07: Sin vuelta atrás
Capítulo 07:
Sin vuelta atrás
Todo había salido bien, todo estaría bien si no hubiese sido por Rafe o su padre, sinceramente estaba confundida, Rafe parecía reacio a esta idea del matrimonio, así que se me hacía más lógico que su padre haya convencido al mío de que todas esas fotos son antiguas. Al menos yo no le creía ni una sílaba, solo bastaba ver una de esas fotos para saber lo bandido que es. El hombre que nace bandido, muere bandido, es algo que siempre he oído de mamá. No creía capaz a mi padre de perdonar este grave error, pero así fue, olvido todo he hizo borrón y cuenta nueva.
Ahora si estaba en mi habitación, llorando, esta vez de verdad.
—No quiero casarme —balbucee— Rafe ni siquiera es alguien agradable.
Mamá estaba acariciando mi cabello en completo silencio, escuchándonos con atención.
—Además, ¿por qué papá no me cree? Le he dicho la verdad de lo que sucedió esa noche, nunca escapé de casa para ir con un chico, solo estaba en busca de Vinnie.
—Cleo, ya será mejor que olvides todo eso y dediques tus energías en la boda. Ahora que pusieron fecha tenemos mucho en lo que debemos trabajar, el vestido, la comida, los preparativos —trato de enfocar la energía en otros asuntos.
—Pero yo no quiero nada de esto —lloré.
—Pero cuantas veces no soñabas con casarte en la iglesia con un gran vestido blanco y con la cola más larga que la de Lady Di.
—Esos sólo eran sueños, ahora que veo mi realidad, veo que se convirtieron completamente en pesadillas.
—Mamá, no puedes dejar que Cleo se case con él, con cualquier otro, pero no con él —lloro Doty.
—¿Me pueden explicar ya de una buena vez que les pasa a ustedes dos?
Negamos y preferimos callarnos.
Ni mamá, ni nadie podía saber que a Doty le gusta Rafe.
Esa noche fue dolorosa para ambas, tanto para Doty como para mi. Lo habíamos dado todo para al final perder. Rafe ganó sin siquiera intentarlo y era eso lo que más me molestaba. Pensar en eso no es bueno, no cuando lo único que hacía es tenerle odio cada vez más a mi prometido.
Pasaron los días, tan rápido como se esperaba, apenas y mi madre podía con los preparativos. La noticia ya había salido en revistas y páginas de internet. Todos ya sabían de la pronta boda que celebraría la familia Holtyn.
—Bueno, el vestido es lo más lindo que he visto en los últimos tiempos —aseguró Doty.
Ella estaba tratando de superar todo, al igual que yo. Todo ya se estaba calmando, eso creía.
—Oigan, no saben lo que encontré en la oficina de papá —Vinnie entro a mi habitación.
Estaba arreglando mis maletas.
—¿Que encontraste? —preguntó Doty.
Levantó un cheque en blanco firmado por el señor Holtyn.
—Mira esto, Cleo —pidió Doty al revisar el cheque— es de verdad.
—Por qué papá tiene un cheque en blanco firmado por el papá de... no lo creo. Doty, ¿estas pensando lo mismo que yo?
Ella negó.
—No, papá no sería capaz de hacer eso, ni lo pienses.
No debía pensarlo, pero esa duda se convirtió en una espina que no podía sacar. La siguiente noche decidí entrar a la oficina de papá, ¿por que necesitaba dinero? No es que tuviéramos de sobra, pero tampoco estábamos endeudados con nadie.
Entré en completo silencio. Encendí la lamparita y empecé a rebuscar entre sus cosas. No estaba buscando nada en particular y probablemente no encontraría nada. Ese cheque podía haber sido entregado a mi padre para los gastos de la boda, seguro que es así.
Estaba saliendo de la oficina eso hasta que mi mirada cayó en un cajón que no había revisado. Volví a ese, tropezando con una caja del piso, sonó fuerte, pero avance hasta ese cajón. Rebusque entre los documentos y halle una hipoteca.
—¿Cleo, que haces buscando lo que no se te ha perdido?
Me sobresalte, pero mantuve la calma. Levante el documento.
—¿Que es esto papá? ¿Hipotecaste la casa?
Él caminó rápido hacia mi, me arrancó el papel de las manos.
—Estas cosas no te incumben, señorita.
—¿Es por eso que tienes un cheque en blanco firmado por el papá de Rafe? ¿Es por eso que hiciste la vista gorda cuando todas esas fotos aparecieron en la pantalla de cine? ¿Es por eso que me obligas a casarme con alguien que no conozco y que no amo? Para resolver tus problemas económicos.
Él levantó la mano y me golpeó.
—No me faltes el respeto, Cleo.
El dolor en mi mejilla logró sacarme una lágrima, pero no me callé.
—¡Es la verdad, por eso te enojas, porque te avergüenzas de prácticamente vender a tu hija. Ese día no me escuchaste, solo decías que los Holtyn son una familia poderosa, fina y elegante, no quisiste escuchar nada de lo que yo tenía para decir y simplemente elegiste aprovecharte de la situación!
Me agarro del cabello y me arrastro a la salida de la habitación. Estábamos subiendo las escaleras.
—No digas nada mas, porque solo me harás enojar.
—Yo estoy enojada, yo soy la que está avergonzada de tener un padre tan codicioso como usted.
—¿Que paso? ¿Por que estos gritos? —mamá apareció en la puerta de su habitación.
Papá me tiro al piso y mi madre me ayudó a levantarme.
—Vamos a tu habitación, debes descansar, tu boda es en dos días —dijo como si nada hubiera pasado.
—¿Boda? Yo no iré a ninguna boda. ¡No voy a casarme, no cuando lo único que están haciendo es venderme! —exploté.
Papa volvía a su habitación, pero al escuchar mi tono corrió a mi, me agarro del brazo y tambaleamos en las escaleras, solo que yo caí.
—Cleo —exclamó mi madre.
Intenté levantarme, pero todo el cuerpo me dolía.
Mire a papá, absolutamente dolida.
—Cleo... —soltó él asustado y arrepentido.
Finalmente acepte la ayuda de mamá y fuimos a urgencias.
Tenía dos costillas rotas, pero no era de que preocuparse según el doctor. El pie estaba hinchado y tenia una pequeña fisura en la ceja.
—Ha sido una caída suave —dijo el enfermero— pudo haber terminado peor. Con suerte te daremos de alta en el atardecer.
Mire a mi padre, quien salió de la habitación molesto.
—No digas nada —pedí a mamá.
Ella asintió y al rato llegó Doty.
—Dejé a Vinnie con la vecina, dijo que podía cuidarlo hasta después de almuerzo. Solo he venido a ver cómo estás, hermana.
—No ha sido nada —mentí.
—No puedo creer que te hayas caído.
—Fue un accidente, tu hermana aún estaba media dormida cuando intento bajar a la cocina por agua —detalló mamá.
Doty no creía del todo, no hasta que yo asentí, dándole la razón a mamá.
—Fue una imprudencia por mi parte.
—Bueno, cuando me enteré que estaban aquí he llamado a Sofía y le he contado todo, ellas están de camino.
Mire a Doty, cansada y angustiada.
—Estoy agotada, ahora solo quiero dormir, ¿creen que pueden atenderlas?
—Claro —acepto mamá— vamos, Doty.
Las vi salir de la habitación y al segundo me enterré en la almohada. Solo ahí pude soltar un grito, estaba molesta y triste, toda mi vida había cambiado por mi padre y su ambición. Solo pude derramar un par de lágrimas cuando fui interrumpida.
—Claro ahora accidentalmente vienes a parar al hospital un día antes de nuestra boda.
Me quite la almohada de la cara y vi a Rafe. Estaba molesto. Su piel dorada estaba rojiza.
—Cleo, ya basta de hacer todo esto, primero las fotos, pero no resulto como querías ahora te "caes" de las escaleras de tu casa, ¿en serio? Estás enloqueciendo.
Mire a Rafe y solo me produjo ganas de golpear su rostro.
—Sal de mi habitación.
—¿Me estás echando? —preguntó incrédulo.
—Te estoy echando. Vete de aquí, no quiero verte, no quiero ver ni un poquito de tu rostro.
—¡No vas a arruinar nuestra boda, Cleo! ¡Mañana llegarás a la iglesia así sea cojeando o en silla de ruedas, pero llegarás!
Salió de la habitación cerrando la puerta con fuerza.
—Si, estoy bien, gracias por preocuparte. ¡Ah, mi costilla!
Si, me dolía un poco cuando levantaba la voz o cuando me agachaba, dolor que con medicamentos se aliviaba.
Pase el resto de la noche en vela, no podía dormir de los nervios. Todo esto de verdad estaba pasando y no había mucho por hacer. Todos estaban convencidos de que este matrimonio es una buena idea, así que debía considerar creer en eso también.
La mañana siguiente recogimos todo y llegamos al hotel donde se celebraría la boda.
—Todo es un caos —admitió Doty.
Vimos a las hermanas Holtyn acercarse.
Sofía me abrazo muy contenta.
—He soñado con esto toda la noche, me parece mentira, pero me pellizco y caigo en la realidad, en la hermosa realidad —dijo.
—Vengan, las llevaremos a la habitación reservada para arreglarnos —se acercó Denisse.
Seguimos a Denisse, quien nos había ayudado toda esta última semana. Se que tiene 28, es cuatro años mayor que Rafe y dos años menor que Jack. Su esposo es un joven que trabaja con el señor Holtyn y a quien no conocemos ni por fotos.
Salimos del ascensor y entramos a la habitación, estaba demás decir que todo alrededor era alucinante y hermoso.
—Primero encárguense de la novia.
Y así fue, me maquillaron y me peinaron. Ya al acercarse la hora, me ayudaron a ponerme el vestido. Al final me dejaron mirar en el espejo. Me sentía hermosa con este vestido.
Podía decir que es hermoso, precioso o cualquier palabra de esas, aún así no le hacía justicia al vestido, a mi vestido de novia. Solo ahí, frente al espejo tuve un poco de fe, me permití a imaginar una vida feliz, creer en una familia, muchos niños y mucha felicidad.
—Estas absolutamente encantadora —Doty confesó— es mucho más bonito cuando lo llevas puesto.
Se acercó y mi abrazó.
—Voy a llorar... uf, no, no puedo destruir mi maquillaje.
Yo sonreí.
—Tu también estás hermosa.
—Las chicas me esperan, debemos estar ahí antes que la novia —dijo riendo— ¿puedo abrazarte?
Yo asentí y acepte su abrazo.
—Por favor, permítete ser feliz con el chico que me gusta —soltó triste.
Mi hermana salió inmediatamente de la habitación y me quede completamente congelada.
—Pero si estás hermosa, Cleo.
La mamá de Rafe entró.
—Tengo algo para ti —dijo acercándose— este collar fue de mi abuela, luego de mi madre y después mío. Es una reliquia familiar y siempre supe que debía dárselo a la siguiente esposa, siempre creí que sería de Jack, pero él nunca trajo a nadie... decente. Si me hubieran dicho que sería para la esposa de Rafe, me hubiera reído por semanas, te lo aseguro.
—Es hermoso —aseguré.
—Lo es y ahora es tuyo.
—Gracias, señora...
—Eh, nada de señora, ahora puedes decirme Mona o incluso mamá, como te sientas más a gusto.
Sonreí y acepte.
—Es que parece que fue creado para ti, cariño —aseguró al ver el collar en mi cuello—. Es hermoso.
Nos quedamos en silencio unos minutos, hasta que ella inhaló profundamente.
—Cleo, se que no tú ni mi hijo querían esto en un principio, fueron los jefes de nuestros hogares quienes planearon todo esto, pero muy aparte de eso te estoy entregando a mi hijo, apartir de hoy él te tendrá a ti y tu a él, solamente quiero asegurarme de... Rafe no es tan frío como parece, solo no te dejes llevar por sus acciones.
Asentí.
—Tiene razón, esta boda no es algo que yo quisiera o que su hijo anhele, pero aun así es algo que respetare, no por Rafe, sino por mi. Se muy bien que significa estar casada y cuales son mis deberes y mis obligaciones.
Ella asintió, tal vez aliviada.
—Bien, no queremos llegar tarde —dijo limpiando sus lágrimas.
Llegamos a la iglesia y entonces cuando baje del carro, cuando mi padre me tomó el brazo, en ese entonces supe que no habría vuelta atrás. Que mi vida acababa de ser arrebatada y cambiada por otra, por otra que no quería, pero debía querer.
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