Acto 5
Advertencia: Lemon.
Poco a poco la esfera se empezó a agrietar, los ojos magenta no se aparten de aquel acontecimiento, no quiso entrar porque no sabría si uno de sus ataques para intentarlo podría dañar a Momoka... Ahora dependía de ese estúpido fanfarrón para que la salvé.
Los puños de Uraume se aprieta con fuerza, se siente con las manos atadas... Primero la humillación que sufrió de Satoru Gojo y ahora esto. —Y para acabar este tipo me dió este recipiente. —Se miro a si mismo mientras posa su mano sobre si mismo, entonces se escucha al fin como se rompe la esfera, el albino miró con precisión todo, necesitaba saber quién fue el ganador, dónde está Momoka.
La pudo ver, Kashimo la cargaba como si fuera un costal de papas, tenía rasguños leves pero nada de que preocuparse, antes de que se pudiera esconder sintió la mirada intensa de Momoka sobre el.
—¡Uraume-Sama!.—Ella grito con alegría mientras Kashimo la sigue cargando.
Kashimo lo alcanza a ver también, Uraume se quedó de pie, alzando su mano, ya no se escondería, no confiaba en este tipo para salvaguardar la integridad de Momoka, además detestaba la cercanía, apenas iría hacia ellos, pero después noto al de cabello celeste con una sonrisa burlona, entonces al caer sobre un edificio volvió a saltar atrás de este para que Uraume ya no los viera. —Este cabron. —Dijo con una sonrisa molesta el albino, ahora sin duda iría a por Momoka.
...
Uraume esperaba en silencio la respuesta de Momoka, que contará más de su pasado, ella sonrió antes de decir algo.
—Pues mis padres me tuvieron a eso de los cincuenta. —Ella comento. —Mi padre se fue antes y después mi madre, me dejaron una pequeña casa... Aunque no me iba tan bien sola.
—Cuando estabas cerca del burdel pensaba que pertenencias allí Pero al ver tus ropas supe que no.
—Si... A veces allí hacía uno que otro trabajo de limpieza o recados, no podía ser cortesana ya que me contaron que eso debía ser desde niñas, que a lo mucho... Acompañante si sabe a lo que me refiero. —Momoka susurró como si alguien los fuera a escuchar.
—Vaya, estuviste en la hora y lugar equivocado aquel día... Normalmente Sukuna-Sama solo suele ir a los pueblos a tomar a las mujeres del burdel y a una que otra aldeana que se tope en el camino, te llevo seguramente pensando que trabajabas allí.
—Yo en realidad lo ví como un golpe de suerte. —Dijo de repente, haciendo que Uraume la mire con intriga esperando que diría. —Era difícil... En ese momento había hambruna, no tenía muchas opciones en realidad, era ser prostituta o casarme con uno de los hombres mayores del pueblo, la mayoría de los jóvenes eran asesinados por monstruos ya que los iban a combatir, y de todos modos nadie se quería casar conmigo pensaba mi color de cabello les recordaba a las ancianas.
—¿Y no pensabas que podías tener un destino peor aquí?.
—Pero no fue así... Además me imaginaba que nos llevaban para ser servidumbre, pensé, tal vez no me paguen y no me dejen ir, pero tendré un techo y que comer.
Uraume sonrió ante la lógica de Momoka. —Si. Supongo que es mejor que casarse a la fuerza o que usen tu cuerpo.
Momoka tan solo asintió ante las palabras de Uraume. —Me alivió mucho que me haya dicho que no estaba interesado en tomarme por la fuerza.
—Hmm.—Uraume vio a Momoka, pasó su mano por su cabello gris.
—Ah. También me sorprendió cuando dijo que le agradaba este tono de cabello, siempre fui gris, aunque mis padres eran castaños.
—Debe ser algo que se salta una generación. —Dijo tranquilamente. —Bueno ya nos contamos nuestro pasado, nos hemos conocido mejor. —La mano de Uraume va suavemente hacia el cuello de Momoka y ella se estremece un poco al contacto frío. —¿Quieres tener sexo?.—Le pregunto, inclinándose un poco hacia ella.
Ella sonrió sonrojada mientras ladea la cabeza. —Wow. Si que va directo. —Dijo con una sonrisa tonta y con las mejillas bien rojas, ella suspiro cerrando sus ojos por un momento. —Si. Si quiero... Solo...
—Continua.
—Solo dígame cómo le gusta, tal vez no tengo experiencia pero algunas chicas del burdel me contaban muchas cosas... Obvio puede ser diferente solo platicarlo que hacerlo, pero lo he oído tantas veces que ya me siento en práctica. —Uraume no expresó nada en su rostro, tan solo asintió.
—Bien, veo que tienes mucho que aportar, así que...—Se levantó de repente el albino, acomodándose en la cama, posando su cabeza sobre el respaldo su elegante ropa permanece. Su torso sigue expuesto y da a mostrar su entrepierna, Momoka ladea la cabeza con una sonrisa nerviosa. —Te lo dejo a ti. —Hizo un ademán con la mano para que venga.
Momoka se sonroja más y asiente. —Claro. Déjamelo a mi. —Ella dice, también subiéndose a la cama y estando al lado de Uraume.
Pronto las manos de Momoka van hacia la polla de Uraume, primero sus movimientos son lentos como acostumbrando al tamaño y sabiendo donde empezar a tocar, la mujer ve la expresión del albino, sabiendo en dónde tocar para que haga otra expresión... Mueve sus dedos primero, y después se da cuenta que usando la palma de su mano es mejor, se empieza a poner duro, pero conserva una temperatura fría. —Wow. —Despues de todo siempre le dicen que se pone caliente, pero olvidó que Uraume tiene una temperatura corporal diferente.
—Hmm. —Gime suavemente el albino, mirando hacia Momoka que se ve tan concentrada. —Sigue ese ritmo. —Le aconseja y ella continúa, poco a poco Momoka puede sentir que se hace más grande pero también más helado, como si fuera nieve. —Ah...—Los labios del albino se abren para dejar escapar más gemidos, sus manos aferradas a las sábanas.
Momoka se queda sonriendo orgullosa de lo que hace, pronto se empieza a quitar sola la ropa interior aún usando su kimono, pensaba subirse encima de Uraume. —Siempre he escuchado que esto les encanta a los hombres. —Ella dijo en voz alta, Uraume habia cerrado los ojos concentrado en el placer, hasta que escuchó lo que dice Momoka y siente el peso extra en su regazo se da cuenta de lo que esta haciendo.
—Espera, si entra sin que te hayas lubricado te dolerá demasiado. —Las manos de Uraume sostienen la cintura de Momoka para evitar que entra la punta de su polla dentro. —Supongo que si se olvidaron decirte una que otra cosa... ¿No te has tocado antes?.—El pregunta de repente mientras la acomoda en su regazo pero sin que haya penetración.
—Hmm. Si...
—Bien, ¿Y te has mojado verdad?
—Pues si.
—Pues eso ayuda para que pueda entrar un poco más fácil, tu también necesitas preparación, mojar lo suficiente, una cosa son tus dedos y otra cosa es dejar que entre algo más grande. —Se explicó Uraume, aún con Momoka en su regazo se las arreglo para meter debajo su mano, empezando a tocar lentamente sus pliegues.
Ella tembló al instante pues el contacto era frío, pero a la vez bastante placentero se sonroja mientras sus labios se abrían lentamente para gemir.
—Me imagino que solo te contaron como puedes hacer sentir bien a un hombre, pero no como una mujer se puede sentir bien. —Uraume hablaba mientras movía un poco más entre los pliegues de Momoka, deslizando suavemente las yemas de sus dedos, el contacto helado es bastante placentero para ella, se estremece pero vuelve a escapar un suspiro de placer de sus labios. —Bien, voy a usar un dedo. —Pronto el albino posicionó su índice, apenas una parte de su dedo y Momoka se sintió complacida.
—Hmm. Puedo con más. —Con seguridad dijo, y Uraume sonrió burlón.
—Te creo, pero también me gustan los juegos antes de ir directo. —Luego el pulgar de Uraume empezó a tocar su centro, lentamente, las caderas de Momoka se movían alrededor de los dedos de Uraume, volviendo a gemir.
Momoka cerraba sus ojos para así sentir más placer, moviéndose alrededor, gimió cuando entró el dedo de Uraume por completo, moviéndose está vez rápido, mientras su pulgar se concentraba en seguir masajeando. Sintió como lentamente salió de ella el índice del albino ya algo mojado. —Bien. —Uraume la sujeto de las caderas. —Levantate un poco. —Le pidió a Momoka quién ya le temblaban las piernas debido a lo que hicieron pero si logro levantarse, las manos heladas del albino la sostienen. —Voy a entrar lento... —Hizo saber, mientras poco a poco hizo que sus pliegues se abran con la punta de su polla fría.
Momoka gimió impresionada al sentirlo entrar, era tanto por el tamaño y la temperatura que tenía. —Uraume-Sama. —Las manos de ella se apoyaron en el torso de él, mientras seguía controlando la penetración para que fuera lenta.
—Ah...—El albino también dejo escapar un gemido cuando sintió la estrechez de Momoka, poco a poco todo su falo fue entrando a su interior apretado y húmedo, estaba concentrando viendo la unión, provocando apenas un sonrojo en sus pálidas mejillas.
—Se siente frío... Pero tan bien...—Momoka dijo entre gemidos, tiembla cuando ya lo siente por completo dentro, es helado pero placentero.
—¿Y no te duele?.—Uraume pregunta mientras aún empieza a moverse dentro, las manos del albino se aferran a las caderas de Momoka, apretando con fuerza.
—Un poco... Se siente muy bien en realidad. —Uraume sonrió al escucharla decir eso.
—Bien, ahora empieza a brincar, yo voy a controlar el ritmo. —Ordeno él, Momoka asiente y su cuerpo supo exactamente que hacer, las posaderas de ella chocan con la piel de él, puede sentir la polla helada entrando y saliendo, llegando hasta lo profundo en cada salto.
—Ugh. Joder, si. —Uraume gime mientras echa la cabeza hacia atrás, aún sujeta con fuerza a Momoka.
Se siguió moviendo un rato así hasta que de repente ella pudo sentir como Uraume se movió desde abajo, llegando más profundo. —Voy a terminar dentro.
Momoka está tan concentrada en su placer que apenas lo escucha, entonces sintió algo... Helado, inundando su interior, causando que gima con fuerza, las piernas de ella temblando aun mas. —Ah... Uraume-Sama. —Sonrió complacida con estas nuevas sensaciones en su cuerpos, los muslos de Momoka con simiente de Uraume y con los rastros de su propio orgasmo que llegó justo cuando Uraume terminó de venirse dentro.
Se quedó encima de él albino, aún sintiendo la frialdad de su cuerpo, las manos de Uraume acariciando la espalda de Momoka con delicadeza, no puede negar que fue mejor de lo que pensó... La miro de reojo, tan exhausta que se quedó dormida con una expresión tranquila, de repente una sensación empieza a nacer dentro de Uraume.
Ante eso sujeta a Momoka y la coloca al lado de la cama, negando con su cabeza, solo la iba a tener como pasatiempo... Rápido se levantó de la cama para irse al baño y limpiar. —Solo me gusta su apariencia, solo me quiero entretener con algo. —Se repite en el espejo, tratando de convencer a si mismo de que no debe albergar sentimientos como eso. —Momoka... Tan solo eres un pasatiempo, no creas que por darme un buen sexo ya eres importante para mí. —Se dice encerrado en el baño, echándose agua en la cara, se sostiene con fuerza de la pared, y la termina congelando. —Carajo. —Resopla molesto, saliendo del baño y viéndola dormir tan plácidamente mientras él tiene estos sentimientos encontrados.
Ahora se pregunta si ella sentirá lo mismo por él. —Tonterías. —Simplemente enamorarse le parece una locura.
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¡Hola! Es la primera vez que escribo un lemon tan detallado que no se vaya a la imaginación, jajaja. Espero les haya gustado! Aún estoy manejando esto, o sea escribir lemon, pero creo que me defiendo jejjee. (? ¿Que les pareció el final de JJK? Yo aún no se que pensar de este, lol. Pero estoy feliz de que Itadori siga con sus amigos <3
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