Jongin dejó que Kyungsoo acomodara su cabello y que le colocara mejor la manta que tenía encima. Le regaló una sonrisa que fue inmediatamente correspondida. Ambos estaban en la cama del menor de los dos. Todavía no tenía suficiente ánimo para salir, a pesar de que aceptaba las visitas del resto de sus amigos, especialmente de Baek y de Sehun, a los que él mismo llamaba muchas veces.
No se sentía precisamente bien y aún le resultaba un poco duro asimilar que no volvería a experimentar su viaje al pasado, pero en verdad estaba fingiendo un poco. Podía hacer, sin el más mínimo problema, una vida normal otra vez, pero no quería. ¿Y cuál era la razón? Kyungsoo.
El muchacho lo cuidaba, lo mimaba, se pasaba pendiente de él y parecía querer contemplarlo el día entero. No importaba cuántas veces Jongin acariciara su rostro, sus manos, lo abrazara, se acercara o incluso lo besara, el chico no rechistaba y lo recibía con los ojos brillantes y una sonrisa en los labios. Conversaban de todo un poco y pasaban el día entero al lado del otro. Jongin no estaba físicamente enfermo, pero su parte emocional necesitaba todo ese afecto con locura, era por eso que exageraba un poco sus síntomas, para llenarse del apoyo que sí necesitaba.
Pero no podían estar de brazos cruzados, no después de todo lo que habían vivido, así que juntaron sus mentes y se dedicaron enteramente a estudiar. Algo que apoyaban todos en casa, especialmente Suho. Era necesario encontrar respuestas. Sus vidas no eran normales, pero jamás algo así había pasado. Cómo, por qué y cuáles eran las consecuencias eran respuestas qe necesitaban averiguar.
–Yo tengo la impresión de que se trataba del Joseon tardío. Por la ropa, la forma de hablar, ciertas costumbres y la escritura. Podría tratarse de la época de paz, porque mientras estuve ahí, no se tocó ningún tema militar de importancia.
–Entendido– anotó Kyungsoo tras las explicaciones de Jongin.
Intentaban recolectar la mayor cantidad de información posible, basándose en todos los recuerdos que había logrado acumular y las acertadas preguntas de su acompañante. De esa forma, podrían tener una perspectiva mucho más amplia que les ayudara a comprender lo que parecía incomprensible.
–Es interesante saber que hay personajes históricos tan importantes que llevan nuestros nombres– comentó Jongin, después de completar un cuadro de relaciones personales que les ayudaría a establecer ciertas coincidencias en otras vidas.
–¿A qué te refieres?– quiso saber el mayor de los dos.
–Tú sabes, eras un príncipe y Minho también. Yo pertenecía a una familia importante, en todo caso somos personajes históricos. ¿No es eso un poco emocionante?
El muchacho se quedó pensativo. A pesar de que estaba seguro de que Jongin no mentía y que definitivamente no se trataba de un simple sueño, de todas formas ese comentario le hizo darse cuenta de que algo no cuadraba. ¿Personajes históricos? Imposible. No había en la historia de su país un príncipe Kyungsoo con un hermano Minho, con un suegro Lee Soo Man. Si lo hubiera, lo sabrían, lo habrían encontrado antes y hubieran hecho estudios de esa especial situación
–No lo creo– comentó Kyungsoo, después de considerarlo mucho. –Tal vez estabas en un mundo paralelo, en otro espacio y otro tiempo, pero diferente al de nuestro pasado... al de nuestro pasado de esta vida. Si existieran unos homónimos, lo supiéramos, ¿no lo crees?
Jongin se quedó perplejo por varios minutos, tanto, que preocupó muchísimo a Kyungsoo. Repentinamente, buscó su computadora portátil y empezó a teclear con rapidez, su acompañante no se atrevió a interrumpirlo, parecía poseído por algún tipo de revelación que le ayudaría a encontrar información realmente útil e importante.
Después de esperar demasiado, el mayor de los dos rogó por un poco de guía con respecto a lo que hacía, Jongin se lo explicó de manera ansiosa, pero bastante clara y con un objetivo específico. Fueron horas de lecturas e información cuando Jongin empezó a leer en voz alta una información que llamó muchísimo su atención.
–¡Escucha esto, hyung! No hay mucha información, pero... ¡es esto!– exclamó. –"El príncipe sufrió un ataque en el bosque, mientras cazaba. Se contaron muchos heridos, varios muertos y desaparecidos. Otro acontecimiento que marcó la vida de este peculiar personaje, fue condenar a su propio suegro, después de demostrar que había estado intrigando y conspirando en contra de el príncipe heredero, su hermano mayor, y de él mismo. Su esposa fue desterrada y los documentos indican que sus hijos fueron cuidados por una institutriz. Muchos de los documentos de esta época se perdieron en un terrible incendio, que se piensa que fue provocado por la familia política del segundo príncipe caída en desgracia, pero de las cosas que se recuperaron fueron los incontables libros que el príncipe y su séquito de sabios leían y escribían con respecto a temas muy variados como filosofía, astronomía, política y artes."
–Pero, Jongin... ahí no habla de ti. Y ese príncipe no se llama Kyungsoo, y el heredero no se llama Minho.
–Pero estoy seguro de que esta es nuestra historia. El ataque de caza no se menciona ningún Jongin porque hay poca información. Hubo un incendio, ¿no? Además, es una versión demasiado resumida, pero al final muchas de las cosas salieron bien.
–¿Estás completamente seguro?
–¡Lo estoy!– exclamó convencido. –Hyung, lo que no entiendo es por qué los nombres son diferentes. Es tan extraño, yo lo recuerdo bien. Todos tenían sus rostros, sus voces, hasta un poco de sus personalidades... bueno, no tanto. Es decir, muchas cosas eran diferentes, pero eran ustedes...era yo. ¡Lo juro!
–Tranquilo– Kyungsoo se acercó y tomó su mano, sentándose más cerca. –Te creo, sé que todo lo que viviste fue real, pero hay varias cosas que me sorprenden, por decir lo menos.
–¿Qué tipo de cosas?– quiso saber Jongin.
–Son varias cosas. ¿No te pareció extraño no necesitar nada? Es decir, por lo que me cuentas te adaptaste muy bien y bastante rápido. Aparentemente no extrañaste la tecnología o las comodidades y costumbres de nuestro tiempo.
–N-no. No lo recuerdo, tal vez un poco al principio lo pensé, pero nunca pasó.
–Me intriga que hayas podido hablar y comunicarte sin cometer errores, sin usar palabras propias de nuestra época, y que hayas logrado comprender un dialecto de hace literalmente siglos.
–Bueno, cometía errores, pero se justificaban y atribuían a mi accidente. Y bueno, eran cosas mínimas que aprendí con el tiempo.
–¿Puedes reconocer estos rostros? Son los retratos que quedaron de la época, de la gente que conociste cuando regresaste.
–No, no puedo reconocerlos. Pero te juro que no estoy loco, que esa es la historia que cuadra con lo que viví.
–Y te creo, pero también estoy seguro de que no eras tú.
–¿Y por qué piensas eso?– preguntó Jongin intrigado.
–Porque no eras tú, sólo estabas ahí.
–Hyung, me estás confundiendo de verdad.
–Bien, escucha. Los recuerdos de ese extraño viaje son reales, pero estuviste en el cuerpo de alguien de otra época. De haber visto rostros extraños y un idioma difícil de entender, hubieras estado encerrado en algún lugar, aterrado de salir. Como le pasó al Jongin que estuvo con nosotros en tu lugar. Él no reconocía a nadie, sólo a mí. Probablemente, por la misma razón que tú viste en todos los rostros de confianza que necesitabas para adaptarte a esa vida. Fuiste ahí para poder entender, fuiste elegido para hacer una investigación de campo, por así decirlo. Llegaste a donde las personas que escribieron y encontraron el manuscrito. Lograste entender el por qué de muchas cosas que en esta vida nos van a servir para continuar nuestro interminable estudio. ¿Hubieras podido hacerlo lleno de extraños y sin entender nada?
–No– admitió, comprendiendo el punto de su hyung.
–Entonces es eso. Fuiste al pasado, te adaptaste tanto como tu mente te lo permitió e hiciste asociaciones que te ayudaron. Descubriste el origen de los manuscritos y quién está detrás de la conspiración en nuestra contra, no sólo en otras vidas, sino desde un inicio. Cuando lo supiste todo, regresaste para compartir eso con nosotros. No puedo decir que es lo más natural, pero creo que tiene sentido.
Jongin apretó la mano de Kyungsoo y se acercó lo suficiente para besarlo. Lo hizo por un largo rato y fue correspondido con ganas, muchas ganas. Juguetearon un rato, abrazándose, profundizando el contacto, recostándose y respirando agitadamente. Después de varios minutos, el mayor puso fin al acalorado beso.
–¿Y eso?– preguntó sin aliento.
–Demostrarte que tienes razón– ante semejante respuesta, Kyungsoo dejó escapar una risa y lo miró con los ojos entrecerrados.
–¿Es un premio?– quiso saber entre risas.
–Más como una demostración de lo que aprendí en mi viaje– explicó Jongin, extrañamente serio.
–¿Y qué fue exactamente lo que aprendiste en tu viaje?
–Aprendí a amarte de verdad, Kyungsoo. Aprendí a demostrarlo y a hacer lo que sea para tenerte a mi lado, sin importar nada.
Bạn đang đọc truyện trên: Truyen247.Pro