Chào các bạn! Vì nhiều lý do từ nay Truyen2U chính thức đổi tên là Truyen247.Pro. Mong các bạn tiếp tục ủng hộ truy cập tên miền mới này nhé! Mãi yêu... ♥

[24]

Color de ojos: (c/o)
Color de pelo: (c/p)
Dónde vives: (d/v)

— Invitaré a Nath para que venga con nosotros ¿qué dices?

— Egh, supongo.

— ¿____? ¿Estás de acuerdo? — Elliot pregunta mientras saca su celular con funda verde oscura y presiona varios botones—. Claro que lo estás, se llevaron bien la otra vez ¿no?

— No tengo problema — la chica habla honestamente estirando su cuello hacia los lados, hace rato que le ha dolido la cabeza pero no se lo toma demasiado en serio, seguramente tiene hambre—. ¿Qué piensas hacer?

— Ustedes dos, me ayudarán a planear, ya saben, los lugares a los que podría ir con Marinette y así...

Jonathan voltea a ver a su prima, quien simplemente rueda los ojos y expulsa palabras amargas:

— Trae a Nathanaël...

****

— ¡Planear!

— No, estamos bien así...con solo verlo estoy bie-en A-Alya — Marinette se palmea las mejillas nerviosamente, le arden y no sabe cómo controlarlo.

— Vamos, prepara tu ropa, lo que vas a decir para mañana...¡mira! — sus lentes reflejan un conjunto de suéter rosado, botas rosas en un tono pastel, unos leggins negros y una bufanda roja—. Deberías usar esto mañana.

— Uhm...seguro, pero — la pelinegra duda colocando su dedo índice sobre su barbilla—. ¿Qué tal si no va...?

— ¡Ira! ¡Tenlo seguro, es un buen chico! Ya ver--.

Un sonido proviene del celular de Alya y ambas se callan al instante, los ojos de Marinette están abiertos en sorpresa. Ya casi es de noche, y podía asegurar que Adrien no contestaría, incluso su amiga, en secreto, creía que no podría estar ahí.

De: Adrien.

Seguro, no hay problema, buena idea :)
¿A qué hora sería? ¿Dónde piensan reunirse primero?

Para: Alya.

Hay demasiado silencio al principio, ambas aguantan la respiración y se voltean a ver. Marinette sonríe de oreja a oreja mostrando sus dientes blancos como una niña pequeña, sus manos a los lados de su cabeza, sofocando un grito. Los ojos miel de la morena repasan el mensaje de nuevo y luego sonríe con orgullo hacia su amiga.

— ¿Decías...?

Los pies de Marinette dan saltitos pequeños mientras chilla sin parar.

— ¡VOY A VER A ADRIEN ANTES DE QUE SE ACABEN LAS VACACIONES! — sus ojos expulsan chispas de emoción, mirando al cielo agradecida—. ¡SI...!

Alya ríe con ternura y apaga su teléfono.

— No hay problema...

****

— ¡Hay problemas grandes! — la chica de pelo (c/p) pisotea con sus botas negras en la nieve de la calle, está tan enfadada que podría sacar humo de las orejas—. ¡¿Cierto?!

— ¡Demasiado grandes! — Jonathan accede y sus palabras suenan rasposas por el enojo—. ¿¡Cómo esperas que invitemos a Marinette por ti!? ¡Es a ti a quien le gusta!

Por otro lado, Nath voltea de izquierda a derecha para verlos hablar con sus ojos turquesa, caminando en medio de la chica y el primo menor. Su fleco pelirrojo cubre parte de su rostro y mantiene sus manos hundidas en sus pantalones.

— ¡Vamos! ¡No sean crueles! — Elliot camina por adelante de los tres. Era gracioso ver tantas cabecitas pelirrojas entre la multitud—. ¡Nath! ¿Me ayudarás no?

El mencionado abre la boca inseguro y solo sale una nube blanca del frío. Las luces de la ciudad se han iluminado, y logran brillar en los espejos de sus ojos claros, su piel parece ser sensible al frío y tiene las orejas, labios, nariz y mejillas rojas, y se han coloreado más con solo escuchar el nombre de la secreta súper heroína.

— S-Sabes, e-estoy enamorado de e-ella ta-también...

— ¡¿KHÉ?! — Jonathan suena tan indignado y grita tan fuerte que los tres acompañantes cierran los ojos por instinto—. ¿¡TÚ TAMBIÉN!? ¡Por Dios! ¡¿Qué tienen todos con ella?!

Nath traga con dificultad y mira discretamente a la chica. Pensaba que seguía molesta pero ahora solo la veía caminar con la mirada perdida, sus ojos no reflejaban ningún brillo y al exhalar solo expulsaba nubes que se dispersaban quedándose detrás de ella sin dejar de caminar.

— ¿____? ¿Por qué soy el único que no sabe de esta chica? — el primo que fue akumatizado hace tiempo ahora está igual de confundido que aquella vez—. ¿Qué es lo que hace? ¿Por qué es tan especial?

Ella no reacciona, su chaqueta de piel cubre su cuerpo y tiene los brazos cruzados frente a su pecho.

— ¿Me oyes?

Nathanaël subió su mano inseguro hacia el hombro de la chica y ella dejo de caminar de repente, mirando a todos lados confundida. Presintió una calidez extraña que la hizo voltear hacia su hombro derecho y captó una mano delgada y pálida, con nudillos enrojecidos al igual que sus dedos largos, parpadeo repetitivamente y agitó su cabeza inhalando todo el aire que pudo, llenando sus pulmones y sintió dolor al ser tan frío, tosiendo débilmente y cubriendo su boca. No es usual ser sacada a la realidad, no es usual alejarse de esta desde hace mucho tiempo.

— ¿Qué pasó? — pregunta sin importancia y no deja de toser.

— Uhm... Tu primo quiere saber sobre-e...

Sus ojos (c/o) suben hacia los turquesa que no dejan de ponerle atención y él se intimida unos segundos, sus palabras pierden volumen.

— M-Marinette... — susurra. Jonathan, siendo menor de edad que todos, es más alto que su prima y el tímido amigo de Elliot.

Un dolor suave punza en las sienes de la chica sin parar, cierra los ojos unos instantes y luego sube su mano hacia la del pelirrojo que está sobre su hombro.

— ¿Qué tiene ella...? — pregunta de nuevo, agarrando su mano y quitándola de su hombro. Un escalofrío la recorre desde es estomago y vuelve a cruzar sus brazos.

A Nathanaël se le contraen las pupilas que siguen reflejando el perfil de la chica, oscurecido por una extraña aura de dolor.

— Exacto ¿qué tiene ella? — Jonathan sigue gritando irritado—. ¿Podrías ser la única que me explique sin que la pongan en un pedestal?

— E-Eh... — ella eleva sus cejas y siente que el aire se le ha escapado—. Y-Yo... E-Ella es... Tiene...

Su boca se siente seca de tanto mantenerse callada durante el camino.

— Este... Ella es como... Más bajita que Nath y... Tiene ojos azules y pelo negro en dos coletas — explica haciendo movimientos con sus manos, y rasca su mejilla con su dedo—. Y es muy amable... A lo que entiendo, ella sabe diseñar y... No sé que más cosas...no recuerdo — concluye entrecerrando los ojos—. No me importa, la verdad.

Siempre hacía eso, cuando algo le dolía, lo ponía a un lado cuidadosamente, como empujando el tema lejos de ella y éste tuviera púas. Honestamente, es que ella se ponía celosa de solo convertir a esa chica de ojos azules como el cielo en el tema principal, celosa hasta tal grado en el que ella se siente inferior... De nuevo.

— Es gracioso, el año pasado sucedió algo parecido a esto ¿no? — el primo menor lleva su mirada de ojos cafés oscuros al cielo que termina de volverse de noche.

_____ se dedica a mirar las puntas de sus botas al caminar, escuchando las plantas arrastrarse contra la nieve y los zapatos de los otros chicos a su lado. Un mechón de su pelo se escapa de desde atrás de su oreja y eso termina de esconderla, ahora su rostro no se puede ver completamente desde el ángulo de los otros tres, sus brazos cruzados la hunden en sí misma como un caparazón, sus pasos son cortos.

No puede recordar desde cuando es así, pero ha pasado tanto tiempo. Se toma una actitud defensiva si es obligada a algo que no quiere hacer, y se enfada tanto que puede llorar.

Ella ríe secamente.

"Que ridícula" piensa con un tono frío.

— ¿Qué hay de ti, ____?

— ¿Eh? — una voz la saca de su estado depresivo y levanta la mirada, esforzándose por mantenerla avivada como siempre. Pero se siente no solo mentalmente incomoda, físicamente cree que está atrapando alguna fiebre, o gripa.

Nathanaël sonríe amable, tomando todo su esfuerzo por mantener la valentía que había sacado de alguna parte, tal vez del aire, de la luz de la ciudad, no tenía idea.

— ¿Q-Qué te gusta hacer...? — su voz es mucho más grave de lo que parece que podría sonar.

____ duda al principio si realmente se ha dirigido a ella, pero es obvio desde que no hay nadie junto a ella más que él. Su cuerpo se tensa y sus brazos se sueltan a los lados de su cuerpo, sube su mano vacilante hacia el mechón que había caído de su oreja y la vuelve a pasar hacia atrás.

— ¿Y-Yo...? Eh... M-Me gusta... — al mirar a los ojos del chico nota que su presencia es mucho más profunda de lo que creía al inicio—. Pues...ya sabes, me gusta dibujar y... Esas cosas — no está de humor para hablar.

Adrien, que él se salga de su mente es todo lo que quiere, eso le gustaría hacer, borrarlo por un día.

— ¿Has dibujado algo últimamente? — el chico de ojos turquesas desvía la mirada hacia adelante y pasa una mano por su fleco pelirrojo.

— Eh... No, yo no he dibujado, la verdad — susurra en respuesta, y sigue la dirección a donde miró. Frunce el ceño al ver a dos cabecitas rojas corriendo lejos de ellos, disminuyen las figuras cuando la distancia aumenta y ella entrecierra los ojos como si hubiese descubierto una mala noticia—. Malditos.

— ¿E-Eh?

Elliot y Jonathan los han dejado solos a propósito.

— ¿L-Los seguimos?

— Por supuesto-- — la tos la interrumpe e inmediatamente cambia de parecer, correr hacia ellos podría empeorar la situación—. Q-Que no.

****

— ¡Perfecto! ¡Soy un genio! — mientras a Elliot parece rodearle una luz resplandeciente producida por su propio orgullo, por supuesto que no es posible que eso suceda, pero si realmente fuese capaz, en este instante todos estarían ciegos. Ambos corren los más rápido que pueden a pesar de estar ya bastante lejos de la chica. El menor va detrás de él y le resulta complicado alcanzar a su hermano.

Jonathan esquiva a las personas con torpeza, disculpándose una y otra vez, entre ellas logra chocar contra una chica de cabellos rubios y se disculpa sin pensarlo demasiado, topan sus miradas y ve un color miel que lo refleja unos segundos antes de ser jalado por su hermano.

— ¿De qué r-rayos estás hablando? — Jonathan es tan desinteresado en los temas comunes como el amor o el desamor, que no puede comprender por qué se encuentran corriendo de repente. Estar corriendo sin razón lo convierte en alguien molesto de nuevo y se detiene al sentir que ya no tiene caso. Elliot trota unos pasos largos más y después de captar que su hermano gruñón no lo sigue disminuye la velocidad hasta detenerse completamente. Voltea hacia atrás con la respiración agitada y ve a la figura delgada del menor, con los brazos cruzados, pisoteando, dando media vuelta y estando por caminar de regreso con los otros dos. Elliot no puede permitir que llegue con ellos de nuevo y se apresura a alcanzarlo y agarrarlo con fuerza—. ¡Oye!

— ¿Cómo es posible que no entiendas? — pregunta incrédulo. Honestamente, si Jonathan no comprende por qué se han ido corriendo, es un verdadero y único tonto. Lo sostiene de los hombros y lo empieza a sacudir.

— ¡Entiende tu qué piensas cosas extrañas y nadie te hace caso por eso! ¡Explícame! Yo soy quien está confundido de haberte seguido la corriente — su mirada baja a un lado y se siente avergonzado de encontrarse gritando en público, la chica con la que acaba de chocar le viene a la mente y agita la cabeza para olvidarla.

— Supongo que tengo que contarte... — Elliot suspira para recobrar el aliento después de correr y luego prepara su anécdota en su cabeza—: ¿Recuerdas al chico rubio del que mamá estaba hablando hace unas semanas? Supongo que ya lo habrás visto...

— ¿Tipo rubio?

El mayor rueda los ojos avellana y apunta directamente a un anuncio donde aparece Adrien, posando con seriedad para una marca de perfume de su padre. El perfume luce amarillo y la torre Eiffel en el fondo de la imagen.

Jonathan abre la boca en comprensión, pero sigue sin entender cuál es el punto.

— Lo que pasa, es que creo que a ____ le gusta... O a él le gusta ella, no lo sé — continúa y su voz se llena de desesperación—. Pero hay algo, no estoy muy cómodo con eso, y la verdad me da un poco de miedo que ella siga así...

— ¿Así como? — los ojos cafés del menor repasan cada expresión de su hermano, quien mantiene una postura firme y su cara sólo demuestra el desacuerdo que siente.

— Ya sabes, es famoso... Y... La última vez hablamos sobre él y se puso realmente mal. Incluso hoy, se ve molesta ¿lo viste? Así que he traído a Nath por qué desde el primer día con él, no parece tener problemas... Él es tranquilo, y no dice mucho pero siento que puede tener en común tantas cosas con ella.

— ¿Estas... Juntándolos? — pregunta intentando ponerse en el lugar de su hermano, pero no tenía mucho sentido—. ¿Te crees cupido o que?

— A Nath le gusta Marinette ¿no oíste? También me ayudaría a mi hacerlo — ese último comentario fue dicho con emoción, pero solo intentaba convencerse a sí mismo de que era una buena idea.

Entre tantas cosas, el menor intenta empujarlo lejos de su cuerpo, pero por supuesto que Elliot era más fuerte y no lo logra.

— ¿Y yo para que estoy aquí?

— Para no arruinar las cosas con tu presencia — Elliot le guiña el ojo cuando haba,a con un tono carismático, lo suelta y ambos vuelven a caminar.

Jonathan no está demasiado seguro, pero supone que es mejor a que ____ sufra. Es verdad que su expresión cambio cuando el amigo de Elliot la llamó de repente ¿pero eso no es que son solo buenos amigos?

— ¿Estás de acuerdo conmigo, o soy el malo ahora? — los ojos avellana se llenan de preocupación cuando pregunta, rodeando el cuello de su hermano con su brazo y vuelve a suspirar.

El otro mira al suelo, muerde el interior de su mejilla pensativo, zapatea su tenis contra el pavimento y se sigue preguntando si es buena idea o no. Decidir entre los pros y contras de una situación que no le incumbe es demasiado trabajo.

— Técnicamente... E-Es un favor así que...

Bạn đang đọc truyện trên: Truyen247.Pro