Chào các bạn! Vì nhiều lý do từ nay Truyen2U chính thức đổi tên là Truyen247.Pro. Mong các bạn tiếp tục ủng hộ truy cập tên miền mới này nhé! Mãi yêu... ♥

But you dont

But you don't

✦ ⭒˚ ⋆ ° 🦋 ˚ ⋆ ˚ ⭒ ✧

Esa tarde tampoco jugó. Fingió un dolor de cabeza que fue bastante real para sus amigos, agregando que suponía Jaemin se iría junto a Harim esa tarde. Llegó a su casa más rápido de lo que siempre hacía debido a sus largas zancadas. Su hermana de nuevo le recibió con el ceño fruncido.

—Ya me estas asustando, Kim Jungeun.—Le apuntó.—Dime lo que te sucede ahora, una cosa es que quieras venir a casa y otra que no juegues basquetbol, dime.

—No es nada, no me siento bien, no he dormido bien.—Mintió pasando de ella y recostándose en la cama de espaldas a la puerta.

No supo si habían pasado segundos, minutos u horas pero sintió el peso extra en la cama y unas caricias en su espalda.

—Jungeun-ah, ven, siéntate.—La voz de su hermana le hizo despabilar. Lentamente se sentó con la mirada perdida.—Tienes que decirme lo que ocurre, recuerda lo que dice mamá; esconder lo que piensas no te hace bien, el señor Do lo dijo también, ¿lo recuerdas verdad?—La castaña asintió.—Entonces...Tienes que contarme, a mí o a mamá.

—¿Por qué mamá eligió un nombre de chico para mí?—Musitó.

—¿Uh?¿Es eso lo que ocurre?

—Jungeun es un nombre feo.—Ignora la pregunta.

—Ah~ ¿Según quien? Es un nombre muy bonito para ti.

—Lo seria si fuese un chico.

—¿Alguien te molesta con eso otra vez? Jung, no tienes que prestarles atención, son solo...personas tontas, ellos no saben lo lindo que es tu nombre. ¿Recuerdas lo que significa, no? Jung es de alguien leal.—Dijo ella mientras dibujaba en su muslo el hanja.—Y Eun es amabilidad.—Repitió la acción.

—Jung-Hee es más bonito.—La nombrada solo suspiró.

—¿De verdad ese es el problema?

—Iré a jugar.—Ignorando de nuevo la pregunta se levantó tomando su balón entre sus manos y caminando fuera de la habitación con su hermana detrás.

—Llama a mamá, ella y tú hablan mejor.—Le dijo antes de que se colocara los zapatos y saliera por la puerta.

En la cancha sacó su energía, no estaba 100% concentrada, estaba pensativa en lo que había pasado estos últimos días. Como sus sentimientos se volvían en vez de agradables, se volvían dolorosos. Su labio inferior tembló y lanzó el balón con fuerza hacia una de las mallas de la cancha. Nunca imaginó estar con tales pensamientos sobre una chica, nunca pensó que eso sería así de doloroso, siempre creyó que lo suyo no era nada amoroso, ella no funcionaria para eso. Pero aquí se encontraba, frustrada por algo que no podía dejar de sentir.

—¿Por qué tanto enojo?—Esa voz le hizo sobresaltar. Rápidamente se dió la vuelta y parpadeó unas miles de veces para que las lágrimas que amenazaban por caer no lo hicieran.

Jinsol aún llevaba el uniforme y a diferencia de lo usual tenia su cabello amarrado en una coleta alta.—Casi no te vi hoy, de nuevo no te quedaste.

—Mmh...Jaemin estaría con Harim.—Respondió por lo bajo yendo por el balón.

La rubia le siguió dando pequeños saltos.—Vamos, pero siempre te quedas para jugar. Harim se quedó con su grupo de estudio, no iba a estar junto a Jaemin, ¿que pasó?

—Nada. ¿Por qué no está con Dohyun sunbae?

—Ah~ ¿Lo viste? Tendremos una cita el sábado, el también se quedaría a estudiar hoy, yo no soy tan responsable.—Rió. Jungeun solo asintió.—Esa vez que me acompañaste a casa te prometí un helado, ¿lo recuerdas? Te lo debo, vamos.

La castaña hizo una pequeña mueca, lo que menos quería ahora era seguir sintiéndose.—No...d-digo, debería irme a casa.

—Siempre dices eso cuando llego, ¿tanto te desagrado?

—Usted no me desagrada, sunbae.

—No te lo tomes literal...Bien, creo que te estoy entendiendo. ¿Quieres que deje de usar esas expresiones?—Jungeun enarcó las cejas pero luego asintió con rapidez.—No lo haré, pero debes acompañarme a un helado, las promesas se cumplen, ¿cierto?

Aunque no quería asintió también.—Sí... p-podemos ir.

—¡Yei! Vamos.—Jinsol caminó dando saltos. Jungeun le siguió con el balón en mano, unos pasos detrás que después Jinsol borró al esperarla.

Fueron a una pequeña tienda de conveniencia y tomaron helado. Jinsol eligió de frambuesa mientras que Jungeun eligió uno de piña. Se sentaron en el Pyungsang* mientras veían los árboles que botaban sus hojas.

—Ah~ Tenía ganas de tomar un helado desde que comenzó la primavera...¿Cuál es tu estación favorita, Jungeun-ah?—Jinsol le dijo casi recostada en la madera balanceando los pies.

—No tengo una, me gusta el invierno pero la lluvia y la nieve no me dejan jugar, p-pero me divierto jugando con mi hermana en la nieve....El verano me ofusca, no puedo jugar y las lluvias veraniegas son molestas.—Suspiró. No se sentía tan mal poder hablar con la rubia.—El otoño..., es aburrido. Y la primavera...me gustan los pétalos de cerezo, con mi hermana los vamos a ver.

—Woah~ se nota que te llevas muy bien con tu hermana.

—Mmh...pues, siempre estamos juntas.—Murmuró con un encogimiento de hombros.—¿Cuál es su estación favorita, sunbae?

—La primavera sin duda. También me gustan las flores de cerezo, aunque nunca las he visto de frente, a esa fecha siempre empiezan los exámenes y no puedo distraerme.

Jungeun asintió terminando su helado junto a Jinsol. La rubia se recostó sobre la madera y luego se levantó arreglando su uniforme.

—Has hablado mucho, ah~ es divertido hablar contigo.

—N-nadie dice eso.

—Yo lo estoy diciendo ahora. Jaemin dice que eres divertida, a Harim le pareces tierna y Jiwoo habla de ti con sus demás amigos. Tienes una hermana con la que te diviertes, eso significa que también eres divertida para ella.

La más alta se levantó y luego asintió por lo bajo.—D-debo irme a casa, sunbae.—jugó con sus manos.

—Cierto...Ve, nos vemos mañana.—La rubia se despidió con un gesto. Jungeun agachó la cabeza unos segundos y luego caminó en dirección a la calle que dirigía a su hogar.

✦ ⭒˚ ⋆ ° 🦋 ˚ ⋆ ˚ ⭒ ✧

Ese viernes a pesar de que Jinsol le dijo que se verían mañana, no asistió al instituto con la excusa de que no se sentía bien. Su hermana le dijo que desayunara luego y que ella volvería a la misma hora de siempre. Se la pasó haciendo prácticamente nada y no se dió cuenta cuando el sábado llegó y se encontraba junto a su hermana en el sofá viendo una película.

—Unnie.—Llamó con duda. Jung-Hee le contestó con un sonido.—Y-yo...bueno, e-eh...Hay alguien, q-que a mi me...gustaba.—Murmuró desviando la mirada y escuchando que su hermana pausaba la película para escucharla.

—¿Uh? ¿Y qué pasó?

—Mmh, el día jueves, alguien se le confesó, en medio de la escuela...y pues...le correspondió.

Su hermana asintió con lentitud.—Estabas triste por eso. No tienes que preocuparte por eso, Jung. Eres joven todavía, conocerás a miles de personas más, nuevos amigos y más chicos de los que podrás desarrollar sentimientos.

¿Qué pasa si no es un chico?

Quiso preguntar pero solo asintió.—Los chicos son torpes a veces, y hay miles de chicos, así que no te... no pienses mucho en eso.

Volvió a asentir y la película continuó. Sus manos se removian en su regazo. Había dicho que iría a comprar antes y estaba pensando en hacerlo para poder salir un poco y reflexionar sobre todo lo que estaba ocurriendo en su vida estos últimos meses.

Meses en donde Jinsol había aparecido.

El principio del fin.

Estaba buscando el momento adecuado para no parecer desesperada o irrespetuosa asi que con lentitud se levantó.—Iré a comprar ttaebokki.

—Compra la bolsa mediana, si no, no vamos a poder comerla y mamá va a enfadarse.

Asintió tomando sus cosas y yendo a la salida colocándose sus zapatos. Caminó a paso lento a la tienda pensando en muchas cosas. La tienda a la que iba estaba a una distancia prudente, estaba a unos casi veinte minutos caminando pero se divertía a su manera mientras lo hacía. Compraría la comida y si le sobraba podría servirle para después.

Al entrar a la tienda caminó directo hasta la sección de las comidas pre-cocinadas y envasadas para tomar la bolsa correspondiente. Le haría caso a su mayor pues sabía que tenía razón y escuchar a su madre dándole un regaño era lo que menos quería al tener tan poco tiempo de verla. Pagó en la caja con los billetes que tenía asintiendo por lo bajo al notar unos tres más con los que se quedaría. Tomó la bolsa plástica que la tienda le otorgó y se despidió antes de salir caminando cruzando uno de los parques.

Su mirada se atravesó en una cabellera que conocía y podría reconocer a kilómetros. Era Jinsol. Su paso se volvió lento mientras la miraba. Volteó hacía los alrededores buscando a Dohyun pero este no apareció en su campo de vista. Ella no era la de dar el primer paso pero de todos modos se acercó a paso lento.

—Sunbae-nim.-Llamó suavemente. La rubia que estaba con la cabeza gacha rápidamente la levantó y una sonrisa se apareció en su rostro.

—¡Jungeun-ah! Hola.—Le saludó moviendo su mano de lado a lado.

—¿No tenía una cita hoy?

—Lo recordabas.-Murmuró entredientes.—Sí, pues...las citas también tienen su fin, ¿no?—Le dijo con una risa que no parecía denotar felicidad y con la mirada dispersa.

—¿Se encuentra bien, sunbae?—Jinsol asiente con obviedad y se levanta de la banca con un salto pequeño debido a su falda. Aunque una mueca de dolor invade su rostro y su tobillo cede haciéndole tambalear. Jungeun deja en segundo plano la bolsa que tiene en las manos para cuidar que la rubia no se caiga. Mira hacia abajo notando que en el tobillo descubierto de Jinsol hay un hematoma que se sigue formando.—Sunbae, debe sentarse.—Ordena obligandole a hacerlo en la banca una vez más. Deja la bolsa que llevaba junto a la chica.—I-iré por algo, no se mueva.

Sin hacer caso a los llamados de su mayor para que vuelva corre hacia en la dirección por la que vino. Jinsol bufa mirando la bolsa que tiene a un lado, sabe que por más que intente ahora no podrá alcanzar a la rubia por lo rápido que desapareció de su vista y no tuvo más que hacer que esperar a que volviera, que ocurrió unos minutos después. Jungeun volvía con otra bolsa en sus manos mirando lo que traía ahí dentro hasta colocarse frente a ella.

Le miró al estar ya cerca de ella y se agachó rebuscando en la bolsa hasta dar con un envase color azul y luego sacó también unas toallas húmedas donde limpió con suavidad el tobillo de la rubia antes de abrir el otro envase y sacar de allí un parque que se adhirió fácilmente a su piel.—Es un parche de alivio muscular... y-yo siempre los uso cuando me lastimo jugando.

Jinsol no pudo evitar sentirse así de feliz por lo atenta de la chica menor. Sonrió de lado.—Gracias, Jungeun-ah.

—¿Por qué su cita terminó tan temprano?-Preguntó.

—Mmh...Siempre soy sincera contigo; la verdad no salió como esperaba.

—¿Tan mala fue?—Espera una respuesta aunque esta no llega. Busca una vez más en la bolsa y saca un helado de frambuesa que ha comprado para su mayor y ella nuevamente uno de piña. La rubia le sonríe tomándolo.

—Siempre eres tan amable, primero los parches, luego esto, ah~—Jungeun no puede esconder la pequeña sonrisa que se forma en sus labios. Jinsol suelta un grito de asombro.—¡Sonreíste! ¡Te vi!—Jungeun se levanta limpiando sus rodillas y se sienta a un lado de la mayor ignorando sus gritos de colegiala y tomando de su helado.—Mi cita no fue buena, pero...ahora que estas aquí, siempre haces que me sienta más feliz.

Jungeun no quiere emocionarse con esas palabras, en cambio deja que la rubia se apoye en su hombro mientras toman el helado sentadas en la banca. Jinsol le cuenta sobre otras cosas del instituto, cosas mínimas que pasaron el día anterior que no asistió, preguntas breves que la castaña respondía con simples monosílabos. Al terminar su helado guardó los envases en la bolsa para botarlos luego. Se levantó de la banca y se agachó dándole la espalda a Jinsol.

—L-la llevaré a casa, así no se hará daño.

—Yah~ Harás que te pague toda la vida.—La más alta frunció el ceño.—Solo digo que me estas haciendo muchos favores.

—¿Va a subir?

—¿No crees que seré pesada para ti?

—¿Sunbae, va a subir?—Escucha el suspiro de la más alta y luego el peso en su espalda. Aunque es bastante ligera y no tarda en levantarse entrelazando sus manos bajo sus muslos para no tocarla por accidente.

—¿Te peso mucho? No quiero que te hagas daño tu por mi culpa.

—No.—Respondió simple. Se orientó un poco y luego caminó en dirección a la que recordaba era la casa de Jinsol mientras esta le introducía un nuevo tema de conversación.

✦ ⭒˚ ⋆ ° 🦋 ˚ ⋆ ˚ ⭒ ✧

—¡Yah! ¿¡Fuiste a Busan!? ¡Te demoraste como 5 horas!

—Solo fueron 2 horas. Tuve un...solo algo inesperado.—Dijo dejando la bolsa con los pastelitos de arroz sobre la mesa.

—¿Inesperado?¿Alguien te hizo algo?—Dijo su hermana acercándose a ella.

—No, me encontré a una sunbae y necesitaba ayuda, perdón por no avisarte.

—Mmh, debes avisarme, me preocupé.—Le dió un golpe en el hombro y la castaña sobando su brazo fue a su habitación.

✦ ⭒˚ ⋆ ° 🦋 ˚ ⋆ ˚ ⭒ ✧

Ese día Jaemin y ella decidieron almorzar en las gradas frente a la cancha donde luego jugarían. Jaemin terminó antes que ella comenzando a jugar. Jungeun estuvo almorzando sola un rato hasta que la rubia se sentó junto a ella.

—Por fin te encuentro.—Jungeun siguió masticando su comida mirándola con las mejillas repletas.—Gracias por llevarme a casa ese día, los parches son bastante buenos, ya casi no me duele.

—Que bien.—Murmuró.

—Yah~ ese día me sonreíste, tienes una sonrisa muy linda.

Jungeun ignoró el calor de sus mejillas. Cerró el topper que llevaba pues ya había terminado y aprovechó de esconder su rostro mientras lo guardaba en su bolso.

—¿Sabes? Me puse a pensar, eres una chica tierna y dulce, y me enoja mucho el que nadie te conozca como deberían.

—No entiendo.

—Hice una lista, Uh. De algunos chicos de mi grado y de otros que podría presentarte, ya sabes.

Jungeun frunció el ceño y después negó.—No quiero salir con nadie.

—Ey, Jinsol-ie.—Dohyun llegó junto un topper de comida mirando a las dos chicas.—Te traje algo también para comer.

—Ah, sí~ estoy muriendo de hambre.

La castaña suspiró por lo bajo levantándose sin interrumpir y yendo junto a su amigo para poder jugar.

✦ ⭒˚ ⋆ ° 🦋 ˚ ⋆ ˚ ⭒ ✧

Jaemin tenía una cita otra vez, Jungeun se quedó en el instituto jugando. No estaba para nada mal, la cancha de aquí y la que se encontraba cerca de su hogar eran distintas. Solo estaba dando tiros y haciendo botar el balón hasta que pudo ver a Jinsol y sus demás compañeros saliendo. Pudo verla salir con Dohyun ambos bastante apegados conversando. Suspiró y decidió que era hora de irse.

No tenía mucho más que hacer ahí. Esperó a que todos se dispersaran para tomar sus cosas e irse yendo directo a casa. A veces olvidaba que sus sentimientos por Jinsol no se iban, sino que se hacían cada vez más fuertes y dolorosos al verla con el chico. Por un momento creyó que lo de la cita fallida había sido el fin de todo, pero verlos juntos hoy, que comieran juntos como dos enamorados le hizo darse cuenta de que todo seguiría y que esa cita al parecer quedó en el olvido de ellos dos, mas no de ella.

Igual que el día anterior ella y Jaemin comieron juntos en las gradas. Jinsol le acompañó una vez más mientras se quejaba de sus exámenes finales y su graduación. Jungeun se quedaba en silencio comiendo.

—Te digo nombres y tu calificas, del 1 al 10.—La rubia seguía con aquello de la lista para encontrarle un chico con el cual salir.

—¿1 es malo o bueno?—Resignada le siguió el juego.

—1 lo más bajo 10 lo más alto.—Jinsol dijo.—Bien, Shin Taehyung

—...¿Es el de cabello azul y largo?—La rubia asintió.—...¿4?

—¿Tan bajo?...Da igual. Bae Yunho.

—No sé quien es.

Jinsol se la pasó así al menos diez minutos. La castaña a penas pudo reconocer a tres de ellos y muy vagamente. De todos modos el juego se convirtió más en ver quien le gustaba a la castaña.

—Sé que alguien te gusta, Jungeun-ah, solo tengo que averiguar quien.—Apuntó la rubia.—Dame una pista.

—No diré nada de eso.

—¿Está en la lista al menos?

Jungeun dudó, ¿debía decirle que no era un chico el que le gustaba? y lo más importante ¿que era ella quien le gustaba?

—No, no está.—Dijo terminando su comida.

—¡Ah~! No sé quién podrá ser, eres mala conmigo.

—No es algo importante.—Se encogió de hombros guardando sus cosas.—Voy a jugar.—Avisó levantándose.

✦ ⭒˚ ⋆ ° 🦋 ˚ ⋆ ˚ ⭒ ✧

Luego de clases se dirigió a la cancha cerca de esa hogar como usualmente solía hacer, estaba esperando que la rubia llegara pues siempre lo hacía cuando ella estaba jugando. Así que al verla la saludo esbozando una pequeña sonrisa que ella le celebró.

—¿Estarás libre el sábado, Jungeun-ah?

—¿El s-sábado?

La rubia asintió.—Por lo...que hiciste ese dia, creo que te debo una comida.

—No es necesario, sunbae.

—Claro que sí, me compraste parches, helado y luego me llevaste a mi casa sin protestar.

—Pues....no estoy ocupada.

—Ven a mi casa entonces, no puedes negarte, ya dijiste que sí, es una promesa.—Jinsol le apuntó. Jungeun asintió girando el balón en sus manos.—¿Participarás en el concurso de baloncesto?

Jungeun hizo una mueca y luego negó.—No me gustan los concursos.

—Eres muy buena como para perdértelo, puedes hasta ganar una beca.

—No lo sé...no me gusta mucho que me miren jugar.—Murmuró.

—Siempre quise jugar baloncesto, ¿por qué no me enseñas un poco?

La castaña frunció el ceño.—¿Enseñarle?

—Sí, dime como lanzar. Aprendo rápido.

La castaña se encogió de hombros nuevamente y se acercó a la rubia entregándole el balón, se posicionó detrás de ella y aunque dudó colocó sus manos nerviosas sobre los hombros contrarios.—Hay dos formas; puedes apuntar justo al centro para dar un tiro, o apuntar a la esquina, ¿ves el cuadro sobre la canasta? Si le das a l-la esquina superior de donde te encuentras, entrará en la canasta.

Jinsol asintió flectando sus rodillas y lanzó el balón con todas sus fuerzas dando a un costado, el balón rebotó en uno de los bordes de la canasta y luego cayó en la cancha. La rubia se quejó.

—Ah~ lo haces ver fácil~

Ambas se quedaron un rato más jugando, Jinsol encestó unas cuantas veces abrazando a la castaña que se congelaba, ignoraba lo nerviosa que se sentía, ya era casi una costumbre para ella, sabía que no era correcto, pero era la única forma; esconder sus sentimientos.

✦ ⭒˚ ⋆ ° 🦋 ˚ ⋆ ˚ ⭒ ✧

Jungeun estaba más que nerviosa fuera de la casa de Jinsol. Había arreglado su cabello unas diez veces, y también se regañaba a sí misma por la ropa que se había colocado, era una simple playera blanca con un hoodie sin mangas encima y unos pantalones cortos. También sentía que era muy irrespetuoso no haber llevado algo, aunque Jinsol le había dicho que no lo hiciera. Tomó una bocanada honda y la retuvo ahí hasta que la puerta fue abierta.

Jinsol tenía su típica sonrisa y llevaba el cabello suelto, sus raíces comenzaban a notarse dejando ver el cabello azabache.

—Entra, entra.—Le dijo tomando su brazo y guiandola por el pequeño jardín hasta entrar a la casa. Ambas se quitaron los zapatos en la entrada.—Que bueno que viniste, en serio quería que vinieras.—Jungeun solo asintió.

Unos pasos rápidos se escucharon hasta ellas. Una mujer con el cabello castaño claro y ojos pequeños más baja que las dos se acercó.—¡Es ella! ¡Ah~! Ven aquí, deja que eommo-nim te vea de cerca.—Jungeun le miró confundida pero dió un paso cerca de ella.—Aigoo Jinsol tenía razón, eres muy bonita.—No pudo controlar el sonrojo que se instaló en sus mejillas.—Ella habla mucho de ti, tenía que conocerte.

—Yah~ mamá, Jungeun es tímida, la estas avergonzando.

—Claro que no, digo la verdad. Ah~ que bueno que estas aquí. Estás muy delgada, asi que al menos come dos platos, ¿oíste?

Jungeun no tuvo más que asentir, la mujer le apretó las mejillas y volvió por donde vino.—Quiso verte desde...la cita que tuve con Dohyun ese día, a ella no le agrada...Pero no importa eso ahora, hay que pasarla bien, espero te guste el tteogguk.

Ambas se sentaron bajo el sofá conversando, la menor lentamente estaba perdiendo la vergüenza dejándose llevar por el ambiente ligero y hogareño que le ofrecía la casa de su mayor.

—¿Tu madre te dió permiso de venir?—Dijo la madre de Jinsol; la señora Lee mientras acomodaba las distintas guarniciones en la mesita de la sala.

—Oh.—Asintió.—Ella trabaja toda la semana, le gusta que salga a veces.

—Ah, ¿no la ves mucho?—Jungeun negó.—¿Tienes hermanos al menos?

Asintió.—Sí, tengo una hermana mayor.

—Que bien.—La señora Lee se sentó frente a ellas y les repartió los pequeños cuencos con arroz que había servido.—Coman, coman.

—Gracias por la comida.—Murmuró antes de comenzar a comer. Al parecer Jinsol había sacado su extrovertida personalidad de su madre, pues las dos hablaban y se reían. Jungeun comía con timidez disfrutando de la comida y el ambiente.

—¿No ves tanto a tu madre?-Jinsol le dijo cuando terminaron de comer.

La castaña asintió.—A veces sale temprano y pasamos la tarde juntas, pero son pocas veces.

—¿Y tu padre?

—Nunca lo conocí.—Se encogió de hombros.—Mi hermana sí, pero dice que no vale la pena conocerlo. No he tenido la necesidad de conocerlo, así que...no tengo curiosidad.—Hizo una mueca.—Sé que en el instituto todos me llaman: la rarita...No tiene que hacer como que no lo ha oído, Sunbae.

—Son apodos tontos, Jungeun-ah. Nadie de ellos te conoce realmente.

—Si no hubiese sido porque fui a su salón usted tampoco lo hubiese hecho, y me llamaría rarita también.—Honesta contestó. Por más que le doliese, era la verdad.

—Lo sé, pero te conozco. Y ellos no, son unos idiotas.

—Dohyun sunbae me llama así...Lo escuché ese día.—Respondió encogiendose de hombros.

—Sí, o sea, n-no...sí, si lo hizo, pero se lo dije, que no te llamara de esa forma... Hablemos de otra cosa.

—Bien.—Asintió, ella tampoco quería seguir hablando de eso.

—¿Sabes? Creo que deberías dejar de decirme sunbae, solo dime Unnie, ya tenemos la suficiente confianza.—Le dijo la rubia apoyándose en su hombro.

—¿De verdad?...Si usted cree que está bien.

—Claro que sí, llámame unnie.

Asintió. La rubia le miró enarcando las cejas. Suspiró.—Bien, unnie.

—¡Ah~!—Chilló moviendo sus piernas con emoción.—Suenas tierna diciéndolo.

✦ ⭒˚ ⋆ ° 🦋 ˚ ⋆ ˚ ⭒ ✧

Las siguientes semanas los exámenes finales de todos comenzaron. Jungeun no estaba muy preocupada, no le importaban del todo, pero para Jinsol si eran muy importantes, debía entrar a la universidad el año que seguía y era su último mes antes de irse y graduarse. La podía ver solo en los almuerzos donde volvía con esa tonta lista todos los días agregando nombres y sospechando de quien podía gustarle, solo chicos, todavía su respuesta era No. Dohyun seguía llegando en los momentos inoportunos, y para no formar mal tercio como ya lo hacía con Jaemin y Harim, solo iba a jugar ignorando las bromas que a veces solía hacerle el pelinegro y que la rubia parecía ignorar.

Era un alivio a medias el no tener que verla tan seguido como antes, había aprendido un poco los horarios de la rubia y la evitaba la mayoría de veces. Sus sentimientos eran muy grandes, y verla con ese chico sin poder decirle a nadie, sin que nadie lo supiera por el miedo de ser rechazada por su familia, su hermana y casi segunda madre, sus amigos, los únicos que tenía, los únicos que le hacían sentir bien, y Jinsol, que a pesar de que era una buena persona con ella y le apreciaba y admiraba mucho mantenía su corazón herido e intranquilo. Ya no quería que eso continuará.

-Voy a rendirme.-Le dijo ese día, faltaban dos días para la graduación, los exámenes finales para el último año por fin llegaban a su fin.-Creo que ya dije todas las opciones que tenia de que pudiesen gustarte, me has ganado, Kim Jungeun.-La menor terminó de masticar y se encogió de hombros.-¿No me mentiste?¿No estuve ni un poco cerca?

La castaña negó.-No...pero fue divertido, me aprendí muchos nombres. Voy a jugar.-Se levantó.

-Ey~ ¿Iras a verme en la graduación?

-Primero y Segundo asisten a las graduaciones.-Dio unos pasos mirando a la mayor.-Supongo que sí.

Jinsol se fue un rato después junto a su novio. La castaña se divirtió junto al de ojos gatunos pasándose el balón, dando tiros y también Jaemin le enseñaba unas cuantas técnicas nuevas a la contraria. Fueron unos veinte minutos hasta que el timbre sonó. Fue por sus cosas y se dió cuenta de el papel, era el que Jinsol tenia todos los nombres de chicos. Lo tomó en sus manos e hizo una mueca guardandolo en su bolsillo.

✦ ⭒˚ ⋆ ° 🦋 ˚ ⋆ ˚ ⭒ ✧

Esa noche antes de que fuera la graduación Jinsol le llamó pidiendo que se vieran en la cancha. Jungeun nunca había pensado que ella pudiese llamarle para algo así, incluso si era tarde salió hasta la cancha a pasos ligeros y rápidos.

Al llegar pudo ver a la rubia dándole la espalda bastante abrigada, las noches primaverales seguían siendo frías. Se acercó a ella ya a pasos lentos sentándose a su lado.—Unnie.—Llamó.

—Ah~ Jungeun-ah. Gracias por venir...no supe a quien más llamar.

—¿Ocurrió algo?—Preguntó. La cabeza de la mayor cayó sobre su hombro.

Ella asintió levemente.—Dohyun y yo...todo terminó.—La castaña enarcó las cejas con sorpresa mirando de reojo a la rubia.—Dijo que quería concentrarse en la universidad, y yo le dije que odié haber aceptado salir con él.

—¿Y era verdad?

—No...No lo sé.—Ella suspiró con pesar.—Ese día, ese sábado, él dijo que yo era "su presa más fácil" porque, había sido fácil salir conmigo. Me reí, pensé que estaba haciendo una broma.—Volvió a suspirar sin moverse de su hombro.—Me choqué con algo al lugar que fuimos a tomar algo, y...pues me lastimé, cuando el lo vió dijo que estaba siendo una "carga" así que me quedé en el parque, pensé que volvería, pero llegaste tú.

—¿Por qué siguió saliendo con él?

—Porque no vi que no eramos compatibles.—Jungeun recordaba esas palabras.

Ella quería ser Dohyun, ella quería convertirse en un chico solo para poder estar con Jinsol. Tenía claro que eso no estaba bien, solo le hacía más daño.

—Debería estar feliz, Unnie. Ahora es libre, no tiene a un chico que le moleste y diga esas cosas, tendrá su examen de admisión y conocerá a más personas a más amigos...a m-más chicos.—Su tono bajó en las últimas palabras.

—Gracias, Jungeun-ah, creo que has sido la mejor Hoobae que pude conocer.

✦ ⭒˚ ⋆ ° 🦋 ˚ ⋆ ˚ ⭒ ✧

Jungeun miró el papel en sus manos. Chasqueó la lengua, de todos modos, escaparía de la graduación y se iría a casa. Tachó todos los nombres de chicos de la lista que Jinsol había escrito. Hizo una última línea en la lista y escribió.

Jeong Jinsol

Suspiró cerrando los ojos. Era su última oportunidad, su última forma de poder por fin olvidarse de ello, de poder pasar de página y dejar a su corazón libre. Lo guardó en su mochila entre unas de las hojas de sus cuadernos para no perderlo. Se arregló el uniforme y tomó sus cosas para irse.

—Oye, hoy dan Grease en la tele, a las 5, no llegues tarde.—Le dijo su hermana.

—Bien~ llegaré temprano...Hoy las clases acaban temprano.

—Entonces almuerza cuando llegues, traeré dumplings.

Asintió una vez más colocándose sus zapatos en la puerta y saliendo de su hogar. Caminó con más rapidez que otros días. Debía comprar flores para Jinsol, ahí escondería la nota, se las daría y luego de iría para no poder verla, para no ver como la rechazaban. Era una cobarde, pero sentía que esa era la única forma que ella podría lograr.

Nunca había entrado a una tienda de conveniencia para comprar flores, miró por largos segundos, y al ver a una señora acompañando a su hija, a la que también debía ir a su graduación escogiendo un ramo muy bonito, espero a que ellas se fueran y eligió el mismo pagandolo. Al salir de la tienda colocó la nota lo mejor escondida, que fuese visible pero tampoco lo suficiente y caminó a paso rápido al instituto, no llegaría tarde.

Todo era un caos al llegar, todos corrian de ahí para allá, habían miles de padres, algunos ya se encontraban llorando, otros se tomaban fotos y la ceremonia estaba pronta a comenzar. Jiwoo estaba ahí con sus amigos mayores felicitandolos, no interrumpió, ya que no hablaba con ella ese último tiempo, solo fue al salón donde esperó a que su maestro les indicara salir y ubicarse en donde sería la ceremonia. Jungeun ignoró las burlas hacia ella por el ramo de flores que llevaba y se acomodó junto a Jaemin.

—¿Se las compraste a Jinsol sunbae?

Asintió mirando las flores.—Sentí que debía hacerlo...¿Tú le compraste a Harim?

—Uh~ ya se las entregué, iré a comer con ella luego y su familia.

Asintió suavemente y dirigió su vista al frente cuando el director comenzó a hablar en el escenario comenzando con la ceremonia.

Jungeun no prestaba mucha atención, buscó a Jinsol hasta que la encontró con su cabello rubio suelto y su típica sonrisa mirando hacia el frente. Fue una hora aproximadamente donde el director habló sobre metas, calificaciones, estudios y sueños hasta que pasaron a la parte donde entregarían los diplomas de graduados del instituto, todos aplaudían y celebraban en distintos alumnos cuando pasaban al escenario y luego tomaron una foto entre todos los alumnos que se graudaban junto a sus diplomas y sonrisas brillantes. Algunos se abrazaban entre lágrimas y otros parecían entre felices y asustados.

Jungeun esperó junto a sus cosas hasta que Jinsol estuvo a unos metros accesibles de ella y se acercó junto el ramo de flores.

—¡Jungeun-ah!—Saludó la rubia con emoción lanzándose encima de ella en un abrazo. Ella quedó un poco sorprendida pero la rodeó torpemente con sus brazos unos segundos después hasta que ella se separó.—¿Son para mi?

Rápido miró las flores y asintió tendiéndoselas.—Felicidades, Jinsol unnie.—Sonrió levemente.

—No creas que te libraras de mi, seguiré pasando por allí y te veré en la cancha.

—Lo sé.—Se despidió de ella y de sus padres con una reverencia y escapó de allí lo más rápido que pudo.

A penas salió las lágrimas se acumularon en sus ojos, y por fin, después de meses, las dejó caer mientras caminaba a su casa.

✦ ⭒˚ ⋆ ° 🦋 ˚ ⋆ ˚ ⭒ ✧

La rubia llegó agotada a su casa, había salido todo el día con sus padres, al llegar se quitó el uniforme colocándose su pijama y mirando los múltiples ramos de flores que había recibido sobre su escritorio, incluso Dohyun le regaló uno, pero no era el importante. Había visto el de Jungeun y una nota escondida que tenia curiosidad de leer.

Separando los tallos tomó el papel, su ceño se frunció cuando encontró que era conocido. dejó el ramo a un lado y abrió la hoja encontrando la lista. Su lista. Todos los nombres tenían una línea roja encima de tachado menos uno. El último. Jinsol sintió su corazón detenerse. Su nombre estaba escrito allí y tenía un ticket.

Por fin había encontrado la persona que le gustaba a Kim Jungeun.

✦ ⭒˚ ⋆ ° 🦋 ˚ ⋆ ˚ ⭒ ✧

originalmente este es el final de la historia, pero no se preocupen que todavía faltan dos caps.

Bạn đang đọc truyện trên: Truyen247.Pro