Capítulo 96. Theodore Grey
Tengo a Jenny apretada contra la puerta del baño, sus piernas en mi cintura y su boca sobre la mía. Es jodidamente dulce como sabría que sería.
La sostengo con fuerza y giro el cuerpo para llevarla hasta la encimera, de esa forma podría besarla mucho mejor.
La encimera debe estar fría porque se aparta de mi cuando su bonito culo toca el mármol blanco.
—Ted, espera... —se toca los labios hinchados por los besos.
—¿Si, nena? —dejo un beso en su hombro y suspiro.
Apoya las manos en mi pecho y me empuja.
—Me advertiste que no podía usar el baño de la misma manera que Marcie y Reynolds.
Carajo, eso dije.
Me señalo.
—Está bien porque estás conmigo y es mi casa. —vuelvo a sujetar sus muslos y la levanto—. Pero tienes razón, en mi habitación estaremos más cómodos.
—¡Ted, no! —me manotea los hombros y el pecho—. Bájame, no quiero ir a tu habitación.
Mierda.
¿Cómo puede ser posible que lo arruinara tan pronto?
Suelto sus piernas con cuidado y ella se pone de pie, tiene el cabello rubio revuelto por mis manos y yo quiero volver a besarla.
Pero tengo qué retroceder.
—Si, tienes razón, Jen. Me dejé llevar.
Frunce las cejas.
—Yo también. —me rodea y abre la puerta—. Sal de aquí, todavía quiero utilizar el baño.
Ay, carajo, cierto. Salgo del baño y señalo mi habitación.
—Traeré las toallas.
Salgo de ahí y me concentro en ir al armario donde la señora Jones guarda la ropa limpia, tomo un par de toallas y bajo la escalera.
¿Y ahora que hago? Sé que debería darle espacio, pero tengo que admitir que sé un carajo sobre ser el novio de alguien. No quiero arruinarlo.
Espero al pie de la escalera con las toallas bajo el brazo a que Jenny baje. Mi corazón se acelera un poco porque, esta vez cuando me ve, sonríe.
—¿Qué? ¿Creíste que iba a perderme en esta enorme casa? —se ríe.
Yo sonrío en automático.
—No quiero tomar ningún riesgo, Jen. Voy a ser el mejor novio que hayas tenido.
Sus mejillas se ponen rojas y asiente, luego toma mi mano libre con la suya porque es el momento de volver a salir y enfrentarnos a todos. Y mierda, me encanta saber que ya no estaré solo en esta fiesta de parejas.
Caminamos juntos de vuelta al patio, pongo las toallas en una silla y levanto la vista hacia mi familia: mamá palmea el brazo de papá para que nos mire mientras él tiene las cejas fruncidas.
El señor Sawyer desde la distancia levanta su vasito rojo en mi dirección a modo de brindis, con su esposa todavía sonriendo. Es Phoebe la que me mira como si quiera matarme.
Se aparta bruscamente de Jamie y viene directo hacia nosotros, toma la mano de Jenny sin decir una palabra y se alejan de nuevo. Mi mejor amigo está a mi lado en cuestión de segundos.
—Vaya... —sus cejas gruesas revelan su sorpresa—. Estoy asombrado de que lo lograras.
—También yo. —suelto un suspiro de alivio—. Me había dado por vencido y estaba listo para dejarla ir. No sé qué carajos cambió.
Ambos miramos en direccion de las puertas corredizas por dónde nuestras chicas desaparecieron, solo para que un momento después ellas salgan, Phoebe con la cara fruncida de molestia y Jenny con una pequeña sonrisa.
Mi hermana se detiene frente a mí y me apuñala el pecho con el dedo indice.
—Maldita sea, Ted. No lo arruines.
Por fortuna Jamie se acerca a ella y la abraza para alejarla de mi. Entonces pongo mi atención en mi chica.
—Mi chica. —repito en voz alta—. Carajo, se siente bien decirlo.
Jenny se ríe, se deja caer en la silla y me hace una seña para que haga lo mismo. Y como si estuviera adiestrado, me siento donde ella me indicó.
Carajo, ahora sé cómo se siente papá todo el tiempo.
Mi ceño se frunce al instante.
—Necesito nadar otro poco, nena. ¿Vienes conmigo?
Agita su mano.
—Estoy bien aquí.
Bien.
No tardo en lanzarme al agua y moverme de orilla a orilla, por una razón completamente diferente de la de hace rato. Ahora estoy más animado y de mejor humor.
No sé cuántas vueltas he dado, pero lo próximo que sé es que todos rodean a mamá para cantar feliz cumpleaños y Harry aparece con una vela de chispas y un ramo de flores, provocando que mamá derrame algunas lágrimas.
Salgo del agua y me acerco para el festejo, esperando hasta que todos la abrazan y se apartan para comer pastel. Yo la rodeo con los brazos mojados y ella se ríe.
—¡Teddy! —es la única que sigue llamándome así.
—Feliz cumpleaños, mamá. —la abrazo fuerte y beso su cabeza—. Siento tanto haber sido un dolor en el culo toda mi adolescencia... Y parte de mi vida adulta.
A mamá se le forman arrugas en los bordes de los ojos mientras se esfuerza por mantener las lágrimas dentro.
—Oh, está bien. Voy a admitir que fue un poco divertido ver a tu papá lidiando con eso. —hace que me incline para besarme la mejilla—. Siempre serás mi pequeño bebé Ted.
—¡Mamá! —gruño—. Me estás avergonzando frente a mi novia.
Las cejas de mamá se arquean en su frente el tiempo suficiente para que yo me aparte y ella pueda ver a Jenny detrás de mi.
—Oh, cierto. —estira la mano y me empuja para abrazar a Jenny—. Cariño, debo decir que me alegra tanto que seas tú la chica que haga de él un buen hombre. —se aparta y sonríe—. Lo conozco, sé que cometió muchos errores en el pasado pero sé que puede cambiar, sobre todo porque hace algunos años yo misma tuve que morder mi lengua y presenciar el milagro.
La mirada de mamá se mueve hacia el otro lado del jardín en donde el señor Sawyer y su esposa bailan en medio del césped con alguna canción que solamente ellos escuchan. Parecen realmente felices y me hace recordar algunos comentarios sobre que el papá de Jamie era mujeriego.
Mamá se inclina para decirle algo en privado a Jenny, luego se aparta con una gran sonrisa.
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¡Hola a todos!
Este capítulo lleva algunas semanas en borrador esperando su momento, sobre todo porque tuve algunas cuestiones personales que me mantuvieron alejada.
Pero ya volví de nuevo, lista para terminar esta hermosa historia.
Este capítulo está dedicado a Diancela8310 Hermosa, muy tarde pero seguro. Te felicité en el grupo pero de nuevo te mando un abrazote por tu cumpleaños.
💙✨
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