En mi afán de cuidarte los sueños, mi pequeño cachorrillo extraviado, me he convertido en el eje que hace girar 180 grados las noches. Y cambié, como hábil titiritera, la luna, las estrellas y el camino hasta el nuevo día.

En mi afán de protegerte, soy capaz de mover el universo solo para que conspire a tu favor...