Acto 3
Realmente quiere congelar a ese tipo... Odia la cercanía que tienen, sabe que Momoka solo está siendo amistosa, que nunca lo engañaría pero aún así... Está celoso. —. . . —Los observa desde lejos al par, Momoka saca algo de comida de su mochila mientras se la ofrece a Kashimo, sabe que es estúpido sentir celos por esto, solo están compartiendo comida, y además ella está hablando de él, de como ya desea verlo, que lo ha extrañado desde que recupero su memoria.
Que es el hombre más guapo y lindo que ha visto, vaya manera de describirlo pero bueno así es ella.
Aunque después Uraume lleva su mano hacia su pecho. —. . . —Al principio no le tomo importancia a su recipiente, simplemente pensó que le servirá y fin, incluso elimino a la familia de este para que no fueran un estorbo, pero después ve a Momoka, ella describe a un hombre, que desea estar con su lindo chico malo. —Se decepcionará...—Murmuro, su rostro es igual al del pasado pero su cuerpo no.
...
Uraume se levantó de la cama, notando a su lado que Momoka había acercado su futón hacia su cama, ella aún dormía. —. . . —Supone que se asustó anoche y por eso hizo esto, que ingenua, si Sukuna-Sama le pide su cabeza él se la entregará en bandeja de plata.
Para Uraume ella solo es una mera distracción, un hobbie, algo que cuando le aburra piensa desechar.
Se acerca a Momoka y posa su mano sobre la mejilla de ella, quien pronto sintió algo helado sobre su rostro. —Que frío...—Dijo quejándose para así levantarse y ver qué Uraume estaba a su lado, carajo según ella se despertaría primero para que no notará que se acercó.
—Veo que ya ansias dormir a mi lado. —Dijo él con tranquilidad para así ponerse de pie, miro a Momoka y ella entendió al instante que se debía levantar.
—Buenos días Uraume-Sama. —Dijo con tranquilidad. —Es que ayer me asusté bastante. —Confeso.
—Pues vas a tener que acostumbrate aquí es normal. —Hizo saber, yendo al baño. —Como sea tomaré un baño, y tú... Ve a la cocina, te presentas como mi concubina y pides el desayuno, recuerda no hables con nadie. —Ella asintió y sin dudar salió rápido de la habitación, Uraume tan solo la vio irse mientras se disponía a quitarse su ropa.
Momoka camino por el pasillo, pero después pensó en algo. —Ah... Yo no sé dónde está la cocina. —Ella sonrió atontada, viendo a algunas concubinas pasar con platos de comidas, quería preguntar pero no quería romper la regla de Uraume, ladeó la cabeza con desesperación. —Oh... Me preguntó ¿Dónde estará la cocina?.—Ella alzó su voz lo suficiente para ser escuchada por concubinas y sirvientes que pasaban, pronto uno le señaló una dirección, ella sonrió y agachó su cabeza en modo de agradecimiento.
Había llegado y en cuanto mencionó a Uraume la atendieron rápidamente dando una bandeja grande con dos porciones. —Gracias...—Momoka se disponía a irse hasta que escucho el llanto de alguien en una de las salas.
Habían un trío de concubinas reunidas, estaban consolando a una concubina rubia, ella parecía estar llorando bastante.
—¡No quiero ir!.—Grito en desesperó. —El... Después de matarla vino a mi habitación, estaba lleno de sangre y... Ya no puedo más. —La joven rubia se escuchaba tan destrozada.
—Hana si no vas el vendrá, y sabes cómo se molesta cuando nos busca. —Una del trío la trata de convencer mientras le ofrece una infusión de té. —Bebe esto... Será menos doloroso.
Pero la joven rubia apenas y bebió, para después empezar a sollozar de nuevo, Momoka se da una idea de lo que les hace Sukuna... Por supuesto que las lastima, ya ni siquiera es humano, además no se imagina que atrocidades les hará como para tenerlas en un colapso así, sin mencionar que un encuentro puede ser fatal si no está de humor. —. . . —Ella se encogió levemente de hombros, se sentía mal por ellas.
Regreso a la habitación al fin en dónde se topó con Uraume que ya estaba arreglado, Momoka dejo la bandeja en la mesa. —Bien, ahora vete a bañar. —Ella asintió y se fue rápido al baño.
Mientras se bañaba seguía pensando en las concubinas de Sukuna, si no hubiera sido por Uraume... Ahora se pregunta que clase de destino hubiera tenido ella. —Tal vez estaría muerta.
De repente la puerta fue deslizada, ella por reflejo se cubrió. —Aqui esta usa este kimono ahora...—El volteo a verla, Momoka noto que estaba muy tranquilo en realidad, honestamente imaginaba otra reacción, y a la vez se siente poco agraciada por recibir esa mirada de desinterés de Uraume, además en cuanto dejo la ropa salió.
Uraume estaba desayunando tranquilo, pronto vio a Momoka y casi se ahoga con el té cuando la vio salir, era una risa de sorpresa lo que salió de sus labios aunque disimuló. —¿Pero que?...
—Jamas había usado un kimono...—Dijo ella, el kimono apenas se sostenía el obi lo amarro en nudo ni siquiera uso lo demás, pensó que era algo extra.
—Se nota. —Contesto él mientras se puso de pie y le quitó el obi, después fue por lo demás. —Te ayudaré pero debes ver cómo te lo pongo. —Dijo el con tranquilidad, aún sonriendo debido a la primera impresión de verla así.
Momoka asintió agradecida, empezó a vestirla, notando que debió usar ese kimono blanco de abajo, aunque le parecía incómodo traer tanto puesto... Uraume ajusto lo último y después le dió la vuelta. —Perfecto. —Refiriendo al kimono era cual tenía un color violeta muy suave.
—Que ágil.
—Si. Bueno en mi familia había muchas mujeres, así que aprendí bastante ya que me pedían ayuda. —Dijo, abriendo ligeramente sus ojos magenta, no sabe porque dijo eso tan de repente.
—¿Y que le paso a tu familia?.
—Murieron. —El tono de voz cortante le hacía saber que no debía preguntar de más.
Uraume paso todo la mañana con Momoka, le ayudaba de nuevo en su caligrafía al igual que sus modales, a ella le parecía una perdida de tiempo todo esto... Sobre todo cuando no sabía de su destino incierto, después de todo él dejo en claro que era igual de cruel que su amo, ¿Quien le aseguraba que no la matará en la noche?.
Aunque después ve el rostro tranquilo de Uraume, como se esmera en enseñarle, a pesar de tener mal genio le ofrece paciencia, suspira, siente que se está dejando llevar por algo que no existe, lo está imaginando de una manera que no es.
—Sigue leyendo. —El pedía mientras acomodaba algunos de los libros.
—Hmm. La... Cálida noche llegó y...
—No adivines la palabra, lee. —Dijo el albino con cierto fastidio, ella asintió.
—Es muy difícil, yo no puedo. —Momoka replicó.
—¿Eres tonta?.—El pregunto de repente.
—¿Eh?.—Momoka no pudo evitar fruncir el ceño, conocía su lugar responder de mala gana le podía costar caro, pero su mueca molesta seguía en su rostro.
—¿Eres tonta?... Yo creo que no, es difícil para un adulto aprender, pero lo has hecho relativamente bien, así que no digas que es difícil o no puedes, porque no eres tonta, solo te falta disciplina.
—. . . —Ella se quedó silencio, sintiéndose mal por pensar tan mal de él, dió un suspiro y procedió a leer, algo lento pero está vez entendiendo mejor las palabras y viendo que Uraume está complacido.
...
Cuando llegó la tarde volvieron a comer juntos, esta vez tratando de seguir la etiqueta, vaya que Uraume era muy refinado en esto... Se imagina que viene de una familia muy acomodada.
—Tengo unos asuntos, sigue con tus estudios. —Dijo el, levantándose. —Llegare tarde, así que no me esperes. —Momoka asintió mientras Uraume caminaba hasta la entrada de la puerta viendo como ella lo seguía, no dijo nada... En cuanto salió ella dió una reverencia, para después sonreír.
El solo ladeó un poco la cabeza, sabía la costumbre, pero... No pensó que haría tal cosa, el solo aparto su mirada y cerró la puerta corrediza, aunque debía admitir que le agrado aquello.
Uraume gustaba de ser el siervo más leal de Sukuna, acabar con pueblos, acabar con hechiceros, eran grandes compañeros... Asesinos innatos, y Uraume estaba bastante feliz de que alguien elogiará sus artes culinarias.
Después de todo... Recuerda que cuando se lo mostró a sus padres ellos no estuvieron tan contentos.
Cortaba con destreza la verdura, mientras venía a su mente el rostro de sus padres, horrorizados por lo que él había hecho, no pensó que les molestaría tanto, era un sirviente... Ellos llegaron a insultar y denigrar a este mismo, entonces, ¿Porque estaban tan indignados al verlo servido en un plato?, al menos ya tendría uso, como un buen alimento para dar energía.
Uraume da un sorbo a la mezcla que hizo, perfecta, sonrió orgulloso de la comida que hizo, de nuevo ordenó a los sirvientes los preparativos.
Sukuna disfruto de los manjares creados por él, también lo acompañan concubinas que le dan de comer en la boca o solo para hacerle compañía.
—¿Tu no comerás?.—El pregunto, abriendo su boca mientras una Concubina de cabello castaño claro le da de comer en la boca, ella no parece muy feliz de hacerlo, pero si es lo que desea Sukuna debe de hacerlo.
—Gracias por su preocupación, he comido antes para concentrarme mejor en el banquete.
—Ah. Cierto. —El sonrió, mientras chasquea los dedos y pide que la misma concubina limpie sus labios. —Tienes a esa chica eh... ¿Y que tal?.—Sukuna pregunto.
—Es eficiente, no causa problemas, tranquila y conoce su lugar, aunque en otros aspectos debe de mejorar.
Sukuna tan solo soltó una carcajada ante la respuesta del que considera como amigo y siervo. —No me refería a eso. —Dijo el aún riéndose divertido.
—Oh. Ya veo a qué se refiere... Aún no la he tocado, pero lo haré pronto.
—¿O preferías un hombre?... Yo no juzgo, aunque son más difíciles de domar, y en lo personal no me agradan. —Dijo, mientras sostenía la barbilla de la castaña. —Solo mujeres lindas como Yuko. —Comento el nombre de la concubina a su lado, ella solo sonrió forzada.
—Para nada, me agrada Momoka. —Dijo él con tranquilidad.
Sukuna sonrió divertido ante la nueva faceta de su amigo, siervo... Siempre notaba que Uraume tenía casi cero interés en todo, que no fuera la cocina o mejorar sus técnicas.
—Me alegro por ti, si deseas más concubinas solo dime. —Dio un sorbo al sake.
—Agradezco la oferta Sukuna-Sama. —El albino solo hizo una reverencia ante él.
El banquete transcurrió con tranquilidad, un espectáculo de las concubinas hubo, como siempre Sukuna quedó satisfecho con la comida y pidió compañía de dos concubinas, Uraume tan solo preparo el te especial para ellas y se retiró a sus aposentos, llegando al fin, abrió la puerta con cuidado de no hacer ruido ya que noto que todo estaba oscuro, camino para ver que Momoka había dejado el futón al lado de su cama, él se agachó de nuevo para acariciar su mejilla.
—Brr. Helado...—Ella murmuraba entre sueños.
Debido a su técnica maldita mantenía una temperatura corporal bastante baja, por mas que intento hacer algo al respecto no pudo, se levantó al fin y preparo para dormir.
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Nota importante (?): Como se ve, voy a incluir a Hana y Yuko en este fanfic, solo para poder relatar un poco mejor los actos de Sukuna, necesitaba personajes para que Sukuna las haga sufrir (? No quería agregar más oc's y tengo shipps cracks del SukuHana y SukuYuko así que, porque no?. En todo caso ellos en ningún momento serán principales en mi fanfic.
Otra cosa que deseo aclarar es que no hay triángulo amoroso (? Respecto a Kashimo kajsks
Muchas gracias por leer 💖💖💖
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