Color de ojos: (c/o)
Color de pelo: (c/p)
Largo del pelo: (l/p)

— Eso fue genial — ___ regresó a la casa con una sonrisa de oreja a oreja, su corazón latía de la emoción—. ¡Soy una súper heroína!

El tiempo en el anillo se acabó, terminando por volver a su pijama, Plagg apareció cansado.

— Si que está fresco allá — contestó agotado—. ¿Tienen algo de queso?

— ¿Queso? Uh...hasta ahora no, ¿qué tal si mañana vamos a comprar un poco? Ya es algo tarde — se dejó caer en su cama—. Y sí que fue un día extraño.

— Supongo que si, ¿encontraste a Adrien?

— ¿Qué? ¿Quién es él? — ___ abrió los ojos curiosa—. ¿Es el anterior Chat?

— Tenemos que encargarnos de encontrarlo, no podemos estar así todo el tiempo.

— Lo sé... Aunque fue genial, no podría soportar arrebatarle el lugar a alguien, sobretodo tratándose de una experiencia como esta — sonrió—. Ese tal, Adrien... Debe pasársela muy bien — río.

— Pues, no podría asegurarlo del todo.

— ¿Por qué no? Se encarga de salvar París...

Plagg guardó silencio unos segundos.

— Una vez que lo encontremos, nadie puede saber de su identidad, ¿está bien?

— Okay — contestó la de pelo (c/p) apagando la luz del cuarto, y la televisión que dejó encendida—. Plagg, buenas noches.

— ¿Ya vas a dormir? Muero de hambre, iré a buscar algo.

— Como digas — contestó indiferente, dirigiéndose a dormir.

****

La mañana pasó, Adrien estaba más mormado que nunca, la fiebre increíblemente alta, escalofríos por cualquier cambio de clima, no salía de su habitación.

— Pobre chica, como debió lidiar con Plagg — sonrió enrollado en sus sabanas—. Tengo que encontrarlo en serio...

Él cerró los ojos, preguntándose cómo le haría para encontrarlo.

— ¿Tal vez debería recuperarme primero?... Ella no lo hizo nada mal, y el frío es bastante problema — estornudo varias veces—. Ya no sé nada...

****

— Tengo que encontrar a Chat... — Marinette estaba preocupada—. Peleó muy bien, pero...no es Chat Noir — continuó, caminando de un lado al otro en su habitación—. ¿Qué hay de ti, Tikki? ¿Alguna idea?

— Lo más probable es que él se encargará de ello... No podemos saber su identidad — habló suavemente.

— Tienes razón... Tienes toda la razón...

****

— Y luego, él no dejaba de hablar sobre lo increíble y ágil que es Ladybug, con sus ataques llenos de suerte y purr-fección, si entiendes a lo que se refiere.

— Chat parece ser un chico bastante... Abierto.

— Bueno, supongo que cuando se pone la máscara cambia un poco.

___ habían salido a comprar un poco del queso que tanto le gustaba a Plagg, queso Camembert.

— ¿Eso se come? ¡Quiero ver!

— ¡U-Uhh! ¡Plagg! — ___ estirón su brazo, intentando atraparlo—. ¡Si te ven!

— ¡Vuelvo en un rato! — flotó alejándose de ___ rápidamente. Ella frunció el ceño soltando un suspiro, caminando dentro de la tienda para comprar el queso.

El lugar era tranquilo y fresco, y no solo por el frío de afuera.

— Disculpe... Vengo a comprar un poco de queso Ca-- ¡A-Ah! — ___ se asustó al ver a Plagg comiendo detrás del vendedor, pedazos de queso sin que se diera cuenta—. P-Pla---.

— ¿Si? — el vendedor la miraba incomodo—. ¿Pasa algo?

— ¡Ca-Camembert! ¡Pl--! ¡Por favor! — ordenó apuradamente. El vendedor accedió, girándose, hacia el queso, por suerte Plagg flotó hacia una dirección detrás de él.

— ¡Detrás de ti! — dijo casi bromista.

— ¿Disculpa? — el vendedor estaba por darse la vuelta hacia ella.

— ¡N-Nada! ¡Estaba hablando sola! — sonrió tímidamente—. ¡P-Plagg... Detente! — susurró hacia la criatura flotante.

— ___, ¿eso se come? Se ve bien, quiero ver — flotó hacia otro lado.

— ¡N-No!

— ¿No desea el queso?

— ¡No! ¡Si lo quiero! — forzó una sonrisa rascando su brazo—. No se preocupe por mí.

El vendedor le entregó el queso después de un rato, y ella sonrió de nuevo, pagando el costo necesario.

— ¡Gr-Gracias! ¡Que pase buen día! — habló, agarrando a Plagg y llevándoselo con ella fuera de la tienda—. Tú vienes conmigo, pequeño--.

— ¡HAHAHAHA! — una risa se escuchó a las alturas, y ambos miraron hacia arriba, para ver a otro enemigo, con una sonrisa victoriosa y malévola.

— ¿Por qué todos ríen así? — preguntó hacia Plagg, cansada de lo mismo—. Ni siquiera es tan aterrador.

— Queso, queso, queso — intentó safárse de su agarre—. ¡___! ¡El queso!

— ¡Hay un enemigo frente a nosotros! — contestó con obviedad—. S-Sabes, es cierto... No tendrás mucha energía sino.

Sacó el queso de la bolsa, entregándole un pedazo.

— ¡¿Q-Qué?! ¡E-Eso no huele muy bien! — se tapó la nariz con su mano—. V-Vamos acá, no sea que nos atrapan...— corrió sin soltarlo hacia un escondite cerca del enemigo—. ¿Y Ladybug?

— En camino — habló comiendo del queso, casi por terminarlo—. Oh, delicioso — suspiró de alegría.

— ¿Podrías ir más...rápido? ¿Plagg? — observó desesperada, viendo como el nuevo enemigo atacaba a la gente de la ciudad.

****

Adrien revisó su celular tranquilamente, se sentía débil y pesado.

— Esto es un sufrimiento... — susurró, con la voz algo abogada.

Presionó un video de una noticia reciente, donde una entrevistadora estaba frente a una cámara, apuntando hacia un chico que lograba atacar con movimientos extraños.

//Nuevamente en la ciudad de París, un nuevo ataque ha sucedido en la biblioteca, el atacante parece ser el famoso--.//

Él apagó la televisión inmediatamente, sin darse tiempo para escuchar más. Se puso un suéter, usando la capucha para que nadie viera su rostro, y sin importarle estar en pijama, corrió por las escaleras de la mansión para salir apresuradamente, sintiendo el frío cubrir todo su cuerpo.

— ¡Plagg, chica enmascarada, voy por ustedes! — exclamó corriendo hacia la biblioteca, cubriendo su rostro con su brazo.

Corrió por un tiempo, hasta que vio un edificio ser derrumbado cerca de él, logrando oír más ruido que en otros lugares, y gente corriendo lejos del área. Ya se acercaba a la biblioteca, y a pesar de que todos iban del lado contrario, él no dejó de correr hacia la pelea.

Se detuvo al ver la figura de la chica con el traje de Chat Noir, dando un salto del edificio que se había caído y después de dar un giró, cayó inclinada de cunclillas, levantándose rápidamente, y sacando el bastón plateado, separándolo en dos y dando un saltó veloz hacia el enemigo que había sido convertido por un Akuma.

— ¡E-Es! — escuchó una explosión cerca, y pensó que sería mejor resguardarse sin perder de vista a la chica.

****

— ¡Lady! ¡Tenga cuidado! — la pelinegra dio un saltó lejos de ___, utilizando su yo-yo para defenderse.

— Al parecer están aprovechando que seas nueva en esto — habló mientras se protegía—. Pero no los dejaremos ganar tan fácil ¿cierto?

— ¡Si! — ___ corrió hacia la orilla del edificio, dando un brinco hacia el enemigo, sosteniéndose a él con fuerza—. ¡No te tomes mucho tiempo! — gritó dándole espacio para pensar en una forma de vencerlo.

— ¡Claro! — una vez más Ladybug obtuvo un material después de las palabras que decía para conseguirlos. Pensó en una forma de derrotarlo, mirando hacia diferentes puntos. Tenía un láser en sus manos y lo apuntó hacia una ventana, reflejándose en la vista del enemigo, quien comenzó a retorcerse incomodo, dejando a ___ caer, a lo que Ladybug la atrapó con el yo-yo antes de que cayera. ___ lanzó el bastón hacia el enemigo, provocando que caiga al suelo junto a él, Ladybug dio un salto y bajó del edificio, caminando hacia él victoriosamente.

Y a ___ se le pasó por un segundo, que Ladybug realmente tenía suerte, ya que ___ era quien se ponía en más peligros con tal de ganar.

— El mal de ti no va a ganarnos — habló con superioridad, quitándole el sombrero que tenía puesto, y pisándolo, provocando que se arrugue junto con la nieve que había al rededor.

Un Akuma salió volando, y Marinette terminó por dejarla libre una ves que regresó a como era antes.

— Adiós, pequeña mariposa, se libre —sonrió con calidez hacia esta, que movía sus alitas lejos de ellas.

___ y Ladybug se miraron con una sonrisa, y la pelinegra lanzó el láser al aire.

— ¡Miraculous Ladybug! — exclamó con una sonrisa, y todo volvió a regresar una vez más a la paz y tranquilidad.

El Miraculous de Ladybug le advirtió que debía irse, y después de darle un abrazo a la chica de ojos (c/o) se despidió y se alejó rápidamente.

___ respiró el aire, y no evitó volver a toser.

— Debo volver a casa — susurró con la voz algo rasposa por gritar e inhalar tanto aire frío.

****

Adrien se dio cuenta de que la pelea había terminado, y comenzó a seguir a la chica de pelo (c/p) de manera discreta, revisando que nadie sepa que él era Chat Noir, o peor, que vieran que quien la seguía sería el modelo de París.

Ella jugaba al rededor, haciendo uno que otro truco que para él, lucía completamente genial. Tosía, hacia un truco, gemía quejosamente, saltaba un auto tranquilamente, subía a un poste, escalaba los edificios y saltaba de uno a too dando volteretas. Adrien la observaba con admiración, mientras la luz del día la reflejaba junto a la nieve pálida.

___ se inclinó hacia delante, agarrando un poco de nieve que había en el techo, la hacia bola, la lanzaba sin importarle donde caía al creer que estaba sola.

La bola de nieve cayó cerca del rubio, y el esquivó en silencio, a punto de soltar un pequeño grito ahogado, un escalofrío recorrió su cuerpo, pensando que si ella no llegaba a casa rápido, él sería capaz de llamarla en medio de la nada.

___ dio una maroma hacia el suelo, caminando entre dos edificios, a punto de peder el tiempo de su Miraculous.

Adrien se preparó para aparecer, acomodando la capucha y guardando sus manos en los bolsillos, expulsando aire frío.

Por otro lado ___ ya estaba como antes, vestida con mayas oscuras, y unos shorts azules, junto con un saco negro) y su bufanda roja que cubría su ropa, unas botas cafés oscuras y con algo de tacón, al no ser demasiado alta.

Él se asomó, nervioso por descubrir la identidad de esa chica tan misteriosa, con su pelo (l/p) suelto y algo húmedo por la nieve que le cayó encima por la pelea.

— ¿Estás bien, Plagg? ¿Quieres algo de queso? — al oír su voz, Adrien se escondió detrás de la pared casi como un reflejo, y se preguntó por qué no se atrevía a acercarse. Después se puso a pensar, sería la primera persona en conocer su identidad.

Pero debía dejarla conocerlo, era la única forma de conseguir a Plagg y el Miraculous de vuelta.

Se aclaró la garganta, y sintió un pequeño mareo antes de atreverse a darse a conocer.

— C-Chat Noir — habló él, sonriendo suavemente, dando pasos lentos, sus pantuflas producían huellas en la nieve.

— ¿Huh? — la chica de giró con Plagg sentado en la palma de su mano algo cansado. Al chocar miradas, Adrien dejó de caminar instantáneamente, mirándola sorprendido.

___ frunció el ceño, escondiendo a Plagg detrás de ella.

— ¿Qué dices? — ella sonrió—. ¿Chat Noir?

Él sonrió, él la reconocía perfectamente, sus rasgos estaban perfectamente reflejados en su mente de la última vez que la vio, al ser rescatada la primera vez. Dio unos pasos hacia ella, sin borrar la sonrisa de su rostro, sus mejillas enrojecidas por la fiebre, sus respiraciones expulsando humo blanco del frío.

Ella dio unos pasos hacia atrás, preparándose en caso de que él no fuese seguro.

— ¿Q-Qué--.

Él estiró su brazo hacia su mano, con la poca fuerza que le quedaba, y la detuvo.

— Tranquila, princess — habló levantando su mano, acariciándola con su pulgar unos segundos sin apartar la vista de los ojos de la chica, acercándola hacia sus labios lentamente, por si ella llegara a darle algún estilo de cachetada por ser u desconocido.

Pero ___ estaba demasiado sorprendida, y sumida en el color verde de los ojos del joven, que no pudo pensar cuando sintió los labios fríos de Adrien siendo presionados suavemente cerca de sus nudillos.

— M-Me recuerdas a--.

Ella cortó las palabras cuando él se separó de ella con una sonrisa sin decir nada, caminando cerca de ella para bajar la mirada un poco sin despegar los ojos.

— Chat Noir — habló, llamándola por el nombre que había obtenido durante esas dos peleas, para luego presentarse a sí mismo—. Yo soy Adrien Agreste — río ligeramente.

— ¿Adrien? — ella bajó la mirada incomoda, no logrando soportar la intensidad.

— Mejor conocido como, el verdadero Chat Noir — ___ levantó los ojos con su corazón latiendo rápidamente—. My Lady...

Ella cerró los ojos, insegura de que decir.

— Es él — Plagg habló tranquilo—. No te preocupes — flotó frente a ___, mirándolos a ambos en silencio.

Adrien le saludo con un gesto de cabeza, y Plagg no cambió su expresión.

Pasaron pocos segundos, cuando el cuerpo de Adrien se tambaleó hacia ___. Ella lo sostuvo de los hombros, mirando a la distancia en shock.

Lo recargó contra la pared, mientras que él tenía la mirada algo pérdida.

— ¿Qué le...?

— Tal vez tenga fiebre — se adelantó Plagg.

___ pasó su mano hacia la frente de Adrien, debajo de el pelo que tenía en la frente, él expulsó la respiración que contuvo por estar nervioso.

— Tiene fiebre — habló volteando hacia Plagg—. ¿Debería...llevarlo a casa?

— Uhm, un rato tal vez — contestó inseguro.

Ella accedió, intentando darle la vuelta a la extrañeza de que no lo conocía, pero lo llevaría a casa por qué resulta ser un súperhéroe de París que salvó su vida anteriormente.

Se quitó la bufanda roja que tenía manteniendo la mitad de su rostro cubierta, y la puso al rededor del cuello del chico, levantando un poco su cabeza al pasarla por detrás de esta.

— Vamos, gato negro, vamos a cuidar de ti un momento.