Fuiste mi estrella fugaz, reflejo íntegro, ímpetu de nostalgia, sanación bendita y oasis de perpetuación pulverizada.

Polvo de estrella desprendiste de aquellos ojos, tu mirada azul y gris me conquistó. Suspiros de vida, de amor y afecto agridulce me consumieron, mientras nos perdimos en el puente del espacio, del cliché tentador, y vivías de esperanzas.

Lluvia de neón en noches sin estrellas, porque todas las trajiste a la vez. Manos cálidas, en donde cupo perfecto mi corazón. Auroras de soledad y tormentas de arena danzaron a nuestro alrededor, mientras te vi volando, mi estrella fugaz, y vivías de esperanzas.

Beso tierno e inmutable. Nebulosa constante, mundos diferentes y dudas existenciales. Interrupción afable se supo desde el inicio, y no me duele tanto este contacto efímero. Por tu llegada esperé, y a tu despedida doy ofrendas de nostalgia... y vivías de esperanzas.

Inmune a mis toques me observaste, la invitación jamás llegó, la carta se quemó y la lluvia la desintegró. Con facilidad irrebatible llegaste, con tus suaves anhelos me fascinaste, con un hilo de mi alma te fuiste, y vivías de esperanzas... pero yo de realidades.