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18. Hormonas


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--¿Qué?... digo... ¿qué? --el omega parecía no dar crédito a la propuesta de Seokjin. Miraba al alfa confundido, pero Jin hablaba muy en serio, en realidad el rubio jamás bromearía con algo así, entonces ¿por qué su novio lo miraba tan extrañado. --¿Me-me estás hablando en serio? --volvía a cuestionar el peliazul.

--Yooo, bueno... sí. --el alfa respondía sin entender mucho la actitud del omega, el quería ayudar a su novio, sabía muy bien que el celo de los omegas era doloroso y no quería que su chico sufriera, se rascaba la nuca luego miraba detenidamente a su novio. --Yo quiero ayudarte, quiero cuidarte, como Jeon cuidó a Park... y viceversa.

--Lo entiendo, pero... ¿entiendes lo que eso significa? --exponía el omega como queriendo hacer ver a su novio lo que implicaba el compartir un celo con alguien.

--Objetivamente, sí. --respondía el alfa con simpleza. --Empíricamente, no tengo idea, pero estaré contigo y tú eres bueno conmigo. Y mi lobo también te adora. Estaremos bien. --Jin no le veía mayor problema al asunto. De hecho el mayor problema era el asma, pero si llevaba su inhalador cerca, estaría bien, ¿no?

--Jin, con solo un beso te suele faltar el aire... --explicaba el omega, luciendo seriamente preocupado.

El rubio asimilaba la inquietud de su novio, no obstante, ya se había instruido lo suficiente y podía replicar la información ya recopilada y las decenas de videos para adultos que prácticamente se forzó a mirar con fines meramente educativos, pero que no le provocaron absolutamente nada más que curiosidad, ya que los omegas en los videos chillaban como cerdos en el matadero (una vez vio un documental sobre la industria ganadera y casi no pudo volver a comer carne... por una semana), mientras gritaban "¡sí, sí...!" "¡más, más!" y un sinfín de incoherencias de manera enfática. Jamás había tenido la necesidad de ver esa clase de "material didáctico" antes, ni mucho menos recrear las mencionadas escenas con alguien... hasta ahora.

--Sí, lo sé, Taehyung. Sé que tengo asma y que suelo perder el control cuando estoy contigo, pero ¿podríamos intentarlo siquiera? --el alfa miraba detenidamente al omega analizándolo, ¿y si no era solo eso?, ¿y si Taehyung creía que él no era lo suficientemente capaz?, ¿y si no superaba o cumplía con las mínimas expectativas del omega?, ¿y si el ex novio de su omega era mucho mejor que él a la hora de satisfacerlo? Tenía mil dudas en su cabeza y comenzó a sentirse pequeño y triste --A-Ahora, s-si tu no quieres por... porque seré yo, lo entiendo. No tengo experiencia y... yo solo quería ayudar... --explicaba el alfa inundando el ambiente de tristeza, sintiéndose inferior... ¿por qué tenía que ser así? ¿por qué no podía ser normal?.

El omega lo miró con horror --¡No! no, Jinnie, no. No es por eso, es solo que me preocupa tu salud. Mi próximo celo es en dos semanas, de hecho ya estoy empezando a sentir algunos... síntomas. Es muy poco tiempo de práctica, pero podemos ir de a poco, ¿sí? --respondía el peliazul, extendiendo su mano hasta alcanzar la mejilla del rubio y acariciarla suavemente --Po-podemos practicar y si hacemos todo bien, podemos pasar el siguiente celo juntos. Incluso yo podría ayudar también con el tuyo... --a estas alturas el rostro de Taehyung ardía hasta las orejas. Seokjin lo contempló disociar y perderse en sus miles de pensamientos.

Se veía tan precioso y sus labios aún estaban algo hinchados y rojizos por los besos que habían compartido en el primer piso. Jin pensó que el omega tenía razón, debían practicar, él quería saber qué se sentía amar así a alguien al punto de compartir toques, besos y ¿fluidos?. Al rubio le provocaba asco el contacto físico con otras personas, pero si era su Navi, si era su chico, el sentimiento era completamente distinto. Su corazón se aceleró al imaginarse con su novio en la misma situación que las parejas que vio en los videos de adultos, incluso sintió un cosquilleo en su vientre y sintió la sangre subir hasta colorear sus orejas. Se mordió el labio, mientras su lobo le gritaba "¿Qué esperas? ¡Bésalo! ¿acaso no es el omega más hermoso del planeta? Y es tuyo, ¡Es tu novio!..." Así que no esperó más, se armó de valor y lo acorraló contra la cama, en un movimiento tan rápido que pilló con la guardia baja al omega.

--¡Seokjin! ¿q-qué haces? --preguntaba aturdido el omega, pero el rubio no respondió, solo se acercó a su cuello para perderse en el dulzor de su aroma.

--Entonces, ¿podemos comenzar a practicar ahora? --le hablaba el alfa en un susurro contra su cuello, haciendo temblar al omega. Por la Luna que su aroma era exquisito.

--Mmm... Sí, creo que podemos hacer eso --le respondía el omega entre suspiros, así que el alfa comenzaba a repartir besos en la piel de su garganta. Las manos del omega se volvían a perder entre la camiseta del alfa logrando palpar y acariciar la suave piel de su espalda y Jin sintió un tirón en su entrepierna. --Eres tan suave... --lograba decir el peliazul y Jin no pudo evitar sonreír contra su piel.

El alfa se despegó del cuello de su novio un momento para poder mirar a su chico a los ojos y perderse en la profundidad de ellos. Dejó caer el peso de su cuerpo completamente sobre su novio, deslizó lentamente una de sus manos por debajo de la camiseta de este, mientras tragaba saliva y trataba de controlar su respiración y su alocado corazón. Mordía su labio una vez más, no pudiendo creer que ese era su Navi, quién lo miraba con ternura y deseo al mismo tiempo.

No había nada más que pensar, nunca encontraría a nadie como su Navi, jamás. Lo quería solo a él, para siempre y eso lo hizo sentir seguro. Sonrió y los ojos curiosos del omega se curvaron formando medias lunas y una preciosa sonrisa rectangular le fue devuelta. El alfa suspiró de amor y se acercó confiado a su boca.

El omega tomaba su cuello, mientras el alfa lo besaba con calma, pero con pasión. El peliazul separó sus piernas quedando a merced de su chico.

Otra vez esas lenguas se unieron en una danza, al ritmo de dos corazones latiendo desaforados. Era una locura. El cuerpo del alfa comenzaba a actuar por sí solo, removiéndose lentamente sobre el omega y este jadeaba en la boca del rubio.

El alfa se separaba de la boca de su novio y comenzaba un camino de suaves besos hasta volver a su glándula y sin querer siquiera evitarlo, lamió con parsimonia su cuello, como queriendo saborear el caramelo que desprendía de él.

Las feromonas del omega se dispararon, llenando cada rincón de la habitación de Jin. El rubio pudo olfetear, no solo su cuello, si no que algo diferente que lo hacía volverse aún más loco. El omega estaba excitado, no solo sentía su dureza contra la de él, casi podía saborear su humedad.

Eso lo hizo sentirse valiente y llevó una de sus manos hasta el trasero de su novio, provocando que este pegara un saltito de sorpresa.

--Lo-lo siento. Lo siento. Lo siento... --se disculpaba casi con miedo el rubio, quitando rápidamente su mano. Jamás se había atrevido a tanto. El alfa no iba a negar que sentir por un milisegundo la redondez y esponjosidad de su chico no le había provocado nada, al contrario, casi se imaginó desnudándolo y por lo mismo se juró a sí mismo no volver a ver esa clase de películas otra vez.

--No, no, está bien, solo... me pillaste por sorpresa --explicaba el omega --continuem-

De repente el sonido del teléfono de Taehyung los hacía saltar a ambos.

Con pesar el omega se levantaba de la cama para contestar, tratando de tapar con su camiseta la evidente erección que tenía. --¿Hola? ¿Quién llama?... --el peliazul le dedicaba una mirada confusa al rubio, quién le devolvía la mirada sentado en la cama, tapándose con una almohada la entrepierna. --Sí, habla con él... En realidad él es mi padrastro, no mi padre. --Jin pudo apreciar, casi en cámara lenta la expresión de sorpresa de su novio convertirse en una de horror. --Sí, sí, estoy aquí. Es- está bien, yo iré en un momento, gracias por dar aviso. --el omega colgaba la llamada con la mirada perdida.

El alfa lo miró preocupado, sobretodo porque el aroma de su novio cambió de dulce a agrio en pocos minutos. --¿Navi? ¿Estás bien? ¿ocurrió algo?

--Sí... sí. Es solo que... --el omega levantaba la mirada, pero esta aún se notaba perdida --asesinaron a mi padrastro, lo encontraron muerto en un callejón. --el omega al repetir la información que le habían dado pareció reaccionar y tomó su chaqueta para colocarsela --Yo... debo irme. Debo irme.

--Tranquilo, está bien, está bien. --alcanzaba a decir el alfa antes de ver al omega salir de la habitación, cerrando la puerta tras él.

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