Capítulo 7: rompiendo las reglas
–Como corre el tiempo, solo tenemos una hora antes que lleguen mis padres. Si hay algo que pueda hacer por ti solo dímelo. Aun no entiendo qué buscas en este lugar. – No quería ser descortés, realmente disfrutaba de su compañía, pero si necesitaba mi ayuda debía decírmelo ahora.
–Es una larga historia – suspiró mientras trataba de no quemar nada a su paso. Sinceramente su condición era más que una maldición. Ya había chamuscado toda la alfombra, sobre la cual estaba sentado, obligándome a envolver el suelo con papel aluminio. Gracias al cielo nuestra casa no era de madera. Ahora entiendo porque lo acusaron de ser un peligro público.
–Podrías resumirla y contarla en menos de una hora – Tic toc, los minutos, segundos y milésimas de segundo seguían avanzando.
Resignado suspiró y comenzó su historia.
–Mi pueblo vive esclavizado por el Emperador, solo unos pocos alcanzan el poder y el resto vive rodeado de miseria, con trabajos extenuantes que les cuestan la vida. Lo único que sabemos es que trabajamos para construir tecnologías que no ocupamos y vacunas para enfermedades que no podemos utilizar en nosotros mismos. Todo esto me llevó a la conclusión de que trabajamos para otros. Tampoco sabíamos de su existencia, al igual que ustedes estábamos obligados a pensar en que somos los únicos sobrevivientes de la gran devastación o revolución, como tú le llamas. Pero cuando fui exiliado por mi extraña condición lo supe. Perdieron influencia sobre mi mente y comencé a pensar en mi pueblo, en que estaban siendo manipulados, en que somos lo suficientemente fuertes para combatir a los Regentes, pero no podré convencerlos si siguen controlando sus mentes. Así que caminé largas distancias, en tierras baldías, y profundos desiertos en los que jamás volverán a crecer árboles o flores, hasta que finalmente, como un oasis, vislumbré este bosque a lo lejos. Estaba seguro de que tuvieron que utilizar nueva tecnología para lograr recuperar el suelo y que este alimentara a esos fuertes y frondosos árboles. Debían esconder una avanzada civilización, posiblemente aquella que usa las máquinas que construimos.
– ¿Por eso decidiste entrar? ¿A qué te refieres con nuevas tecnologías? ¿Era lo que esperabas? –tenía muchísimas preguntas, pero temía atormentarlo con mis pensamientos.
–La verdad esperaba algo mucho más...
– ¿Avanzado? ¿Seguro que no construían armas?
–Desde que tengo conciencia que las armas quedaron obsoletas. Imagino que al controlar nuestras mentes, las armas perdieron su utilidad. En fin, construíamos máquinas para trasladar personas, para remplazar trabajos manuales; también llegamos a construir especies de androides y usa serie de objetos tecnológicos que parecían fuera de lugar en nuestros talleres rudimentarios. Antes de ser expulsado trabajaba junto mi familia en una fábrica de metales, hacíamos piezas de todo tipo.
–¿No has visto esas cosas acá?
–Aún no, la vida que tienen no es muy diferente a la mía. Bueno, poseen un pseudoequilibrio, que transmite cierto nivel de paz, pero solo para quienes se encuentran dominados. Pero por otro lado este control excesivo que tienen sobre las emociones, me hace pensar que es una sociedad extremadamente conservadora que...
–Eso ya lo sé. Por favor no te pongas tan analítico. –lo corte, antes de que se extendiera más de lo necesario. – ¿Vienes a hacer turismo nocturno a Entrapta o estás buscando algo?
Suspiró agobiado por mi insistencia. Lo entiendo, puedo ser demasiado molesta a veces.
–Necesito saber qué mecanismo usan para controlar las mentes.– no podía creer que era eso lo que necesitaba, comprenderlo es sencillo, acceder a ello es completamente imposible.
–Técnicamente lo enseñan en bioquímica y la práctica se desarrolla en filosofía. – sinceramente no imaginaba comenzar a recordar mis asignaturas de la escuela, y aún menos en enseñárselas (no podríamos decir que fui una buena estudiante). Ahora yo suspiraba agobiada al tener que hurgar en esos recuerdos. – Está ligado a nuestro sistema nervioso central. Nos implantan un chip al nacer. Sirve para controlar nuestros impulsos y comprender con mayor facilidad el mundo que nos rodea, para adaptarnos con rapidez y servir a nuestro país con pasión. Es una forma figurada de decir que sirve principalmente para doblegar nuestras mentes al régimen establecido, sin que nos sintamos violentamente obligados a ello. Sirve para perpetuar la paz y que la devastación que trajo la Revolución no vuelva a diezmar a nuestra población.
–Suena como si fuera la opción más apropiada– dijo en apenas un susurro mientras contemplaba el suelo cubierto de papel aluminio– Pero mírate– exclamó de pronto, perturbando el atisbo de paz que esperaba alcanzar, clavándome sus profundos ojos en llamas–Esto se les ha ido completamente de las manos. – Me sujetó firmemente del brazo– y ahora mírame a mí. Esto debe terminar.
–Eso no es todo cerebrito– añado librándome de su amarre. Creo que en su país no existen normas para establecer una adecuada distancia entre las personas. – ¿Qué piensas de la Revolución o de la devastación como TÚ le dices? Comprendo que los seres humanos estén destinados a destruirse entre ellos, pero ¿estás seguro de que no es algo más que eso? No existe nadie en esta ciudad con quien conversar de esto, pero desde que soy así, no puedo dejar de pensar en que tal vez todo lo que nos han enseñado es falso.
–¿Dónde puedo encontrar ese chip? –percibí una llama diferente en sus ojos. Acaba de ignorar todo lo que dije. Otra vez.
–Los hospitales están repletos de ellos. Pero no cualquiera logra entrar. Necesitarás algo más que tu humanidad incandescente.
–¿Ideas? Estaba pensando en encender un poco esta ciudad. No es tan divertida como imaginé.
–Conozco a la encargada del área de maternidad. Es la tía de Louis. Podríamos conseguir una tarjeta de identificación, pero no es tan simple hay cámaras de seguridad. Prácticamente no hay flujo de gente en la noche, pero hay más polis en las calles que a cualquier hora del día.
–Pero a ti no te verán. –Aprende rápido. Me sorprende.
–Esta ciudad es diminuta, prácticamente todos se conocen entre sí. Pero las cámaras no me verán. Podría entrar y desactivarlas. Pero hay que ocuparse de los guardias, pronto se darán cuenta de que no funcionan.
–No si hay un apagón masivo. – me agrada más a cada segundo.
–Existen generadores de emergencia capaces de alimentar a toda la ciudad– Pero tienen una ligera falla en su funcionamiento, están programados para actuar cinco minutos luego de un gran apagón.
–¿Cómo sabes todo eso?
–Antes de abandonar la escuela alcancé a realizar una visita guiada a la central de energía. Está a un par de kilómetros, justo al costado de la frontera.
–Podría hacer un pequeño espectáculo de luces por el sector.
–Algo simple bastará, los mantendrá bastante ocupados. Si el bosque se incendiara podría formarse un verdadero caos.
–Trataré de ser bastante precavido.
–Solo necesitamos una tarjeta.
– ¿Podrás hacerlo tú sola?
–Extorsionar a la hermanita gemela de Lou siempre ha sido un placer para mí, preferiría mantener a mi amigo alejado de esto.
–Tú mandas pequeña Kyra. – añadió dándome un golpecito en el hombro.
–No me subestimes.
–Primero quiero ver que puedas hacerlo.
–Te sorprendería ver lo que puedo llegar a hacer...
Bạn đang đọc truyện trên: Truyen247.Pro