las piernas. Abría uno de los grifos de agua que aún funcionaban y se mojaba un poco la cara. -- Jin... sácame de aquí, por favor. Tomé mis supresores, pero al tenerte cerca, no parecen surtir efecto. Ayúdame, alfa, por favor.

Jin solo asentía. Tomaba la chaqueta de Taehyung y la guardaba en su mochila, se quitaba la suya, no sin antes empaparla de su propio aroma a tierra mojada, se acercaba al omega y lo cubría con ésta.

Eran alrededor de las dos de la tarde y por lo general no habían muchos ojos curiosos a esa hora, así que no fue difícil bajar con el omega por las escaleras y llevarlo hasta la salida.

Tomó su teléfono para abrir la aplicación de taxis --¿Dónde te llevo, Taehyung?

--A-a mi casa, llévame a mi casa. --le quitaba el teléfono al rubio de las manos y anotaba su dirección.

El omega ya había preparado el lugar para pasar su celo ahí, no quería pasarlo donde Jimin y con los gastos extra que tuvo, no podía costear un hotel esta vez.

El vehículo llegó justo a tiempo y para fortuna de ambos chicos el conductor era un beta.

Para el azabache el viaje se hizo eterno, aunque solo tomó 15 minutos. Jin pagó a través de la aplicación y bajó presuroso, abrazando al omega por la cintura.

--Taehyung, necesito las llaves --pedía Jin, estirando la mano.

El omega sudaba y se retorcía apretando sus ojos y mandíbula, para, con mucho esfuerzo, quitarse la mochila y entregársela a su  novio.

El alfa encontraba en uno de los bolsillos las benditas llaves y con
dedos temblorosos, pero ágiles, lograba abrir la puerta.

Taehyung entraba casi corriendo, tomando de la mano a Jin y cerrando la puerta tras él. Sin pensarlo siquiera un segundo volvía al ataque contra el alfa, besándolo con desesperación, desprendiéndose de la chaqueta de Jin que llevaba puesta y de su camiseta en el proceso, quedando a torso descubierto. Se quitó los zapatos y con premura se abrió el botón de su pantalón y bajó el cierre de estos, logrando que cayeran hasta sus rodillas. Dio algunas patadas para lograr quitárselos completamente, quedando solo en ropa interior... y calcetines cambiados, llevaba uno azul y otro morado, pero el alfa no podía verlo porque todavía estaba perdido entre la boca y lengua traviesa de su novio.

El color de los ojos de Taehyung cambiaba intermitentemente entre el marrón y el dorado. Y el alfa parecía estar embriagado en las feromonas que desprendía el azabache.

Con el poco de cordura que le quedaba, el alfa se separó de su novio, reteniéndolo por los hombros y fue ahí que notó la semi desnudez de su novio, el aire casi se escapa por completo de sus pulmones, pero logró controlarse --Taehyung... aún... hay tiempo. --lograba soltar entre respiraciones cortadas. --Yo... aún puedo... irme por esa puerta.

--Pero no te irás, alfa. Vas a pasar mi celo conmigo. Quédate, por favor. --rogaba el azabache acercándose al cuello de su alfa para lamerlo.

El alfa respiró profundamente, temblando y tratando de mantener la calma, pero no pudo evitar pegar un salto al sentir las manos de su novio tocar su abultada entrepierna, liberó un siseo y un escalofrío recorrió su cuerpo.

Agarró con fuerza una de las muñecas del omega para alejarlo un poco de él y al verlo semidesnudo, sumiso y dispuesto para él, tragó saliva con esfuerzo.

--Por f-favor --volvía a rogar el azabache, mientras el lubricante rompía la barrera de su ropa interior, empapándola y deslizándose por sus muslos.

Seokjin no podía hablar, en realidad no recordaba como hacerlo, así que solo asentía, drogado por las feromonas de su novio y era guiado por este hasta uno de los dormitorios.

No prestó mucha atención a su alrededor, simplemente se quitó su mochila, sacó de dentro de ella su inhalador y lo dejó encima de la mesita de luz, luego la cerró y la dejó a un lado de la cama, que al parecer era nueva y solo fijó sus ojos en Taehyung, quien con la poca lucidez que tenía y presionando su vientre bajo por el dolor, abría el cajón de la mesita de luz y sacaba una pequeña cajita de condones.

--Los compré por si... existía la remota posibilidad d-de que vinieras. Si te quedas hoy, puede que sea suficiente. P-pero si te quedas lo que dure... mi celo, llama a Jimin y... pídele que traiga más. --y sin decir otra palabra, el omega se dejaba caer en la cama de frente y casi arrastrándose en esta, se hacía una bolita, frotándose el vientre con una mano y deslizando la otra entre su ropa interior.

Cauteloso y temblando, Jin se acercaba a Taehyung, quien dirigió su mirada al alfa, notando su nerviosismo y temor.

--Y-yo... m-me quedaré. Me quedaré contigo, Kim Taehyung. --afirmaba el rubio, aún nervioso y asustado. Aún así no dejaría a su novio, no importaba lo que pasara, no lo abandonaría.

--Shh... Tranquilo, Jinnie. --el omega liberaba feromonas para calmarlo --¿tienes tu inhalador cerca? --Jin asentía lentamente, apuntando la mesita de luz. --Bien, entonces, haremos esto juntos, ¿está bien? Tus ojos cambian de un color a otro, eso significa que ambos, tu lobo y tú siguen aquí, conmigo. --Taehyung se quitaba los calcetines y su ropa interior, en tanto el alfa no despegaba sus ojos del cuerpo perfecto y hermoso del azabache. Las manos del rubio actuaron por sí solas, acariciando la piel del torso del omega, deleitandose en su suavidad. Un temblor recorrió el cuerpo de Taehyung ante el contacto de las manos del alfa contra su piel.
--tus manos son muy cálidas. El omega tomaba una de las manos de Jin y la ponía contra su mejilla.

--Tae... Taehyung... tengo miedo. --soltaba el alfa, aún temblando.

--Shh... Jinnie, estoy aquí, contigo. Mírame, estoy contigo, todo está bien. --el omega quitaba la mano del rubio que tenía en su mejilla y la ponía en su pecho.

--¿Y... y si te lastimo? ¿Y si te hago daño? No quiero hacerte daño, Tae. --suplicaba con la voz temblorosa.

--No lo harás, eso es imposible, eres lo mejor que me pudo haber pasado en esta vida. --confesaba el omega, mientras llevaba sus manos al borde de la camiseta del alfa para finalmente quitársela. La piel nívea del rubio lo hizo suspirar y dejar pequeños besos en su torso desnudo. El alfa cerró los ojos dejándose llevar por la sensación placentera de los ardientes labios del azabache.

Luego, el omega, deslizó el pantalón deportivo de su novio hasta sus muslos, a la vez que repartía besos por la mandíbula y cuello de su alfa. Las manos del rubio trazaban de arriba abajo la piel canela de la espalda de Taehyung y pataleaba para quitarse sus pantalones. El omega con una destreza que no sabía que poseía, bajó de un tirón la ropa interior del alfa, liberando su prominente erección, lo que lo hizo pegar un saltito y ruborizarse violentamente. Su primer impulso fue querer taparse, pero el azabache fue más rápido y subió a su regazo, casi a horcajadas, lo que hizo jadear y gemir a ambos.

--Jinnie... yo... te amo... --lograba decir el omega, removiéndose lujurioso sobre el alfa. El rubio cerró sus ojos con fuerza, tratando de controlar aún más su respiración, pero la batalla estaba perdida y él lo sabía, era inminente que esa tarde tendría sexo por primera vez... y con el amor de su vida.

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