
36
Jongin abrió los ojos a pesar de que le pesaban increíblemente los párpados. Sentía como si su cabeza le fuera a explotar. Se removió y, lo que sea que tuviera encima, le pesaba y le fastidiaba. Incluso su cuerpo se sentía como plomo, pocas veces en su vida había tenido tanto malestar.
El sonido de una alarma sonó y, con desesperación, tanteó por el colchón para poder alcanzar su celular. Lo apagó con dificultad y maldijo lleno de frustración, porque estaba obligado a despertarse incluso si sufrí un dolor tan insoportable en la cabeza. Le tomó varios minutos darse cuenta que estaba en su habitación. La original, la que conocía, la del futuro.
Cuando su mente asimiló todo, no le importó cómo se sentía. De igual manera, se incorporó, con tanta mala suerte, que cayó al suelo. Pero la impresión de verse de vuelta era lo suficientemente grande para que no le importara nada. Así fue como se arrastró, tocando todo a su paso y asegurándose de que no se trataba de otra maldita pesadilla.
Varias cosas se cayeron y Jongin murmuró fastidiado, pero el ruido que hizo no pasó desapercibido para sus compañeros quienes, al oír el estruendo, acudieron a verlo. Para ellos, su amigo había estado actuando de manera extraña, hablando con un vocabulario muy antiguo y asombrándose de todo, llamándolos a veces con sus nombres y otras veces con apodos extraños. Aterrado, se recluyó a sí mismo en la habitación y sólo dejaba que Kyungsoo lo visitara, refiriéndose a él con una palabra arcaica para majestad.
La repentina nueva actitud de Jongin resultó preocupante para todos los presentes que, con la ausencia de Kyungsoo, corrieron al cuarto para asegurarse de que no cometiera ninguna locura. Pero, cuando el aterrado muchacho los vio, su reacción llamó aún más su atención.
-¡Sehun! ¡Estás vivo! Suho mira, está vivo... ¡vivo!
-Jongin... ¿estás bien?- le preguntó de inmediato Suho, preocupado al verlo tan emocionado. Al menor del grupo nada le había pasado y Jongin actuaba como si estuviera aliviado de verlo.
-¿Estuve fuera mucho tiempo? ¿Me estuvieron buscando? Lo siento tanto, yo... empecé a aparecer y desaparecer sin poder controlarlo. Llegué a un lugar, ¿cómo explicarlo? A otro tiempo, era... el pasado. Jamás había experimentado algo así y no podía volver, lo intenté. Juro que lo intenté.
El joven estaba agitado y ansioso, hablaba entrecortadamente mientras se deshacía en explicaciones y disculpas. Suho y Sehun se miraron entre ellos sin comprender por qué su amigo actuaba de esa manera. Escucharon su historia e intentaron entenderlo, así que terminaron por darse cuenta de que estaba actuando como él mismo de nuevo.
-No fuiste a ninguna parte, sólo has estado actuando muy extraño- le explicó Sehun.
-¿Nunca me fui? No, no lo entiendo. ¿Extraño? ¿Extraño cómo? ¿Hablaba diferente?- quiso saber Jongin.
-Bueno- intervino el mayor de los tres. -Tu vocabulario era un tanto... antiguo, por decirlo de algún modo. Y sólo dejabas que Kyungsoo estuviera contigo. A los demás nos veías de mala manera e insistías en que no confiabas en nadie más.
-¡Kyungsoo!
En medio de su sorpresa había olvidado por completo al chico. Estaba tan metido en la idea de que había regresado, que no se dio cuenta que las personas que dejó en el futuro, estaban tal vez esperándolo o preocupados por él. ¿Cómo verlo de nuevo? Sin sus trajes de príncipe, sin su ceño fruncido todo el tiempo, sin su aire de superioridad y sus modales reales. Iba a ser tan difícil acostumbrarse al Kyungsoo que no le correspondía.
-¿Dónde está Kyungsoo?
-Si quieres lo llamo, porque no está aquí- le informó Sehun. -Dijo que iba a aprovechar que estabas más calmado y dormido para hacer algo. No nos especificó nada, sólo nos pidió que cuidáramos de ti. Estoy seguro de que va a estar feliz cuando te vea recobrado.
-No lo sabemos.
-¿Por que dices esas cosas?- preguntó Suho, en tono cariñoso, sentándose a su lado y acariciando su rostro. -Kyungsoo ha estado tan pendiente de ti que hasta se ha descuidado un poco de nosotros- los dos chicos rieron. -El te quiere como nadie en este mundo, te lo puedo asegurar. Lo llamaré, cuando regrese, vas a ver que las cosas van a mejorar.
-A veces necesitas un buen susto para darte cuenta de lo que te estás perdiendo- bromeó Sehun y el mayor de los tres le dio un codazo.
-Es mejor si duermes y descansas, iré a ver si hay algo de comer. También puedes darte una ducha, ¿qué opinas?
-S-sí- aceptó Jongin decepcionado, se recostó en su cama y cerró los ojos.
Era la primera vez en mucho tiempo que estaba en una cama moderna y no tenía idea de cuánto tiempo estuvo fuera de su propio cuerpo, así que estaba cansado. Durmió y se pasó toda la noche en su antiguo cuarto con una sensación de irrealidad. Al día siguiente, se despertó esperando encontrarse en el escondite de la biblioteca o de su habitación en el palacio. Se asustó al verse en el futuro.
Durante la noche había soñado y soñado cosas relacionadas con Kyungsoo a caballo. Recordaba a Baekhyun cerca de ellos y estaba casi seguro de haber visto, entre las ramas, un cuerpo que los seguía y que parecía Sehun. Estaban todos en el bosque, cazando. La habilidad del segundo príncipe con el arco era admirable, él mismo no se quedaba atrás. Perseguían un jabalí bastante grande, podría tranquilamente ser un premio. Quedarían muy bien ante todos si lo atrapaban. Las imágenes era borrosas, veía el rostro de su amado como si estuvieran en cámara lenta.
De la nada, de entre la maleza, salieron muchos hombres. Todos estaban fuertemente armados. Huyeron como pudieron, pero Jongin tenía claro algo: debía proteger a Kyungsoo. Fueron atacados a traición. En un momento, por evitar que el príncipe saliera herido, se lanzó para recibir con su propio cuerpo una flecha. En el camino empujó a Kyungsoo, que cayó a un lado raspado, pero ileso. Cuando llegaron los guardias, alertados por Sehun y Baekhyun, él estaba herido y tuvieron que arrastrar a Kyungsoo que se negaba a irse y dejarlo así. Prometieron ayudarlo, y Sehun se quedó para asegurarse de que estuviera bien, pero el príncipe lloraba y gritaba desconsolado porque no lo dejaron acompañarlo, para no arriesgar su vida.
En el mínimo instante en el que Sehun se distrajo, para guiar al médico que seguramente Kyungsoo exigió para su amante, unos hombres tomaron el cuerpo mal herido de Jongin y se lo llevaron. Adolorido, exhausto y todavía sangrando con la flecha incrustada en su piel, el amante del segundo príncipe pudo ver con sus propios ojos al líder de la traición: Lee Soo Man.
El viejo astrónomo lo rodeo, mientras él jadeaba de dolor en el piso. Le comentó varias cosas, entre esas que sabía de su romance con el príncipe. Sabía que el rey no podría mucha objeción, porque ya tenía descendencia suficiente, pero que eso no le convenía. Arriesgó su propia vida, arruinando su plan. Jongin le escupió, indignado por su traición.
"Si no puedo matarlo yo, lograré que él mismo termine con su vida. Y tú me vas a ayudar con eso". Lee Soo Man lo miró con desprecio, desenvainó su espada y se la clavó, justo en el corazón. El cuerpo de Jongin fue enterrado en el bosque, muy profundo, sin ninguna seña en particular, pero muy cerca de unas formaciones rocosas reconocibles.
Los recuerdos del sueño eran estremecedores, le hicieron sudar frío y temblar. Le hacían sentirse miserable e impotente. El cuarto estaba vacío y parecía la madrugada. No sabía si volver a dormir o no. Sólo quería volver, quería ver a Kyungsoo y decirle que estaba bien. Quería verlo, quería regresar así sea sólo para despedirse. Lo necesitaba. Lo necesitaba de verdad. Entonces, recordó cómo es que fue hasta el Joseon la primera vez. Entonces empezó a recitar una, y otra, y otra vez.
"El universo se ha transformado
el espacio de la historia
se ha restablecido
el tiempo empieza de nuevo
y la impura fuerza roja
ha llenado los dos soles con oscuridad"
Y desapareció.
Apareció en el mismo bosque, pero esta vez casi no estaba vestido. Quiso avanzar, pero sus piernas estaban heladas, el otoño no era misericordioso. Cerró los ojos con fuerza y logró aparecer en un espacio extraño. Una pequeña ventana le dejó reconocer el exterior, era el palacio.
Un alivio lo llenó, pero no podía aparecer así, tendría que cubrirse. Intentó aparecer en otro lado, pero sólo se cansó más. Tal vez si esperaba un poco, no parecía haber mucha gente por ahí. De todas formas, todos saben quién era. Podía decir que lo habían atacado.Deseaba aparecer al lado de Kyungsoo, ¿donde estaba? ¿Estaba bien? ¿Lee Soo Man le había hecho algo? La angustia y la desesperación lo llenaban, pero debe ser más fuerte que eso.
Kyungsoo. Kyungsoo. Kyungsoo. Kyungsoo.
Sintió que el poder regresaba a su cuerpo. ¿Fue suficiente para llevarlo cerca? ¿Lo pondría en peligro? Cuando logró aparecer en otro espacio, abrió los ojos y un inmensa decepción lo embargó. Su cuarto en el departamento compartido. Había regresado al futuro o tal vez nunca logró ir al pasado. Maldijo el voz alta, y se despeinó el cabello con frustración. Necesita saber que el segundo príncipe estaba bien. Lo necesitaba. No le importaba perder todas sus fuerzas, sus poderes o lo que fuera. Lo necesitaba. Entonces lo repitió otra vez, pero con más empeño y convicción que nunca.
"El universo se ha transformado
el espacio de la historia
se ha restablecido
el tiempo empieza de nuevo
y la impura fuerza roja
ha llenado los dos soles con oscuridad"
Y desapareció.
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