Debí haber instalado una alarma en la puerta y ventana de mi hija porque, siendo honesta, sabía que esto pasaría. Alejar a Phoebe de Jamie es prácticamente imposible, sabiendo que ella lo heredó de mi.

Christian resopla tan fuerte que por un momento me preocupa que le dé un infarto, así que me apresuro hacia el frente para calmar los ánimos.

—Cariño, ¿En dónde estabas? —empujo a mi esposo para que reaccione.

—Yo... —ella mira a Jamie y gira con una expresión culpable—. Estábamos terminando de mudar nuestras cosas a la nueva casa.

¿Nueva casa?

Giro la cabeza para mirar a Christian, pero él luce tan sorprendido como yo. En cambio Luke parece muy contento.

—¿Casa? ¿Cuál casa?

Mi hija mira de nuevo a su novio antes de girar con una expresión que desde ya, sé que no me va a gustar.

—Bueno, Jamie y yo estuvimos hablando y creo que lo mejor para nosotros es comenzar solos en un nuevo lugar.

¿Qué? Antes de que pueda preguntar, Luke apoya el brazo en el hombro de su hijo y sonríe.

—¡Se mudaron a la casa de mi mamá Judy! ¿No es eso fantástico? —su mirada cae por un momento—. Estoy seguro de que ella estaría feliz.

Mi mirada vuela inmediatamente a mi esposo y a su expresión de dolor, que se enfatiza cuando su mano presiona su pecho.

—Mierda, no respiro. —retrocede buscando el sofá—. Necesito algo de aire.

—¡Christian!

—¡Papá!

Todos corremos a su lado, Phoebe abriéndose paso entre todos porque es la única aquí con conocimientos médicos.

Toma la muñeca de su padre y levanta el reloj en su brazo.

—¿Te duele la cabeza? ¿Tienes visión borrosa? ¿Tienes dificultad para respirar?

Todos contenemos el aliento mientras Christian se deja caer en el sofá, la expresión de derrota en un cara es algo que no recuerdo haber visto.

—Estoy bien, ya se me pasó. Debió ser un puto ataque de pánico o algo.

Gracias a Dios.

Nos apartamos un poco para que tome aire y miro a las personas que me rodean.

Los Sawyer están listos y reunidos en una esquina, con el amigo de Jamie mirándolos fijamente. Los Kavanagh parecen estar en su propio mundo, con Jase Abernathy lanzándoles miradas curiosas.

¿Y Ted? Oh, Dios. Aprovecha la confusión para acercarse a Reynolds y a la amiga de Phoebe.

—¿Qué se supone que significa esto? —señala entre ambos—. ¿Estás interesada en él?

Phoebe, Jamie y todos los demás giran para mirarlos porque Teddy está casi gritando.

A la amiga de Phoebe se le ponen las mejillas rojas de vergüenza y desvía la mirada hacia una muy interesante lámpara.

—Eso no es asunto tuyo, Ted.

Mi hijo dirige su furia hacia el otro padrino.

—¿Y tú qué? ¿De pronto apareces aquí y decides que te gusta la misma chica que a mí?

Ahora soy yo la que tiene un pequeño dolor de cabeza que crece.

—¿Por qué no? —Reynolds no se deja intimidar—. Yo no dormí con su hermana.

Santo Cristo.

Alguien jadeó, probablemente yo y alguna de las otras mujeres, luego todo se vuelve un caos cuando Ted se lanza hacia Greg con el puño en alto.

Afortunadamente para Jenny, una de las rojas le estira el brazo y la aparta de la pelea que se desarrolla en mi sala.

—¡Ted! ¡Reynolds! —vuelvo la vista a mi esposo desfallecido en el sofá—. ¡Christian!

Otro suspiro profundo antes de que mi esposo se ponga de pie y contemple el desorden de los dos chicos, sacude la cabeza y se dirige al fondo de la sala de vuelta a su licorera.

—Luke, Ethan, —los llama—. ¿Un trago?

¿Qué?

Los otros dos salen de su aturdimiento y se acercan a recibir el vaso de cristal con whisky que mi esposo ofrece mientras mi hijo y el otro chico caen al piso rodando.

—Hey, Jamie. —Christian señala a los revoltoso con su vaso—. Estos vienen con el paquete.

¿Ah? Antes de que pueda gritarle a todo el mundo por no separarlos, Phoebe viene del pasillo de la cocina cargando un balde con agua que arroja sobre su hermano y Reynolds.

—¡Ya basta, par de idiotas! Me importa un carajo quien comenzó, están arruinando mi boda.

La puerta de entrada se abre y el reverendo Jones entra, mirando de uno al otro, luego al par mojado en el piso.

—¿Llegué antes de tiempo?

—No, está bien. Estamos listos. —sonrío para aligerar el ambiente cuando es obvio que no lo estamos.

Harry golpea el brazo de Jamie y le dice que use su habitación para cambiarse, Phoebe va detrás de él para ponerse su propio vestido y su amiga la sigue. Marcie, la hija de Luke, atrae la atención de todos los demás.

—¿Que les parece si vamos al patio y preparemos todo mientras los novios bajan?

Lucen poco convencidos pero se dirigen a las puertas que dan al patio, el lugar que preparamos para la ceremonia ya está listo para comenzar.

Ocho minutos más tarde, Jamie sale al patio y se detiene junto a sus padrinos, que lucen aterrados y arrugados por la pelea. Lo veo poner los ojos en blanco antes de ofrecerle el brazo a su madre para que lo acompañe.

Phoebe debería estar aquí en cualquier minuto.

Me mordisqueo la uña esperando ver a mi hija cuando sus damas de honor pasan por un lado, la hija de Luke caminando directo a Ted.

—Ven aquí, niño. Ya causaste muchos problemas hoy.

—¿Eres mi niñera? —se queja mi hijo con las cejas fruncidas.

—Algo así.

La amiga de Phoebe se detiene a un lado de Greg y le sonríe.

—¿La corbata te da problemas? —jalonea un extremo para levantarlo.

Ted gruñe y Marcie le golpea el brazo.

—No molestes al pobre Greg por algo que tú causaste. —gira y le guiña un ojo al amigo de Jamie—. Te veo en el altar, guapo.

¿Pero qué...? ¿Ellos están...? Esto es muy confuso, hoy están pasando demasiadas cosas.

Por suerte alguien activa la marcha nupcial en el sonido y Phoebe aparece en la entrada con su hermoso vestido y un enorme ramo de rosas blancas. Christian se apresura a acercarse a ella.

—Te ves hermosa, mi amor.

—Gracias, papá.

Antes de que todos caminen, Luke Sawyer se acerca a mi con la mano extendida.

—Señora Grey, usted es mi pareja en esta procesión. —me sonríe de esa forma en que usa con todas las mujeres—. Y mantenga las manos para usted misma, no necesitamos a otro Grey problemático.

Suelto una pequeña carcajada mientras seguimos a Jamie y su madre hasta su posición al frente. Luke se acomoda en una silla en el lado opuesto y yo observo con atención cuando Jamie se despide de su madre y gira para ver a mi niña.

Sus ojos se iluminan al instante y sé que estaremos bien.

Las siguientes parejas son las damas de honor, y finalmente Phoebe camina con Christian, lista para ser la señora Sawyer como siempre quiso.

Y no hay nada que me haga más feliz que ver a mi pequeña cumpliendo sus sueños.

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KetzaliRodriguez ¡Feliz cumpleaños atrasado, hermosa! Que este año esté lleno de mucha felicidad 🥳🙌

💙✨