Acto 6
Capítulo dedicado a m1mi_wantsco0kies. ❣️
Uraume no puede dejar de mirarla a... Ella.
Su largo cabello grisáceo como siempre en una coleta, esos ojos marrones que siempre brillan.
Uraume se queda de pie, a tan solo poco metros está de Momoka a pesar de que ella lo reconoció y grito su nombre aún siente dudas.
¿Realmente es su Momoka?... ¿Podrá ocultar lo que hay debajo de su ropa?.
Las preguntas no obtuvieron respuesta. Sintió la calidez de ella rodeado su cuerpo helado, como exclama su nombre con alegría, lo mira con cariño.
—¡Uraume-Sama lo encontré!.—Momoka exclama con alegría.
Las manos del albino sostienen aquellas mejillas sonrojadas, sintiendo su calidez, mira su rostro, es su Momoka, no importa que haya tenido otra vida antes de que él llegara está feliz de poder estar otra vida con ella.
—Me presentó soy Hajime. —La atmósfera se arruinó por el de mirada electrizante, Momoka aún sonreía y Uraume le dió un tic en el ojo.
Aunque de nuevo su atención solo fue hacia Momoka, quien empezó a hablar presentando a Hajime hacia él y después presentando a él hacia Hajime, realmente había extrañado su voz.
...
Llegó la mañana siguiente, Momoka tenía bastante frío y eso que apenas ayer tenía mucha calor, se levantó al fin viendo a su alrededor... Uraume estaba en la mesa ya desayunando, ella se levantó presurosa.
—Lo siento me quedé dormida. —Dijo ella, acomodando su kimono lo mejor que podía, vio hacia la ventana, sin duda aún había clima caluroso aunque aquí en la habitación estaba helado, vio a Uraume él era quien hacía que se estuviera casi congelando la habitación.
—Bebe el té. —Eso dijo el albino quien le da un sorbo a su bebida. —Es para evitar un embarazo. —Explico.
—Uh. Claro. —Momoka lo bebió de un solo trago. —Lo agradezco.
Uraume la miro de reojo verla provocó que libere más frío. —Momoka.
—¿Si Uraume-Sama?.
—¿Cómo te sientes?.... ¿Que piensas de lo que pasó anoche?.—Uraume cuestiona.
—Ah. Pues me siento algo cansada pero bien... Y pues no sé a qué se refiere con que pienso, supongo que estoy feliz de que mi primera vez haya sido agradable y con un hombre que me gusta. —Responde Momoka, y Uraume noto aquel sonrojo sutil en las mejillas de la mujer. Una fuerte brisa helada se hizo presente.
—Ah... ¿A veces los hechiceros no pueden controlar su ritual?.—La mujer cuestiona tiritando de frío.
—¿Te gustó?.—Uraume sigue preguntando.
—Ah. Si... Tuve tiempo de conocerlo, y aunque a veces puede ser muy serio o no se expresa, me gusta... —Momoka se puso a pensar que tal vez no debió ser tan directa tal vez Uraume no la ve de esa manera, después de todo ella solo sería una concubina que complacería a Uraume no habría sentimientos.
Aunque el primero que cayó fue Uraume realmente, cerró sus ojos un momento al escuchar la respuesta de Momoka sentía que esto solo complica las cosas, debería sentirse feliz al ser un amor correspondido ero no sabe porque no puede aceptarlo, siente que no es real.
—Te recuerdo que asesiné a mi esposa y padres soy cruel... ¿Realmente te gusto?. —Uraume dice.
—Pero no ha sido cruel conmigo. —Ella contesta, encogiendo de hombros. —A pesar de todo me trató bien, incluso se tomó el tiempo de adaptarse a mí para que estuviéramos juntos...
Al fin un leve rubor se ve en las pálidas mejillas del albino, se levanta de golpe dejando desconcertada a Momoka quién se acerca hacia él.
—Yo se que tal vez solo me ve como una concubina, entiendo realmente si no puede corresponder a mis sentimientos. —Ella dice. —Se que no me quedaré mucho.
—No...—Uraume contesta, aunque sin aclarar porque es ese No. —Descansa, date una ducha y desayuna, yo estaré ocupado hoy no me esperes. —Dicho esto Uraume abandono la habitación, dejando a Momoka confundida.
Pensó que haciendo sus actividades diarias se podía distraer, estuvo ordenando a los sirvientes, revisando cuántas concubinas quedaban al igual que sus habitaciones, que no escondieran nada sospechoso, regañando a Hana por intentar negarse a Sukuna-Sama, cocinando bastante platillos... Cocinar es de las pocas cosas que disfruta y lo relajan, además así no piensa tanto en Momoka.
Quien sabe cuánto se metió en la cocina que dió la noche, un sirviente le dijo que Sukuna-Sama lo llamaba.
—¿Acaso hay invitados está noche?... Vaya que te has esmerado con el banquete de hoy. —Sukuna comento, mientras la rubia llamada Hana estaba sentada en el regazo del monstruo de cuatro brazos, ella no hablaba se quedaba en silencio sin moverse ni un poco. —No me gusta ser mal agradecido, pero no creo poder acabarme todo.
—Ah. —Uraume noto que vaya que se emociono, preparo de más y bastante, se inclino ante Sukuna. —Mil disculpas mi señor, me encargaré que nada sea desperdiciado por favor opte por un castigo ejemplar.
—La verdad es la primera vez que pasa esto, eso es lo que me sorprende. —Sukuna contesto. —¿Hay algo que te esté pasando tu concubina te causa problemas?... Ya sabes que siempre puedes tener una nueva.
—No. —Contesto directo Uraume. —Ella...
Sukuna pudo leer la situación, dió un aplauso. —Bien todos fuera. —Dijo de repente. —Mi camarada y yo vamos a hablar un par de cosas, en un rato te voy a visitar Hana. —La mencionada tan solo se puso pálida pero se retiró con las demás concubinas y sirvientes. —Ahora puedes hablar agusto... ¿Que paso con Momo...? Ah, como era.
—Momoka. —Uraume corrigió. —Ella me agrada bastante, no quiero otra concubina dijo que le guste. —Uraume se explicó. —No se si me está mintiendo para obtener algo a cambio.
—¿Tu crees?... No creo que sea ese tipo de persona, parece demasiado sincera. —Sukuna contesto. —Aunque estoy confundido, si a ti te gusta y ella te corresponde ¿Que es lo malo en eso?.—Cuestiono.
Uraume abrió sus ojos con impresión ante esa pregunta. —No hay nada malo... Solo que... No me lo puedo creer.
—Hmm. Me habías contado de tu primer esposa, no te amaba y tú tampoco a ella, también que tus propios padres no les agradabas incluso tus hermanos te tenían miedo. —Sukuna comento pensativo. —No será... Que piensas que no puedes ser querido.
Eso había dado justo en el clavo, Uraume se quedó demasiado pensativo ante ese comentario, y es que Sukuna tenía razón... Uraume quería negar ese pensamiento, pero ya que se ha dicho es más que real.
Toda su vida había sido así, hasta que conoció a Sukuna-Sama, quien admiraba sus artes culinarias, ahí fue la primera vez que conoció la admiración, se sentía alguien útil y que no era juzgado, si bien se considera un sirviente de Sukuna él Ryomen también lo considera un buen amigo, un compañero confiable... Esa fue la primera vez que formó un lazo fraternal, no era su familiar pero lo veía como uno.
Uraume creyó que ya no llegaría tan lejos con nadie... Hasta que sus ojos se posaron sobre Momoka.
La primera vez que la vio llamo su atención, sus ojos cafés brillaban, su cabello gris largo lo deseaba tocar. Pensó que no lograría mucho con ella pero le bastaba con tenerla cerca, con poder verla siempre.
Realmente nunca creyó que iba a poder tenerla entre sus brazos, saborear por completo, hacerla suya, pensó que solo sería carnal lo que sentiría pero vaya que escaló a más que negar el sentimiento era difícil.
Simplemente no deseaba sentirse rechazado por eso se negaba a estos sentimientos, no podía aceptar otra vez ser visto con desprecio.
Una palmada en la espalda por parte de Sukuna al fin lo saco de sus pensamientos. —Yo digo que lo disfrutes. —Dijo el Ryomen con una sonrisa. —No se tu, pero yo cuando tengo la oportunidad de disfrutar lo hago al maximo y no siento arrepentimiento alguno nadie me quitará la felicidad que llegue a sentir... Si no funciona con la chica al menos tuviste un momento alegre con ella, se quedará ese sentimiento agradable. —Sukuna hablo con sabiduría y Uraume sonrió ante las palabras de su camarada.
—Muchas gracias por su sabio consejo Sukuna-Sama, lo tomaré en cuenta.—El albino agradeció, hizo una reverencia y se retiró del comedor, vaya que ya era tarde. —Eh. Rayos nunca les avisé a los sirvientes que le llevarán de comer. —Recordo de repente Uraume.
Había intentado tanto evitar pensar en Momoka que había olvidado la regla que le impuso de no salir de la habitación, aunque había frutas eso no sería suficiente, además de que había salido desde temprano.
Se apresuró a llegar y abrió de un empujón la puerta, Momoka estaba en la mesa comiendo tranquilamente un plato de sopa y carne, ella trago rápido mientras se encogió de hombros. —Ah. Uraume-Sama bienvenido. —Ella dijo poniéndose rápidamente de pie, él albino vio la comida, esa sopa no la hizo él.
—¿Saliste?.—Cuestiono Uraume serio.
—No. Verá ya tenía bastante hambre, abrí la puerta y al ver un sirviente pasar le pedí si me podía traer comida, fue amable y me la trajo. —Momoka sonrió al explicarlo. —Le quedó muy rica está sopa. —Ella había pensado que Uraume la había hecho.
—No la hice yo. —Contesto secamente, acercándose a la mesa, agarro el plato de sopa y no dudo en tirar su contenido sorprendiendo a Momoka.
—Ay. Apenas llevaba la mitad. —Ella susurro.
—Te haré algo mejor que esa insípida sopa. —El albino le dijo y de nuevo la habitación se empezaba a sentir helada, no entiende porque le da celos algo como esto.
Que Momoka diga que la comida de otra persona es más deliciosa que la suya le molesta... Antes ya había pasado y no le prestó atención, no sabe porque ahora le afecta a tal punto de sentirse celoso. —Vuelvo rápido. —Uraume se fue dejando a la mujer más que confundida, desde la mañana se comportaba raro.
—¿Los hechiceros cuando tienen sexo se comportan raros o que?.—Ella dijo para si misma después de todo nunca había visto esta faceta de él antes.
Después de un rato al fin regreso Uraume con un plato grande de comida, Momoka se sorprendió al verlo era bastante comida para ella sola. —Aquí está, un poco de todo come bien. —Uraume dejo el plato en la mesa sentándose a la vez. —No te contengas... Lamento bastante olvidar algo tan importante. —Refiriendo a qué no le había llevado comida este día. —Solo por esta vez deja los modales y etiqueta atrás.
—Ah. Muchas gracias por la comida. —Momoka sonrió algo nerviosa, era bastante carne, fideos, huevos hervidos y champiñones, no niega que huele delicioso pero la cantidad se le hace demasiado. —A comer. —Empezo a comer aunque lento para no sobrecargar el estómago, realmente le hubiera bastado con la sopa siendo tan noche no quería comer tan pesado.
Uraume la vio comer. —¿Te gusta más mi comida o esa sopa insípida?.—De repente pregunto.
Momoka trago el champiñon antes de hablar. —Ah. Pues ambas comidas me gustaron.
—¿Y por cierto quien te preparo la sopa?.—Uraume pregunta con molestia por la respuesta de Momoka.
—¿Le piensa agradecer?.—Ella pregunta y Uraume solo se queda en silencio desviando la mirada, desde ahí se da cuenta que agradecer es lo que menos piensa hacer. —Uh. No recuerdo, creo que era alto.
—Todos son altos. —Uraume contesto. —¿No me piensas decir?.
—Sospecho que no tiene las mejores intenciones con él... Si ha desobedecido una regla al traerme comida deje que yo responda por él, la verdad es que le insistí bastante por la comida por eso cedió y me trajo la sopa. —Momoka contesta aún comiendo, sus mejillas vaya que se inflan al comer pero no puede con más y ni siquiera lleva la mitad.
De nuevo la habitación empieza a sentirse demasiado helada, sobre todo la mesa, la mujer puede notar como desde las palmas apoyadas de Uraume sobre la mesa se empieza a cristalizar. —Vaya que lo defiendes. —El albino dijo molesto. —Bien, no me digas.
—Uraume-Sama ¿Sucede algo?... La verdad ha actuado extraño desde la mañana, ¿Hice o dije algo malo acaso?.—Momoka de repente pregunta. —¿Fue por la plática de la mañana verdad?... Cuando dije que me gustaba.
Ahora Momoka siente como cae nieve sobre su cabello grisáceo, alzó la vista al techo es sorprendente como la técnica de Uraume se expande por completo en la habitación.
El albino se sonroja hasta las orejas cuando dice y pregunta eso. —¿Realmente te gusto?.—Uraume le pregunta nuevamente. —¿Porque?.
—Ah... Pues porque si. —Ella contesta.
Uraume no se puede sentir satisfecho con esa repuesta la habitación cada vez se vuelve más helada que Momoka se abraza a si misma y deja de comer.—¿No lo estarás confundiendo con gratitud?... Quien sabe tal vez al sirviente también le agradezcas de alguna manera.
Hubo un silencio sepulcral después de aquella declaración, Uraume se dió cuenta que se estaba comportando infantil con esa clase de comentario ni siquiera pensó antes de hablar, alzó su vista a Momoka quién se quedaba en silencio mirando el plato de comida, ella cerró sus ojos un breve momento. —Mmm. —Ella no respondió tan solo suspiro, alejando el plato de comida. —Si. Le podría dar las gracias. —Se levantó de la mesa. —La comida ya está muy fría... Voy a buscar mantas si me lo permite.
—Si... Ve. —Uraume apenas alzó la voz para contestar, se sentía como un inmaduro no sabe cómo dijo tal estupidez. —Duerme en la cama, recordé que saldré esta noche a resolver unas cosas.
Se levantó de la mesa mientras vio a Momoka sacando las mantas y poniendo en la cama, ella no dudo ni un segundo la cama es cómoda no la piensa desaprovechar. —De acuerdo buenas noches Uraume-Sama. —Ella le dice para despedirlo y él sale de la habitación.
Su mano se apoya sobre su rostro, da un largo suspiro apoyándose sobre la puerta. —No me puedo controlar, le terminará dando gripe o hipotermia si me quedo. —El sabe bien que cuando no puede controlar bien sus emociones o entenderlas le pasa esto... Mira su mano que está cristalizada por su propio hielo, la cierra en puño para al fin romper este y dejar caer los cristales al suelo.
Realmente le gusta Momoka.
__________________________________________
¡Muchas gracias por leer! Me esforzaré porque las actualizaciones sean más rápidas, ya que los tres fanfics que tengo de JJK quiero que avancen bien jejeje 🤭🤭🤭 (aunque uno de esto es mini-fanfic). Quiero traer otro que también lo es, peroooooooo. No será hasta que pueda terminar o avanzar bien y rápido el de Sukuna.
¿Pueden adivinar que personaje puede ser el próximo fanfic? 🤠🤠🤠
Bạn đang đọc truyện trên: Truyen247.Pro