Habían tocado a la puerta una vez más, tenía ganas ya de poder descansar pero parecía que el destino no quería eso. No tarde mucho en abrir y allí estaba ese hombre raro, vestido todo de negro junto con aquella máscara que llevas los coreanos; el me habló en inglés diciéndome de donde estaba la cocina; le respondí ya que me gusta ayudar a las personas.
Al decir mi respuesta este me dio las gracias, pero este al irse me fijé en su color de pelo y era de Yoongi o bien conocido como Suga: no me podía creer de que me hablará a mi; ¿Por qué no tiene más cuidado? Es lo primero que pensé al verlo, no sabe de qué hay unas personas que no está bien y se lanzan como si nada o incluso peor; mi pecho me empezó a doler como si se tratará de un amor pero no es así.

Mis pies se movieron solo y mi cuerpo empezó a correr en busca de el, no quiero ser así como algunos o algunas, me decía a mi misma que me detuviera más mi cuerpo no hizo caso; seguía y seguía en su búsqueda hasta que me choque con un guardia: caí al suelo, enseguida fui ayuda por aquel generoso hombre; una pequeña lágrima se asomó a mi rostro.

Guardia: Señorita ¿Estas bien?(me preguntó en francés)

Laura:Si... sólo es que. Quería encontrar a una persona pero ya da igual

Me despide de ese señor y me dirigí a mi cuarto; al llegar me tiré a mi cama y aquella sensación de que había sentido antes, ya sabía lo que es y es dolor mucho para ser más exacta.

No tardé en empezar a llorar como si no hubiera un mañana a mi esto no me sucedió, solo quería decirle de porque me habló y es tan descuidado; pero ellos son así, son personas como yo. De llorar tanto me dormí, en verdad estaba cansada y quería responder a estas preguntas que están surgiendo como las olas en los mares; las horas pasó dejando de que el día entrará y que la noche descansará: sonó el despertador,  me levanté con pocas ganas, ya eran las diez de la mañana y no se me iba este dolor, me fijé que hoy es el concierto y de qué por fin los veré.

Di un pequeño suspiro por qué empecé a pensar de lo que pasó ayer solo era una coincidencia y ya está; siendo una chica que la suerte siempre la abandonó ahora no me iba ayudar; así es está Triste y cruel realidad que nos rodea a cada persona de este mundo.

Me quedé mirando el fondo de pantalla de mi celular y empezaba a cantar la canción Begin de Jungkook  una hermosa y siendo sincera siempre me relaja. Pasaron solo unos minutos, ya era hora de ir a desayunar y olvidar todo esos sentimientos que me hacen dudar y sobre todo daño.
Miré mi armario para elegir mi ropa; elegí un vestido ni tan corto ni tan largo de color coral juntos con unos tacones de color negro; no tardé en arreglarme, tomé mis cosas necesarias y al terminar me marché. Quería probar esos desayunos franceses que había oído por mi mejor amiga: fui caminando hasta al elevador, espere unos segundos, llegó y abrió sus puertas.
Lo que no me esperé ver ahí, era el guardia de anoche, cuando entré le di las gracias por lo de anoche y esté me preguntó si estaba bien.

Era muy simpático y parecía que el tiempo se había detenido más no fue así, no me di cuenta de que unas cuantas personas entraron en el mismo elevador donde estaba yo.