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que busca está cosa

En la base de los Vengadores, el ambiente era relativamente tranquilo. Los héroes se encontraban descansando, disfrutando de un raro momento de paz. Tony Stark estaba en su laboratorio ajustando algunos detalles en su traje, Steve Rogers se tomaba un café mientras discutía tácticas con Hawkeye, y Janet ajustaba su traje de la Avispa.

De repente, las pantallas de la base comenzaron a parpadear. Una alerta de emergencia irrumpió en la sala principal. La imagen de María Hill, la segunda al mando de S.H.I.E.L.D., apareció en la pantalla gigante con una expresión de extrema seriedad.

María Hill: "Atención, Vengadores. Tenemos una emergencia de nivel máximo."

Todos los héroes se detuvieron y se acercaron a la pantalla.

Tony Stark: "¿Qué pasa, María? No se ven muchas caras como la tuya en una emergencia de bajo nivel."

María Hill: "Es peor de lo que imaginas, Stark. La prisión de máxima seguridad, conocida como Tártaro, ha sido atacada. Estamos recibiendo informes de un alienígena desconocido, de color rojo. Nadie ha podido identificarlo aún, pero los testigos dicen que es extremadamente peligroso."

El nombre "Tártaro" llamó la atención de todos. Era una prisión donde se mantenían a algunos de los criminales más peligrosos y supervillanos capturados a lo largo de los años. Si alguien había sido capaz de irrumpir allí, significaba que la amenaza era grave.

Steve Rogers: "¿Un alienígena? ¿De qué tipo estamos hablando?"

María Hill: "No lo sabemos aún. Los guardias no han sido capaces de dar muchos detalles, solo que es una criatura o ser de color rojo, extremadamente violento y con habilidades que parecen ser simbióticas. Está causando estragos, y algunos prisioneros ya han sido liberados debido al caos."

Los héroes se miraron entre sí con preocupación. El término "simbiótico" les recordó inmediatamente a Venom, pero esto parecía ser algo mucho peor.

Tony Stark: "¿Simbiótico? ¿Estamos hablando de algo como Venom?"

María Hill: "No lo sabemos con certeza, pero las características apuntan en esa dirección. Lo que sí sabemos es que debemos actuar rápido antes de que esto escale aún más."

Hawkeye: "¿Y qué hay de las fuerzas en la prisión? ¿S.H.I.E.L.D. ya está movilizando refuerzos?"

María Hill: "Sí, ya tenemos agentes en camino, pero esto está más allá de lo que podemos manejar solo con S.H.I.E.L.D. Necesitamos su ayuda, Vengadores. Los informes indican que los guardias están cayendo uno tras otro. Esta cosa está masacrando a cualquiera que se cruce en su camino."

Steve Rogers: "Está bien, María. Vamos en camino. No dejaremos que esa cosa siga destruyendo vidas."

Tony Stark: "Voy a preparar los equipos. Esta cosa suena como un trabajo de alto riesgo."

Antes de que la transmisión se cortara, María Hill les dio un último aviso.

María Hill: "Y tengan cuidado. Los prisioneros que están escapando incluyen algunos de los más peligrosos que hemos encerrado. Si se liberan más... bueno, podría ser un desastre."

La pantalla se apagó, y los Vengadores se prepararon para lo que venía. Sabían que no sería una misión fácil.

Al llegar a la prisión de Tártaro, los Vengadores aterrizaron cerca de la entrada principal. La escena que los recibió fue aterradora. El vasto complejo estaba cubierto de una ominosa neblina de humo y polvo, y el silencio era perturbador. A medida que avanzaban, los héroes notaron cuerpos esparcidos por el suelo, muchos de ellos en uniformes de guardias de la prisión.

Tony Stark (en su traje de Iron Man) fue el primero en hacer un escaneo rápido del área. Su rostro, que normalmente reflejaba una actitud despreocupada, cambió instantáneamente al ver la magnitud de la situación.

Tony Stark: "Dios... Casi 43 cuerpos... Esto es una masacre."

Steve Rogers (Captain America) se acercó a uno de los cuerpos, un guardia que yacía inmóvil en el suelo. Al inspeccionarlo, pudo ver que la víctima no solo estaba inconsciente; era evidente que todos estaban muertos. El equipo entero se quedó impactado.

Steve Rogers: "No hay duda... están muertos. Fueron asesinados sin ninguna posibilidad de defenderse."

Janet Van Dyne (Wasp), volando en miniatura sobre los cuerpos, bajó la cabeza en señal de respeto. Hawkeye caminaba junto a ellos, con una mano en su carcaj de flechas, alerta a cualquier movimiento.

Hawkeye: "¿Quién o qué puede hacer algo así y desaparecer sin dejar rastro?"

Tony Stark: "No lo sé, pero no estamos lidiando con cualquier alienígena. Esto no es como Venom. Esto es... mucho peor."

El ambiente en la prisión era sombrío. Las paredes, normalmente reforzadas para contener a algunos de los peores criminales del mundo, estaban parcialmente destruidas, y algunos prisioneros habían escapado en medio del caos. Las cámaras de seguridad estaban fuera de servicio, las luces parpadeaban, y un fuerte hedor de muerte llenaba el aire.

Steve Rogers: "Hay algo más aquí. Esta no fue una simple fuga. Esto fue una cacería."

Janet Van Dyne: "Pero... ¿quién puede hacer algo así? Ni siquiera Venom fue tan brutal."

Tony Stark: "María mencionó algo sobre un simbionte rojo... Esto puede ser algo completamente nuevo. Si es simbiótico, tal vez se haya fusionado con varios huéspedes."

Steve Rogers: "Cualquiera que sea, tenemos que detenerlo antes de que cause más daño."

Mientras avanzaban más adentro en la prisión, los Vengadores no podían evitar sentir una sensación de urgencia. Sabían que no estaban lidiando con una simple amenaza, y cada segundo contaba.

Al avanzar por los pasillos destruidos de la prisión de Tártaro, los Vengadores se encontraron con una escena aún más perturbadora. En el centro de una sala destrozada, Venom, el simbionte que tanto habían enfrentado en el pasado, yacía en el suelo, inmóvil y visiblemente dañado. Su cuerpo estaba cubierto de heridas profundas, desgarrado casi por completo, pero de alguna manera seguía respirando, aunque apenas.

Tony Stark fue el primero en notar la gravedad de la situación.

Tony Stark: "No puede ser... Venom está prácticamente... masacrado."

Steve Rogers se arrodilló junto a Venom, observando el estado deplorable del simbionte y su anfitrión, Eddie Brock. Era claro que habían sido atacados con una brutalidad sin precedentes.

Steve Rogers: "Está vivo, pero apenas. ¿Qué pudo hacerle esto? Venom es uno de los seres más resistentes que conocemos."

Janet Van Dyne voló alrededor, examinando los destrozos en las paredes y el suelo. Parecía como si una batalla catastrófica hubiera tenido lugar en la sala.

Janet: "Esto no fue una simple pelea. Lo destrozaron. ¿Pero quién... o qué pudo haber hecho esto?"

Hawkeye, manteniendo su arco en alto, se acercó a Venom con cautela.

Hawkeye: "Sea lo que sea, no dejó a nadie con vida. Si Venom está así... esto es mucho peor de lo que pensábamos."

Venom, apenas consciente, intentaba moverse, pero su cuerpo no respondía. Su conexión con Eddie estaba débil, y ambos estaban al borde de perder la consciencia por completo. Pero, en medio de su dolor, Venom susurró débilmente una palabra que hizo que el aire en la sala se volviera más pesado.

Venom: "C... Carnage..."

La sola mención de ese nombre dejó a los Vengadores congelados. El desconocido simbionte rojo del que les había hablado María Hill ya no era solo una teoría. Era real, y había dejado a Venom en este estado.

Tony Stark: "¿Carnage? Si algo logró hacerle esto a Venom, estamos en graves problemas."

Steve Rogers: "Tenemos que llevar a Venom de regreso a la base. Necesitamos respuestas, y rápido."

Los Vengadores quedaron en silencio por un momento, comprendiendo la magnitud de la amenaza a la que ahora se enfrentaban. Este nuevo simbionte, Carnage, no solo había dejado un rastro de muerte y destrucción, sino que también había demostrado ser capaz de superar a uno de los seres más temibles del planeta.

Con cautela, el equipo se preparó para evacuar a Venom de la prisión, sabiendo que la verdadera batalla apenas había comenzado.

Las noticias en todos los canales y plataformas digitales no tardaron en cubrir el devastador ataque en la prisión de alta seguridad, el Tártaro. Sin embargo, la magnitud de lo sucedido dejó a los presentadores y reporteros en un estado de conmoción, visiblemente nerviosos y con dificultad para transmitir la noticia.

Presentadora del noticiero principal: (visiblemente pálida) "Buenas... buenas noches. Lamentamos informar sobre un incidente catastrófico en la prisión Tártaro, uno de los centros de detención más seguros del país... ha sufrido un ataque devastador. Las primeras imágenes y reportes indican una masacre de proporciones inimaginables... 43 personas, en su mayoría guardias, han perdido la vida."

Las imágenes proyectadas mostraban los exteriores de la prisión, donde helicópteros y vehículos militares se agolpaban. Aunque las cámaras no podían ingresar, la sensación de miedo era palpable.

Segundo presentador: (con la voz temblorosa) "No tenemos mucha información en este momento, pero lo que se ha confirmado es que el ataque fue llevado a cabo por una... una criatura de origen desconocido. Nadie parece saber con exactitud qué es, pero los testigos hablan de un ser de color rojo que arrasó con todo a su paso."

El silencio en los estudios era inusual, con los reporteros luchando por encontrar palabras que describieran la magnitud de lo ocurrido.

Reportera en el lugar: (desde el exterior de la prisión) "Es difícil de describir lo que hemos visto. Todo el personal de seguridad aquí está en estado de shock. No saben qué ocurrió exactamente dentro del Tártaro, pero los rumores señalan que se trata de un tipo de alienígena o criatura fuera de nuestro entendimiento. Aún no podemos confirmar la naturaleza exacta del atacante, pero algunos creen que podría ser similar a los simbiontes, como Venom."

El país entero parecía sumido en un silencio de horror mientras las noticias seguían desarrollándose. Las palabras "ataque alienígena", "masacre" y "creatura roja" inundaban las pantallas y generaban más preguntas que respuestas. Nadie sabía qué era esa cosa, y el miedo se extendía rápidamente entre la gente.







En lo profundo de las alcantarillas, un lugar oscuro y sombrío, Carnage avanzaba sigilosamente. Su forma roja y retorcida iluminaba levemente el pasaje subterráneo, mientras el simbionte soltaba al cuerpo inerte de su más reciente huésped. El desafortunado guardia que había sido usado como una simple herramienta, ahora yacía sin vida en el suelo frío y húmedo.

Carnage no mostraba ningún remordimiento. Para él, los humanos eran solo medios para un fin. Su misión era clara: encontrar a Anti-Venom y eliminarlo.

Carnage: (hablándose a sí mismo mientras avanzaba) "Este cuerpo ya no sirve... No importa, puedo encontrar algo mejor. Y cuando lo haga... Anti-Venom no tendrá dónde esconderse."

Los retorcidos tentáculos del simbionte se extendieron hacia las paredes, sintiendo cada vibración en su entorno, mientras su mente ya estaba pensando en su próximo movimiento. El olor de la vida humana llegaba a él, y sabía que en algún lugar cercano había otro cuerpo al que podía utilizar.

Sin dudarlo, Carnage se movió con rapidez, su siniestra figura deslizándose por las sombras de las alcantarillas. Unos metros más adelante, una figura apareció: un hombre, probablemente un trabajador que revisaba las tuberías del lugar, ajeno a la pesadilla que se avecinaba.

Antes de que pudiera reaccionar, el simbionte rojo saltó sobre él, envolviéndolo en su masa viscosa, tomando control absoluto de su cuerpo. La transformación fue rápida y brutal, y en cuestión de segundos, Carnage había encontrado un nuevo anfitrión.

Carnage: (ahora en su nuevo huésped, sonriendo) "Mucho mejor... Ahora puedo continuar mi caza. Anti-Venom está cerca... lo sé."

Con su nuevo cuerpo fortalecido, Carnage salió de las alcantarillas, decidido a continuar su búsqueda. Su sed de caos y destrucción solo se intensificaba, y la sensación de enfrentarse a Anti-Venom lo motivaba aún más.










Lincoln seguía profundamente dormido, totalmente ajeno a los eventos que habían sacudido al mundo exterior. Mientras la mañana avanzaba, el sol comenzó a filtrarse a través de las cortinas de su habitación. Lentamente, Lincoln abrió los ojos, aún sintiéndose algo adormilado, y decidió levantarse para empezar su día.

Se estiró y salió de su habitación, sin sospechar que algo fuera de lo común estaba ocurriendo. Todo parecía tranquilo a primera vista, pero al llegar a la sala, notó algo inusual: sus padres, Rita y Lynn Sr., estaban sentados juntos en el sofá, mirando fijamente al televisor, sus rostros pálidos y llenos de preocupación. La tensión en el aire era palpable.

Lincoln: (confundido) "Mamá, papá... ¿qué pasa? ¿Por qué están tan serios?"

Sus padres no respondieron de inmediato, lo que incrementó su preocupación. Los dos intercambiaron una mirada rápida antes de que Lynn Sr. hablara, su voz baja y seria.

Lynn Sr.: "Lincoln, algo terrible ha ocurrido..."

Rita: (agregando con preocupación) "Hubo un ataque en una prisión de alta seguridad, la prisión Tártaro. Muchas personas han muerto. Es... devastador."

Lincoln sintió cómo su estómago se apretaba al escuchar eso. No entendía cómo algo tan grave podía afectarlos tanto, pero entonces notó la forma en que sus padres se miraban, como si estuvieran evaluando qué hacer.

Lynn Sr.: "Tu madre y yo... tenemos que ir. Hay héroes que están investigando el lugar, y es nuestro deber ir a ayudarlos. Quizá podamos encontrar alguna pista sobre lo que causó esto."

Lincoln: (inquieto) "¿Ir? ¿A la prisión? ¿Pero cómo van a...?"

Antes de que pudiera terminar la frase, Lincoln sintió una presencia en su mente. Era Anti-Venom, la entidad simbiótica que habitaba dentro de él, comunicándose de manera directa.

Anti-Venom: (en la mente de Lincoln) "Carnage... está aquí. Ha llegado a la Tierra."

Lincoln se paralizó por un momento. ¿Carnage? ¿Quién o qué era Carnage? A pesar de que Anti-Venom le había mencionado antes sobre otros simbiontes, nunca había mencionado a este en particular. Sintió un escalofrío recorrer su espalda.

Lincoln: (mentalmente) "¿Carnage? ¿Estás seguro?"

Anti-Venom: "Completamente. Esa cosa es más peligrosa de lo que puedas imaginar. Y está buscando algo... o a alguien. Debemos estar preparados."

Lincoln tragó saliva, sintiendo una creciente sensación de temor. Sabía que Anti-Venom no mentiría sobre algo tan serio.

Rita: (mirando a Lincoln) "Lincoln, por favor... no te metas en esto. Esto es algo mucho más grande de lo que imaginas. Quédate aquí, ¿de acuerdo? Regresaremos tan pronto como podamos."

Lincoln asintió lentamente, pero su mente estaba en otra parte. Mientras veía a sus padres prepararse para ir a la prisión Tártaro, sabía que algo mucho más oscuro estaba en juego, algo que ellos ni siquiera podían entender.

Sus padres no sabían de la existencia de Anti-Venom ni de lo que Lincoln llevaba dentro. Y ahora, con Carnage en la Tierra, las cosas podían complicarse aún más.

Anti-Venom: (en la mente de Lincoln) "No podemos quedarnos quietos, Lincoln. Esto solo está comenzando."

Lincoln miró a sus padres mientras terminaban de prepararse para salir. Rita y Lynn Sr. le habían insistido en que se mantuviera a salvo en casa, y él no tenía otra opción más que asentir y mostrar una sonrisa forzada.

Lincoln: "Está bien, mamá, papá... me quedaré aquí. No se preocupen por mí."

Rita le dio un abrazo rápido, y Lynn Sr. le dedicó una sonrisa nerviosa antes de ambos salir de la casa. Las puertas se cerraron con un leve clic, dejando a Lincoln solo en la sala. Sus hermanas estaban fuera, ocupadas con sus amigas en varias actividades, lo que dejaba a Lincoln completamente solo.

Se quedó en silencio por unos momentos, escuchando el eco del silencio en la casa. Después de todo lo que acababa de suceder, esta era la oportunidad perfecta para tener una conversación abierta con Anti-Venom, sin preocuparse por ser descubierto.

Lincoln respiró hondo y se dejó caer en el sofá, sintiendo la presencia del simbionte en su mente, listo para comunicarse.

Lincoln: "Bueno, ya estamos solos... Anti-Venom, ¿qué está pasando? ¿Quién es Carnage? ¿Por qué es tan peligroso?"

La voz de Anti-Venom resonó en su mente, como una presencia fría pero firme, consciente de la gravedad de la situación.

Anti-Venom: "Carnage es un simbionte como yo, pero mucho más inestable... y violento. No sigue reglas ni límites, solo destrucción. A donde va, deja un rastro de muerte. Si ya está aquí en la Tierra, no se detendrá hasta que me encuentre."

Lincoln frunció el ceño, tratando de asimilar lo que estaba escuchando. La idea de otro simbionte en la Tierra, uno aún más peligroso que Anti-Venom, era aterradora.

Lincoln: "¿Pero cómo supo dónde encontrarte? ¿Cómo llegó hasta aquí?"

Anti-Venom: "No lo sé con certeza... pero tengo una sospecha. Los simbiontes como Carnage tienen una habilidad especial para rastrear a otros de su especie. Debió sentir mi presencia desde el momento en que llegó a este planeta."

Lincoln se levantó del sofá, caminando de un lado a otro. Sabía que estaba metido en algo mucho más grande de lo que podía manejar solo.

Lincoln: "¿Y qué vamos a hacer? Si está buscándote, tarde o temprano va a encontrarnos. Y no puedo simplemente quedarme aquí mientras mis padres y otros héroes están en peligro."

Anti-Venom: "Por eso debemos estar listos. Si Carnage nos encuentra, tendremos que pelear. No será fácil, Lincoln. Pero si confías en mí, podremos enfrentarlo."

Lincoln se detuvo frente a la ventana, mirando hacia el tranquilo vecindario de Royal Woods. Era difícil imaginar que, en algún lugar, un monstruo estaba causando caos y muerte. Pero sabía que Anti-Venom tenía razón. No podía quedarse de brazos cruzados.

Lincoln: "De acuerdo... confío en ti, Anti-Venom. Vamos a prepararnos. No voy a dejar que Carnage gane."

La conexión entre ambos se sentía más fuerte que nunca. Lincoln sabía que el enfrentamiento con Carnage estaba cada vez más cerca, pero también sabía que, con Anti-Venom a su lado, tendría una oportunidad de enfrentarlo.

El tiempo de actuar estaba cada vez más cerca.

En la base de los Vengadores Este, el ambiente estaba tenso. Tony Stark, alias Ironman, se encontraba junto a los demás héroes mientras observaban a Venom, quien yacía dentro de una cápsula médica especialmente diseñada para curarlo lo más rápido posible. Las luces y pantallas de la cápsula parpadeaban, monitoreando los signos vitales de Eddie Brock y el simbionte Venom, que se encontraba en un estado deplorable.

Venom estaba gravemente herido, su cuerpo mostraba signos de haber sido brutalmente atacado. Aunque el simbionte intentaba curar a Eddie como solía hacerlo, el daño era tan extenso que necesitaba apoyo externo.

Ironman: "Nunca había visto a Venom en un estado así... y eso es decir mucho. Está prácticamente irreconocible."

Steve Rogers, el Capitán América, cruzó los brazos, su mirada reflejaba una mezcla de preocupación y desconcierto.

Steve Rogers: "Lo que sea que lo atacó, no lo hizo solo para ganar. Quería destruirlo por completo."

Janet Van Dyne, la Avispa, miró con desconfianza la cápsula, preocupada por lo que significaba que un simbionte tan poderoso estuviera tan indefenso.

Janet: "¿Qué tan fuerte puede ser algo que deja a Venom en este estado? Sabemos que Venom no es un ángel, pero esto... esto parece personal."

Clint Barton, alias Hawkeye, se mantenía en silencio, observando desde la distancia con sus brazos cruzados. Aunque intentaba no mostrarlo, estaba claramente preocupado por lo que estaban enfrentando.

Hawkeye: "¿Creen que esto es lo mismo que atacó la prisión? María Hill dijo que el lugar estaba cubierto de... cuerpos."

Ironman: "No tengo ninguna duda de que es el mismo. Si Venom fue uno de los pocos que sobrevivió, entonces tenemos un problema mucho mayor del que pensábamos."

Mientras todos observaban la cápsula, Tony activó una pantalla holográfica que mostraba los análisis médicos de Venom y Eddie Brock. Los niveles de estrés del simbionte estaban por las nubes, y aunque se estaba regenerando lentamente, el daño había sido catastrófico.

Tony Stark: "El simbionte está regenerando a Eddie, pero algo lo está retrasando... Es como si el daño fuera más profundo de lo habitual. Hay algo diferente en este ataque."

De pronto, Venom se agitó dentro de la cápsula, emitiendo un débil gruñido. Parecía estar luchando no solo por sanar, sino por mantenerse consciente.

Venom (débilmente): "Carnage... está... aquí..."

El nombre resonó en la sala como un golpe sordo. Ninguno de los Vengadores había escuchado antes ese nombre, pero la manera en que Venom lo pronunció dejó en claro que este nuevo enemigo no era alguien que pudieran subestimar.

Steve Rogers: "¿Carnage? ¿Qué es eso? ¿Otro simbionte?"

Ironman miró los análisis y luego la cápsula. Se pasó la mano por la barbilla, pensativo.

Tony Stark: "Sea lo que sea, si logró hacerle esto a Venom, entonces estamos lidiando con algo mucho más peligroso de lo que habíamos enfrentado antes."

El silencio se apoderó de la sala mientras todos procesaban la situación. Si Carnage era tan letal como Venom lo sugería, entonces no había tiempo que perder.

En la oficina de S.H.I.E.L.D., María Hill se sentó frente a Nick Fury, ambos con expresiones serias y atentas. Las pantallas de la sala estaban llenas de imágenes y grabaciones del ataque en la prisión Tártaro, y el ambiente era tenso. Hill, con una tablet en la mano, comenzó a repasar los últimos hallazgos.

María Hill: "Nick, hemos encontrado las grabaciones de las cámaras de seguridad en la prisión. Lo que vemos es... impactante."

Fury, con su característico parche en el ojo, inclinó la cabeza hacia la pantalla, su mirada fija en las imágenes. Las grabaciones mostraban el caos que reinaba en el Tártaro: guardias siendo atacados, los gritos de pánico resonando en los pasillos y una figura oscura y siniestra que se movía con una velocidad inquietante.

Nick Fury: "Reproduzca lo que tienen."

María tocó la pantalla, y el video comenzó a reproducirse. Las imágenes mostraban a un guardia, aún en su uniforme, enfrentándose a un ser de un rojo intenso. En cuestión de segundos, la escena se tornó en un horror absoluto: el guardia era derribado, y el ser que atacaba parecía absorber su esencia, dejando su cuerpo inerte en el suelo.

María Hill: "Es evidente que esto no es un ataque convencional. La fuerza de este ser es superior a cualquier enemigo conocido. Esto no parece un simple villano, Nick."

Fury frunció el ceño, observando cada detalle con atención. El ser que atacaba parecía moverse con una agilidad que desafiaba la física, y su rostro, aunque parcialmente cubierto, mostraba una expresión de pura locura.

Nick Fury: "¿Tienen alguna idea de qué o quién es este... 'Carnage'?"

María sacudió la cabeza, visiblemente preocupada.

María Hill: "No, pero parece que tiene una conexión con Venom. Las grabaciones muestran que fue el único sobreviviente de este ataque, y sus heridas son devastadoras."

Fury se puso en pie, comenzando a caminar de un lado a otro, su mente trabajando a toda velocidad.

Nick Fury: "Necesitamos reunir a los Vengadores. Si este 'Carnage' es tan fuerte como parece, no podemos manejarlo solos. ¿Qué sabemos de Venom? ¿Podría ayudarnos?"

María Hill: "No está en condiciones de luchar. Actualmente se está recuperando, y su estado es crítico. Pero podría ser nuestra única fuente de información."

Fury detuvo su caminar, volviendo su atención a María.

Nick Fury: "Entonces haremos lo que sea necesario para proteger a la ciudad. Contacta a los Vengadores y asegúrate de que todos estén preparados. Este 'Carnage' puede ser solo el principio de algo mucho más grande."

María asintió, comprendiendo la gravedad de la situación. Mientras se dirigía a su consola para enviar las alertas, Fury observó la pantalla, una preocupación creciente en su rostro. El ataque en el Tártaro había sido solo el comienzo, y una nueva amenaza había emergido, una que podría cambiar el curso de todo.

Mientras María Hill se movía rápidamente entre las consolas de la base de S.H.I.E.L.D., su mente luchaba con la intensidad de lo que había presenciado en las grabaciones. A pesar de su exterior de chica dura y decidida, dentro de ella había una sensación creciente de inquietud y miedo. Sabía que era crucial no dejar que esos sentimientos la dominaran, especialmente en un momento tan crítico.

María Hill (pensando): No puedo dejar que me vean así. Soy la segunda al mando. Si muestro miedo, ¿qué pensarán los demás?

Recorría mentalmente las imágenes de la grabación: el caos, los gritos de los guardias, la ferocidad del ser rojo. Había algo profundamente perturbador en la forma en que el ser atacaba, casi con un placer sádico que helaba la sangre. María intentó recordar cualquier información previa sobre simbiontes, pero nada la preparó para lo que había visto.

María Hill (pensando): Necesito mantener la calma. La misión es lo primero. Si los Vengadores no están listos, esto podría salirse de control. No solo es una amenaza para nosotros, sino para toda la ciudad...

Aun así, la imagen del guardia siendo aniquilado no se borraba de su mente. El terror en su rostro antes de caer, la inhumanidad del ataque... Eran cosas que desafiaban su comprensión de lo que eran los villanos. No estaba acostumbrada a enfrentarse a seres que parecían carecer de toda humanidad.

María Hill (pensando): Si él puede hacer eso, ¿qué tan fuerte es en realidad? Y si Venom no está completamente recuperado, ¿en qué situación nos deja eso?

A pesar de sus intentos por mantener una fachada de control, el miedo comenzaba a filtrarse a través de su determinación. Sin embargo, en el fondo de su ser, sabía que no podía rendirse. Debía ser fuerte, no solo por ella misma, sino por todos los que dependían de su liderazgo.

Con un profundo suspiro, se recompuso. Se obligó a mantener la mirada fija y a adoptar una postura firme. Tenía que ser la persona que todos necesitaban en este momento, así que tomó una decisión.

María Hill (decidida): No dejaré que este... Carnage me asuste. Haré lo que sea necesario para proteger a los inocentes. Primero, asegurarme de que todos estén preparados. Después, iremos tras él.

Con esa resolución, María se enfocó en su trabajo, llamando a los demás para reunir a los Vengadores. Aunque el miedo seguía acechando en su mente, estaba decidida a no dejar que lo controlara.








Casa o mansión loud

Lincoln se sentó en el sillón de su sala, sumido en sus pensamientos. La preocupación lo consumía mientras intentaba analizar la situación con los simbiontes. Sabía que en el pasado se habían mencionado algunas debilidades de los simbiontes, pero a medida que reflexionaba, se dio cuenta de que en el caso de Carnage, todo parecía ser diferente.

Lincoln (pensando): He leído sobre los simbiontes antes. Venom tenía sus debilidades... pero Carnage es un caso aparte. Si solo pudiera encontrar algo que funcione, alguna forma de debilitarlo. Pero, ¿qué? ¿Fuego? ¿Sonido? He oído que eso puede funcionar con algunos, pero...

Mientras seguía pensando, su mente vagaba hacia los peligros que representaba Carnage. Había sido testigo de su ferocidad y la falta de remordimientos al atacar a los guardias en la prisión. La idea de que alguien pudiera hacer eso sin un segundo pensamiento era aterradora.

Lincoln (pensando): Lo que vi en las noticias, la masacre... no hay forma de que algo tan malévolo tenga alguna debilidad real. Si no puedo encontrar algo que funcione, no hay forma de que los héroes puedan detenerlo. Y si me meto en esto sin tener un plan, puedo poner a mi familia y a mis amigos en peligro.

Se pasó la mano por el cabello, frustrado. Los héroes necesitarían toda la información que pudieran obtener sobre Carnage, pero por ahora, era solo un símbolo de caos. Lincoln sabía que debía actuar, pero sin una estrategia viable, no sabía por dónde empezar.

Lincoln (pensando): Tal vez podría hablar con Anti-Venom. Él sabe más sobre estos simbiontes que yo. Si hay alguna forma de debilitarlos, él podría ayudarme a descubrirlo. Pero... ¿cómo puedo confiar en él? No puedo dejar que mi familia sepa que está dentro de mí. Tendré que ser cuidadoso.

Con un suspiro profundo, Lincoln se puso de pie. Tenía que encontrar la forma de comunicarse con Anti-Venom y explorar todas las posibilidades. Sabía que si quería proteger a sus seres queridos y a los demás, necesitaría toda la ayuda que pudiera conseguir.

Lincoln: "Vale, Lincoln. Vamos a averiguarlo. No dejaré que Carnage cause más daño del que ya ha hecho."

Así, con un renovado sentido de determinación, se preparó para hablar con Anti-Venom, decidido a obtener las respuestas que tanto necesitaba.

Lincoln se sentó en el borde del sofá, mirando fijamente al frente mientras los pensamientos se agolpaban en su mente. La amenaza de Carnage se cernía sobre él, y necesitaba respuestas. Decidió que era el momento de preguntar lo que realmente lo inquietaba.

Lincoln: "Anti-Venom, necesito saber. ¿Cuál es la debilidad de alguien como Carnage? ¿Hay alguna forma de detenerlo?"

La voz de Anti-Venom resonó en su mente, clara y firme.

Anti-Venom: "La única debilidad de Carnage radica en que no tiene un huésped fijo. Esta falta de conexión constante lo hace vulnerable, pero eso no significa que sea fácil de derrotar. Su naturaleza caótica le permite adaptarse rápidamente a las circunstancias."

Lincoln frunció el ceño, tratando de comprender la complejidad de la situación.

Lincoln: "Eso significa que puede cambiar de huésped en cualquier momento. ¿Eso realmente lo hace más fuerte? No hay forma de que podamos aprovechar eso."

Anti-Venom: "Exactamente. Sin un huésped fijo, su poder puede fluctuar, pero eso también le permite ser impredecible. Sin embargo, Lincoln, creo que es importante que consideres dejar esta situación en manos de los héroes."

Lincoln se quedó en silencio, sorprendido por la sugerencia.

Lincoln: "¿Dejarlo a los héroes? Pero... ¿no podemos hacer algo nosotros? Quiero ayudar."

Anti-Venom: "Entiendo tu deseo de ayudar, pero Carnage es un nivel superior de amenaza. Ni tú ni yo estamos al nivel de enfrentarlo directamente. Dejar que los héroes se encarguen podría ser la mejor opción. Ellos tienen la experiencia y los recursos necesarios."

Lincoln se sintió frustrado, pero también sabía que Anti-Venom tenía razón. Aunque deseaba enfrentarse a Carnage y proteger a sus seres queridos, la realidad era que estaba lidiando con un ser extremadamente peligroso.

Lincoln: "Es difícil aceptar eso. Pero si los héroes son la mejor opción, tal vez deba concentrarme en ayudar desde las sombras. Puedo buscar información y estar listo en caso de que necesiten mi ayuda."

Anti-Venom: "Esa es una actitud sabia. Infórmate, observa y espera el momento adecuado para actuar. A veces, el trabajo en equipo es más efectivo que enfrentarse a una amenaza solo."

Con esa perspectiva en mente, Lincoln se sintió un poco más aliviado. Aunque no sería el que enfrentaría a Carnage, aún podía jugar un papel importante en la situación.

Lincoln: "Gracias, Anti-Venom. Haré lo que sea necesario para ayudar, incluso si no es en el frente de batalla. Mantendré mis ojos abiertos y estaré listo para actuar cuando sea el momento adecuado."










Base de los vengadores

La Avispa se encontraba en su habitación, rodeada de ropa dispersa y con un aire de caos que reflejaba su estado emocional. Se miró en el espejo, observando su reflejo mientras se cambiaba de ropa. A pesar de su energía vibrante y su habitual confianza, había algo que la inquietaba en lo más profundo de su ser.

Mientras se vestía, sus pensamientos giraban en torno a Hank Pym. Recordaba cómo había sido antes, un héroe valiente y brillante, pero ahora, tras su transformación, sentía que ya no era el mismo. La pérdida de la persona que conocía la llenaba de una soledad que no podía compartir con los demás.

Con una sonrisa forzada en su rostro, trataba de ocultar su tristeza. Se ajustó la blusa, intentando encontrar un equilibrio entre su imagen externa y lo que realmente sentía en su interior.

La Avispa: "Tienes que ser fuerte, Jan. No puedes dejar que esto te venza."

Sin embargo, en el fondo de su mente, la soledad seguía acechando. Se preguntaba si algún día Hank volvería a ser el mismo o si, incluso, podría encontrar el camino hacia su corazón nuevamente. La idea de que quizás nunca lo recuperaría la llenaba de melancolía.

Con un suspiro, se acercó a la ventana y miró hacia afuera. El sol brillaba intensamente, iluminando el mundo que continuaba girando, ajeno a su lucha interna. La Avispa sabía que tenía que seguir adelante, que su trabajo como heroína requería toda su atención y dedicación, pero el peso de la soledad a veces se hacía difícil de llevar.

La Avispa: "Solo tengo que mantenerme ocupada. Tal vez así no pensaré tanto en él."

Finalmente, se dio una última mirada en el espejo, enderezó los hombros y esbozó una sonrisa más genuina. "Hoy es un nuevo día. No puedo dejar que esto me detenga." Con esa resolución, se preparó para salir de la habitación, lista para enfrentar lo que el día le tenía reservado, a pesar de la tristeza que llevaba dentro.

El Tártaro

Lynn Sr. y Rita continuaron su investigación en el Tártaro, sus corazones latiendo con fuerza ante la escena devastadora que se desplegaba ante ellos. El aire era denso con la tensión de la incertidumbre, y el hedor a metal y descomposición se mezclaba con el silencio abrumador del lugar. Cada paso que daban era un recordatorio del peligro que enfrentaban y de la masacre que había tenido lugar.

Lynn Sr.: "Esto es peor de lo que imaginé. Miren a estos guardias, no hay un solo signo de resistencia. Están simplemente... tirados ahí." Su voz resonaba en el eco del Tártaro, y su rostro mostraba una mezcla de frustración y preocupación.

Rita, al lado de él, observó los cuerpos y la devastación. "Es como si hubieran caído de golpe. Algo tiene que haber pasado. No puedo creer que no haya rastros de lucha. ¿Cómo pudo escapar?" Su mente trabajaba a mil por hora, tratando de conectar las piezas del rompecabezas.

Mientras se movían por el pasillo, las sombras parecían alargarse, y cada rincón oscuro parecía esconder secretos macabros. Lynn Sr. paró repentinamente, señalando una puerta entreabierta.

Lynn Sr.: "Mira, esa puerta... parece que fue forzada." Se acercó con cautela, tratando de no hacer ruido.

Rita: "Quizás ahí encontremos alguna pista sobre cómo logró escapar." Ella lo siguió, su corazón latiendo con expectativa.

Al abrir la puerta, se encontraron en una sala oscura. Las luces parpadeaban intermitentemente, iluminando fragmentos de la escena. Los equipos de seguridad estaban desparramados, y las pantallas de monitoreo mostraban estática. Era obvio que alguien había cortado la energía y había destruido el sistema de seguridad.

Lynn Sr.: "No hay duda de que esta cosa es inteligente. Sabía cómo moverse y eliminar cualquier obstáculo en su camino." Su voz estaba llena de preocupación.

Rita, mientras examinaba un panel dañado, añadió: "Esto no solo es un ataque; es una declaración. Esta criatura no está aquí solo para escapar, tiene un propósito." Sus ojos se oscurecieron con la gravedad de la situación.

Lynn Sr.: "¿Y si está buscando a alguien en específico?

Rita lo miró, sintiendo la ansiedad palpable en su voz. "Debemos avisar a los demás. No podemos enfrentar esto solos, y mucho menos sin saber qué más hay en juego."

Ambos comenzaron a retroceder, pero de repente un ruido atronador resonó en la distancia, como un eco de pasos pesados. La presión en el aire aumentó, y los dos se miraron, el miedo reflejado en sus rostros.

Rita: "¡Debemos irnos ahora!"

Sin pensarlo, comenzaron a avanzar hacia la salida, sabiendo que debían advertir a los Vengadores y prepararse para lo que vendría. La sensación de que estaban siendo observados crecía, y el Tártaro se sentía cada vez más como una trampa mortal.

Fin del capítulo

































Carnage se movía ágilmente a través de las alcantarillas, disfrutando de la oscuridad y el caos que dejaba a su paso. Su forma roja y negra se deslizaba entre las sombras, como un espectro que se alimentaba del miedo y la desesperación. Cada vez que encontraba un nuevo huésped, un grito resonante llenaba el aire, y él simplemente se reía, deleitándose con el terror que causaba.

Mientras exploraba el laberinto de tuberías y desagües, su mente retumbaba con pensamientos distorsionados. Había llegado a la Tierra con un único objetivo: encontrar a Anti-Venom y demostrar su superioridad. La esencia de Carnage vibraba con emoción al recordar su encuentro con el ser de color negro que había sentido en la prisión. Sabía que el camino hacia su presa estaba lleno de obstáculos, pero la pura emoción del caos lo impulsaba hacia adelante.

Carnage: “¡Oh, qué deliciosa es la vida aquí! Me encanta cómo el miedo tiembla en el aire, como una melodía esperando ser tocada. Pero necesito un cuerpo más fuerte, uno que realmente pueda soportar el poder que tengo.”

Mientras avanzaba, notó un grupo de vagabundos acurrucados en una esquina de la alcantarilla, temerosos y atrapados en su propia miseria. Se detuvo y sonrió, dejando que su simbionte se expandiera y revelara sus afiladas garras.

Carnage: “Hola, amiguitos. ¿Qué tal si jugamos un juego? Uno donde yo gano siempre…”

Sin darle tiempo a los desafortunados a reaccionar, se lanzó hacia ellos, absorbiendo rápidamente la vida de sus nuevos huéspedes. La escena era brutal, con gritos y el sonido de cuerpos siendo devorados resonando en la oscuridad.

A medida que absorbía más energía, sentía que su poder crecía, y su necesidad de encontrar a Anti-Venom se hacía más urgente. Sabía que había un camino que lo llevaría directamente a su rival, y su mente distorsionada estaba preparada para desatar el caos.

Con un nuevo huésped fortalecido por el terror y la ira, Carnage se deslizó hacia las alcantarillas, decidido a salir al mundo exterior. Tenía que encontrar a Anti-Venom y demostrarle que, aunque no tuviera un huésped fijo, su poder era inigualable. La promesa de un enfrentamiento inminente lo llenó de energía y emoción.

Mientras la oscuridad lo envolvía, una risa maníaca llenó el aire. Cada paso que daba acercaba más el momento de su venganza. Carnage estaba listo para cazar.

Fin del capítulo

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