(subo cap hoy porque creo que mañana voy a estar ocupado con los deberes de la casa )

Al amanecer, Lincoln despertó en su cama, sin recordar cómo había llegado a casa. La sensación de malestar y las heridas aún le dolían, pero había algo más que lo desconcertaba: la voz interior que sentía más poderosa y resonante que nunca.

Mientras trataba de levantarse, notó algo inusual en su cuerpo. La sensación de dolor había desaparecido, y en su lugar, una energía desconocida se sentía fluir a través de él. Miró sus manos y vio que su piel parecía brillar con una ligera tonalidad negra, casi como si estuviera cubierta por una capa delgada y fluida.

De repente, la puerta de su habitación se abrió y Rita y Lynn Sr. entraron, sus rostros llenos de alivio al ver a Lincoln despierto.

Rita: "¡Lincoln! ¡Estás despierto!"

Lynn Sr.: "Hijo, te hemos estado buscando por toda la ciudad. ¿Cómo te sientes?"

Lincoln se quedó mirando a sus padres con una mezcla de confusión y dolor. Las palabras que escuchó la noche anterior aún resonaban en su mente, y la sensación de la nueva energía dentro de él era difícil de ignorar.

Lincoln: "No sé qué pasó... ¿Cómo llegué aquí?"

Rita lo abrazó con fuerza, sus lágrimas cayendo mientras trataba de mantener la calma.

Rita: "Nosotros te encontramos en la puerta, sangrando y en estado de shock. No sabíamos qué hacer, pero te llevamos al hospital y luego a casa."

Lynn Sr.: "Afortunadamente, no tienes heridas graves, pero tienes que descansar. ¿Cómo te sientes?"

Lincoln miró a sus padres, sin poder decirles la verdad. Sabía que algo había cambiado en él, pero no entendía completamente qué era.

Lincoln: "Me siento... extraño. Como si algo hubiera cambiado dentro de mí."

Rita y Lynn Sr. intercambiaron miradas preocupadas, pero decidieron no presionar más. Con el tiempo, podrían hablar sobre lo sucedido con más calma.

Mientras tanto, en el espacio, la nave de Anti-Venom se aproximaba a la Tierra. La masa blanca y negra dentro del meteorito, que había estado buscando un huésped digno, había encontrado a Lincoln y había decidido quedarse con él. Anti-Venom estaba convencido de que Lincoln sería el huésped perfecto para cumplir con su misión de superioridad y venganza.

Al día siguiente, Lincoln se encontraba en el hogar, intentando adaptarse a sus nuevas habilidades mientras trataba de llevar una vida normal. La familia Loud estaba contenta de tener a Lincoln de vuelta, pero la preocupación por su bienestar nunca se desvaneció.

Rita: "¿Cómo te sientes hoy, Lincoln?"

Lincoln: "Estoy bien, un poco cansado, pero bien. Aún no entiendo todo lo que ha pasado, pero creo que estoy empezando a adaptarme."

Lynn Sr.: "Recuerda, estamos aquí para ti, sin importar lo que pase."

Al regresar a la escuela, Lincoln intentó mantener un perfil bajo, evitando el drama que había rodeado su ausencia. Sus amigos Clyde y Stella, aliviados de verlo de vuelta y en pie, se aseguraron de que se sintiera bienvenido y apoyado.

En el pasillo, la noticia de la vuelta de Lincoln se propagó rápidamente. La mayoría de los estudiantes estaban sorprendidos de verlo tan pronto, y algunos incluso murmuraban sobre lo que había sucedido. Lincoln se encontró con varios compañeros que le expresaron su alivio y preocupación, aunque él prefería no entrar en detalles sobre su experiencia.

Chandler McCann, que había estado presumiendo de la desaparición de Lincoln, se quedó paralizado al ver al albino entrar por la puerta. Aunque Chandler no había participado directamente en las heridas de Lincoln, había estado detrás de la orden de contratar al asesino. La noticia de la "muerte" de Lincoln había sido una gran fuente de orgullo para él, y ver al albino de vuelta desmoronó por completo su arrogante fachada.

Chandler (murmurando para sí mismo): "No puede ser... ¿Cómo es posible que esté aquí?"

Trató de ocultar su sorpresa, pero su ira era evidente. La realidad de que Lincoln había sobrevivido y regresado intacto lo enfurecía. Se acercó a su grupo de seguidores, intentando restablecer su imagen de poder.

Mientras tanto, Lincoln, con una actitud decidida, se dirigió a su grupo de amigos. Clyde y Stella le dieron la bienvenida y le preguntaron cómo se sentía, asegurándose de que estuviera bien.

Stella: "Me alegra verte de vuelta, Lincoln. ¿Cómo estás realmente? Pareces un poco agotado."

Lincoln: "Estoy bien, solo necesito adaptarme a algunas cosas nuevas. Agradezco tu preocupación."

En ese momento, Chandler se acercó, tratando de aparentar indiferencia.

Chandler: "Vaya, parece que el pequeño Larry está de vuelta. No pensaba que te vería hoy. ¿Te sientes como nuevo?"

Lincoln, con una mirada firme, respondió sin dejarse intimidar.

Lincoln: "Sí, estoy aquí para quedarme. No voy a dejar que nadie me detenga."

Chandler intentó provocar, pero no estaba preparado para enfrentar a Lincoln en su estado actual. La conversación se desvió cuando el timbre anunció el comienzo de las clases.

Lincoln y sus amigos se dirigieron al salón, mientras Chandler, frustrado y con la ira hirviendo, se dio cuenta de que su plan había fallado. A pesar de su intento de aparentar normalidad, su enojo era palpable, y la decepción lo consumía.

Al final del día, Lincoln se sentía aliviado de haber regresado a la rutina escolar. A pesar de la constante amenaza de Chandler y las secuelas de su experiencia, estaba decidido a seguir adelante con su vida y a enfrentar cualquier obstáculo que se le presentara con la misma determinación y coraje que siempre había tenido.

Lincoln llegó a casa, aún sintiendo el dolor de las heridas y la frustración de la situación. Su familia estaba visiblemente aliviada de verlo regresar sano y salvo, pero el ambiente alegre se tornó en preocupación cuando notaron la expresión de angustia en el rostro de Lincoln.

Esa noche, después de la cena, Lincoln decidió hablar con su padre sobre lo que había sucedido. Se dirigió a la oficina de Lynn Sr., quien estaba revisando unos documentos.

Lincoln: "Papá, necesitamos hablar."

Lynn Sr.: "Claro, hijo. ¿Qué pasa?"

Lincoln se sentó en la silla frente a su padre, visiblemente cansado. Con voz temblorosa, comenzó a relatar lo que había ocurrido, desde el ataque de Chandler hasta el dolor que había sentido.

Lincoln: "Papá, sé que todo esto puede sonar increíble, pero Chandler me mandó atacar. No es sólo un matón de escuela; tiene mucho poder y dinero. No sé si entenderás, pero no puedo acusarlo. La influencia de su familia es tan grande que cualquier intento de denunciarlo sería inútil."

Lynn Sr. frunció el ceño, escuchando atentamente. Sabía que la familia McCann tenía una reputación y recursos que podían torcer la justicia a su favor.

Lynn Sr.: "Lincoln, entiendo lo difícil que debe ser para ti. En esta ciudad, a veces el poder y el dinero parecen ganar sobre lo que es justo. Hemos oído rumores sobre lo que Chandler es capaz de hacer, y es cierto que su familia tiene mucha influencia."

Lincoln: "Sí, es por eso que no quiero que lo intentemos. No quiero que arriesguemos más de lo necesario. Prefiero encontrar otra forma de enfrentar esto."

Lynn Sr. asintió con comprensión. Sabía que el sistema no siempre era justo y que a veces debían encontrar soluciones por su cuenta.

Lynn Sr.: "Tienes razón, Lincoln. Lo importante ahora es que estés bien y que podamos encontrar una manera de lidiar con esto que no ponga en peligro a nuestra familia. Haremos todo lo posible para protegerte."

Lincoln: "Gracias, papá. Solo quería que supieras la verdad. No quiero que te preocupes más de lo necesario."

Lynn Sr. se acercó y le dio una palmadita en el hombro, tratando de transmitirle algo de fortaleza y consuelo.

Lynn Sr.: "Estamos aquí para ti, Lincoln. Juntos, enfrentaremos lo que venga."

Lincoln se sintió un poco aliviado por la comprensión de su padre. Aunque sabía que el camino por delante sería difícil, tener el apoyo de su familia le daba algo de esperanza.

Esa noche, Lincoln sentía la necesidad de despejar su mente y reflexionar sobre lo que había ocurrido. La confusión y el dolor lo agobiaban, y sabía que un poco de aire fresco podría ayudarle a calmarse. Se dirigió a la cocina, donde sus padres estaban conversando.

Lincoln: "Mamá, papá, ¿puedo salir a pasear un poco? Solo quiero dar una vuelta por el patio de la mansión para despejar mi mente."

Rita: "¿Estás seguro, Lincoln? No queremos que salgas solo, especialmente después de lo que ha pasado."

Lincoln: "No te preocupes, solo voy a estar en el patio. No me alejaré de la mansión. Solo necesito un poco de tiempo para pensar."

Lynn Sr.: "Está bien, pero si necesitas algo o te sientes incómodo, vuelve enseguida. No queremos que estés solo si te sientes vulnerable."

Lincoln asintió con una sonrisa tranquilizadora y salió al patio trasero de la mansión. La brisa nocturna era refrescante, y la tranquilidad del lugar le permitió calmarse un poco. Mientras caminaba, intentaba comprender esa extraña sensación que sentía en su interior, como si hubiera algo nuevo y desconocido esperando a salir.

Mientras paseaba, Lincoln notó que su mente estaba más alerta de lo habitual. Los sonidos del patio, como el susurro de las hojas y el canto lejano de los grillos, parecían más claros. Su cuerpo parecía responder de una manera diferente, como si tuviera una nueva energía.

Lincoln se detuvo cerca de un pequeño jardín, observando las plantas y los arbustos. De repente, un destello de luz blanca apareció brevemente en sus manos, y Lincoln sintió una ola de energía recorrer su cuerpo.

Lincoln: (pensando) "¿Qué es esta sensación? No puedo explicar lo que está pasando. Siento que hay algo dentro de mí que está tratando de emerger."

Mientras Lincoln intentaba entender lo que estaba sintiendo, una sombra pasó rápidamente por el jardín. Miró hacia donde había visto el movimiento, pero no vio nada inusual. La sensación persistía, y él sabía que tenía que averiguar más sobre lo que estaba experimentando.

Decidió regresar a la mansión, sintiéndose un poco más aliviado pero aún confuso. Su paseo le había dado algo de claridad, pero la sensación en su interior seguía siendo un enigma.

Al regresar a la casa, sus padres estaban esperándolo en la entrada. Rita se acercó y lo miró con preocupación.

Rita: "¿Todo bien, Lincoln?"

Lincoln: "Sí, solo necesitaba un poco de tiempo para mí. Gracias por dejarme salir."

Rita: "Recuerda, siempre puedes hablar con nosotros si necesitas algo. Estamos aquí para ayudarte."

Lincoln asintió, sintiendo el apoyo de su familia. Aunque aún tenía preguntas sin respuestas, se sentía un poco más preparado para enfrentarlas. Sabía que debía descubrir más sobre lo que estaba sintiendo, y estaba decidido a encontrar respuestas.

Una vez que Lincoln regresó a la casa, se dirigió a la sala donde sus padres estaban sentados. Rita y Lynn Sr. lo miraron con expectación. Lincoln tomó una respiración profunda antes de hablar.

Lincoln: "Mamá, papá, quiero contarles algo. Durante el día, mi profesora Leah Stein Torres me habló sobre una psicóloga llamada Camila Noceda. Ella dijo que podría ayudarme con lo que estoy sintiendo."

Rita: "¿Una psicóloga? ¿Por qué crees que necesitarías eso, Lincoln?"

Lincoln: "Le conté a Leah cómo me he sentido últimamente, especialmente después de lo que pasó. Me siento inútil y como si no encajara en mi familia. Leah pensó que hablar con una psicóloga podría ayudarme a entender y manejar mejor esos sentimientos."

Lynn Sr.: "Entiendo. A veces es difícil procesar nuestras emociones, especialmente cuando nos sentimos como si no estuviéramos a la altura de las expectativas. ¿Qué te dijo Leah sobre esta psicóloga, Camila Noceda?"

Lincoln: "Leah me mostró una foto de Camila y su hija. Dijo que Camila es excelente en su trabajo y que podría ayudarme a enfrentar lo que estoy sintiendo. También mencionó que su hija, Luz Noceda, es una chica energética y amigable. Creo que podría ser útil hablar con ella."

Rita: "Es una buena idea buscar ayuda profesional si sientes que te vendría bien. Si Camila Noceda es tan buena como dice Leah, podría ser justo lo que necesitas para superar este momento difícil."

Lynn Sr.: "De acuerdo, Lincoln. Si crees que hablar con Camila te ayudaría, estamos dispuestos a apoyarte en eso. Haremos lo que sea necesario para que te sientas mejor."

Lincoln sonrió al ver el apoyo incondicional de sus padres. Aunque seguía preocupado por la extraña sensación que sentía en su interior, se sentía un poco más esperanzado.

Lincoln: "Gracias, mamá, papá. Lo aprecio mucho. Voy a intentar ponerme en contacto con Camila y ver qué puedo hacer."

Rita: "Eso es lo correcto. Recuerda que estamos aquí para ti, sin importar lo que pase."

Lynn Sr.: "Sí, siempre puedes contar con nosotros. Y si alguna vez necesitas hablar o tienes dudas, no dudes en hacerlo."

Lincoln se sintió aliviado al saber que podía contar con el apoyo de su familia mientras enfrentaba sus desafíos internos. Sabía que aún había mucho por descubrir, pero con la ayuda de su familia y la posibilidad de hablar con Camila Noceda, sentía que estaba dando un paso positivo hacia adelante.

Lincoln se fue a su habitación, todavía pensando en la conversación con sus padres y en la próxima sesión con la psicóloga. Se acostó en la cama, tratando de relajarse y dejar atrás el estrés del día. Sin embargo, cuando finalmente se quedó dormido, sus sueños se llenaron de una inquietante presencia.

En el sueño, Lincoln se encontraba en un paisaje desolado, sin señales de vida ni color. La oscuridad envolvía el lugar, y de repente, apareció una figura blanca humanoide frente a él. Era alta y delgada, con una piel de un blanco inmaculado que parecía brillar débilmente. Su rostro estaba distorsionado, con una mueca de dientes afilados que se extendía por todo su rostro. Lo más perturbador eran sus ojos, dos orbes vacíos sin pupilas, que parecían mirar directamente a través de él.

La figura se movía lentamente hacia Lincoln, emitiendo una sensación de frío y desolación. Aunque no hablaba, la presencia de la figura era tan opresiva que Lincoln sentía un peso en el pecho, como si estuviera atrapado en una pesadilla interminable. Cada vez que intentaba alejarse o gritar, el sonido no salía de su garganta, y el entorno se volvía aún más oscuro.

Lincoln intentó despertar, pero sus esfuerzos eran en vano. La figura seguía acercándose, sus movimientos eran casi imperceptibles pero implacables. De repente, el sueño se volvió aún más confuso cuando la figura extendió una mano hacia él, que parecía estar cubierta por una sombra oscura.

Entonces, Lincoln sintió un tirón en su pecho, como si algo estuviera tratando de apoderarse de él. La figura abrió la boca, y un susurro siniestro llenó el aire, pero no se entendía lo que decía. Finalmente, Lincoln despertó abruptamente, empapado en sudor y con el corazón latiendo con fuerza.

Se quedó en la cama, tratando de calmar su respiración, y miró alrededor de la habitación, asegurándose de que todo estaba en su lugar. Aunque estaba despierto, la sensación de malestar persistía. Lincoln sabía que el sueño no era solo una pesadilla, sino que parecía estar relacionado con la extraña sensación que había estado experimentando.

Decidió que, aunque estaba agotado, necesitaba hablar con sus padres sobre el sueño y la figura que había visto. Quizás la psicóloga, Camila Noceda, podría ayudar a entender lo que estaba pasando en su mente y lo que esa figura significaba.

Lincoln se levantó de la cama y fue a buscar a sus padres, decidido a compartir su inquietud y a buscar respuestas antes de que el sueño volviera a atormentarlo.

Después de la consulta con Camila Noceda, Rita llevó a Lincoln a la oficina de la psicóloga. La oficina estaba decorada con colores cálidos y detalles acogedores, creando un ambiente relajado para las sesiones. Camila recibió a Lincoln con una sonrisa amable y lo invitó a sentarse.

(Algo que decir que bien come el perro)
Camila: "Hola, Lincoln. Vamos a hablar un poco sobre cómo te sientes y qué has estado soñando. ¿Te parece bien?"

Lincoln, aún un poco inseguro pero dispuesto a abrirse, asintió. A lo largo de la sesión, Camila lo animó a hablar sobre sus sueños y emociones. Lincoln expresó sus sentimientos de frustración por no tener poderes y cómo eso lo hacía sentir fuera de lugar entre su familia de héroes.

Camila: "Es completamente normal sentirse así, Lincoln. A veces, nuestros sueños y aspiraciones nos hacen cuestionar nuestro lugar en el mundo. Lo importante es entender que, aunque no tengas poderes, tu valor y capacidad no dependen de ellos. Cada persona tiene sus propios dones y habilidades."

Lincoln escuchaba atentamente, sintiendo que sus palabras comenzaban a resonar con él. Camila continuó guiándolo para que explorara sus sentimientos más profundos y lo ayudó a reconocer su propio valor, incluso sin poderes.

Al salir de la sesión, Rita estaba esperando en la recepción. Camila y Rita intercambiaron algunas palabras mientras Lincoln se dirigía hacia la salida.

Rita: "Camila, muchas gracias por tu ayuda. Realmente aprecio lo que estás haciendo por Lincoln."

Camila: "Es un placer, Rita. Lincoln es un chico muy especial, y con el tiempo, estoy segura de que encontrará su camino. No olvides que el apoyo familiar es fundamental para él."

Mientras Rita y Camila conversaban, Lincoln esperó cerca de la entrada. De repente, notó a una joven con cabello blanco que lo miraba de reojo. Era Luz Noceda, la hija de Camila, quien parecía estar observando con curiosidad.

Luz: "Hola, ¿eres Lincoln, verdad?"

Lincoln, un poco sorprendido por la repentina introducción, asintió. Luz tenía una energía vibrante y una actitud amistosa.

Lincoln: "Sí, soy Lincoln. ¿Y tú eres Luz?"

Luz: "Sí, soy yo. Mi mamá me contó un poco sobre ti. Me alegra conocerte."

Lincoln, intrigado por la actitud positiva de Luz, sonrió y respondió: "Igualmente. ¿Vienes mucho aquí con tu mamá?"

Luz: "Sí, suelo venir para ayudarla con algunas cosas y a veces me quedo a platicar con los pacientes. Me gusta conocer nuevas personas."

El encuentro con Luz, aunque breve, le dio a Lincoln una sensación de esperanza. Quizás, a través de sus interacciones y con el tiempo, encontraría su propio lugar y propósito, incluso sin poderes.

Mientras tanto, Rita y Camila seguían conversando, discutiendo el progreso de Lincoln y los próximos pasos para su bienestar emocional. Camila estaba convencida de que, con el apoyo adecuado, Lincoln podría encontrar su propio camino hacia la autoaceptación y el crecimiento personal.

El día terminó con Lincoln sintiéndose un poco más optimista, y su relación con Luz podría ser el inicio de nuevas amistades y experiencias que lo ayudarían a enfrentar los desafíos futuros.

Con el paso de las semanas, Lincoln continuó asistiendo a sesiones regulares con la psicóloga Camila Noceda. Durante estas sesiones, Lincoln se fue sintiendo cada vez más cómodo para hablar sobre sus sueños recurrentes y sus emociones. Camila lo guiaba a través de sus sentimientos y le ayudaba a explorar su identidad y su lugar en el mundo.

Luz Noceda, la hija de Camila, se convirtió en una presencia constante en la oficina de su madre. Aunque era joven, Luz tenía una actitud positiva y una gran curiosidad por conocer a las personas que visitaban la consulta. A menudo, se encontraba en la sala de espera o ayudaba a su madre con tareas menores, como preparar el café o organizar los documentos.

Durante las visitas, Lincoln y Luz empezaron a entablar una conversación. Luz, siempre entusiasta, le preguntaba a Lincoln sobre su vida, sus intereses y cómo se sentía. A cambio, Lincoln también comenzó a conocer más sobre Luz. Descubrió que Luz tenía un gran interés en la magia y las aventuras, y estaba fascinada por la manera en que las personas lidian con sus desafíos personales.

Luz: "Lincoln, ¿has tenido algún sueño interesante últimamente?"

Lincoln: "Sí, he estado soñando mucho con un lugar extraño y oscuro, pero no estoy seguro de qué significa."

Luz, con su energía característica, le ofreció su perspectiva: "Tal vez esos sueños están tratando de decirte algo sobre tus sentimientos internos. A veces, los sueños pueden ser una forma en la que nuestra mente nos dice lo que necesitamos enfrentar o comprender."

Mientras Luz y Lincoln conversaban, la relación entre ellos se fue fortaleciendo. Luz le ofrecía una perspectiva fresca y optimista, y su compañía se convirtió en una fuente de apoyo emocional para Lincoln.

Camila también notó el cambio positivo en Lincoln y lo alentaba a seguir compartiendo sus experiencias y sentimientos. A medida que Lincoln se abría más, comenzó a sentirse más seguro y a encontrar formas de lidiar con sus inseguridades.

En sus visitas a la psicóloga, Lincoln hablaba sobre cómo se estaba adaptando a su nueva perspectiva de vida y cómo las palabras de Luz y Camila estaban influyendo en su forma de ver las cosas. Cada sesión parecía ofrecerle nuevas formas de entenderse a sí mismo y a enfrentar sus miedos y ansiedades.

El apoyo constante de Luz y la guía de Camila ayudaron a Lincoln a avanzar en su viaje personal. Aunque todavía enfrentaba desafíos, empezaba a ver una luz al final del túnel, y se sentía más preparado para enfrentar los obstáculos de su vida, tanto en su entorno como en sus propios sentimientos internos.

Un día, mientras Lincoln estaba en la oficina de Camila para una de sus sesiones, Luz le mencionó que tenía una amiga que quería conocerlo. Luz estaba emocionada por presentarle a Amity Blight, una de sus amigas cercanas. Sin embargo, Amity tenía una reputación de ser muy protectora con las personas que consideraba vulnerables.

Cuando Amity llegó a la oficina de Camila, Luz la presentó a Lincoln. Amity, con su carácter fuerte y reservado, lo miró con desconfianza desde el principio.

Amity: "Entonces, tú eres Lincoln. ¿Eres uno de esos chicos que solo se interesa por aprovecharse de la gente?"

Lincoln se sorprendió por la actitud de Amity y trató de mantener la calma.

Lincoln: "No, para nada. Solo estoy aquí para hablar con la psicóloga y tratar de entenderme mejor. No quiero hacerle daño a nadie."

Amity frunció el ceño y cruzó los brazos, sin parecer convencida.

Amity: "Mmm, Luz, ¿estás segura de que este tipo no tiene intenciones malas? No me gusta la idea de que alguien se acerque a ti sin conocerlo bien."

Luz, visiblemente incómoda, trató de intervenir.

Luz: "Amity, Lincoln está aquí porque está trabajando en sí mismo. No es justo juzgarlo sin conocerlo. No creo que sea como lo que estás pensando."

Amity: "No estoy diciendo que sea así, solo que tengo que ser cautelosa. Siempre tengo un ojo en las personas que parecen demasiado amables."

La tensión en el aire era palpable. Lincoln trató de no dejarse afectar por la actitud de Amity y le dirigió una mirada sincera.

Lincoln: "Lo entiendo, Amity. Solo quiero aclarar que estoy aquí para mejorar y no para causar problemas. Si alguna vez necesitas saber más sobre mí o mis intenciones, estoy dispuesto a hablarlo."

Amity asintió lentamente, aunque aún no estaba completamente convencida. Luz trató de cambiar de tema para aligerar el ambiente.

Luz: "Vamos, Amity. Lincoln es un buen chico. ¿Qué tal si vamos a tomar un café y conocernos mejor?"

Amity dudó por un momento, pero al final aceptó la invitación. Aunque aún tenía reservas sobre Lincoln, decidió darle una oportunidad para demostrar que no era lo que ella temía. Mientras caminaban hacia una cafetería cercana, la tensión se fue aliviando un poco, y Lincoln se esforzó por mostrar su verdadera personalidad y ganar la confianza de Amity.

Mientras Lincoln, Luz y Amity se dirigían a la cafetería cercana, Rita decidió quedarse un momento más en la oficina de Camila para discutir los sueños de Lincoln y su estado emocional. Había estado preocupada por su hijo y quería entender mejor lo que estaba ocurriendo.

Rita: "Camila, gracias por tomarte el tiempo para hablar conmigo. Quería hablar contigo sobre los sueños de Lincoln y cómo están afectando su estado de ánimo."

Camila: "Por supuesto, Rita. Estoy aquí para ayudar en lo que pueda. ¿Qué te preocupa exactamente?"

Rita: "Bueno, Lincoln ha estado teniendo estos sueños extraños y perturbadores. A veces me pregunto si podrían estar relacionados con sus inseguridades y la forma en que se siente acerca de no tener poderes en un mundo donde todos parecen tenerlos."

Camila: "Es posible. Los sueños a menudo reflejan nuestras preocupaciones y emociones internas. Lincoln ha estado trabajando en desentrañar estos sentimientos, pero aún podría estar procesando mucho."

Rita: "¿Crees que hay alguna forma de ayudarlo a entender mejor estos sueños y cómo afrontarlos? Me preocupa que puedan estar afectando su bienestar general."

Camila: "Podemos abordar esto de varias maneras. Primero, es importante que Lincoln continúe hablando abiertamente sobre sus sueños durante nuestras sesiones. Además, podríamos explorar técnicas de manejo del estrés y de comprensión de los sueños para ayudarlo a interpretar lo que su mente le está diciendo."

Rita: "Eso suena bien. A veces siento que no sé cómo ayudarlo, especialmente con todo lo que está pasando en su vida."

Camila: "Es natural sentirse así. Como madre, tu apoyo es crucial para él. Además, podríamos considerar algunas técnicas de relajación o mindfulness que Lincoln podría practicar para manejar mejor sus emociones y reducir la ansiedad relacionada con los sueños."

Rita: "Gracias, Camila. Aprecio mucho tu ayuda. Solo quiero que Lincoln encuentre un equilibrio y se sienta mejor consigo mismo."

Camila: "Entiendo. Estoy aquí para apoyar a Lincoln y a toda la familia en este proceso. Vamos a trabajar juntos para ayudarlo a superar estos desafíos y encontrar la paz que necesita."

Rita asintió con gratitud, sintiéndose un poco más aliviada después de hablar con Camila. Aunque los problemas de Lincoln eran complejos, sabía que con el apoyo adecuado y la orientación de Camila, su hijo podría encontrar la manera de enfrentar sus miedos y preocupaciones. Con un sentido de esperanza renovada, Rita se despidió de Camila y se unió a Lincoln, Luz y Amity para pasar un tiempo juntos.

Fin del capítulo

Espero que le guste la historia y de como va construidas sin más que decir se despide whiter hasta la próxima