dash vs edric
Después de la aplastante victoria de Chandler contra Isai, el ambiente en el gimnasio cambió. Los participantes restantes comenzaron a observar a Chandler con mayor atención, conscientes de que él sería un rival a temer si llegaban a enfrentarlo en las siguientes rondas.
Dash y Edric, quienes serían los próximos en combatir, no pudieron evitar pensar en estrategias para derrotar a Chandler si llegaban a enfrentarse a él. Ambos sabían que, aunque Chandler tenía una velocidad impresionante, necesitarían encontrar una forma de contrarrestar su fuerza y rapidez si querían tener alguna oportunidad.
Dash, con su propia velocidad heredada de su familia, estaba acostumbrado a enfrentarse a oponentes rápidos. Sin embargo, sabía que necesitaría más que velocidad para derrotar a alguien como Chandler. Mientras tanto, Edric, con sus habilidades mágicas y su mente estratégica, estaba analizando cada movimiento que Chandler había hecho en su combate anterior.
Dash: “Si me toca contra él, creo que mi velocidad es lo único que me podría mantener en pie. Pero tengo que encontrar una manera de golpearlo donde realmente le duela.”
Edric: “La clave para vencer a alguien como Chandler es la estrategia. No podemos igualar su fuerza bruta, pero si usamos su velocidad en su contra, podríamos tener una oportunidad. Pero primero, debo concentrarme en nuestro combate.”
Ambos sabían que antes de preocuparse por Chandler, debían concentrarse en su propio enfrentamiento. Mientras se preparaban, el gimnasio estaba expectante por lo que vendría. El siguiente combate, entre Dash y Edric, prometía ser igualmente emocionante, y ambos competidores estaban listos para dar lo mejor de sí.
En otra parte del gimnasio, en las gradas donde se encontraban las chicas, Lincoln observaba el combate entre Chandler e Isai con una mezcla de concentración y asombro. A su lado, Luz, Amity, Emira, y Stella también seguían cada movimiento con atención, mientras Stella además daba su apoyo a Clyde.
Luz: "Ese Chandler es realmente rápido. No pensé que alguien pudiera moverse a esa velocidad."
Amity: "Sí, pero su estilo de pelea es... brutal. No hay control en sus ataques, solo fuerza desmedida."
Emira: "Si Isai hubiera controlado mejor su fuego, quizá hubiera tenido una oportunidad. Pero contra alguien tan rápido, es difícil tener tiempo para reaccionar."
Stella: "Lo que me sorprende es lo confiado que estaba Chandler desde el principio. Isai no lo hizo mal, pero es como si Chandler no lo tomara en serio hasta que lo lastimó."
Lincoln, escuchando los comentarios de las chicas, se cruzó de brazos, pensativo.
Lincoln: "El resultado era obvio, Chandler tenía una ventaja enorme con su velocidad. Pero... si se enfrenta a alguien que pueda anticipar sus movimientos, quizá no tenga tanto control como parece."
Luz: "¿Crees que podrías enfrentarlo, Lincoln?"
Lincoln: "No lo sé. Todavía falta mi combate, pero si llega el momento de enfrentarlo... tendré que pensar en una estrategia rápida. No puedo depender solo de mi fuerza."
Stella: "Sea como sea, lo importante es que estés preparado. ¡Y también Clyde! ¡No se olviden de él!"
Mientras Lincoln y las chicas compartían sus pensamientos, en el fondo, sabían que las siguientes rondas serían más intensas y desafiantes. El combate de Dash y Edric se acercaba, y pronto sería el turno de Lincoln de demostrar su valía en el torneo.
Antes de que comenzara el combate entre Dash y Edric, en las gradas donde se encontraba la familia de Amity y Edric, su madre, Odalia, se inclinó hacia él para darle unas palabras de apoyo.
Odalia: "Edric, recuerda quién eres. Tienes el talento y la capacidad de sobresalir. No pierdas el enfoque y, sobre todo, mantén el control. Usa tu poder con sabiduría, pero no dudes en demostrar lo que puedes hacer."
Edric, que parecía algo nervioso, respiró hondo y asintió. A pesar de su usual actitud relajada, sabía que este torneo significaba mucho para su familia.
Edric: "Lo sé, mamá. No te preocupes, no te decepcionaré."
Odalia le dio una sonrisa fría pero alentadora, mostrando su confianza en las habilidades de su hijo.
Odalia: "Hazlo bien, y demostrarás que somos superiores. No te conformes con menos."
Con esas palabras, Edric se levantó y se dirigió al área de combate. La presión era alta, pero estaba decidido a demostrar su valía no solo frente a su madre, sino también frente a los demás competidores y héroes observando el torneo.
Antes de que Dash saliera al área de combate, su hermana Violet se acercó a él con una mirada seria. Sabía lo impulsivo y confiado que podía ser su hermano, por lo que decidió darle algunos consejos para que no cometiera errores.
Violet: "Dash, escucha, no te confíes demasiado. Sé que eres rápido, pero eso no es todo lo que necesitas para ganar. Tienes que pensar bien las cosas antes de actuar."
Dash, con su típica actitud despreocupada, sonrió mientras se ajustaba las zapatillas.
Dash: "No te preocupes, Violet. Tengo esto bajo control. Nadie es tan rápido como yo."
Violet suspiró, sabiendo que Dash tenía razón sobre su velocidad, pero aun así insistió.
Violet: "No estoy diciendo que no seas rápido, solo… ten cuidado. La velocidad no lo es todo en una pelea. Usa tu cabeza también."
Dash miró a su hermana y asintió.
Dash: "Está bien, lo haré. Gracias por el consejo, Vi."
Con esas palabras, Dash se dirigió al área de combate, consciente de que aunque su velocidad era su mayor ventaja, tendría que pensar bien cada movimiento si quería salir victorioso.
El director Huggie se levantó de su asiento y se acercó al centro de la arena con el micrófono en mano. La multitud guardó silencio, ansiosa por el próximo combate. El director, con su voz resonante, presentó a los siguientes contendientes.
Director Huggie: "¡Damas y caballeros, el segundo combate del torneo está por comenzar! En esta esquina, tenemos a un joven prodigio, hijo de una poderosa familia, conocido por su increíble destreza y habilidad mágica. ¡Den la bienvenida a Edric Blight!"
La multitud aplaudió y Edric se adelantó con una mirada decidida, recibiendo palabras de aliento de su madre, Odalia, desde las gradas. Mantuvo la compostura mientras sus ojos se dirigían a su oponente.
Director Huggie: "Y en la otra esquina, un joven que no necesita presentación. Con una velocidad que desafía los límites humanos, es conocido por ser el hijo de dos grandes héroes. ¡Denle la bienvenida a Dash Parr!"
El público rugió de emoción mientras Dash, con una sonrisa confiada, se posicionaba en su esquina. Violet, desde las gradas, observaba a su hermano con una mezcla de preocupación y orgullo.
Director Huggie: "Ambos participantes han demostrado su valía fuera del campo de batalla, pero hoy veremos quién prevalece en esta arena. ¡Que comience el combate!"
La multitud estalló en aplausos y vítores mientras Edric y Dash se preparaban para la batalla, cada uno concentrado en la estrategia que debía seguir para obtener la victoria.
Edric se encontraba en su esquina, observando a Dash mientras el sonido de la multitud resonaba en el gimnasio. Sabía que su oponente tenía una velocidad fuera de lo común, algo que le daba una ventaja enorme en el combate. Sin embargo, Edric también confiaba en sus habilidades mágicas, pero no podía depender únicamente de ellas. Necesitaba un plan.
Edric (pensando): "No puedo dejar que me supere con su velocidad. Si lo hago, no tendré oportunidad de reaccionar. Pero si logro prever sus movimientos, podré atraparlo en el momento justo..."
Mientras Dash se movía con energía, preparándose para atacar, Edric recordaba su entrenamiento. Sabía que su magia podía ser una herramienta poderosa, pero solo si lograba frenar los ataques veloces de Dash. Edric decidió que su mejor opción sería usar ilusiones y proyectiles mágicos que pudieran desorientar a Dash, forzándolo a detenerse o cambiar de dirección.
Edric (pensando): "Si puedo mantenerlo en movimiento sin darle la oportunidad de acercarse, tendré una oportunidad. Solo necesito un momento para poder controlarlo... pero no puedo fallar en el primer intento, o no habrá un segundo."
Con esa estrategia en mente, Edric miró a su oponente con determinación. Sabía que sería un combate difícil, pero no estaba dispuesto a rendirse.
La pelea comenzó, y el ambiente en el gimnasio se llenó de tensión. Dash, confiado en su velocidad, fue el primero en atacar, moviéndose a una velocidad casi imposible de seguir con la vista. Edric, consciente de lo que venía, había anticipado el movimiento y rápidamente lanzó una serie de ilusiones para desorientarlo.
Dash, sorprendido por las imágenes falsas de Edric que aparecían a su alrededor, se detuvo por un segundo, dudando de cuál era el verdadero. Sin embargo, su velocidad le permitió moverse entre las ilusiones con facilidad, buscando a su oponente.
Edric, mientras tanto, aprovechó ese momento de confusión para lanzar proyectiles mágicos hacia Dash. Los ataques eran precisos, dirigidos a los puntos donde pensaba que Dash aparecería, pero la velocidad de su oponente hacía que fuera difícil alcanzarlo.
Dash esquivaba los proyectiles con una agilidad impresionante, y aunque estaba impresionado por las habilidades mágicas de Edric, sabía que no podía seguir esquivando indefinidamente. Aprovechando un breve espacio, se lanzó directamente hacia Edric, buscando un golpe directo.
Edric apenas tuvo tiempo de reaccionar, conjurando un escudo mágico para protegerse. El impacto fue fuerte, y aunque el escudo aguantó, el golpe hizo que Edric retrocediera unos pasos. La velocidad y fuerza de Dash eran una combinación peligrosa.
Edric (pensando): "Es incluso más rápido de lo que esperaba... Necesito encontrar una manera de frenar su velocidad o no tendré ninguna oportunidad."
Ambos combatientes continuaron utilizando sus ventajas: Dash con su increíble velocidad y Edric con su astucia y magia. La pelea se volvía cada vez más intensa, con la multitud observando cada movimiento, sin saber quién tendría la ventaja final.
Chandler, que había estado observando desde las gradas tras su reciente victoria, quedó visiblemente impresionado por la velocidad de Dash. A pesar de su confianza en sus propias habilidades, no pudo evitar sentir sorpresa ante la rapidez con la que Dash se movía por el campo de batalla.
Chandler (pensando): "Ese chico... se mueve a una velocidad que ni siquiera puedo seguir del todo. Pensé que mi velocidad era superior, pero este tipo podría ser un verdadero problema si nos enfrentamos."
Chandler observaba atentamente cada movimiento de Dash, analizando sus patrones y tratando de entender cómo podría superarlo si llegara a enfrentarlo en rondas futuras. Aunque su confianza seguía intacta, sabía que tendría que replantear su estrategia si se topaba con él.
Mientras tanto, la pelea entre Edric y Dash continuaba, con Dash haciendo alarde de su velocidad, lo que mantenía a Edric en una constante defensa y a Chandler profundamente intrigado por lo que vendría después.
La pelea entre Dash y Edric comenzó con ambos mostrando sus habilidades y estrategias. Dash, con su velocidad inigualable, se movía a una velocidad que dificultaba a Edric seguirle el ritmo. Cada movimiento de Dash era una mezcla de rapidez y agilidad, haciéndolo casi imparable en el campo de batalla.
Edric, a pesar de su impresionante habilidad y entrenamiento, no podía encontrar una oportunidad clara para contraatacar. Su estilo de combate se basaba en la fuerza y la resistencia, pero la velocidad de Dash le impedía mantener una ofensiva efectiva.
Dash (concentrado): “Si sigo moviéndome así, será difícil para él anticipar mis movimientos.”
Con cada segundo que pasaba, Dash empezó a tomar más control del combate. Su velocidad le permitía esquivar los ataques de Edric y contraatacar con precisión. Edric estaba claramente agobiado, tratando de encontrar una forma de adaptarse al ritmo frenético de Dash.
Los espectadores y los héroes en las gradas comenzaron a notar la inclinación del combate a favor de Dash. El apoyo de su hermana Violeta y las palabras de aliento de su madre le habían dado un impulso adicional, permitiéndole mantener su ventaja y seguir dominando el enfrentamiento.
La situación se volvía cada vez más clara: Dash estaba ganando terreno rápidamente y parecía que su victoria estaba al alcance.
Justo cuando parecía que Dash tenía la victoria casi asegurada, Edric decidió cambiar su estrategia. Con una expresión de determinación, se preparó para ejecutar uno de sus ataques especiales.
Edric: "¡Este es el final para ti, Dash!"
Edric concentró su energía y activó su ataque especial, una poderosa onda de energía que emanaba de sus manos. El ataque, conocido por su fuerza destructiva y precisión, era una habilidad que él había perfeccionado a lo largo de su entrenamiento
Dash (sorprendido): "¡No me lo esperaba!"
La onda de energía de Edric se lanzó con gran velocidad hacia Dash. A pesar de su agilidad, Dash tuvo que frenar su avance para esquivar el ataque, perdiendo un poco el ritmo en el proceso. La explosión resultante del impacto del ataque
Edric fue intensa, y el suelo tembló con el impacto.
La pelea se volvió más reñida de lo que inicialmente parecía. Edric, con su habilidad especial, había cambiado el curso del combate y estaba dando a Dash una verdadera lucha por la victoria.
Los espectadores estaban al borde de sus asientos, sorprendidos por el giro inesperado en el combate. La batalla entre Dash y Edric ahora prometía ser mucho más intensa de lo que todos habían anticipado.
Para sorpresa de todos, tanto Dash como Edric se detuvieron de golpe en medio de la pelea. La intensidad de la batalla había alcanzado un punto crítico, y ambos combatientes estaban evaluando cuidadosamente su próximo movimiento.
Dash, con la respiración agitada y el sudor cubriendo su frente, miraba a Edric con una expresión de concentración. Sabía que debía ser estratégico para contrarrestar el poderoso ataque especial de su oponente.
Dash: "Esto no va a ser fácil. Necesito pensar en algo que pueda contrarrestar su habilidad."
Por otro lado, Edric también estaba en una pausa estratégica, usando el tiempo para analizar la situación. Su habilidad especial había tenido un impacto, pero Dash aún era un oponente formidable y rápido. Edric sabía que un movimiento en falso podría costarle la victoria.
Edric: "Dash es rápido, pero si encuentro el ángulo correcto, puedo darle el golpe final. Solo necesito esperar el momento adecuado."
El público observaba en silencio, sabiendo que la próxima acción podría decidir el ganador del combate. La tensión en el gimnasio era palpable mientras los dos jóvenes se preparaban para dar lo mejor de sí mismos en los momentos decisivos de la pelea.
Edric, observando atentamente el movimiento de Dash, decidió poner en marcha su plan. Dash, aparentemente con la batalla bajo control, se lanzó con rapidez hacia Edric, confiado en su ventaja. Con cada ataque, parecía que Dash tenía todo bajo control, sus movimientos eran precisos y sus golpes implacables.
Sin embargo, Edric había estado esperando el momento justo para activar su estrategia. Cuando Dash se acercó para un ataque decisivo, Edric utilizó uno de sus ataques especiales, una habilidad que había estado reservando para este momento.
Edric concentró su energía y liberó un poderoso ataque desde una posición estratégica, sorprendiendo a Dash. El ataque fue un movimiento calculado que contrarrestaba la velocidad y el estilo de combate de Dash, llevándolo a un estado de incertidumbre. La batalla, que parecía decidida a favor de Dash, ahora estaba en un punto de inflexión crítico.
El público contuvo el aliento, observando cómo la situación se desarrollaba. La habilidad de Edric y su plan cuidadosamente ejecutado estaban cambiando el curso del combate, y el resultado final de la pelea estaba en juego..
Mientras la batalla se volvía más intensa y el ataque de Edric comenzaba a tomar efecto, Dash se detuvo por un momento, evaluando la situación con determinación. Con un aire de resolución, se dirigió a Edric con una expresión seria.
Dash: “Es hora de que me ponga serio.”
Estas palabras resonaron en el gimnasio, dejando a todos los presentes impresionados. El cambio en la actitud de Dash marcaba el comienzo de una fase crucial en el combate, y todos esperaban ver cómo se desarrollaría la pelea con la nueva intensidad que Dash iba a aportar.
Edric pensó que Dash estaba hablando de más, pero no pudo evitar sorprenderse por la velocidad del joven. La cantidad de golpes que Dash le propinaba sin parar revelaba una velocidad que superaba incluso la de Chandler. Cada golpe parecía más rápido que el anterior, y Edric se dio cuenta de que había subestimado la habilidad de su oponente. Dash estaba demostrando un nivel de velocidad que le estaba causando problemas serios, poniendo a Edric en una posición defensiva.
Mientras Dash continuaba atacando con una velocidad abrumadora, comenzó a hablar con Edric durante la pelea.
Dash: "Eres realmente impresionante, Edric. Tienes habilidades excepcionales, pero hoy no voy a darme por vencido. Tengo que ganar."
A pesar de la intensidad del combate, Dash mantenía un tono de respeto hacia su oponente, reconociendo sus habilidades mientras se mantenía enfocado en su objetivo de ganar.
Mientras Dash continuaba atacando con su velocidad implacable, Edric comenzó a recordar por qué estaba en este torneo y por qué quería ganar.
Edric pensaba en sus entrenamientos arduos y en las expectativas que su familia tenía para él. Recordó las palabras de su madre, Odalis, y el peso de cumplir con las expectativas familiares. Sabía que ganar este torneo no solo era una cuestión de orgullo personal, sino también de demostrar que estaba a la altura de las habilidades que se esperaban de él.
Edric, con una expresión de determinación en su rostro, se centró de nuevo en el combate, decidido a no dejar que la presión lo venciera.
Mientras Dash seguía con su ataque furioso, Violeta, observando desde las gradas, comentó con confianza:
Violeta: “Parece que Dash lo tiene ganado. No veo cómo Edric pueda recuperarse de esto.”
Sin embargo, para sorpresa de todos, Edric, con una expresión seria y concentrada, reunió toda su energía y se dirigió a Dash.
Edric: “Si eres hombre, no esquives esto.”
Dash, sorprendido por el desafío directo, no dudó en aceptar. Se dirigió hacia Edric con una expresión decidida, preparándose para recibir el ataque. La tensión en el gimnasio era palpable mientras todos esperaban el desenlace de este enfrentamiento inesperado.
El gimnasio estalló en una explosión de luz y sonido. Cuando el humo se despejó, todos quedaron atónitos al ver que el único que permanecía de pie era Dash. Edric yacía en el suelo, exhausto y derrotado.
---
**Flashback:**
Durante la batalla, Dash se dio cuenta de la intensidad del ataque final de Edric. Aunque el desafío era grande, Dash decidió no esquivar el golpe. Sabía que Edric había concentrado toda su energía para un ataque decisivo.
Para contrarrestar la potencia de Edric, Dash aumentó su velocidad a su máxima capacidad, alcanzando Mach 10. Usando su velocidad extrema, Dash creó múltiples imágenes de sí mismo que confundirían a Edric. Esto le permitió desviar el ataque de Edric justo a tiempo, absorbiendo el impacto sin sufrir daño crítico.
Con su velocidad aumentada, Dash se movió rápidamente detrás de Edric y ejecutó un contraataque fulminante. La colisión entre su velocidad a Mach 10 y la fuerza del ataque de Edric resultó en una explosión que dejó al público estupefacto.
---
El director Huggie, con un micrófono en mano, se dirigió a la multitud con una voz clara y resonante.
Director Huggie: “¡Y el ganador del combate entre Dash y Edric es... Dash!”
Un rugido de aplausos y vítores estalló en el gimnasio. La multitud estaba emocionada por la increíble demostración de habilidad y velocidad que Dash había mostrado. Edric, aunque derrotado, se levantó y aplaudió a Dash, reconociendo su habilidad y coraje en la batalla.
Dash, exhausto pero con una sonrisa de satisfacción, se inclinó en señal de agradecimiento hacia el público y su oponente, celebrando su victoria mientras la competencia continuaba.
.
El público miraba con asombro, y Violeta no podía creer lo que había presenciado. Dash, agotado pero victorioso, se mantenía firme mientras Edric yacía en el suelo, derrotado pero con un gesto de respeto hacia su oponente.
Después de la derrota de Edric, Amity y Emiria, sentadas en las gradas, miraban con preocupación y tristeza. Ambas hermanas estaban claramente afectadas por la pérdida de Edric en el combate.
Amity: “No puedo creer que haya perdido. Edric trabajó tan duro para llegar hasta aquí.”
Emiria: “Sí, se veía tan determinado. Me siento mal por él. Quería que ganara esta vez.”
Las dos hermanas observaban a Edric desde la distancia, mientras él se acercaba a la zona de descanso, aún recuperándose de la dura batalla. Aunque estaban tristes, su apoyo y ánimo no se desvanecieron, y se preparaban para alentar a su hermano a seguir adelante.
Después de la pelea, Edric se retiró a un rincón apartado del gimnasio, donde la tristeza y el agotamiento se apoderaron de él. Intentó ocultar sus lágrimas, pero la derrota y la decepción eran demasiado grandes. Lloraba en silencio, sintiendo que había fallado en su objetivo de hacer sentir orgullosa a su madre.
Lincoln, al notar la tristeza de Edric, decidió acercarse para ofrecer apoyo. Lo encontró en su rincón solitario, sentado con la cabeza agachada. Se arrodilló a su lado y le habló con sinceridad.
Lincoln: “Edric, vi lo que hiciste. Pusiste todo tu esfuerzo, y eso no pasa desapercibido. A veces, las cosas no salen como planeamos, pero eso no significa que no hayas hecho un gran trabajo.”
Edric, con la voz entrecortada, respondió: “Gracias, Lincoln. Quería que mi madre estuviera orgullosa de mí, pero parece que no fue suficiente.”
Lincoln sintió la tristeza de Edric y pensó en cómo podría hacerle sentir mejor. Recordó la importancia de la familia y decidió hacer algo especial. Se levantó y se dirigió rápidamente a la zona donde estaban los espectadores. Buscó entre la multitud y encontró a la madre de Edric, Odalis.
Lincoln: “¡Odalis! Necesito tu ayuda. Edric está en un estado muy difícil y creo que necesita verte ahora mismo.”
Odalis, preocupada, siguió a Lincoln hacia el rincón donde estaba Edric. Cuando llegó, vio a su hijo llorando y se acercó de inmediato. Edric, al verla, se tensó, temiendo que le reprocharía su desempeño.
Odalis: “Edric, cariño, ven aquí.”
Edric levantó la vista, sorprendido, y vio a su madre con los brazos extendidos. No podía creer lo que veía y, abrumado por la emoción, se dejó abrazar por ella.
Odalis: “Estoy tan orgullosa de ti. No importa el resultado, estoy orgullosa de todo el esfuerzo que pusiste. Eres mi héroe, sin importar el resultado de la pelea.”
Edric, con lágrimas en los ojos, abrazó a su madre con fuerza. Sentía una mezcla de alivio y gratitud, al ver que su madre no solo estaba allí para él, sino que lo aceptaba y lo apoyaba incondicionalmente.
Lincoln observó desde un lado, satisfecho de haber ayudado a Edric a reunirse con su madre. Sabía que las palabras de apoyo y el gesto de Odalis habían hecho una gran diferencia en el ánimo de Edric. Con una sonrisa, se alejó, dejando a la familia un momento de privacidad para compartir su abrazo y su amor.
Odalis abrazó a Edric con ternura, y sus palabras estaban llenas de apoyo y amor.
Odalis: “Edric, quiero que sepas que estoy increíblemente orgullosa de ti. Has dado todo de ti en esta competencia, y eso es lo que más importa. Los resultados no definen tu valor. Eres fuerte, valiente y has demostrado tu esfuerzo en cada momento.”
Mientras Odalis hablaba, Amity y Emiría se acercaron, con expresiones de preocupación y ánimo en sus rostros.
Amity: “Hermano, lo hiciste increíble. Sabemos cuánto te has esforzado, y aunque no ganaste, tu valentía y determinación son admirables. Estamos aquí para ti.”
Emiría: “Sí, Edric. No importa el resultado. Lo que más importa es que siempre estás dando lo mejor de ti. Estamos muy orgullosas de ti, y siempre seremos tu apoyo.”
Edric miró a su madre y a sus hermanas con gratitud. Aunque la derrota aún dolía, el amor y el apoyo de su familia le dieron consuelo y lo hicieron sentir valorado.
Edric: “Gracias, mamá. Gracias, Amity, Emiría. No sé qué haría sin ustedes. Su apoyo significa todo para mí.”
La familia se abrazó, compartiendo un momento de cercanía y aliento. La presencia de sus seres queridos ayudó a Edric a encontrar la fortaleza para enfrentar la derrota con una actitud positiva, sabiendo que siempre tendría su apoyo.
Mientras Edric recibía el apoyo de su familia, en otro rincón del gimnasio, los padres de Dash celebraban con entusiasmo la victoria de su hijo. Mr. Incredible y Elastigirl estaban visiblemente emocionados, con amplias sonrisas en sus rostros y aplaudiendo vigorosamente.
Mr. Incredible: “¡Eso es, Dash! ¡Lo hiciste increíble! ¡Nunca había visto a nadie moverse tan rápido! ¡Estamos muy orgullosos de ti!”
Elastigirl: “¡Sí, lo hiciste perfecto, cariño! Sabíamos que podías hacerlo. Has trabajado muy duro para esto, y ver cómo has superado todos los desafíos es simplemente impresionante.”
Dash, aún recuperándose de la intensa batalla, se dirigió hacia sus padres con una sonrisa de satisfacción. Aunque estaba agotado, la victoria y el apoyo de su familia le daban una inmensa alegría.
Dash: “Gracias, mamá, papá. No podría haberlo hecho sin su apoyo. Fue una pelea difícil, pero me alegra que haya salido bien.”
Mr. Incredible y Elastigirl abrazaron a Dash, compartiendo un momento de orgullo y alegría familiar. La celebración continuó con felicitaciones y ánimos, mientras Dash y sus padres disfrutaban del triunfo de la victoria en el torneo.
Después de la celebración de la victoria de Dash, Violeta se acercó a él con una mezcla de preocupación y seriedad. Aunque estaba contenta por la victoria de su hermano, sentía que era importante recordarle algunos errores para que pudiera mejorar.
Violeta: “Dash, hiciste un gran trabajo y estoy orgullosa de ti, pero también quiero recordarte algunas cosas. Vi que te confiabas demasiado durante la pelea y eso te llevó a cometer algunos errores. Tienes que recordar siempre que incluso cuando estás en ventaja, nunca debes bajar la guardia. Fue bueno que te recuperaste, pero esos errores casi te cuestan la pelea.”
Dash, con una sonrisa cansada, asintió y se tomó las palabras de su hermana en serio.
Dash: “Lo sé, Violeta. Estaba tan enfocado en ganar que dejé que la confianza me jugara una mala pasada. Gracias por señalarlo. Trabajaré en mejorar esos aspectos para la próxima vez.”
Violeta asintió con satisfacción y le dio un leve golpe en el hombro, en señal de apoyo.
Violeta: “Exactamente. Aprender de los errores es lo que te hace mejor. Y, por supuesto, me alegra que hayas ganado, pero siempre hay espacio para crecer. ¡Nos vemos en casa!”
Con eso, Violeta se unió a los padres de Dash, mientras el joven héroe se preparaba para continuar con su día, reflexionando sobre los consejos de su hermana.
Chandler estaba en el vestuario, tratando de calmarse después de su combate. A pesar de su victoria contundente contra Isai, no podía dejar de asombrarse por la impresionante habilidad de los otros participantes en el torneo.
Chandler (con un tono de frustración): “No puedo creer que haya gente tan fuerte en este torneo. ¡Estos tipos son increíblemente poderosos!”
Miraba hacia su reflejo en el espejo, su mente girando en torno a las habilidades que había visto en la competencia. La fuerza y destreza de rivales como Dash y Edric habían superado sus expectativas. Aunque Chandler se sentía frustrado, también comprendía que necesitaba mantener su ventaja.
Chandler (pensando para sí mismo): “Si quiero ganar este torneo, voy a tener que hacer mucho más que simplemente confiar en mi fuerza. Quizá sea el momento de jugar un poco sucio para asegurarme la victoria.”
Con una sonrisa calculadora, Chandler comenzó a trazar sus próximos movimientos. Sabía que tendría que ser astuto y usar cualquier ventaja que pudiera obtener para superar a sus rivales formidables y salir victorioso del torneo.
Clyde estaba sentado en el vestuario, sus manos temblando ligeramente mientras revisaba una y otra vez su equipo y su estrategia para el combate que se avecinaba. La competencia era intensa, y la ansiedad se reflejaba en su rostro. Sabía que enfrentarse a Dipper, quien poseía poderes psíquicos, no sería una tarea fácil.
Clyde (murmurando para sí mismo): “¿Cómo voy a ganar contra alguien con habilidades psíquicas? No tengo idea de cómo manejar esos poderes.”
Miraba hacia el suelo, intentando calmar sus nervios, pero la preocupación seguía allí. Su mente estaba llena de dudas sobre cómo podría contrarrestar las habilidades de Dipper. Clyde sabía que necesitaría algo más que su entrenamiento habitual para tener una oportunidad.
En ese momento, Lincoln entró al vestuario, notando la preocupación de su amigo.
Lincoln: “Clyde, ¿todo bien? Pareces realmente estresado.”
Clyde (mirando a Lincoln con incertidumbre): “Es que estoy enfrentando a Dipper, y sus poderes psíquicos... no sé cómo lidiar con eso. Estoy preocupado de no poder ganar.”
Lincoln (con una sonrisa de apoyo): “Clyde, tienes la habilidad y la determinación para enfrentarlo. Solo recuerda lo que has practicado y mantén la calma. No dejes que la presión te afecte.”
Clyde asintió lentamente, tratando de tomar las palabras de Lincoln como un impulso para su confianza. Aunque aún estaba nervioso, el aliento de su amigo le ayudaba a centrarse y a prepararse mentalmente para el desafío que se avecinaba.
Lincoln se acercó a Clyde con una sonrisa alentadora, tratando de levantar su ánimo.
Lincoln: “Oye, Clyde, recuerda todas las veces que has hecho cosas impresionantes. Recuerdo cuando resolviste el rompecabezas de matemáticas en el último minuto y nos sacaste de un apuro. O esa vez en la competencia de trivia, cuando contestaste todas las preguntas difíciles sin siquiera pensarlo.”
Clyde (mirando a Lincoln con una leve sonrisa): “Sí, pero Dipper tiene esos poderes psíquicos... no sé si tengo lo necesario para superarlo.”
Lincoln (con confianza): “No es solo sobre tener poder. Es sobre cómo usas tu habilidad y cómo te mantienes firme bajo presión. Has demostrado ser increíblemente astuto y rápido en varias situaciones. Si te concentras y juegas con tu inteligencia, puedes encontrar una manera de ganar. Tú has sido increíble en cada desafío que has enfrentado. ¡No hay razón para pensar que no puedas hacerlo ahora!”
Clyde asintió, tomando un profundo respiro. Las palabras de Lincoln le dieron un renovado sentido de determinación y confianza. A pesar de sus temores, sabía que tenía que dar lo mejor de sí mismo en el próximo combate..
Dipper, con una actitud confiada y un toque de arrogancia, se encontraba en la zona de preparación, repasando su estrategia para el combate contra Clyde. Mabel, su hermana, se le acercó mientras él revisaba sus notas.
Mabel (con una sonrisa juguetona): “Oye, Dipper, ¿cómo va todo? ¿Preparado para tu gran enfrentamiento?”
Dipper (con seguridad): “¡Totalmente! He estudiado a fondo a Clyde. Su habilidad para transformarse en roca es interesante, pero no es nada que no pueda manejar. Ya tengo todo planeado para superarlo sin problemas.”
Mabel (arqueando una ceja): “¿De verdad crees que todos los chicos en la competencia son tan fáciles de vencer? He visto a algunos de ellos, y parecen bastante fuertes.”
Dipper (con tono despectivo): “Oh, por favor, Mabel. La mayoría de ellos no son la gran cosa. Lincoln tiene algunas habilidades impresionantes, pero he visto su estilo y no es difícil de contrarrestar. Dash es rápido, pero tengo un plan para eso. Edric es fuerte, pero parece estar lidiando con sus propias emociones. En cuanto a Clyde, ya he analizado su habilidad de transformarse en roca. Creo que lo acabaré fácilmente. No tienen nada que me preocupe.”
Mabel (riendo un poco): “Vaya, con esa actitud, parece que estás más que listo para el combate. Solo asegúrate de no subestimarlos. A veces, la confianza excesiva puede jugarte una mala pasada.”
Dipper (con una sonrisa confiada): “No te preocupes, Mabel. Estoy completamente preparado para lo que venga. Este torneo es mío.”
Mabel le dio un pequeño golpecito en el brazo y le deseó buena suerte, mientras Dipper se preparaba para su combate, seguro de que su plan le llevaría a la victoria.
En otra parte
Clyde se acercó a Lincoln, visiblemente preocupado por el próximo combate de su amigo.
Clyde: “Lincoln, antes de que empieces tu combate contra Michiru, quería preguntarte algo. Él tiene un poder físico muy brutal. ¿Cómo planeas ganarle?”
Lincoln, que estaba en el área de descanso, se giró hacia Clyde con una expresión confiada.
Lincoln: “No te preocupes, Clyde. Michiru es fuerte, pero he estado entrenando intensamente. Tengo que usar mi agilidad y habilidades estratégicas para contrarrestar su fuerza. Mi plan es mantenerme en movimiento, esquivar sus ataques y buscar oportunidades para atacar cuando él esté vulnerable.”
Clyde asintió, aliviado por la confianza de Lincoln.
Clyde: “Eso suena bien. Me alegra ver que tienes un plan. Yo tengo mi combate contra Dipper después del tuyo, y sé que él tiene habilidades psíquicas. Estoy un poco nervioso, pero saber que tienes un enfoque sólido me da algo de confianza.”
Lincoln le dio una palmadita en el hombro.
Lincoln: “No te preocupes, Clyde. Usa tus habilidades y confía en ti mismo. Cada uno de nosotros tiene sus fortalezas. Prepárate bien para tu combate, y haz lo que mejor sabes hacer.”
Clyde sonrió, agradecido por el apoyo de Lincoln.
Clyde: “Gracias, Lincoln. Te deseo suerte en tu combate. ¡Vamos a dar lo mejor de nosotros!”
Ambos se prepararon para sus respectivos combates, con Lincoln sintiendo la presión de enfrentarse a Michiru y Clyde reconociendo el desafío que le esperaba contra Dipper.
Fin del capítulo
Bạn đang đọc truyện trên: Truyen247.Pro