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esto es fantástico verdad

En el patio de la academia, Lincoln estaba rodeado por sus amigos Clyde, Rusty, Liam, Zach y Stella. La noticia de que Lincoln se cambiaría de academia había generado una mezcla de emociones, pero Clyde, siendo Clyde, estaba llevándolo todo al extremo.

Clyde (con dramatismo): ¡Lincoln, no puedes hacer esto! ¡Nosotros somos tu equipo, tu escuadrón! ¿Cómo sobreviviremos sin ti?

Lincoln (con una sonrisa tranquilizadora): Clyde, tranquilo. Todavía voy a vivir en Royal Woods. Solo me estoy cambiando de academia, eso es todo.

Clyde (parpadeando rápidamente): ¿Solo te cambias de academia? ¿Eso significa que... aún podemos pasar el rato después de clases?

Lincoln (asintiendo): Exacto. Nos seguiremos viendo como siempre. No voy a desaparecer ni nada.

Stella (curiosa): Pero, ¿por qué te cambias, Lincoln? ¿Algo pasó aquí?

Rusty (uniéndose a la curiosidad): Sí, ¿acaso la comida de la cafetería ya no es lo suficientemente buena para ti?

Liam (sonriendo): O tal vez te cansaste de nuestros chistes malos.

Lincoln (riendo): No, no es nada de eso. Fui aceptado en una nueva academia que se especializa en entrenar a jóvenes con habilidades especiales. Es una gran oportunidad para mí.

Zach (sorprendido): ¿Habilidades especiales? ¿Cómo súper héroes? ¿Es una academia secreta?

Lincoln (sonriendo): Más o menos. Pero no es un secreto ni nada. Solo es una academia diferente con un enfoque especial.

Clyde (emocionado, olvidando su dramatismo): ¿Tendrás un uniforme nuevo? ¿Y qué hay de tus clases? ¿Serán sobre cómo salvar al mundo?

Lincoln (con una sonrisa): No estoy seguro de los detalles aún, pero estoy emocionado por aprender cosas nuevas y ver cómo puedo mejorar.

Stella (pensativa): Eso suena increíble. Pero, ¿y nosotros? ¿Cómo vamos a mantenernos al día con todo lo que estás haciendo?

Rusty (bromeando): ¡Sí, queremos informes semanales, fotos y todo lo demás!

Lincoln (riendo): No se preocupen. Los mantendré informados y nos seguiremos viendo. No voy a dejar de ser su amigo solo porque me cambie de academia.

Liam (asintiendo): Bueno, mientras sigas aquí en Royal Woods, eso es lo que importa.

Zach (con una sonrisa): Y quién sabe, tal vez podamos visitarte en tu nueva academia. Podríamos hacer un recorrido.

Lincoln (riendo): Claro, me encantaría que vengan a visitarme.

Clyde (con una sonrisa aliviada): Está bien, Lincoln. Mientras sigas siendo nuestro amigo y podamos seguir pasando el rato, estoy bien con eso y ¡Lo tengo! Cuando todos nos graduemos, ¡seremos un gran equipo de superhéroes!

Rusty (riendo): ¿Un equipo de superhéroes? ¿Cómo los Vengadores o la Liga de la Justicia?

Clyde (asintiendo vigorosamente): ¡Exacto! Lincoln puede ser nuestro líder, porque ya estará entrenado. Y todos nosotros podemos tener nuestras propias habilidades especiales.

Zach (sonriendo): Yo puedo ser el cerebro del equipo, asegurándome de que todo salga según el plan.

Stella (bromeando): Y yo puedo ser la estratega. Aseguraré que todos sepan qué hacer y cuándo.

Liam (riendo): Bueno, yo puedo ser el que traiga la comida. No podemos salvar al mundo con el estómago vacío.

Rusty (fingiendo músculos): Yo seré el músculo, por supuesto. ¡Listo para la acción en cualquier momento!

Lincoln (riendo): Suena como un plan. Con un equipo como este, creo que el mundo estará en buenas manos.

Clyde (emocionado): ¡Sí! ¡Nos llamaremos "Los Protectores de Royal Woods"!

Rusty (bromeando): O "Los Super Amigos de Lincoln".

Stella (sonriendo): Creo que deberíamos trabajar en el nombre un poco más.

Zach (riendo): Definitivamente, pero la idea de ser un equipo de superhéroes suena increíble.

Lincoln (sonriendo): Bueno, tenemos tiempo para planearlo. Pero primero, debemos graduarnos.

Clyde (con determinación): Y cuando lo hagamos, el mundo no sabrá lo que le espera. ¡Los Protectores de Royal Woods estarán listos para la acción!

Todos rieron y se animaron con la idea de un futuro lleno de aventuras juntos, reforzando la amistad que los mantenía unidos.

Clyde (entusiasmado, con los ojos brillando): ¡Chicos, chicos, escuchen! Si Lincoln se va a una academia para héroes, eso significa que tenemos que empezar a pensar en nuestros nombres de héroes, trajes, poderes especiales, todo. No podemos quedarnos atrás. ¡Tenemos que estar listos para el día en que formemos nuestro equipo de superhéroes!

Rusty (riendo): Clyde, siempre tan exagerado. Apenas estamos en la escuela secundaria y ya estás pensando en nuestro equipo de superhéroes.

Clyde (con seriedad): ¡No es exageración! Esto es planificación estratégica. Los héroes necesitan identidad. ¿Y si un día necesitamos unirnos para salvar el mundo? ¡Tenemos que estar preparados!

Zach (bromeando): ¿Salvar el mundo? Clyde, apenas podemos salvar nuestros deberes de matemáticas.

Stella (sonriendo, tratando de calmar a Clyde): Clyde, aún falta mucho para eso. Ahora solo debemos disfrutar el último día que estaremos con Lincoln en esta academia.

Clyde (respirando hondo, pero todavía entusiasmado): Sí, sí, tienes razón, Stella. Pero, ¿puedo al menos decir que necesitamos nombres de héroes geniales? Algo que suene épico y memorable.

Lincoln (sonriendo, mirando a Clyde): Bueno, Clyde, en realidad, algunos aquí ya tienen sus nombres de héroes.

Clyde (sorprendido, sus ojos se agrandan): ¿Qué? ¿En serio?

Rusty (sonriendo): Sí, Clyde, algunos de nosotros ya hemos pensado en eso.

Zach (asintiendo): Sí, es divertido pensar en cómo nos llamaríamos como héroes.

Liam (sonriendo): Algunos nombres son bastante geniales, debo decir.

Clyde (emocionado): ¡Esto es increíble! ¿Y por qué nadie me lo dijo? ¡Quiero saber todos los nombres!

Stella (riendo): Clyde, no vamos a decir los nombres ahora. Es algo que mantenemos para cuando sea el momento adecuado.

Clyde (suspirando, pero aún emocionado): De acuerdo, de acuerdo. Pero estoy ansioso por el día en que todos seamos héroes y podamos usar esos nombres oficialmente.

Lincoln (poniendo una mano en el hombro de Clyde): Y cuando ese día llegue, Clyde, seremos un gran equipo. Pero por ahora, disfrutemos de lo que tenemos aquí y ahora.

Stella (asintiendo): Exactamente. Hoy es para disfrutar nuestro tiempo juntos.

Clyde (sonriendo): Está bien, chicos. Solo prométanme que cuando llegue ese día, me lo dirán primero.

Todos rieron, disfrutando del entusiasmo de Clyde mientras el grupo se unía para hacer que el último día de Lincoln en la academia fuera especial y memorable.

Mizuki, mientras se preparaba para enfrentar el día en la academia, no podía evitar recordar todo lo que había escuchado sobre Lincoln Loud a través de María Hill. La conversación de la agente había dejado una impresión negativa en ella. María no solo le había hablado sobre el simbionte que Lincoln llevaba consigo, sino también de su apariencia física y personalidad, lo cual no ayudaba a que su opinión cambiara.

María Hill había sido clara y directa al advertirle sobre Lincoln. Describió a Lincoln como un chico con un poder que podría ser peligroso, mencionando que su vínculo con un simbionte como Venom no era algo trivial. Pero lo que realmente había afectado a Mizuki fue la forma en que María habló de su personalidad: un chico que, a pesar de sus esfuerzos, parecía más un problema que una solución, y que su presencia en la academia podría complicar las cosas.

Todo esto caló hondo en la joven, quien, sin conocerlo realmente, ya lo veía bajo una luz negativa. Mizuki no podía dejar de imaginar a Lincoln como alguien con una cara y una actitud arrogante, todo producto de las descripciones que María le había dado. Al saber que Lincoln llevaba un simbionte, su mente se llenó de dudas. ¿Qué clase de chico se uniría a un ser tan peligroso? Pensaba Mizuki mientras se vestía, preparándose para la rutina diaria.

Mizuki (pensando): "María dijo que tiene una actitud rara, como si todo le diera igual. No puedo creer que alguien así se sienta tan confiado con un poder tan grande. Y encima, ese simbionte. ¿Cómo puedo confiar en alguien así?"

A medida que la joven se dirigía hacia el gimnasio de la academia, el sentimiento de desconfianza y precaución aumentaba. Mizuki nunca había sido alguien fácil de impresionar ni de confiar. Sabía cómo observar a las personas, cómo leer sus reacciones, pero en el caso de Lincoln, lo sentía diferente. La información que le dio María Hill estaba demasiado impregnada de juicio, y a Mizuki le molestaba que alguien tan cercano a su nuevo entorno hablara de esa manera de otro compañero.

En el vestuario, Mizuki se puso a practicar sus movimientos, con una intensidad que solo ella podía tener, pero su mente seguía dando vueltas a lo que había escuchado sobre Lincoln. Cada vez que pensaba en él, solo le llegaban imágenes negativas: la descripción del chico que había caído en la trampa del simbionte, alguien que podría poner en peligro a todos en la academia.

Mizuki (en voz baja, entre dientes): "No lo entiendo. ¿Cómo es que nadie se da cuenta de lo peligroso que puede ser? Si fuera tan buen chico como dice Nick fiuri, ¿por qué no habla de sí mismo? Algo no está bien aquí..."

De pronto, el sonido de pasos la hizo despertar de su trance, y se dio cuenta de que estaba dejando que sus pensamientos la dominaran. Decidió que lo mejor sería concentrarse en el presente y no dejarse arrastrar por prejuicios. Sin embargo, no podía evitar preguntarse cómo sería el encuentro con Lincoln. "Si alguna vez tenemos que trabajar juntos, ¿cómo podrá un chico como él hacer equipo con los demás sin causar problemas?" pensó, mientras daba un último giro en su rutina.

El conflicto interno era evidente. Mizuki estaba atrapada entre la curiosidad y la desconfianza, entre lo que le había dicho María Hill y la posibilidad de que todo lo que había escuchado no fuera más que una mala interpretación. Pero por ahora, no podía tomar ninguna decisión. Estaba decidida a observar y aprender más antes de llegar a una conclusión. Sin embargo, lo que María le había contado, combinada con su actitud defensiva, ya había dejado una mala impresión de Lincoln en su mente.

Solo el tiempo diría si esas impresiones se confirmarían o si Mizuki podría ver más allá de lo que le habían dicho. Pero por ahora, el día comenzaba y ella sabía que había mucho por hacer, más allá de las dudas sobre su compañero.

Mientras la limosina avanzaba por las calles de Royal Woods, Lincoln se recostó en el asiento, mirando por la ventana, perdido en sus pensamientos. No podía evitar sentirse nostálgico. Aunque sabía que era solo un cambio de academia, el hecho de dejar atrás a sus amigos y su rutina lo hacía sentir una mezcla de emociones.

Chófer (mirando por el retrovisor con una sonrisa amistosa): "¿Entonces, todo listo para esta nueva etapa en tu vida, joven? Parece que es un gran cambio para ti."

Lincoln (mirando hacia el frente, asintiendo lentamente): "Sí... lo es. A veces parece que todo está pasando tan rápido. No pensé que llegaría a este punto tan pronto."

Chófer (sin saber del cambio de academia, curioso): "Oh, no me habías dicho que estabas cambiando de escuela. ¿Es alguna escuela especial o algo por el estilo? Debería ser emocionante, ¿no?"

Lincoln (sonriendo levemente, intentando restarle importancia): "Sí, más o menos. Es... una academia diferente. No es como las demás, pero ya sabes, todo tiene que ver con... aprender cosas nuevas."

Chófer (desviando la mirada hacia el espejo con una ceja levantada): "Bueno, por lo menos se ve que vas a estar ocupado. A veces un cambio de ambiente es justo lo que uno necesita para crecer. Aunque debe ser un poco raro alejarse de lo que conoces, ¿verdad?"

Lincoln (pensando por un momento, pero tratando de ser positivo): "Sí, tienes razón. Pero he aprendido que, a veces, los cambios son buenos. Y bueno, no es como si me estuviera mudando para siempre. Solo... por un tiempo."

El chófer asintió, reconociendo la sabiduría en las palabras de Lincoln.

Chófer (sonriendo, como si quisiera hacer la conversación más ligera): "Claro, claro. Nada como un buen descanso de la rutina. Aunque, si me preguntas, yo nunca he entendido cómo se sienten los chicos de tu edad, siempre tan ansiosos por cambiar de aires. Yo, personalmente, nunca me he movido de Royal Woods. Todo aquí siempre ha sido... bueno, familiar."

Lincoln (sonriendo con cierta nostalgia): "Sí, yo también siento que es un lugar especial. Es difícil dejar todo atrás. Mis amigos, la escuela, mi familia..."

Chófer (interrumpiendo, viendo la oportunidad de hacer la conversación más interesante): "Ah, eso de la familia. ¿Vas a verlos mucho cuando estés en esta nueva academia?"

Lincoln (con una sonrisa cálida): "Sí, claro. No me voy para siempre. Solo será un tiempo. Sé que mis amigos y mi familia estarán esperando a que regrese."

Chófer (asintiendo, mientras mira la carretera): "Eso es lo bueno de tener una base sólida. No importa dónde vayas, siempre tienes a quienes te apoyan."

Justo cuando Lincoln estaba a punto de responder, la limosina giró en la esquina y vio su casa a lo lejos. El sonido del motor del vehículo pareció acelerarse, marcando el final de una etapa y el inicio de otra. La casa Loud, su refugio, se veía tranquila, como si esperara su regreso.

Al llegar frente a la casa, Lincoln observó cómo sus padres, Rita y Lynn Sr., se acercaban a la limosina. Su madre parecía serena, pero con una mirada llena de amor y un toque de tristeza. Su padre, en cambio, mantenía una expresión más firme, como si quisiera demostrar que todo iría bien.

Rita (con una leve sonrisa, mirando al reloj): "¿Todo bien, cariño? ¿Listo para partir?"

Lincoln (asintiendo mientras se ajusta la chaqueta): "Sí, mamá. Ya casi estoy. Pero... me faltan algunas cosas por empacar."

Lynn Sr. (mirando hacia el cielo, como si anticipara algo): "Ya es hora de que te pongas en marcha, hijo. Es un gran paso. ¿Te has asegurado de que tienes todo lo que necesitas?"

Lincoln (volteando hacia sus padres con una sonrisa algo nerviosa): "Bueno, no exactamente. Solo quería asegurarme de que todo esté en orden. No quiero dejar nada importante atrás."

En ese momento, un sonido ruidoso de hélices llenó el aire, y todos voltearon hacia el cielo. Un helicóptero similar a un avión de transporte militar comenzó a descender, aterrizando suavemente en el espacio vacío frente a la casa. Los tres se quedaron en silencio por un momento, mirando el helicóptero que claramente estaba allí para llevar a Lincoln a su nueva vida.

Agente de SHIELD (gritando desde el helicóptero, con voz autoritaria): "¡Lincoln Loud! Es hora de partir. El transporte está listo para llevarte a las instalaciones. Si estás listo, sube ahora."

Lincoln se giró hacia sus padres, que lo observaban con una mezcla de orgullo y preocupación. Sabían que este día llegaría tarde o temprano, pero eso no hacía que fuera más fácil.

Lincoln (con una sonrisa decidida, mirando a sus padres): "Sé que todo va a estar bien. Solo... un tiempo. Prometo que me mantendré en contacto."

Rita (acariciando la cabeza de Lincoln con ternura): "Te amamos, hijo. Sabemos que lo harás increíble. Pero recuerda, no importa lo lejos que vayas, siempre serás nuestro niño."

Lynn Sr. (con una sonrisa amplia): "Recuerda, lo importante es que estés feliz. Haz lo que tengas que hacer, pero siempre ten presente que tienes un hogar aquí."

Lincoln asintió, sintiendo un calor en el pecho al escuchar las palabras de sus padres. No importaba lo que viniera, siempre tendría su hogar esperándolo. Luego, se giró hacia el helicóptero.

Lincoln (mirando al agente con una sonrisa cansada pero segura): "Dame un minuto. Aún tengo que empacar algunas cosas."

Rita (con una sonrisa comprensiva): "No te preocupes, Lincoln. Nosotros nos encargamos de eso. Tienes que irte ahora. El tiempo se acaba."

Con una última mirada a sus padres, Lincoln subió al helicóptero, sin poder evitar una mezcla de emociones. Mientras el helicóptero se elevaba hacia el cielo, mirando por la ventana, pensó en todo lo que dejaba atrás. Pero también pensó en todo lo que venía por delante, en las nuevas oportunidades y retos que enfrentaría.

Era solo un nuevo capítulo, y aunque se sentía nervioso, también estaba listo para lo que el futuro le deparaba.

El helicóptero volaba alto sobre Royal Woods, y desde allí, todo parecía tan pequeño y lejano. Lincoln, mirando por la ventana, sentía una fascinación infantil al ver las casas, los árboles, las calles y los campos. Todo se veía tan diferente desde las alturas, como un mundo pequeño y ordenado, casi como si estuviera observando un mapa desde el aire.

Lincoln (pensando, emocionado): ¡Wow, se ve como un juguete! Es como si todo estuviera en miniatura...

Mientras Lincoln seguía observando el paisaje, una voz conocida y profunda llenó su mente. Era Antivenom, el simbionte con el que compartía su cuerpo. Aunque la relación entre ambos no siempre era sencilla, ahora, en ese momento, parecía relajado y dispuesto a charlar.

Antivenom (en su mente, con tono juguetón): ¿Ves eso, Lincoln? El mundo parece tan pequeño desde aquí. Como si fueras un niño con un juguete nuevo, ¿verdad?

Lincoln (sonriendo para sí mismo): Sí, es como si todo fuera un gran mapa. A veces me olvido de lo grande que es todo esto hasta que lo veo desde aquí arriba...

Antivenom (con un tono algo bromista): No es de sorprender que te sientas así. Para ti, todo esto es nuevo. Pero en realidad, todo esto sigue siendo igual de peligroso. Solo que ahora, en lugar de estar en el suelo, estás volando sobre él.

Lincoln (pensando mientras observa el paisaje): Tienes razón. No cambia mucho, ¿verdad? Aun así, me siento como si estuviera en una película o algo así. Pero no sé si eso me hace sentir más tranquilo o más nervioso...

Antivenom (en tono sarcástico): ¡Ay, claro! Como si la vida fuera una película de acción y tú fueras el héroe. No sé si eso te hace más valiente o más propenso a meterte en problemas...

Lincoln (con una risa suave): No sé si me gustaría estar en una película de acción. Aunque, si tuviera que elegir, preferiría ser el chico que salva el día en lugar de ser el villano...

Mientras Lincoln se divertía con sus pensamientos, el agente de SHIELD, que los acompañaba, observaba con atención al joven desde su asiento en el helicóptero. No pudo evitar sentirse intrigado por la calma con la que Lincoln estaba tomando todo esto. Había escuchado todo tipo de historias sobre él, sobre cómo su poder y su simbionte lo hacían una amenaza potencial, pero ahora que lo veía en persona, parecía solo un chico común, disfrutando del paisaje como cualquier otro.

Agente de SHIELD (pensando para sí mismo, observando a Lincoln con curiosidad): ¿Este es el chico del que todos hablan? El que tiene un simbionte, uno de los más peligrosos de todos... y ahora está aquí, mirando el paisaje como si nada. ¿Realmente es tan peligroso como dicen, o todo esto es solo una exageración?

El agente no podía evitar observar cada movimiento de Lincoln, como si estuviera buscando alguna señal de que el chico estuviera ocultando algo. Después de todo, según los informes, Lincoln debía ser una amenaza, pero su comportamiento ahora no coincidía con las descripciones que había oído. Lincoln era tranquilo, incluso algo relajado, como si todo esto fuera una simple rutina para él.

Agente de SHIELD (pensando, con algo de escepticismo): ¿Qué tan cierto es todo lo que dicen de él? ¿O tal vez es solo un chico que no tiene idea del poder que lleva dentro?

Mientras tanto, Lincoln continuaba disfrutando del paisaje, ajeno a las dudas del agente.

Lincoln (en voz baja, hablando consigo mismo): Todo esto es tan... surrealista. Como si fuera un sueño...

Antivenom (en su mente, casi como si leyera sus pensamientos): No es un sueño, Lincoln. Y no olvides lo que tienes dentro. A veces, cuando las cosas parecen demasiado buenas para ser verdad, puede que haya algo más en juego...

Lincoln (pensando, con algo de inquietud): ¿Lo sé? A veces me pregunto si alguna vez voy a ser capaz de manejar todo esto...

Mientras ambos continuaban su charla interna, el agente de SHIELD seguía observando. Algo no encajaba del todo. El chico parecía tener todo bajo control, pero no podía evitar la sensación de que había algo más, algo que quizás ni él mismo entendía. ¿Realmente Lincoln era tan peligroso como todos decían, o solo estaba jugando un juego mucho más grande del que nadie tenía idea?

Agente de SHIELD (pensando, mientras lo observa con más atención): Este chico... es mucho más que lo que parece. Lo que sea que esté ocultando... lo voy a descubrir pronto. Y cuando lo haga, espero no ser yo quien termine atrapado en el medio.

Mizuki seguía absorta en su manga, sentada cómodamente en su habitación. La tranquila atmósfera del lugar estaba salpicada por el suave murmullo de las hojas al pasar, hasta que un sonido inusual la hizo levantar la vista. Era un helicóptero, acercándose rápidamente a la base. Curiosa, dejó su manga a un lado, se levantó y se dirigió hacia una ventana cercana. Desde allí, pudo ver el helicóptero de S.H.I.E.L.D. descendiendo en una zona designada para aterrizajes.

Frunció el ceño, intrigada por la presencia del helicóptero. Con sigilo, decidió acercarse para investigar, deslizándose por los pasillos sin ser vista.

Mientras tanto, el helicóptero aterrizaba suavemente, y Lincoln bajaba, todavía un poco asombrado por todo lo que estaba viendo. La base de S.H.I.E.L.D. era imponente, una mezcla de arquitectura futurista y tecnología avanzada. No era todos los días que alguien como él tenía acceso a un lugar así.

Lincoln (mirando alrededor, con asombro): Vaya, este lugar es increíble...

Antes de que pudiera explorar más con la vista, una figura emergió del helicóptero. Nick Fury, con su presencia imponente, se acercó a Lincoln.

Nick Fury (con tono firme): Loud, bienvenido a la base de S.H.I.E.L.D.. No perdamos tiempo. Sígueme.

Lincoln (sorprendido, pero intentando mantener la calma): Oh... Claro, señor Fury.

Nick Fury comenzó a caminar, y Lincoln lo siguió de cerca. A medida que se adentraban en la base, Nick Fury le iba explicando los distintos departamentos y funciones del lugar.

Nick Fury (señalando a su alrededor): Este es el centro de operaciones. Desde aquí monitoreamos amenazas globales y mantenemos nuestras operaciones en marcha. Cada área tiene su propósito, desde inteligencia hasta tecnología experimental.

Lincoln (mirando a su alrededor, impresionado): Esto es... mucho más avanzado de lo que imaginaba. ¿Todo esto se usa para proteger al mundo?

Nick Fury (asintiendo): Exacto. S.H.I.E.L.D. es la primera línea de defensa contra cualquier amenaza, ya sea humana o no. Y ahora, mientras estás aquí, tendrás la oportunidad de aprender cómo trabajamos.

Mientras continuaban caminando, Mizuki los seguía desde una distancia prudente, moviéndose con cautela para no ser detectada. Quería entender por qué Lincoln estaba allí y qué papel desempeñaría en todo esto.

Finalmente, llegaron a una puerta. Nick Fury se detuvo y se volvió hacia Lincoln.

Nick Fury: Esta será tu habitación mientras estés aquí. Es simple, pero funcional. Tómate un tiempo para instalarte y descansar. Mañana comenzaremos con lo que necesitas saber.

Lincoln (asintiendo): Gracias, señor Fury. Esto es... más de lo que esperaba.

Nick Fury (con una leve sonrisa): Asegúrate de estar listo. En S.H.I.E.L.D., siempre estamos en guardia. Y ahora, tú también lo estarás.

Lincoln (entrando a la habitación): Haré mi mejor esfuerzo.

Con un último vistazo, Nick Fury se dio la vuelta y se marchó, dejando a Lincoln solo para explorar su nueva habitación. Desde las sombras, Mizuki observaba con atención, preparándose para seguir investigando qué más podía descubrir sobre la llegada de Lincoln a la base.

Lincoln exploraba su habitación con entusiasmo. La cama era firme pero cómoda, había un escritorio equipado con tecnología de S.H.I.E.L.D., y la vista desde la ventana ofrecía un panorama de la base que lo dejaba impresionado. Todo esto era muy diferente a su vida en Royal Woods.

Lincoln (pensando, emocionado): No puedo creer que esté aquí. Esto es increíble...

Dentro de su mente, Antivenom se hacía sentir, comentando con un tono sarcástico pero a la vez entretenido.

Antivenom (con tono juguetón): Vaya, Lincoln, parece que te estás acostumbrando rápidamente a esto. ¿Qué te parece? ¿La cama es lo suficientemente cómoda para un héroe?

Lincoln (sonriendo ligeramente): Es mucho mejor de lo que esperaba. No todos los días puedes decir que te quedas en una base secreta...

Antivenom (riendo): Exacto, chico. Esto es algo de nivel. Imagina las posibilidades... aunque, por supuesto, no olvides que no estamos aquí para unas vacaciones.

Lincoln (asintiendo): Lo sé, pero aún así, es genial estar aquí. Quiero ver todo lo que esta base tiene para ofrecer.

Justo cuando Lincoln estaba por sentarse y seguir admirando su entorno, un fuerte golpe en la puerta lo sacó de su ensueño. Se levantó rápidamente y caminó hacia la puerta, abriéndola con cierta curiosidad.

Al otro lado, se encontró con María Hill, la segunda al mando de S.H.I.E.L.D.. Su expresión era seria, casi severa, y no mostraba ninguna señal de simpatía.

María Hill (con tono firme): Lincoln Loud, ¿verdad? Necesitamos hablar.

Lincoln (sorprendido, pero intentando mantener la compostura): Sí, soy yo. ¿Pasa algo, agente Hill?

María Hill cruzó los brazos, su mirada fija en Lincoln, como si estuviera evaluando cada detalle de su persona.

María Hill (con un tono directo): No creas que estar aquí es un lujo o un privilegio. Estás bajo nuestra vigilancia por una razón. S.H.I.E.L.D. no toma a la ligera tener a alguien con tu... condición entre nosotros.

Lincoln (tratando de mantenerse calmado): Entiendo. Estoy aquí para ayudar, no para causar problemas.

María Hill (con una ligera inclinación de la cabeza): Eso espero. Pero ten en cuenta que estarás monitoreado en todo momento. Cualquier comportamiento inusual será reportado inmediatamente.

Lincoln (asintiendo lentamente): Lo entiendo. No tengo nada que ocultar.

María Hill dio un paso hacia adelante, su expresión suavizándose solo un poco, pero manteniendo la firmeza en su voz.

María Hill: Asegúrate de mantener esa actitud, Loud. Hay mucho en juego aquí. Ahora, descansa. Mañana tendrás un día largo.

Sin más palabras, María Hill se dio la vuelta y se marchó, dejando a Lincoln en la puerta, un poco desconcertado por el encuentro. Cerró la puerta lentamente, volviendo a la habitación.

Antivenom (con tono sarcástico): Bueno, parece que hiciste una nueva amiga... o no tanto. ¿No te sientes bienvenido?

Lincoln (susurrando, mientras se sienta en la cama): Esto va a ser más difícil de lo que pensé...

Al día siguiente, tanto Lincoln como Mizuki dormían pacíficamente en sus habitaciones en la base de S.H.I.E.L.D.. La noche había sido tranquila, y ambos disfrutaban del merecido descanso después de la jornada anterior. Sin embargo, esa paz no duraría mucho.

De repente, un estruendoso sonido llenó el aire, rompiendo el silencio de la madrugada. María Hill, con una bocina en mano, había decidido que era hora de despertar a los nuevos invitados de una manera poco convencional. Subió el volumen al máximo y presionó el botón, emitiendo un sonido tan fuerte que resonó en todo el pasillo.

Lincoln se despertó de golpe, saltando de la cama con el corazón acelerado. Mizuki, en su habitación, tuvo una reacción similar, su manga cayó al suelo mientras se sentaba rápidamente, con los ojos muy abiertos y el pulso acelerado.

María Hill (hablando a través de la bocina, con un tono autoritario): ¡Buenos días, novatos! Tienen cinco minutos para estar en la sala de entrenamiento. Ni un minuto más. Y créanme, no quieren saber qué pasa si llegan tarde.

Lincoln (frotándose los ojos, todavía aturdido): ¿Qué... qué fue eso?

Antivenom (en su mente, burlón): Vaya manera de despertar. Al menos no tendrás problemas para salir de la cama hoy.

Lincoln (suspirando, levantándose): Sí, definitivamente no es la forma más suave de empezar el día.

Mientras tanto, en su habitación, Mizuki se levantaba rápidamente, recogiendo su manga y tratando de procesar lo que acababa de suceder.

Mizuki (murmurando para sí misma): ¿Qué fue eso? ¿Una alarma? No... era... (reconociendo la voz de María Hill) Ah... ella...

Ambos, con la mente todavía nublada por el sueño, comenzaron a vestirse rápidamente, sabiendo que el tiempo estaba en su contra.

Lincoln (mientras se ponía los zapatos): Cinco minutos... ¿en serio? Ni siquiera nos dieron tiempo para despertarnos.

Antivenom (con tono sarcástico): Bienvenido al entrenamiento de S.H.I.E.L.D., chico. No esperes que te traten con guantes de seda.

Lincoln (con una sonrisa cansada): Sí, me doy cuenta.

Mientras tanto, Mizuki también se preparaba, aún sorprendida por el repentino despertar.

Mizuki (pensando mientras se ata el cabello): Parece que no van a hacer esto fácil...

Con solo unos minutos restantes, ambos salieron de sus habitaciones, corriendo por los pasillos hacia la sala de entrenamiento. María Hill los esperaba allí, de pie con los brazos cruzados y una expresión que no dejaba lugar a protestas.

María Hill (mirándolos mientras se acercaban, con un tono severo): Bueno, parece que lograron llegar a tiempo. Eso es un buen comienzo. Ahora, prepárense. Hoy vamos a ver si realmente tienen lo que se necesita para estar aquí.

Lincoln y Mizuki intercambiaron miradas, sabiendo que el día que les esperaba sería cualquier cosa menos fácil.

Lincoln y Mizuki se encontraban listos para enfrentar lo que fuera que María Hill tuviera preparado para ellos. Sin embargo, no estaban del todo preparados para el nivel de intensidad que los esperaba.

María Hill (con los brazos cruzados, observándolos con una mirada severa): Escuchen bien, novatos. Aquí no hay favoritismos ni concesiones especiales. Este entrenamiento está diseñado para empujar sus límites. Y créanme, voy a asegurarme de que lo sientan en cada músculo de su cuerpo.

Ambos asintieron, algo nerviosos pero decididos. Sin más preámbulos, María comenzó el entrenamiento. Los ejercicios eran extremadamente exigentes: series interminables de flexiones, carreras con obstáculos, entrenamiento de combate cuerpo a cuerpo y simulaciones tácticas. Cada actividad parecía diseñada para sacar hasta la última gota de energía de sus cuerpos.

Mizuki, acostumbrada a su entrenamiento rutinario, se esforzaba por mantener el ritmo, pero pronto sintió el peso de la exigencia. María, sin mostrar un ápice de compasión, se acercó a ella durante una de las series más duras.

María Hill (con voz firme): Mizuki, no creas que porque eres hija de Riza, te lo voy a dejar fácil. Aquí todos son tratados por igual, y eso significa que no voy a suavizar nada para ti. Así que sigue adelante y demuestra que mereces estar aquí.

Mizuki (jadeando, pero decidida): Sí, señora...

Mientras tanto, Lincoln estaba luchando por mantenerse al día. Su respiración era pesada y sus músculos protestaban con cada movimiento. En su mente, Antivenom le hablaba, dejando claro su opinión sobre el entrenamiento.

Antivenom (con tono sarcástico): Bueno, esto es un verdadero infierno, ¿no crees? Ni siquiera yo pensaba que podrían hacerte sudar tanto.

Lincoln (pensando, mientras intenta recuperar el aliento): Sí, definitivamente no es un paseo por el parque. Pero no voy a rendirme...

Antivenom (con una risa): Me gusta tu espíritu, pero admito que esto es más duro de lo que esperaba. Y eso es decir mucho.

Lincoln (forzando una sonrisa, mientras se levanta para la siguiente ronda): Bueno, entonces es hora de demostrar que podemos con esto, ¿no?

A pesar del agotamiento, tanto Lincoln como Mizuki siguieron adelante, empujándose más allá de sus límites. María Hill los observaba de cerca, sin mostrar emoción, pero en el fondo, notaba la determinación en ambos jóvenes.

María Hill (pensando para sí misma): Tienen potencial, pero aún tienen mucho que demostrar. Veremos si realmente pueden estar a la altura.

El entrenamiento continuó, cada minuto más duro que el anterior, pero Lincoln y Mizuki no se rendían.

Pasadas varias horas de entrenamiento intenso, finalmente llegó un breve momento de descanso. Lincoln y Mizuki yacían en el suelo de la sala de entrenamiento, completamente exhaustos, sus cuerpos empapados en sudor. Ambos jadeaban, intentando recuperar el aliento, sintiendo que sus músculos ya no respondían.

Lincoln (mirando al techo, con la voz entrecortada): Creo... que no puedo... moverme más...

Mizuki (igualmente agotada, con los ojos cerrados): Mi cuerpo... ya no me pertenece...

Antivenom (en la mente de Lincoln, con tono burlón): Vaya, sí que te dejaron hecho polvo. Debo admitir que incluso yo estoy sorprendido. Este entrenamiento es brutal.

Lincoln (pensando, apenas pudiendo responder): Sí, es... peor de lo que esperaba...

Mientras tanto, María Hill los observaba desde una distancia cercana, con los brazos cruzados y una expresión neutral en su rostro. No mostraba ni una pizca de compasión, pero había una chispa de aprobación oculta en sus ojos.

María Hill (con voz firme, pero sin levantar la voz): Esto es solo el comienzo. Si quieren ser parte de algo más grande, tendrán que acostumbrarse a este nivel de exigencia. Pero, debo admitir que, para ser novatos, han soportado más de lo que esperaba.

Mizuki (jadeando, tratando de levantar la cabeza): ¿Más de lo que esperabas? No puedo... ni sentir mis piernas...

Lincoln (con una risa débil): Creo que ni siquiera puedo levantarme...

María Hill dio un paso hacia ellos, inclinándose ligeramente para mirarlos más de cerca.

María Hill (con una leve sonrisa): Descansen por ahora. Pero recuerden, esto es solo el comienzo. A partir de mañana, esperen lo mismo o incluso más duro. Así es como se forjan los verdaderos agentes.

Ambos jóvenes asintieron débilmente, sabiendo que estaban en el comienzo de un camino largo y arduo. María se enderezó y se alejó, dejándolos allí para recuperar fuerzas, mientras ellos intentaban procesar lo que acababan de enfrentar.

Mizuki intentó levantarse, apoyando sus manos en el suelo, pero su cuerpo no respondía. Sus brazos temblaban bajo el peso de su agotamiento, y finalmente, cayó de nuevo al suelo, jadeando. Lincoln, a su lado, también hizo un esfuerzo por incorporarse, pero sus músculos estaban demasiado adoloridos para obedecer.

Lincoln (mirándola, con un esfuerzo por sonreír): Oye, Mizuki... ¿necesitas ayuda?

Sin embargo, Mizuki no le respondió. Sus ojos estaban fijos en el suelo, y aunque Lincoln la miraba esperando una reacción, ella simplemente permaneció en silencio. No se giró, no dijo nada, solo continuó recuperando el aliento, ignorándolo por completo.

Lincoln (intentando mantener el ánimo, aunque algo confundido): Bueno, si no quieres... está bien.

Antivenom (en la mente de Lincoln, con tono sarcástico): Parece que esa chica no quiere hablar contigo en absoluto. Te ha dejado hablando solo, ¿eh?

Lincoln (pensando, con un suspiro): Sí, lo noté. Tal vez solo está demasiado cansada... o simplemente no quiere hablar ahora mismo.

Antivenom (burlón): O tal vez simplemente no le agradas. No sería la primera vez que alguien te ignora, ¿verdad?

Lincoln (pensando, tratando de no tomarlo a mal): Sea lo que sea, no importa. Ya habrá otro momento para hablar.

Mientras Mizuki seguía en silencio, ambos permanecieron tendidos en el suelo, cada uno atrapado en sus pensamientos y tratando de recuperar la energía que el entrenamiento les había robado.

Fin del capítulo

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