Mis zapatos son blancos con negro, negros con blanco, negros y blanco y blanco y negro. Mis zapatos me llevan, se ensucian, ellos son blancos, y también negros.

Caminan siempre junto a mí, me llevan a lugares y disfrutamos la vida. Mis zapatos se mojan de vez en cuando, y resienten la ausencia del sol junto a mí. Mis zapatos se secan, y reciben el diario vivir.

Mis zapatos son tiernos, tienen personalidades. Son como mis amigos, amigos de verdad, a veces se desenredan y tropezamos, oh, mis zapatos. Mis zapatos son tiernos, son como mi amor de la esquina. Ella también tiene zapatos, unos zapatos blancos y negros.

Sus zapatos tienen ciertas cosidas, sus zapatos están algo sucios, al igual que los míos. Ella los cuida, ella los quiere. Sus zapatos son tiernos, ella es tierna, y sus zapatos son blancos y negros, igual que los míos.

Nuestros zapatos aguantan mucho, aprendieron a ajustarse con el pasar del tiempo. El blanco y el negro se ha ido mezclando, pero siguen siendo blancos con negro y negros con blanco, y blancos y negros.

Mis zapatos son tiernos, los de ella también, y caminamos juntos al son del diario vivir.