Minho recuerda que alguna vez su vida fue tranquila, aunque ahora se siente como un sueño lejano.
Sabe que en algún momento caminaba alegre hacia la cafetería del colegio con sus dos amigos, se formaba, pedía su comida y tomaban asiento en una mesa para poder descansar un rato de historia y química. Recuerda la risa escandalosa de Felix cuando Seungmin decía algo absurdo que había leído en algún sitio de internet de dudosa procedencia, pero que afirmaba con fervor que era un dato real incluso si decía algo como "untarse miel en las plantas de los pies ayuda a bajar de peso".

Recuerda que no era un gran alumno, pero podía defenderse en algunas áreas, su promedio no bajaba de 8.5 y eso bastaba para sentirse orgulloso, amaba la materia de literatura y aunque historia no era su mejor ramo, se esforzaba en recordar y comprender. También recuerda cómo solía sonrojarse cuando en laboratorio su mirada conectaba con la de Jisung, el chico de sonrisa amable que tonteaba con sus compañeros y que le había gustado desde hace un año cuando compartieron tiempo por un trabajo escolar pero que desde entonces no habían vuelto a hablar, aunque bastaban esos intercambios de miradas y sonrisas para mantener el sentimiento floreciendo en Minho. Al menos hasta que una tarde a la salida, Jisung se acercó a pedirle su número.

Y ahí comenzó su infierno.

Pensaba a veces en cómo todo pudo ser diferente si hubiese sido más listo, bastaba con decirle un simple no para que su vida nunca cambiara, para poder seguir siendo feliz. Pero Minho fue un estúpido y le dictó los números, peor aún, esperó toda la tarde un mensaje hasta que al caer la noche cuando dejó de pensar como un maldito en eso, recibió la palabra que dió un giro a su vida.

"Hola:)"

Minho había escuchado muchas historias de terror, durante su vida vió tantas películas del género, pero nunca habría imaginado que la peor iniciaría con un saludo. Porque nunca lo prepararon para anticipar que un demonio podía presentarse con algo tan simple como un saludo.

Jisung fue amable, fue tan jodidamente dulce que cada palabra recorrió desde los oídos de Minho hasta fundirse en sus venas como una especie de líquido agradable que reemplazaba su sangre, que hacía ya no fuera él mismo. Miel, Jisung era miel. Al menos hasta que notó que en realidad era una abeja esperando el momento ideal para atacar y lo peor es que aunque notó el aguijón, extendió la mano.

Ambos chicos habían empezado a salir, Jisung no tardó en lanzar el anzuelo y Minho ilusionado lo mordió. Jamás había entendido aquella frase que remarcaba la calma antes de la tormenta, cuando besaba a Jisung y sentía un agradable hormigueo en sus labios que recorría todo su cuerpo. Cuando las manos del chico acariciaban sus cabellos y descendían hasta sus brazos, desde la manga corta hasta la muñeca descubierta, desde sus mejillas hasta su nuca, hasta el momento en que se atrevió a meter su mano bajo la camisa y acariciar la espalda.

Minho recuerda removerse un poco incómodo, esperando que con eso Jisung entienda que no está a gusto y que saque su mano, pero Jisung no comprende y Minho se siente avergonzado para decirle que pare. El beso es el mismo, pero deja de saber dulce, Minho ahora solo siente la saliva en sus labios y la lengua abrirse paso en su boca, algo le dice que debe disfrutar pero el pensamiento recurrente no le permite dejarse llevar.

"¿Debe sentirse así?"

Y se siente estúpido. Estaban en el cuarto de Jisung, piensa que desde aquella indecente invitación a subir debió suponerlo, debió anticiparlo y siente que ahora es tarde para detenerse, porque cuando sale del ensimismamiento nota que Jisung besa su abdomen, que en algún momento dejó de estar cubierto cuando el chico sacó la camisa de Minho para poder acostarlo en la cama. Sus pensamientos no lo dejan estar tranquilo y se cuestiona si todas la primeras veces son así, tan ajenas.

Las caricias de Jisung ya no se sienten dulces, ni agradables, pero es su novio, debe estar bien, debe ser correcto.

"¿Te molesta si grabo?"

Es la pregunta de Jisung la que inicia el infierno y cuando Minho niega temeroso es el cierre de la sentencia que empezaría a pagar.

Se supone que eran novios, o bueno, para ser sinceros Jisung nunca lo pidió, Minho asumió eso cuando se besaron en el arcade luego de que el chico le dijera lo bonito que era y cuánto deseaba estar con él. Minho pensó que era sobre estar juntos una vida, Jisung hablaba de su cuerpo.

Ni siquiera está molesto con esa extraña ley del hielo que Jisung le aplicó cuando se retiró de su casa tras terminar su encuentro. Tampoco porque el chico no le preguntara si todo estaba bien luego de que Minho empezó a llorar, siente que debería estar molesto cuando el chico se mostró fastidiado con eso diciendo que odiaba que los vírgenes fueran tan sentimentales mientras le entregaba su ropa, diciendo que debía irse.
Era solo sexo, solo eso, y Minho intenta convencerse de que está bien.

Pero no lo está.

Y no vuelve a estarlo jamás, porque a los dos días cuando llega al instituto las miradas curiosas hacia él no pasan por alto. Se siente tenso, paranoico y por alguna razón, sucio. No quiere prestarle mucha atención a las expresiones de diversión y de rechazo, al menos hasta que entra a su salón y toma asiento junto a Felix, que parece más callado que de costumbre pero sigue sin darle importancia hasta que el pecoso le pide cambiarse de lugar. Minho no entiende, intenta preguntarle si hizo algo que lo molestó, entonces Seungmin, que está sentado atrás, le dice que ya toda la escuela vió el vídeo. El cuerpo de Minho se enfría, finge desconocer de lo que hablan porque aunque una parte de él ya sabe la respuesta, otra quiere pensar que hablan de algo por completo diferente y que su orgullo no ha sido herido. Pero una voz que nunca supo de dónde provenía pregunta "¿A cuánto una mamada?" Y las risas hacen que entienda que ya no está en una situación donde pueda explicarse.

Recuerda haberse levantado y salir corriendo del lugar hacia un baño, recuerda que se encerró a llorar hasta que sus ojos ardieron y su corazón dejó de doler, no quería salir jamás de ese lugar y si lo hacía, deseaba aparecer mágicamente en su habitación, cubierto por sus mantas y a salvo. Entonces su celular empezó a sonar como loco, tuvo miedo de revisar pero se dijo él mismo que las cosas no podían ser peor, aunque sí lo fueron. Lo habían agregado a un grupo donde publicaron el vídeo, los comentarios eran cada vez más desagradables y Minho no podía despegar la mirada de cada uno.

"k.im34j: ¿No es de la clase C? Cada vez hacen estupideces siendo más jóvenes."

"Sun23: Yo lo he visto en laboratorio pero no sabía que era tan fácil estar con él."

"park12k: ¿Ese es Jisung? ¿No empezaron a hablar hace días?"
╰ "k.im34j: Entonces sí es fácil, ¿Crees qué acepte billetes pequeños? Jaja"
╰ "park12k: No me sorprendería que sí lo hiciera!"

Minho deja de leer, no por gusto, pues pronto siente como basura cae en su espalda. Unos chicos están vaciando uno de los botes de basura por encima de la delgada división de los baños, ellos se ríen y Minho vuelve a llorar, esta vez ya no sabiendo a qué atribuirlo con exactitud. Quiere preguntarle a Jisung la razón por la cual lo exhibe así, pero nunca encuentra la oportunidad y de cualquier forma duda que el chico en algún momento hubiese dado una respuesta más allá de una siempre burla. Quiere quejarse, gritar, desaparecer, pero no se atreve a contarle lo que pasó a sus padres, no tiene el valor suficiente para mirarlos a la cara y decirles que lo están molestando por un vídeo donde está él teniendo relaciones con alguien que ni siquiera era su pareja, sería mucho para el cansado corazón de los mayores.

Entonces se calla y los días no mejoran, aunque no recuerda si en algún momento pensó que lo harían.

Se acostumbra al dolor que ya no distingue si solo es físico por el maltrato o emocional por ver a todos aquellos que creía amigos o maestros respetuosos fingiendo que no han visto nada cuando son testigos del maltrato en los pasillos, como aquella vez que el dolor de las patadas dentro del baño quedó en segundo lugar cuando en medio de los golpes su mirada hizo contacto con la de Felix, que lo miró desde el espejo mientras se lavaba las manos y que tras secarse solo abandonó el lugar. Minho jura que esa tarde su corazón dolió más que su cuerpo.

Minho llega a clases y la mayoría de las veces lo reciben empujones en los pasillos, pero debe ser fuerte porque si cae, entonces recibirá patadas, durante las clases es más tranquilo, si tiene suerte solo le lanzan papeles con insultos, pero hay ocasiones en las que le lanzan condones, a veces sellados, otras veces usados. Se ha tenido que cortar otro poco el cabello porque han pegado cosas en él que al inicio consiguió sacar con agua fría, además debe llevar el mismo suéter pues sus favoritos están arruinados. No quiere escucharse sentimental, pero guarda bajo su almohada con mucho cariño un suéter negro con el logo del grupo que fue a ver junto a Felix y Seungmin, ahora está lleno de manchas de la vez que le lanzaron globos con agua y cloro alegando que debía desinfectarse porque traía enfermedades, pero lo atesoraba porque recordaba que alguna vez tuvo amigos. Está cansado de caminar con su bandeja de comida y en su trayecto recibir algunos escupitajos o restos de otros alimentos cuando alumnos dicen haberse confundido y que querían tirar el resto en la basura pero que lucía como una.

Ha dejado de resistirse cuando lo retienen en el baño para meter su cabeza al agua del retrete o incluso cuando lo tiran solo para arrastrarlo por el suelo diciendo que debía ayudar a mantener limpio. Las excusas empiezan a terminarse en casa, para su ánimo, para los hematomas, para la ausencia de prendas cuando regresa diciendo que de nuevo ha dejado olvidado algo en el autobús.

Minho se cansa.

De ver como sus fotos están en los foros del colegio con edits que lo hacen parecer un monstruo, está frustrado, porque empieza a sentirse así y no quiere hacerlo, porque es lo único que tiene en el mundo y si se odia incluso él mismo entonces ya no tendrá nada. Entonces un día aparece una respuesta en una foto.

"B.Chan97: ¿No creen qué se les ha pasado la mano ya? No veo a nadie atacando a Jisung"

Minho mira ese comentario con los ojos brillosos bajo sus sábanas en la noche y siente por primera vez un extraño alivio. No importa que la gente está respondiendo de forma tosca a ese comentario, justificando con ser una simple broma, pues en ese momento se siente otra vez visible y eso continúa, porque los siguientes días hay uno o dos comentarios más de la misma persona contra aquellos llenos de odio.

"B.Chan97: imagino que ninguno de ustedes ha cogido y por eso se burlan. Lo cual es aún más triste."
╰ "k.im34j: ¿Tienes acaso complejo de héroe?"
╰ "B.Chan97: No, virgen."

Minho se ríe por primera vez en mucho tiempo, no importa que duela por el moretón en su mejilla porque encuentra en realidad divertida esa respuesta. Mira el techo del baño y suspira, desearía tener esa fuerza para responder, tal vez se habría ahorrado mucho dolor.

"B.Chan97: ¿Acaso tienen fetiches raros y por eso recurren a someter a un pobre chico en grupo dentro de un baño? Porque eso hablaría mal de ustedes."

"somJ2: ¿Quién es ese B.Chan97?"

"k.im34j: ¿Por qué nadie lo ha sacado del grupo?"
╰ "B.Chan97: ¿El virgen se ofendió?"

"B.Chan97: El hecho que les ofenda más que alguien defienda a Minho que la gente que lo ha estado molestando es aterrador, ¿Sabían que lo que están haciendo es ilegal? Tengo capturas de todo, pronto hablaré con Minho para que paguen con el peso de la ley. Él no está sólo."

Y Minho se siente querido, las palabras en la pantalla, el miedo en la gente, siente que las cosas al fin pueden cambiar.

Y por suerte, al día siguiente nadie lo molesta en la escuela, el acoso sigue latente en redes pues aún están las capturas del vídeo, las ediciones maliciosas e incluso ataques contra ese tal B.Chan97, pero éste no se inmuta ni se acobarda ante las palabras de los demás. "Él no está sólo", Minho al fin se siente acompañado.
La tormenta empieza a disiparse y aunque las cosas no están siendo como antes, se siente feliz de poder caminar por el pasillo sin miedo a tropezar por un pie, por una trampa para hacerlo caer y pagarlo hasta que se cansen.

Pero eso no dura mucho y siente que debía anticiparlo porque él no puede ser feliz.

Llega a su casa y es entonces que, al tratar de sacar sus cosas de la mochila nota que faltan algunas, entre ello, una libreta y su celular. Siente la sangre irse hasta sus pies, tiene miedo de nuevo de levantar la mirada como le pasó tiempo atrás, recuerda la sensación inicial, el miedo y sabe que el pánico que siente en ese momento puede compararse con aquel entonces. Pero sabe que si la bomba ha explotado, fingir que no lo ha hecho no eliminará el daño. Abre su laptop y entonces lee los últimos post, dónde alguien alega que "Minho olvidó sus cosas" porque si algo sabe es que les gusta atacar pero no aceptarán que le han robado, ni lo que le han hecho, como si no existiera el dolor causado.

"anónimo: no puedo creerlo, B.Chan97 es solo otra cuenta de Minho jajaja ¡Ese imbécil realmente no tiene a nadie! Revisé su celular y aquí está la cuenta de ese supuesto héroe"

"anónimo: ¿Y quién es entonces el chico de la foto?"

"anónimo: lo busqué tras el post y es un chico que ni siquiera es de éste país jajaja ese idiota, cuando lo vea en los pasillos lo pagará"

"anónimo: Ya era muy raro que alguien se preocupara por él jajaja pero esto es realmente patético."

"A mí me daría vergüenza salir luego de esto", "Está tan solo", "Es tan cobarde que debe defenderse fingiendo ser otra persona". Minho deja de leer los comentarios, otra vez, las cosas han empezado otra vez.

Él en serio no entiende qué hizo mal, su único error fue estar con la persona incorrecta, creer ciegamente en él, confiar, pero no había hecho nada que muchos de aquellos que lo atacaban no hicieran, cogió, ¿Eso era tan malo? ¿Eso ameritaba tanto odio? ¿Por qué era correcto buscar un vídeo así en un sitio porno pero humillante si alguien lo filtraba? No entendía, en serio no lo hacía, pero tampoco deseaba detenerse a pensarlo mucho, así que no lo duda. Minho abre el frasco con pastillas y toma todas las que puede, siente el dolor que se forma en el nudo de su garganta pero aún así es menos que cuando debe leer todas esas cosas, mucho menor que los golpes en su cuerpo cuando lo encierran en el baño, todavía más imperceptible a comparación del dolor de sentirse tan sólo.

Recuerda de forma vaga el momento en que decidió abrir un perfil falso bajo el usuario de B.Chan97, para responder a todos esos comentarios que no podía de forma directa porque era un cobarde. Tenía la esperanza de que, así como alguien había seguido al primer comentario malicioso, si veían que alguien lo defendía más personas decidieran hacerlo, pero nadie lo hizo, solo él mismo bajo una cuenta falsa con la imagen de un chico que le salió al azar una tarde. Nadie se preocupaba por él. Ahora solo era el chico patético que se defendía con otro perfil.

Siente que debió intentar algo, que las cosas podrían cambiar si habla, pero ya no puede. Mientras todo se vuelve borroso, acostado en su cama respira el aroma de la sudadera arruinada pero impregnada de recuerdos, sonríe, porque la imagen de sus amigos cantando con fuerza llega en esos momentos que empiezan a sentirse ajenos, como si ya no fuese consciente de nada más y solo puede pensar en qué sus opciones son vivir o morir, ya había experimentado una y solo pudo sentir dolor, así que eligió la opción que lo aleje más pronto de eso. Y de nuevo sonríe, Minho sonríe, porque su cuerpo deja de doler, porque mientras las cosas empiezan a ponerse oscuras y la respiración se hace lenta hasta volverse ausente solo puede pensar en una cosa.

Que todo al fin acabó.